01. machiavellian
ੈ ‧ chapter one ; i'm ony cryptic and machiavellian 'cuz I care
Desde que Genevieve era muy pequeña, siempre supo que su vida no sería sencilla, a pesar de eso, llevaba una rutina bastante simple, eso sí, sus días en Hogwarts se limitaban a acudir a sus clases y estudiar en su tiempo libre o en su defecto, pasar el rato con su hermano Magnus o su mejor amiga, Sophie, pero fuera de eso, estaba completamente despegada de la vida social, así era mejor.
Durante las vacaciones, Genny se encerraba durante todo el día y toda la noche en su habitación, de esa manera no tenía la oportunidad de discutir con sus padres, quienes no perdían la oportunidad para reclamarle por cada cosa que no podían controlar, tal vez nada de aquello era su culpa, pero era más fácil si tenían a quien culpar y para Marcus y Katarina, Genevieve era la persona perfecta para eso.
Tal vez sus padres eran la razón por la que Genevieve sentía que siempre se tenía que esforzar más que el resto o de lo contrario, jamás conseguiría nada, tal vez lo era su reputación o tal vez no era nada de eso y todo era parte del cerebro de la rubia, tratando de sabotearla, pero eso nunca lo sabría.
Aquella mañana, por primera vez en sus seis años en Hogwarts, Genevieve estaba retrasada, ella jamás había llegado tarde a nada, si bien no era la persona más atenta, su puntualidad era algo que la enorgullecía, sin embargo, la noche anterior, tan pronto como había tocado su cama, había caído en un sueño tan profundo que cuando despertó, tardó varios minutos en darse cuenta de que ya era el día siguiente y que estaba llegando muy tarde a su primera clase de Transformaciones del año, si eso no era mala suerte, entonces no sabía cómo llamarlo.
Genevieve no podía permitirse llegar tarde, si llegaba tarde, entonces se atrasaba, si se atrasaba no le iría bien en los exámenes, si no le iba bien en los exámenes no tendría buenas notas y vaya que necesitaba buenas notas ese año y aún mejores el siguiente. La rubia tenía un plan desde que había pisado el castillo por primera vez, al dar un paso fuera, estaría por su cuenta, huiría de casa con su hermano, conseguiría un buen trabajo en el Ministerio y ninguno tendría que depender de sus padres nunca más, claro, era más fácil pensarlo de lo que sería hacerlo, pero precisamente por eso, necesitaba un promedio impecable.
Genevieve sentía que su corazón latía tan rápido que se le podía salir del pecho, pero ella nunca fue buena en las actividades físicas, así que ya no le resultaba extraño. La rubia sintió que la vida le fue regresando al cuerpo cuando estuvo frente al aula de la profesora McGonagall, se alisó el uniforme y arregló el cabello con los dedos antes de empujar la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido.
— Tarde, Rousseau. — Acusó la profesora sin despegar la vista de su lectura.
— Lo siento, profesora, tuve un... hmm, un inconveniente con mi uniforme. — Dijo carraspeando un poco — ¿Puedo pasar?
— Pues ya está adentro.
Genevieve sonrío algo incómoda e inspeccionó el salón tratando de encontrar un lugar libre, sin embargo, quiso darse de topes cuando se dio cuenta que el único que había, estaba junto a James Potter y su grupo de delincuentes en potencia, como los llamaba Genny, al menos dos de ellos, ya que Sirius Black no estaba, algo extraño, pero no es que lo fuera a mencionar. De igual forma, ella prefería tomar clases junto al calamar del lago, antes que estar medio centímetro cerca de Potter.
— Rousseau, ¿También necesita ayuda para encontrar su asiento?
Gen soltó una risita forzada — No, no... hmm, ¿No hay otro lugar vacío?
— ¿Qué tiene de malo el que está a lado del de Potter? Me parece que el jóven se ha encargado de tomar sus respectivas vitaminas durante el periodo de descanso, para no contagiarla de algún virus, así que adelante.
— ¿Y no me puedo sentar en el piso mejor?
La profesora rodó los ojos — Por supuesto que no y si no es mucha molestia, señorita Rousseau, le agradecería que me dejara continuar con mi clase y tomara asiento a lado del señor Potter, quien será su compañero durante el resto del curso.
— ¿¡QUÉ!? — Exclamaron al mismo tiempo.
— No puede hacer eso — Protestó James de mal humor.
— ¿Ah no? Porque me parece que mi autoridad es bastante respetable, ¿A usted no?
— Pues sí, pero...
— Sin peros, Genevieve, hágame el favor de sentarse y de no dar más problemas por lo que resta de la clase — James río burlón, recibiendo una mala mirada por parte de la rubia — Y va lo mismo para usted, Potter.
Genevieve miró al azabache con satisfacción tomando asiento lo más alejada que le fue posible y sacó su libro con la intención de comenzar a trabajar, sin embargo, las conversaciones de junto, no la dejaban concentrarse.
— ¿Pueden callarse? Hablan a frecuencias que incluso los perros en Londres los escuchan.
James la ignoró por varios segundos haciendo que Gen comenzara a perder la paciencia y cuando por fin terminó de hablar con Remus, la miró con indiferencia — Lo siento, ¿Decías algo?
Genevieve lo miró tan molesta que incluso Lupin la miró con pena.
— Tal vez podamos continuar con esta conversación más tarde, Cornamenta.
— ¿Solo porque Rousseau lo dice? Vamos Lunático, no seas igual de aburrido que la rubia y hablando de eso... tú nunca te diviertes, ¿O sí?
Genny rodó los ojos, concentrándose en seguir leyendo y anotando en su pergamino y pese a sus palabras, el azabache finalmente guardó silencio. Claro que la paz les duró poco, ya que a los pocos minutos, ya estaban discutiendo de nuevo ya que según la rubia, James le estaba copiando su trabajo, mientras que este alegaba que era perfectamente capaz de hacer la actividad por su cuenta.
— Tal vez sí estaba... hmm, tomando inspiración de tu trabajo — Dijo James después de varios minutos.
— Copiándote.
— Si así lo quieres llamar... pero vamos Vee, esto es aburrido, sé buena compañera y pásamelo.
¿Vee? De todo lo que había pasado en los últimos treinta minutos, sin duda eso era lo más extraño.
— ¿Y por qué yo te haría un favor a ti?
— Porque soy muy guapo — Gen rodó los ojos, ignorándolo completamente — Si sigues haciendo eso, los ojos se te quedarán así — Río — A todo esto, ¿Por qué te caigo tan mal Genny?
— Porque eres patético, eres patético y egocéntrico, crees que todo el mundo gira alrededor del gran James Potter y no es así.
— Creo que no se trataba de atacarte a ti misma, Genny. — Picó.
— ¡DEJA DE LLAMARME ASÍ!
— ¡Suficiente! Ambos están castigados, los espero en mi oficina hoy después de la cena y considérense afortunados de que la detención sea conmigo y no los mande con el conserje.
Ni Genevieve, ni James volvieron a hablar durante la clase y al terminar, ambos salieron, cada quién por su lado, sin saber qué tenía el otro que los ponía tan de mal humor.
¡!
Durante toda la mañana, Genevieve no había tenido oportunidad de ver a su mejor amiga y fue hasta la hora del almuerzo que pudo hacerlo. En la mesa de las serpientes, se encontraba la única corbata amarilla, a lado de Magnus Rousseau y Bastian Blanc.
— ¿Qué haces aquí? — Preguntó Genevieve a la castaña.
— Hola, también es un gusto verte, Genny, tuve un maravilloso día, espero que tú igual.
Gen sonrío apenada tomando asiento junto a su hermano — Lo siento, no he tenido un buen día.
Sophie la miró con una mueca — ¿Qué pasa?, ¿Quieres hablar sobre eso?
— Primera clase de Transformaciones del año y ya tengo detención. — Comentó recortándose en la mesa.
— ¿Por qué?, ¿Qué hiciste? — Preguntó su hermano.
— ¿Yo? Yo no hice nada, todo es culpa de Potter.
— ¿Por qué no me sorprende? De hecho, ya se habían tardado, pero no crees Genny, que tal vez todo esto es... una cuestión de tensión sin resolver.
Genevieve miró a su hermano con una ceja alzada — No estoy entendiendo y si sí, espero equivocarme.
— Pues precisamente, querida hermana, tal vez si tú y Potter en lugar de usar la boca para discutir, la ocuparan para otra cosa... bueno — Hizo una pausa alargando la 'o' — No lo sé, tal vez así arreglarían sus diferencias.
Los primos Blanc hicieron todo un esfuerzo por no soltar una estruendosa carcajada, sin embargo, Dorcas quién llegó junto a ellos no fue tan prudente.
Las mejillas de Genevieve estaban completamente rojas, claro, no era secreto para nadie que su hermano tenía una vida mucho más 'interesante' que la de ella, pero a veces no se acostumbraba a lo descarado que podía llegar a ser — No sabes cuánto me acabas de perturbar.
— Pero no dije ninguna mentira, ¿O sí?
— Está vez apoyo a Magnus. — Comentó Dorcas.
Gen miró significativamente a los Blanc, pero para su mala suerte, Sophie solo evitó el contacto visual apresurándose a meter cuanta comida pudo a su boca.
— Yo te respeto demasiado para dar mi punto de vista aquí, Genny. — Se limitó a responder Bastian.
— Y yo que creía que eras el más civilizado de aquí.
¡!
Después de un largo día de clases y del esfuerzo de Genevieve para que la cena se alargara lo más posible, finalmente se encontraba frente a la oficina de la profesora McGonagall, no sabía si era muy temprano para estar ahí, pero no se arriesgaría a volver a llegar tarde.
— ¿Qué haces ahí parada? — Preguntó una voz conocida llegando tras de ella.
— ¿Y tú qué crees?
— Bueno, solo preguntaba, no siempre tienes que ser tan detestable, Genny.
Genevieve rodó los ojos pensando en lo que su hermano había dicho algunas horas atrás, ¿Ella y James Potter? era más posible que un troll atacara el castillo que eso, la mera idea la hacía sentir náuseas.
— Eres ridículo.
— Y tú una aburrida.
— Pues por lo menos...
La voz de Genny fue interrumpida por la presencia de la profesora McGonagall — Vaya, ¿Tratan de hacer que su castigo se alargue? Porque lo están consiguiendo a pulso.
— Lo siento, profesora — Se disculpó Genevieve.
— Me conformaré con que por una vez en su vida, dejen de pelear, Rousseau, ya me encargué de hablar con su jefe de casa para informarle que se quedará hasta tarde durante todas las noches que restan del mes — Ninguno de los dos jóvenes pudo ocultar la sorpresa en sus rostros, considerando que el mes apenas comenzaba — Sí, bueno, eso es lo que obtienen por no dejar de pelear, tendrán que ordenar aquellos dos armarios — Señaló — Sin usar magia, evidentemente y cuando terminen... veremos si Hagrid necesita ayuda con algo.
— ¿Y si no, Minnie? — Preguntó James con una sonrisa convincente.
— Y si no, ya buscaremos algo, Potter. Ahora, menos charla y más limpiar.
La profesora salió de la oficina, no sin antes darles una mirada de advertencia y conjurar algunos hechizos, solo pata asegurarse de que 'el lugar no ardiera en llamas para su regreso'.
Durante la primera hora del castigo, ni James ni Genevieve hablaron demasiado, el azabache ocasionalmente comenzaba a tararear una canción y la rubia muy a su pesar, la seguía en su cabeza, pero fuera de eso, el único sonido que había, era el de los objetos moviéndose.
Una hora de silencio había sido un récord para James, por lo que sin poder evitarlo por más tiempo, preguntó — ¿Por qué te caigo tan mal, Genevieve?
La rubia no respondió por varios minutos y de hecho, no lo iba a hacer, pero decidió que si iban a pasar tanto tiempo juntos, podrían hacer una tregua temporal — Ya te lo dije, eres ridículo y narcisista, crees que todos los chicos quieren ser como tú y que todas morimos por ti, pero créeme, no eres más que un payaso.
— Tú sí morirías por mí — Dijo después de varios segundos.
Gen estaba por responder a su provocación, sin embargo, tuvo una mejor idea — Oh claro, realmente hice todo esto para... ya sabes — Se acercó a él con cuidado — Tal vez así podría tener una oportunidad...
La respiración de Genevieve estaba tan cerca del oído de James, que si el azabache se girara un poco, ambos quedarían a escasos centímetros de distancia, no lo podía negar, aunque él jurara que detestaba a la rubia tanto como ella a él, su cuerpo estaba reaccionando de una manera distinta que por primera vez en su vida, no tenía nada que decir y eso lo estaba poniendo muy nervioso.
Genny estalló en una carcajada y al ver que James no reaccionaba, volvió a su lugar sonriendo con suficiencia.
Ninguno dijo nada por lo que quedó del castigo, Genevieve estaba lo que seguía de contenta por finalmente tener una victoria en el día. En cambio James, no podía sacarse las palabras de Rousseau de la cabeza, del aroma que desprendía, del calor de sus palabras tan cerca de él, sin duda tenía que tener cuidado o esa rubia bonita o iba a terminar arruinando.
¡!
author's note: buenoo, puess
este fue el capítulo de hoy,
estoy muy emocionada y más
que satisfecha con el resultado,
es la primera vez que escribo
en meses y creo que ha salido
bastante bien.
espero que hayan disfrutado
mucho el capítulo, nos
leemos en la siguiente
actualización.
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