11. help me hold onto you
ੈ ‧ chapter eleven ; help me hold onto you
Habían pasado ya varias semanas desde que los alumnos habían regresado al colegio y en el caso de James y Genevieve, para cursar su último año en Hogwarts.
En los últimos días, James había notado que Genny había estado demasiado extraña y creía que la razón podían ser sus padres, el día que habían vuelto, se habían topado a los señores Rousseau en la estación, sin embargo, estos simplemente la pasaron de largo y aunque Genny no tenía una muy buena relación con ellos y las cosas hubieran acabado tan mal la última vez, seguían siendo sus padres y no podía evitar sentir un poco de esperanza porque la quisieran solo un poco.
Por otro lado estaban los sentimientos de ambos, James no quería presionarla porque sabía que debía tener mil cosas en la cabeza para ese momento, por ejemplo, lo que haría con la gran cantidad de dinero que su tía abuela le había heredado. Todo había pasado una tarde de verano cuando Magnus y Regulus se aparecieron en la casa de los Potter con un testamento y una carta dirigida a Genevieve que tenía instrucciones claras que hablaban sobre una gran cantidad y una enorme bóveda en Gringotts solo para ella, después de preocuparse por el dinero, había recibido la noticia de que ahora podría alimentar hasta a diez generaciones más sin que nadie se preocupara para mover un dedo.
Pero de cualquier forma, Potter no podía evitar preguntarse qué iba a pasar con ellos más adelante, sentía que ya se conocían de suficiente tiempo para poder hablar de esas cosas, solo que aún no llegaba el momento.
Durante aquella noche, Genevieve se había vuelto a saltar la cena, así que James en un intento de hacer algo amable por ella, tomó una porción razonable de todo lo que le gustaba y lo llevó hasta un pasillo en donde la rubia solía sentarse a pasar el rato.
Genevieve estaba sentada con la cabeza entre las rodillas, dejando que su rubia melena le cubriera el rostro.
- Hola - Saludó James sentándose a su lado.
- Hola... - Respondió con una voz que dejaba en claro que había estado llorando.
- ¿Estás bien? - Genevieve negó - ¿Puedo hacer algo para que estés mejor?
- No James - Dijo levantando el rostro por primera vez, dejando a James ver, lo rojos que estaban sus ojos y lo roja que estaba su cara - No es nada, solo... ¿Por qué mis padres tuvieron que ser así conmigo? Yo traté de ser buena hija, de verdad, pero...
James la abrazó con fuerza - Nada de esto es tu culpa, Viv, lamento que lo hayas tenido que pasar, pero me tienes a mí, tienes un hermano que te adora, nos tienes a todos que sabemos la persona tan increíble que eres.
- Y en serio lo agradezco, James - Respondió recargándose del hombro del azabache.
Ambos se quedaron un rato en silencio - Estuve pensando, creo que ya sé qué haré con el dinero que tía Adelaide.
- ¿Y qué harás? - Preguntó el azabache con curiosidad.
- Comprar una casa, por supuesto - Respondió captando toda la atención de James - No puedo seguir abusando de la confianza de tus padres, James, además... para el próximo año, Magnus ya será un adulto y podrá decidir algunas cosas, quiero que sepa que tiene un hogar que lo espera, incluso Regulus podría venir si así lo quisiera.
James sonrío, era increíble para ver cómo personas que habían sufrido tanto durante toda su vida, aún podían tener un buen corazón - Una casa, ¿Eh?, ¿Tal vez un piso como el de Sirius?
Genny río, sintiéndose genuinamente contenta por primera vez en el día - No, no un piso... una casa de verdad, pero tampoco en el campo y lejos de todos, solo una casa bonita, en un vecindario bonito y una familia bonita.
- Eso suena muy bien, Viv.
- Sí... - La sonrisa de la rubia volvió a desaparecer - Tal vez de esa forma no sea muy tarde aún para...
- ¿Para?
- James sabes lo que está pasando ahora mismo en el Mundo Mágico, me temo que mis padres puedan presionar a Magnus para... - La voz de Genevieve se fue apagando poco a poco hasta que no pudo ni terminar.
- ¿Ellos harían eso? - Preguntó James con incredulidad.
- Me temo que sería lo mínimo que podrían llegar a hacer, James y no sabes cómo me asusta.
- ¿A qué te refieres?
- A Maurice no le importa nada más que el poder y Katarina daría todo por la posición y subirla de cualquier manera, ¿Entiendes lo que digo?
James la miró sin sabes qué decir, ni en sus más remotos sueños hubiera imaginado cómo se manejaban aquellas familias - No lo permitiremos, ¿Está bien? - Tomó su rostro entre sus palmas para besar su frente - Me tienes a mí, nunca más vas a estar sola, ¿Sí?
Genevieve asintió sintiendo como las lágrimas se escurrían por sus mejillas, pero ya no eran lágrimas de tristeza, así que sin pensarlo mucho, simplemente dejó que su corazón hablara - Te quiero.
- Yo te quiero más, Genevieve.
Ambos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de su compañía cuando James decidió romperlo.
- Viv - Habló temeroso - ¿Es mal momento para...?
Genny se reincorporó, clavando sus ojos azules llenos de curiosidad en él - ¿Sí?
- ¿Es mal momento para hablar sobre nosotros?
- ¿Nosotros?, ¿Qué pasa entre nosotros?
- ¿Qué pasa entre nosotros? Vamos, Viv, eso ya lo sabes - Respondió sonando un poco más alterado de lo que planeaba.
- James, no, por favor - Negó levantándose de su lugar haciendo que el azabache hiciera lo mismo.
- Genevieve, creo que si estuviera confundiendo las cosas, ya me habría dado cuenta, es obvio que hay algo - Le dijo James con temor en la mirada - Y ya no quiero tener miedo, creo que es momento de que lo hablemos, no me quiero quedar con lo que pudo ser y simplemente no pasó por el temor.
- Es que no entiendes - Dijo Genevieve con desesperación, tomándolo de los brazos - ¡No puedo James, no puedo! Yo jamás había estado con nadie y muy apenas puedo cuidar de mí, también tengo un hermano del cual debo hacerme cargo y ahora de Regulus también - Comentó un poco más tranquila - No puedo dejar que les pase nada, James...
- Entiendo, bonita - Dijo pasando su cabello por detrás de sus orejas - Pero no debes absolutamente nada, eres solo una chica que está asustada como todos.
- No lo entiendes...
- Tienes razón, no lo entiendo, pero si quieres hacerme parte de eso, yo quiero apoyarte con todo lo que pueda.
- James, si te lastimo... no me lo perdonaría jamás, no podría vivir sabiendo que le hice daño a la única persona que he querido incondicionalmente en mi vida.
James se acercó hasta ella con cuidando, pasando sus brazos por su espalda y aunque al principio Genny estaba algo tensa, terminó rodeándole el torso también y el azabache pudo sentir el pecho húmedo.
- Mira... creo que podemos aprender juntos, Viv, si me dices que no quieres, lo comprenderé y me apartaré, pero si hay una oportunidad, por mínima que sea, te prometo hacer todo todo en mis manos para convertirte en la mujer más feliz del mundo.
Genevieve río entre lágrimas - Eso ya lo haces.
- Entonces, ¿Puedo ser tu novio?
Genevieve rodó los ojos divertida - Eres un ñoño, Potter, pero sí, quiero ser tu novia.
James la tomó del rostro para dejar un beso largo sobre sus labios y Genevieve por primera vez en mucho tiempo, se permitió tener esperanza.
¡!
Ya era muy tarde cuando Genevieve regresó a su sala común, todo estaba oscuro y el único ruido que había, era el del agua del lago.
La rubia caminaba en total silencio hacia los dormitorios, cuando la voz de alguien conocido la detuvo.
- ¿Por qué regresaste tan tarde?
- Me asustas - Llevó sus manos hasta su pecho, dirigiéndose hacia el sofá - ¿Qué haces aquí?
- Yo pregunté primero.
- ¿Y ese mal humor?
Magnus resoplo, recargándose de su hermana - Regulus está... Genevieve, ¿Tú qué harías por amor?
- ¿En general? - Magnus asintió - Creo que el amor es la cosa más pura que hay sobre la tierra, así que espero nunca verme en esa situación, pero creo que no hay cosa que no haría por amor, ¿Por qué lo preguntas?
- No es nada, solo... ¿Me querrías si hiciera algo 'difícil' por Regulus?
Genevieve sonrío comprensiva - Preferiría que no tuvieras que hacer algo que no quieres, pero sé cuánto quieres a Regulus y yo jamás podría dejarte de querer - Lo miró preocupada - ¿Pero hay algo que me quieras contar?
- No... no es nada, realmente.
- ¿Estás seguro?
- Tranquila Genny, ve a dormir.
La rubia dejó un beso en la mejilla de su hermano sin querer presionar demasiado y solo pudiendo pedir que todo estuviera bien.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top