19. we gotta get away from here
ੈ ‧ chapter nineteen ; we gotta get away from here
La tarde fue bastante confusa para Genevieve, definitivamente estaba más tranquila que cuando Magnus había abandonado su casa, pero aun así, no podía evitar sentirse extraña y preocupada, a pesar de todo, no podía evitar sentir la necesidad de protegerlo, ni siquiera cuando le había pedido que no lo hiciera.
De sus amigos, Sophie fue la primera en llegar, tenía mucho tiempo que no se veían ella y Genevieve, al parecer el profesor Dumbledore le había dado una misión muy aparte de la Orden de la que se estaba encargando, así que aprovecharía aquella noche para ponerse al corriente con Genny.
La rubia terminaba de cambiarse, mientras Sophie la esperaba sentada en su cama.
— ¿Cómo va la misión...?
— Bien — Respondió sin intenciones de dar muchos detalles.
— Oh...
Sophie Blanc siempre se había caracterizado por ser dulce y alegre, sin embargo, ahora parecía estar completamente apagada, no mantenía la sonrisa por mucho rato, sus ojos parecían cansados y físicamente no lucía mucho mejor, estaba más delgada del cuerpo y el rostro que sus rasgos parecían incluso más finos y había unas grandes ojeras que lucían más bien como moretones.
— ¿Cómo está tu padre? — Preguntó la rubia para cambiar de tema.
— Está bien... la verdad es que tuvo que salir de Londres, el profesor Dumbledore y yo creímos que sería mejor con todo esto de la guerra — Dijo Sophie preocupada — No estuvo muy bien de salud durante el verano, así que... digamos que es mejor así, se encuentra en un refugio, a salvo.
— Soph, ¿Por qué no nos lo contaste? Pudimos haberte ayudado o...
— No quería dar molestias.
— No son molestias, nunca...
Las lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos de la castaña — Genny, he hecho algo... — Dijo aferrándose al dije del brazalete en su muñeca.
Cuando la rubia estuvo por preguntar a qué era exactamente lo que se refería, James abrió la puerta avisando que los chicos habpian llegado.
— Solo faltan Dorcas y Marlene, pero... oh — Se interrumpió al notar el rostro preocupado de su novia y las lágrimas en el de Sophie — Lo siento, ¿Necesitan algo?
Las miradas de la pareja cayeron en Sophie, quien después de tomarse un minuto y limpiarse las lágrimas, sonrío levantándose — Mejor vayamos abajo, ya quiero comprobar tus dotes como cocinera.
Sophie salió de la habitación, dejando a James y a Genevieve con miradas confundidas.
— ¿Ella está bien? — Preguntó el azabache.
— Eso espero... — Respondió la rubia algo confundida.
James asintió — ¿Y tú?
— ¿Yo?
— ¿Tú estás bien?
Genevieve sonrió, sin embargo, la sonrisa no le llegó a los ojos — Lo voy a estar, vamos.
¡!
La cena transcurría con tranquilidad, tenía mucho que los chicos no se reunían a convivir de esa manera y si Genevieve era sincera consigo misma, no se sentía del todo correcto, había familias que pasarían la noche sin la compañía de seres queridos que habían perdido por la guerra y otras que ni siquiera podrían tener una cena, sin embargo, tener a sus amigos cerca, la hacía sentir un poco mejor y que las cosas terminarían saliendo bien.
La rubia apenas y había tocado su comida, a pesar de que todos habían elogiado lo rico que le había quedado todo, no podía dejar de pensar en su hermano y Sirius ya se había dado cuenta de aquello, ya hablaría con ella más tarde.
Al terminar la cena, todos se pasaron a la sala en donde conversaban animadamente, James y Genevieve platicaban con Remus sobre sus misiones tratando de reclutar hombres lobos, al menos tratar de que no se pasaran del lado equivocado, sin embargo, la rubia no estaba escuchando realmente la conversación, lo que la hizo sentir completamente apenada, sus amigos no se merecían ese trato por parte de su anfitriona, así que terminó excusándose, con la excusa de salir a fumar un cigarrillo.
James se había puesto alerta por la ausencia de Genevieve, tenía mucho que la rubia no fumaba y sabía que lo hacía cada que algo le preocupaba o cuando estaba estresada, así que no dudó en levantarse tras ella, pero fue detenido por Sirius, quien dijo que él iría y cortamente compartió que él también había recibido una visita por parte de su hermano durante la tarde.
Genevieve acaba de prender el cigarro, cuando Sirius llegó a su lado, recargándose del barandal de la terraza que daba a un pequeño patio en el que observaba a una fuente muy atenta.
— Pensé que ya lo habías dejado — Dijo Sirius, quitándole el cigarro y dándole una calada — ¿Qué te dijo Magnus que te perturbó tanto los nervios?
— ¿Cómo lo sabes... ?
— Porque Regulus también me visitó, me pidió perdón por todo y dijo que probablemente nunca regresaría y que para el fin del próximo año, ya estaría muerto.
— ¿Qué... ? Magnus...
— Seguramente Rousseau quiso aligerar el golpe, decirlo así es algo de Regulus.
— ¿Dices que Magnus va a...?
— No, no creo que vaya a morir — La tranquilizó — Pero sí creo que lo que están haciendo es más peligroso de lo que nos están diciendo.
— Sí...
La rubia suspiró, mirando el cielo estrellado, sabía lo que tenía que hacer y si había alguien a quien se lo podía confiar, definitivamente ese era Sirius.
— Sirius...
— No Genevieve, no.
— Sirius... no me digas que no quisite pedirle que se quedara y...
— Y él no me hubiera hecho caso, Genny — La interrumpió — Lo sabes.
— Pero, ¿Y si hubiera alguien con ellos?
Sirius se quedó callado por un momento, uniendo los puntos — Y ese alguien serías tú — Cuando la rubia bajó la mirada sin responder, el pelinegro dio un largo suspiro — Genevieve, estás loca, no puedes... ¿Qué pasaría con Cornamenta? No...
— Sirius...
— Genevieve, deja de repetir mi nombre, no puedes, no.
— ¿NO TE PREOCUPA LO QUE LES PUEDA PASAR?
— No es como que un metro y medio les pueda ayudar mucho, tampoco.
— Sirius, tú y yo ya sabemos 'algo' de la vida, ellos no saben absolutamente nada, son solo dos niños privilegiados que toda su vida han vivido en una burbuja y ahora quieren... ir a una misión suicida tratando de salvar al mundo mágico.
— ¿Y cómo sabes eso?, ¿Cómo puedes estar segura que van a hacer el bien? Tal vez es una misión por parte de Voldemort, o... — Genevieve se estremeció al oír ese nombre, a lo que Sirius exhaló tratando de calmarse — No conocemos sus planes.
— Sirius, si están preocupados por morir, no puede ser por algo malo.
El pelinegro lo consideró por varios minutos — ¿Qué hay de Cornamenta?
La rubia le dio una sonrisa triste — Él estará bien... no podría pedirle que viniera, sé que ni siquiera tendría que hacerlo, de hecho, él simplemente se ofrecería o daría por hecho que viene conmigo, no puedo ser así de egoísta, aquí están sus padres, ustedes, está la Academia en donde es grandioso y la Orden, son el tipo de cosas que él hace.
Sirius la miró, tratando de hacerla cambiar de opinión — Parece que tomaste una decisión, ¿No? Realmente vas a ignorar lo que quiere tu corazón y harás lo que es 'correcto'.
— Es mi hermano...
— Y James es el amor de tu vida.
— James va a estar bien, Sirius, eventualmente va a avanzar, encontrará a una mujer con la que hará una bonita familia como siempre ha querido y será feliz.
— Deberías saber ya que James quiere todo eso solo si es contigo — Dijo tratando de hacerla entrar en razón — Y parece que ya estás dando por hecho que no volverás.
Genevieve hizo una mueca — Irme por no sé cuánto tiempo y luego volver como si nada tratando de volver a entrar en su vida, sería completamente bajo de mi parte, no lo hagas más difícil, Sirius, por favor. — Pidió.
— ¿Cuándo se lo dirás?
La rubia bajó la mirada avergonzada.
— No se lo dirás — Dedujo.
— ¡Le dejaré una carta!
— Claro, eso lo hará sentir mucho mejor.
— Si se lo digo, querrá ir conmigo y no seré la que le dice algo hiriente para que que no me quiera volver a ver.
— Claro que no, serás la que lo deja por una carta, eso es mucho mejor.
— ¡Sirius! Necesito que me prometas que no le dirás a donde fui y que no lo dejarás ir tras de mí.
— Genevieve...
— A cambio, te prometo que yo cuidaré de Regulus tanto como la vida y las circunstancias me lo permitan, lo cuidaré igual que de Magnus, como si también fuera mi hermano.
— No necesitas hacer eso.
— Y tú no necesitas hacer eso para que yo cuide de Regulus, pero confío en que lo harás, por su bien... debes entender que si no me despido, es porque no soy fuerte para hacerlo, ni valiente.
Sirius suspiró — Creo que todo esto es una terrible idea, ¿Realmente dejarás ir así de fácil al amor de tu vida, a la persona que amas?
— ¡PRECISAMENTE PORQUE LO AMO TENGO QUE HACERLO! En cada misión que no estábamos juntos, incluso en las que lo estábamos, enloquecía pensando que algo le pudiera pasar, la mera idea de perderlo me hace querer vomitar, si Magnus y Regulus lo logran, tendré la certeza de que él estará bien, de que todos lo estarán.
— ¿Y si todo sale bien?, ¿Y si regresas con vida?
— No puedo irme, dejar una nota, regresar y desequilibrar nuevamente la vida de James de esa manera, no sería justo.
— ¿Y qué harás?
— No voy a volver, Sirius, si todo sale bien, entonces me iré muy lejos de aquí con mi hermano y con Regulus, en donde la maldad que hay, no nos pueda perseguir y yo ya no pueda interferir en la vida de James, de quedarme, jamás le podría dar paz.
— Sabes que igualmente él nunca te ha pedido nada.
Genevieve suspiró, sintiendo que las lágrimas se acumulaban en sus ojos — Ya lo sé, necesito que me hagas otro favor.
— Dime.
— Sé que James no se querrá quedar aquí cuando me vaya, pero al menos quiero que esta casa que se hizo nuestro hogar, sirva de algo en mi ausencia, dile al profesor Dumbledore que la pueden usar como cuartel para la Orden de ser necesario.
— ¿Estás segura?
— Sí...
— Y Sirius... cuida a Sophie también.
El pelinegro no esperó más tiempo y la abrazó, dejando que Genevieve llorara, realmente no estaba de acuerdo con lo que la rubia iba a hacer, pero entendía sus motivos y realmente no los podía cuestionar.
— Cuídate y cuídalos..cuídalo... y si decides volver...
— No...
— Si decides volver, siempre serás bienvenida — Dijo de todos modos — Te doy mi palabra, yo cuidaré de James, tanto como él ha cuidado de mí y por favor, de ser posible, mantenme informado.
Genevieve asintió, no podía creer que tan solo un par de años atrás, no soportaba a Sirius Black y ahora era la única persona de la que se despediría directamente, antes de marcharse.
¡!
Cuando todos se fueron y James y Genevieve se quedaron en la soledad de su hogar, la rubia y el azabache se dirigieron hasta la recámara principal.
— ¿Viv?, ¿Estás bien? Apenas y hablaste durante la noche.
— No es nada — Dijo acercándose hasta él y abrazándolo por el cuello — James, tienes que saber que te amo más de lo que un día pensé que podría amar a alguien.
— Lo sé, Viv, yo también te amo, te amo con todo lo que soy.
Genevieve sonrió sintiendo unas inmensas ganas de llorar, sin embargo, se contuvo y simplemente se acercó para besarlo y James pudo sentir cómo la rubia se aferraba más a él de lo normal.
— ¿Estás bien?
— Vamos a dormir, ¿Está bien?
La rubia se acostó y el azabache también lo hizo junto a ella, sin saber lo que pasaría después de aquella noche.
— Descansa, Viv.
La noche avanzó extremadamente rápido para Genevieve, ya que cuando sintió que James estaba completamente dormido, se levantó para empacar una maleta apresurada y escribir una nota, y con el corazón completamente destrozado, abandonó la casa sin mirar atrás.
No había duda de que amaba a James y lo amaba tanto como para dejarlo.
¡!
author's note: FIN DEL SEGUNDO ACTO!
puess eso fue todo por este acto, yo sé
que ahorita todo parece muy raro, pero
irán entendiendo conforme avance la historia
a la que ya le quedan menos de diez capítulos,
espero que hasta ahorita la estén disfrutando
mucho.
si hay alguien releyendo, quiero decirles que
este era el plot twist de la versión original,
pero en su momento no tuve corazón para
escribirlo, pero ahora estoy en mi
sad girl era, so, nos vemos en el siguiente
capítulos. :)
spoiler:
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si hay alguien releyendo, el final
es el mismo, no hay nada de qué
preocuparse, para los nuevos
lectores que pueden estar
preocupados y necesitan leer
esto, les espera un final feliz :)
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