ੈ ‧ chapter four ; i don't like a gold rush

James y Genevieve habían comenzado a frecuentar cada vez más gracias a Sirius y a Sophie y aunque parecía que no pasaba nada entre ellos, la verdad era que se estaban acercando.

Ambos habían extendido sus horas de castigo lo más que habían podido, ninguno lo admitiría, pero realmente disfrutaban de la compañía del otro, había algo en esa costumbre que tenían de pelear por cosas sin sentido que les resultaba emocionante.

Aquella noche Genny había estado limpiando los libros de la biblioteca, mientras que James los acomodaba, todo iba bien, hasta que ambos comenzaron una discusión sobre el orden que debían llevar, una discusión que término en una acalorada sesión de besos... así era como eran las cosas últimamente, parecía que los dos chicos, simplemente buscaban excusas para estar cerca del otro y cuando se sacaban de sus casillas, todo terminaba así.

James había sentado a Genevieve sobre un escritorio de madera, colocándose en medio de sus piernas, ambos se besaban con urgencia, el azabache comenzó a acariciar sus muslos descubiertos, haciendo a la rubia sentir cómo un cosquilleo le recorría todo el cuerpo.

— Todavía estás a tiempo de arrepentirte — Dijo James entre besos.

Genevieve no dijo nada de momento, sin embargo, después de varios instantes, se separó — Tienes razón — Acordó bajándose del escritorio y acomodando su falda.

James río cortamente — No lo decía en serio.

— Pues yo sí...

La rubia no dijo nada más y simplemente continuó con lo que estaba haciendo antes.

— Genny... — Le habló el azabache después de varios minutos.

— Ya terminé mi parte, nos vemos mañana, James.

Genevieve estaba por salir de la biblioteca cuando James la agarró de la muñeca deteniéndola — Ouch.

— ¿Qué pasa, Genny?

— Todo esto está mal... — Respondió al encontrar las palabras — A ti te gusta Evans, es con ella con quien se supone que deberías de estar, no conmigo, si alguien se enterara...

— ¿Si alguien se enterara qué?

— Daríamos demasiado de que hablar, ¿Qué iban a pensar de que James Potter estuviera conmigo? Es decir, no conmigo pero... ah, tú entiendes.

James sonrío enternecido — ¿Y eso te importaría?

— Hace mucho que esas cosas me dejaron de importar — Admitió — No lo decía por mí.

— Lily no me gusta, Genevieve.

Rousseau se quedó callada por un rato sin saber qué decir, hasta que la realidad la golpeó de nuevo sabiendo que a como todos lo veían, James Potter siempre iba a estar enamorado de Lily Evans — Sí, claro.

— Hablo en serio, yo... bueno, ambos estamos de acuerdo en que no funcionaríamos como pareja.

— O sea que yo soy tu premio de consolación — Dijo un poco más herida de lo que quería sonar.

— ¡NO! Por supuesto que no, eso fue antes de que... ah, antes... — ¿Lo diría? James jamás creyó que algún día estaría pronunciando esas palabras, pero ahí estaba — Genny, yo sentí esto contigo desde la primera noche que estuvimos aquí, desde ese momento supe que estaba jodido porque tan solo el hecho de tener ese pensamiento, significaba que había perdido la razón.

Genevieve no supo qué decir, había pasado demasiado en las últimas semanas de su vida, nunca había sido de muchos amigos y de repente un día pasaba de estar sola a pasar la mayor parte de su tiempo con Sophie y el grupo de amigos de su novio, no es que le molestara, al contrario, se sentía contenta de que la hubieran aceptado a pesar de su reputación y de que no siempre tuvieron la mejor relación, pero eso no lo hacía menos extraño.

Las cosas se sentían casi incorrectas, no le gustaba estar sintiendo aquello, siempre había detestado a James por ser como era y ahora trataba de evitar a toda costa sentir algo por él por la misma razón, pero es que, ¿Cómo no iba a caer por James Potter? Desde la noche de la fiesta se podría decir que se habían vuelto unidos, el azabache la trataba de maravilla, la acompañaba a todos lados cuando Sophie se iba con Sirius para que no estuviera sola y en esos momentos, aprovechaba para hablar y la verdad era que Genny no lo entendía, pero James tenía una habilidad tremenda para generar confianza, por lo que no le había costado demasiado hablar con él. Pero todo eso desaparecía cuando recordaba que el azabache había estado profundamente enamorado de cierta pelirroja durante tantos años y que ni ella ni nadie podrían cambiarlo y de ser así, ¿Por qué estaría con alguien como ella? Habiendo tantas chicas con vidas mucho más sencillas y sin tantos problemas como los que Genny tenía. James Potter y ella simplemente no podrían estar juntos, ni siquiera cuando resultaba tan placentero imaginar cuán bonito sería todo si las cosas fueran diferentes.

— Todo era más sencillo cuando te detestaba y no ahora que... bueno, no importa.

James sonrío — Nunca me dijiste por qué te caía tan mal.

Genny río recordando el motivo tan infantil que la había hecho despreciar a James en primer lugar — ¿En serio no lo recuerdas? — El azabache negó con la cabeza, a lo que la rubia continuó — El primer día del primer año, estábamos en la estación... yo estaba aterrada, por supuesto, si no quedaba en Slytherin, mis padres me echarían a la calle, seguramente. No sé qué estaba haciendo, pero recuerdo perfectamente que llegaste corriendo tan rápido, que hiciste que perdiera el equilibrio y cayera, mis padres dijeron que si no podía hacer algo tan sencillo como mantenerme de pie, entonces que el legado de la familia estaba en terribles manos, dolió en ese momento, así que... era más fácil culparte a ti y tú no hiciste nada por cambiar la imágen que tenía de ti en los siguientes años.

James se quedó callado por varios minutos, por supuesto que recordaba aquello, recordaba que cuando vio a Genny por primera vez pensó que era la niña más bonita que vería en su vida que ni siquiera pudo pedir disculpas por lo que había pasado y simplemente salió corriendo antes de que su rostro que comenzaba a calentarse lo delatara. Después de eso la vio hasta el castillo y claro que la rubia no fue amable con él, desde eso, la mayoría de sus bromas durante el primer año, fueron dirgidas hacia ella, aunque tal vez solo quería llamar su atención de alguna forma, igual, eso no significaba que hubiera sido la manera correcta.

— Lo siento, yo jamás imaginé que...

— Descuida, ya está superado — Sonrío — No fue tu culpa y mucho menos mía lo que pensaran mis padres, ¿Verdad?

James asintió aún sin saber qué decir — ¿Y ahora...?

— ¿Ahora? — Preguntó confundida.

— ¿Ahora por qué te caigo mal?

Genevieve lo miró con una expresión casi de tristeza — James, me haces sentir cosas que no debería sentir... en este momento debería estar dormida y concentrada en mi futuro, no aquí... además tú...

— Dame una cita — La detuvo.

— ¿Qué dices?

— Dame una cita, solo una, si crees que soy muy imbécil como para que salgas conmigo, no te molestaré más, pero si no...

— ¿Si no qué, Potter?

— Si no, entonces tendremos una segunda cita.

Genevieve río de buen humor y tomó sus cosas para salir de ahí — Hasta mañana, Potter.

¡!

author's note: iihh, la verdad
estoy muy emocionada por
lo que viene !!

quería darle más profundidad
a los sentimientos de ambos,
así que este capítulo sirvió
para eso, lamento si este
capítulo fue algo aburrido, en
los siguientes pasarán muchas
cosas y mucho más interesantes.

gracias por leer.