16. we'll be a fine line

 ੈ ‧ chapter sixteen ; we'll be a fine line

A pesar de lo aterrador que podía parecer, después de varios meses fuera de Hogwarts, las cosas para James y Geneviee, fueron cayendo en su lugar, ambos habían estado dedicando sus días por completo a la Orden y a sus estudios, aunque claro, siempre podían hacer un tiempo para ellos.

James había entrado en la Academia de Aurores con algo de ayuda de las recomendaciones de la profesora McGonagall y todos parecía ir de maravilla, al menos todos sus mentores podían notar cómo destacaba en lo que hacía y eso no lo podía hacer sentir más orgulloso.

Por otro lado, Genevieve había iniciado a estudiar bastante sobre leyes mágicas, ya que aunque había tenido la intención de iniciar una pasantía en el Ministerio, la profesora McGonagall no lo había creído conveniente al estar las cosas tan delicadas por el momento y la rubia confiabla plenamente en su criterio, a pesar de las insistencias del profesor Dumbledore por infiltrarse y conseguir información.

A pesar de que todo iba bien, Genny no podía evitar sentirse preocupada por su hermano Magnus, ya habían pasado dos meses desde que había vuelto a Hogwarts y aún no recibía ninguna carta de su parte, lo comprendía durante el verano ya que sabía lo peligroso que podía ser que sus padres descubrieran que mantenían comunicación, sin embargo, en el castillo no había una sola razón para que no le escribiera, así que ella había decidido enviar una carta y pedirle que se vieran algunas semanas atrás y al no recibir una respuesta, había decidido de igual manera presentarse en Hogsmeade y ver si tenía algo de suerte.

Genevieve estaba terminando de cambiarse cuando James entró en su habitación con el desayuno y El Profeta entre sus manos.

— ¿Todo bien? — Preguntó el azabache sentándose a su lado.

Genny sonrió a medias — Tal vez mo me quiere ver.

— Dudo mucho que tu hermano no te quiera ver, pero definitivamente hay algo que pasa — Mencionó preocupado — Genevieve, no quiero afirmar nada ni hacerme ideas que no son, pero... ¿Qué tanta relación tienen tus padres con tú sabes quién?

La cara de Genevieve palideció, por supuesto que aquella idea ya se le había cruzado la cabeza, que sus padres hubiesen podido obligar a Magnus a algo que no quería, pero ella se negaba a creer algo así, ni siquiera Maurice y Katarina podían hacer algo así.

— No lo sé... pero lo dudo mucho, James.

— ¿Viv? — Dijo James tomándola de la barbilla para que lo mirara directamente —Ayer estuve en el piso de Sirius después del entrenamiento... estuvimos conversando un rato y bueno...

— ¿Sí...?

— Genevieve, Regulus es abiertamente un partidario del Señor Tenebroso.

La rubia sintió cómo su cuerpo perdía toda la fuerza, soltando un jadeo de sorpresa — No...

— Viv, no creo que debas ir, al menos no sola.

Genevieve no lograba que las palabras salieran de sus labios, aquella información no la sorprendía en lo absoluto, sabía que los Black tenían un lado muy claro en la guerra, pero aun así, no se podía imaginar a alguien como Regulus haciendo cosas tan atroces, por lo poco que había alcanzado a convivir con él, no le parecía ser ese tipo de persona.

— Pero eso lo cambioa todo, James, si Regulus de verdad es... si Regulus es parte de eso, tengo que asegurarme de que Magnus está bien.

James reflexionó por un momento — Está bien, pero yo iré contigo.

— James...

— No, Viv, no aceptaré un 'no' y no me voy a quedar a escuchar su conversación si es lo que te preocupa, solo quiero asegurarme de que vas a estar a salvo, no es que no cofíe en que tú puedas hacerlo sola — Aclaró — Solo... solo creo que tu corazón es demasiado grande para esto.

Genevieve dio un largo suspiro, dejando un beso en su mejilla que lo hizo sonreír — Está bien... y no es que no quiera que escuches nuestra conversación, pero...

— Ya lo sé, es algo tuyo y de él, lo entiendo, amor.

¡!

Algunas horas más tarde, James y Genevieve se encontraban en el pueblo de Hogsmeade, el azabache iría a los lugares que solía frecuentar durante sus días en Hogwarts, mientras que la rubia se quedaría en las Tres Escobas en caso de que Magnus se apareciera por ahí como había quedado en su última carta.

— Cuídate, Viv y si necesitas algo...

— Si algo pasa, gritaré tan fuerte que no tengas más remedio que venir — Río — Gracias, James, pero estoy segura de que no es nada grave.

— Eso espero — Dijo James besando los labios de la rubia — Nos vemos más tarde.

Pasó al menos una hora desde que Genevieve llegó a la taberna y no había ninguna señal de que Magnus se fuera a aparecer por ahí, aun así, no tenía la mínima intención de irse, si realmente su hermano no llegaba, tomaría otras medidas y entonces iría a Hogwarts.

Pocos minutos pasaron cuando Regulus Black pasó por las puertas del lugar, recibiendo miradas recelosas, las cuales simplemente ignoró, caminando a la mesa de Genevieve en donde tomó asiento.

— Genevieve... Rousseau, ¿O ya es Potter? — La saludó.

Genevieve sonrió incómoda — Lamentablemente... sigue siendo Rousseau — Aclaró. Si era sincera, no sabía cómo actuar con el menor de los Black después de la información que acababa de recibir tan solo algunas horas antes, pero no iba a demostrar eso, así que habló con el tono más tranquilo que pudo — Hola, Regulus.

— Honestamente no sabía que tenías tanto apuro por contraer matrimonio, mucho menos con alguien como Potter, pero supongo que algo sabrá hacer bien para tenerte así.

— Veo que mi hermanito ya te contagió esos... comentarios — Dijo sin dejarse incomodar — Pero no es precisamente eso, simplemente que compartir el apellido con personas como Katarina y Maurice no es mi idea favorita, supongo que lo entiendes.

Regulus sonrío, ciertamente no se esperaba que Genevieve le contestara así, pero tampoco le desagradaba.

— Ahora, dejémonos de estos jueguitos estúpidos y dime, ¿Qué haces aquí, Regulus?, ¿Por qué Magnus te envió aquí y no vino por sí mismo?

— Magnus no me envió a ningún lado, yo decidí venir por él.

— Bien, entonces dime.

— Él hablará contigo, pero espero que comprendas que aquí no.

— ¿Y entonces?

— Ven.

— ¿Y por qué yo debería ir contigo?

— Yo sé que no soy precisamente alguien de fiar en este momento, pero irás conmigo por la simple y sencilla razón de que tú quieres ver a Magnus y él te quiere ver a ti.

Regulus y Genevieve salieron del lugar tratando de pasar desapercibido, la rubia para ese punto ya había entendido que cualquiera que fuera el lugar a donde iban, no podía darse el lujo de que alguien los viera o peor aún, los siguiera, así que continuaron caminando por las calles menos transitadas.

Después de algunos minutos, Regulus se paró en seco, en medio de un callejón que por la hora, ya estaba oscuro.

— ¿Qué pasa?

— Pues estoy esperando a que Potter salga de su escondite y nos deje de seguir, ¿Apareces ya o te lo tiene que pedir Genevive?

El azabache salió de las sombras, posicionándose junto a Genevieve — Black.

— Potter — Dijo en tono burlón — Tú también podías venir, solo tenías que pedirlo.

James lo ignoró y los tres comenzaron a caminar en silencio. Después de pocos minutos, llegaron a una bonita casa en los límites del pueblo, a simple vista, era mucho más eleg ante que las demás, así que no era muy difícil de deducir que pertenecía a la familia Black.

— ¿Es tuya?

— No Genevieve, es de tu hermano — Dijo Regulus.

— ¿Maurice y Katarina...?

— No, la compré yo, solo que está a su nombre... claramente eso no lo sabe, así que agradecería tu discreción — Aclaró — Después de todo, según sé, todo el legado de la familia Rousseau está en tus manos, lo que deja a mi pobre Magnus sin nada, pero descuida, con la fortuna de los Black, no dejaré que nunca le falte nada.

Genevieve rodó los ojos — Sabes que yo nunca...

— Era una broma, Genevieve — Río — Excepto lo de la fortuna y que a Magnus jamás se debe preocupar por algo, eso no podría ser más verídico.

Regulus abrió la puerta, dejándolos pasar.

— Magnus te espera en el estudio, la segunda puerta de la derecha — Dijo para luego mirar a James — Tú puedes esperar en la biblioteca si te parece bien, aunque preferiría que no, ya que estoy investigando algunas cosas, pero siempre está la sala.

Genevieve no perdió más tiempo y casi corrió al estudio, James sonrió a Regulus falsamente — Gracias, Regulus, siempre tan atento.

— Te diría que te quedas en tu casa, pero...

— No te molestes, así está bien.

Cuando Genevieve llegó al estudio, no se molestó en tocar y simplemente se abalanzó contra su hermano en un gran abrazo que fue correspondido.

— Estaba muy preocupada por ti, Magnus.

— Estoy bien, Genny — La rubia se separó observando su rostro, el cual tenía grandes ojeras y estaba completamente pálido.

— No puedes estar bien, no pareces estar bien, ¿Qué pasa, Magnus?

Magnus se sintió culpable en ese momento, justamente no había querido ver a su hermana porque sabía que a ella no podía mentirle, además que involucrarla en ese asunto, sería completamente irresponsable de su parte, pero también tenía derecho de saber la verdad, aunque no fuera su idea favorita.

— Genny, ven, siéntate.

Ambos tomaron asiento en un sofá.

— Genevieve, hay algo que tienes que saber...

No fue necesario más para que Genevieve supiera de qué se trataba — Magnus, no... — Pidió sintiendo cómo sus ojos comenzaban a aguadarse. 

— Genevieve, tienes que entender...

— ¿TENGO QUE ENTENDER?, ¿Maurice y Katarina no te obligaron entonces?

— Genevieve...

— ¡Deja de repetir mi nombre y dime!

— Genevieve, lo hice por Regulus.

— ¿Él te dijo...?

— No, por supuesto que no, de hecho, él no quería que me involucrara, pero... Genny, eso lo estaba consumiendo, entiende que no lo podía dejar solo, ¿No habrías hecho lo mismo tú?

Genevieve se quedó callada por un momento — No sé lo que habría hecho, pero sí sé que no sería parte de algo que afecta a tantas personas mágicas y no mágicas.

— ¿Amas a James, Genevieve?

— ¿Eso qué tiene que ver, Magnus?

— ¿Lo amas? — Preguntó, ignorándola.

— Con cada centímetro de mi piel y cada partícula de mi ser.

Magnus sonrió — Que cursi... pero, ¿Tú no harías todo lo posible por quitar algo del peso de sus hombros si vieras que algo lo está matando?

— Supongo que sí, pero...

— Yo sé que las circunstancias que podrían llevarte a eso serían completamente diferentes a las mías, así que no espero que lo comprendas, pero sí quiero que sepas que ambos estamos arrepentidos y estamos tratando de arreglarlo.

— ¿Cómo...? 

— No importa, Genny, solo no quería ponerte en peligro y me da mucha pena que veas que me convertí en esto.

Genevieve abrazó a su hermano, dejando que llorara en su hombro — Todo va a estar bien.

¡!

author's note: pueess, aquí estoy después
de dos semanas de no actualizar,
entre la universidad y the eras tour,
andaba loca, pero al fin pude
volver a escribir y darles un capítulo
un poco más largo de lo habitual,
muchas gracias por leer.

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