II-Gestos.
Al llegar caminé un metro detrás de Amy -Pues siempre me solía decir que respete su espacio personal- milagrosamente ella y yo estamos en él mismo salón y eso me da oportunidad de poder socializar más con ella. En cuanto entramos al salón ella se sentó en su pupitre ubicado al otro lado de este y él mío estaba en él otro lado, gran distancia.
El timbre sonó indicando que las clases comenzaban y que él profesor de historia vendría, luego de haber saludado nos sentamos y comencé a sacar mis cosas.
-Profesor... -habló una voz muy conocida por mi, levanté mi cabeza y observé a la chica de quién correspondía la voz- no he traído mi libro de historia -terminó de decir con preocupación
-me sorprende proviniendo de parte de usted, señorita Rose -habló el profesor, no quería que el profesor creyera que Amy era una irresponsable, arruinaría su reputación- me temo que...
-¡profesor! -hablé levantando la mano, él me dirigió la mirada permitiéndole la palabra- si me permite interrumpir, ha sido culpa mía él hecho de que no haya traído su libro. Se lo pedí él día de ayer y se me ha olvidado traérselo.
-¿es eso verdad?
-eh...si -dijo por fin al principio dudosa, el profesor nos envió donde él director de buena manera, pues en la clase se necesitaba el libro para trabajar y sin el no había mucho que se pudiera hacer.
-¿Por qué lo hiciste? -preguntó mi compañera mientras caminaba a un lado mio. ¡Wow estaba comenzando una conversación!
-no entiendo de que hablas -dije para alargar la conversación, Sonreí de alegría, me alegraba escuchar su voz dirigiéndose a mi
-sabes muy bien de lo que hablo, no te hagas el inutil -dijo de un modo serio, yo solo reflexione y Sonreí.
-Lo hice porque no quería que tu reputación se arruinara, él profesor te vería como una irresponsable, además, los demás me verán como alguien honesto. -dije terminando de explicarle, ella pareció entender que lo que me interesaba era la reputación. Mi punto era que, mientras tengas mejor reputación, podrás hacer mayores cosas.
Mis pensamientos se esfumaron en cuanto ví el ceño fruncido de Amy, ella estaba evidentemente enojada.
-¿te molesta lo que hice? -pregunté con un tono inocente, ella me fulminó con sus ojos jade
-¡Incluso tienes el descaro de preguntar! -respondió- suena obvio el hecho de que me ha molestado -dijo con él humo saliendo por sus orejas- me has hecho pasar vergüenza ¿sabes lo que pensaran los demás? Pensaran que nos conocemos más y que somos nuevamente amigos -dijo cruzándose de brazos, ouch, eso ha dolido. Ya faltaba poco para llegar al despacho y aún quería aclarar las cosas.
-¿por qué ha de molestarte que piensen eso de nosotros? -dije con curiosidad y al mismo tiempo detuve el paso. Ella volteó a verme deteniéndose unos pasos después, una total escena de película- ¿recuerdas que antes eramos amigos?
Ella abrió los ojos sorprendida por mi pregunta, se volvió para ignorar mi pregunta y estoy seguro de haber escuchado un suspiro.
-Si... -respondió ella con desgana, pero su semblante frío permanecía- pero eso era antes de que me remplazaras por otras personas y me dejaras en él olvido.
Aquella respuesta me sorprendió bastante, nunca esperé que mi compañera de clases pensara de esa manera sobre mi. Me acerqué a ella con normalidad y le palmie él hombro con simpatía.
-andando, él despacho esta frente a nosotros -dije con una sonrisa para seguir mi camino. Evadiendo por completo su argumento.
Seguramente ella estaba confundida o devastada, quizás pudo llegar a pensar que le diría que la consideraba alguien importante para mi o la abrazaría, pero es muy pronto para eso, pequeña Rose. Realmente no costaba mucho soñar.
En cuanto llegamos al despacho sólo recibimos un informe sobre "falta de devolución" e "irresponsabilidad". Luego de ello Amy debía quedarse en él patio hasta el termino de la hora, vi como ella se sentaba en las gravas con aburrimiento y decidí sentarme junto a ella.
-¿Qué crees que haces? -me preguntó
-¿no es obvio? Te acompaño -respondí con una sonrisa
-pero... Tú has traído tu libro de historia. ¿Qué excusa le darás al profesor por faltar toda la hora?
-le diré que me sentía enfermo o me tropecé, algo se me ocurrirá. Después de todo tengo una buena reputación -dije guiñándole un ojo de manera complice.
Ella bufo y desvío su mirada tan solo un momento, y aproveche para examinar cada rasgos de su rostro. Se veía confundida y no la culpo, suelo ser muy bipolar cuando quiero.
Algo que no lograba evitar al mirarla era mirar sus labios ¿raro? Nah, solo que...desde hace mucho he estado secretamente enamorado de ella. Pero oye, es un secreto...
Ah...si sólo supiera...
Algo que me dejó muy estático en ese entonces -y sorprendido también- fue cuando se me acercó y me besó en la mejilla, se apartó con él ceño fruncido, sus labios presionados y sus mejillas levemente sonrojadas.
¡Ay, pero que ternura!
-Gracias...por defenderme, y por todo lo demás -dijo sin desviar su mirada del suelo y levantándose se fue con prisa.
Cualquiera pensaría que yo iría tras ella pero no iba a detenerla, ella debía pensar en lo que acababa de hacer. Me reí internamente y suspire, ella era una niña muy terca...
-...y tierna también. -completé tocando mi mejilla, recordando aquel suceso.
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