Capítulo #7

Hola, aquí la parte siete de esta humilde historia, espero les siga gustando...

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- Entonces eso pasó...- menciono una pelinegra tomando una tasa de té.

- Así es, se supone que debieron informar sobre esto, pero no me explico que ha pasado.- respondió una rubia de mirada tranquila y figura muy curvilínea.

- Tampoco ayudo que mi hermana y la hermana de Sirzechs nos ocultaran está información.-

- Aún asi, uno de los nuestros les debió haber informado que entraríamos en su territorio.-

- Todo esto es muy extraño...-

- ¿Y que dijo Azazel respecto a sus renegados?, Mis chicas me informaron que acabaron con ellos y aparte algunos exorcistas desertores.-

- Dijo que no metería las manos por ellos.-

- Huhu típico de el.-

Las dos mujeres que se encontraban dialogando como si fueran amigas de toda la vida no eran otras que la Maou Serafall Leviathan y la Arcángel Gabriel.

La pelinegra había contactado con ella para aclarar la presencia de exorcistas en territorio de demonios y evitar así conflictos que pudieran romper la delgada tregua que habían mantenido hasta el momento.

Para su gran alivio sabía lo pacífica que podía a llegar a ser su "más grande rival" por lo que aclarar todo no fue tenso, aún así todo esto le traía un mal presentimiento.

La rubia también tenía eso en mente, se suponía que uno de sus hermanos debía de haber informado de esto pues Michael estaba demasiado ocupado, lo que más quería evitar era una segunda guerra.

- Investigaré sobre lo que hemos hablado, esperemos no vuelva a pasar.

- Si, eso esperemos...-

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En una cafetería de la ciudad vemos a un par de jóvenes conversando de manera amena en la terraza de esta misma.

La primera siendo la nueva encargada de la ciudad y frente a ella su reina una joven pelipurpura de ojos del mismo color de expresión relajada y traviesa de gran belleza con un par de orejas de conejo mecánicas encima de la cabeza.

Ambas se encuentran discutiendo lo que había estado pasando en la ciudad referente a los Caídos los cuales no encontraron así como las exorcistas.

- Entonces dices que ellas acabaron con los renegados.-

- Así es Seek-chan, uno de los drones captó el momento cuando llegaron a la iglesia abandonada.-

- Serafall-sama me informo que estaban en busca de un renegado de alta peligrosidad.-

- Los sensores indican que siguen en la ciudad, lo más probable es que aún no den con el paradero de ese renegado.-

- Tenía las ganas de ser yo la que acabará con los Caídos y restregarselo en sus caras tanto a Sona como a Rias.-

- Fufu podemos buscar a este último aún, ¿Sabes?.-

- Ya veremos, ¿Qué sabes de las demás? Ya deberían estar aquí.-

- Ya llegarán, no te preocupes.- tomo su café restándole importancia.- Por cierto ya conseguí información sobre la persona que me pediste.-

Dijo entregandole una carpeta con la foto de cierto castaño a la rubia que ocultó su alegría bajo su expresión indiferente.

Rápidamente leyó todo lo que había ahí.

"Pronto iré a verte, Hyōdō-kun"
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En alguna parte del bosque vemos a cierto castaño tirado boca arriba intentando recuperar el aliento mientras a unos metros mirándolo tranquilamente se encontraba Mirana rodeada de una fina capa de energía.

¿Porque el castaño se encontraba en ese estado? Bueno, tras saber todo lo que respecta a su poder, pensó que sería buena idea saber cómo defenderse pues sonaba patético depender siempre de las chicas para que llegarán a salvarlo como habían estado haciendo al parecer desde hace ya un tiempo.

Con eso en mente les pidió a ellas que lo ayudarán, mala idea, a pesar de que eran muy fuertes y capaces, eran todas unas cabezas huecas al momento de enseñar y terminó con algunos buenos golpes debido a eso.

Además que ninguna sabía cómo enseñarle a usar su energía Sacra y su Sacred Gear, aunque debían admitir que tenía un buen control para solo llevar practicando una semana.

Aquí fue donde aparecieron las enviadas de la iglesia, donde ellas mismas se ofrecieron a entrenarlo en control y manejo de lanza quedando de encargada la tímida rubia.

Grata fue la sorpresa al ver lo rápido que dominaba todo lo que le iban enseñando, desde control de energía, algunos hechizos básicos e invocar más rápido la lanza y algunos movimientos con esta misma.

- Una ves más Ise-san.-

- H..hai.- rápidamente se puso de pie aún respirando pesadamente.

- Ahora ataqueme solo con la energía Sacra, entre más se vaya acostumbrando a usarla y no dependa tanto de su Sacred Gear tendrá mayor resistencia y control.-

- "Me pregunto si podría hacer esa tecnica que vi en aquel manga" aquí voy.- dejo salir su energía empezando a correr en dirección de la rubia que lo miraba con seriedad.

Lanzó una lanza de luz hacia el castaño buscando frenarlo pero este en un rápido movimiento esquivo y lanzó una pequeña esfera de energía que la hermana fácilmente desvío con su mano.

Usando ese pequeño espacio de tiempo lanzo un golpe cubierto de energía comenzando así un intercambio de golpes.

Golpes, patadas, lanzas de luz era lo que se veia aunque fácilmente se podía notar que Mirana tenía la ventaja aunque debía darle un punto al chico pues no se movía nada mal.

Desde la distancia se pueden ver tanto a las "guardaespaldas" del castaño como a las exorcistas observando la práctica con asombro pues les sorprendía lo rápido que podía llegar a aprender el chico.

- Tiene talento.- comento Lint cruzada de brazos. 

- Aunque se nota que aún le falta mucho, debo reconocer que en poco tiempo será alguien muy fuerte.- asintió para ella misma Xenovia observando detalladamente al castaño.

Las demás sólo asentian estando de acuerdo, escucharon como una de las lanzas de Mirana impactaba contra un árbol destrozándole por completo. 

El castaño la miraba cansado pues no habia podido darle un verdadero golpe en cambio el estaba más que golpeado y sucio, en un último intento lanzó otra esfera de energía que la rubia nuevamente rechazo de un manotazo.

- No lo hizo nada mal Ise-san.-

- Usted tampoco Mirana-san, realmente es muy fuerte, pero...-

- ¿Pero?.- pregunto con duda al verle sonreír.

- Mire arriba.- señaló al cielo cerrando un ojo.

La ojiazul miro hacia arriba y abrió los ojos sorprendía al ver exactamente las esferas de energía justo encima de ella y recordó que al rechazarlas jamás escucho que estás impactarán.

- Sea juzgada por las Siete Estrellas, - Grand Chariot- bajo sus manos rápidamente haciendo que las esferas cayeran velozmente sobre la rubia que no se esperaba eso. 

Una fuerte explosión se sintio cegando por un momento a las presentes que quedaron impresionadas al ver esa técnica.

Al mirar al frente vieron dos sombras, una tirada ya en el suelo y la otra de pie, al despejarse el polvo vieron que la que seguía de pie no era otra que Mirana que apenas alcanzó a cubrirse con una barrera quedando con su vestimenta bastante dañada y exponiendo algo de piel mientras el castaño apenas y seguía consiente boca abajo.

Las demás corrieron rápidamente a atender al castaño y la rubia que ayudaba al chico a ponerse de pie.

- ¿Se encuentran bien?.- pregunto Irina viendo algo preocupada al chico.

- Si todo bien.-

- Esa última técnica, Woow, ¿De dónde salió eso?.- menciono con emoción la peliazul mientras Asia curaba al castaño.

- En realidad jajaja la saqué de un manga...- rascándose la parte trasera de la cabeza apenado respondió.

Las demás sólo empezaron a reír pues no podían esperar demasiada seriedad de parte de el.

- Debo decir que estoy impresionada por tu avance, si bien aún te falta mucho, tu nivel de aprendizaje es muy rápido.-

- G..gracias, no sé por alguna razón se me hace muy fácil.-

- No es tan extraño, algunos de los más fuertes que han existido han sido prodigios, tal ves seas uno Issei-san.- sonrió un poco Lint pasando ahora su mirada a su compañera.- Luces terrible.-

- B...bueno no esperaba e..eso último.-

- Mirana-san me disculpo si llegué a lastimarla.- hizo una reverencia el castaño a la monja que sonrió dulcemente.

- No hay de que disculparse, estoy impresionada y orgullosa de sus progresos.-

- Espero no decepcionarlas a ustedes, no me gustaría terminar quitándoles el tiempo.-

Todas sonrieron pues les agradaba la manera de ser del chico.

Observo cómo todas convivían bien, apesar que al principio hubo un roce entre Xenovia y Asia este se pudo solucionar y ahora eran muy buenas amigas.

- Me pareció algo injusto que Raynare y Kalawarder se quedarán atendiendo el Bar.-

- Ellas aún se sienten algo incómodas con nuestra presencia, además al menos tienen ayuda extra.-

- Bueno deberíamos irnos, necesito un baño.-

Queriendo poner en práctica el cómo usar círculos de transporte todas se juntaron al rededor y vieron como apareció uno bajo sus pies de color blanco.

Pero algo que no tomo en cuenta es que aún no se había recuperado y tenía sus reservas de magia algo bajas.

Una ves el círculo dejo de iluminarse todas abrieron los ojos y lo primero que notaron es que seguían en el mismo lugar, al pasar una brisa de aire sintieron cómo está chocó contra su piel, algo extraño, así que bajando la mirada todas vieron que estaban desnudas...

El castaño, que fue el único que conservo su ropa se quedó embobado admirando los sensuales cuerpos de todas las presentes, todas ahí tenían grandes pechos, aunque la monja era quien más grandes los tenía, una piel tersa que se notaba suave al tacto, pezones rosas que sentía la tentación de tocar, y una pequeña mata de bello en sus intimidades, era un espectáculo a la vista.

Las chicas no pudieron evitar sonrojarse furiosamente al sentir la intensa mirada del joven, hasta la estoica Lint tuvo un sonrojo ya que nunca algún hombre la había visto de esa forma, rápidamente se cubrieron o más bien las exorcistas lo hicieron, tanto Kiyome como Lavinia solo sonrieron coquetas pues una ya había expuesto su cuerpo al chico en más de una vez y la otra si era Issei no le importaba que viera.

Asia se había desmayado por la vergüenza siendo atendida por una apenada Verrine pues podría ser un demonio pero tenía algo de pudor y Jeanne que seguía muy sonrojada.

El joven solo se dio la vuelta y alzó el puño al cielo pensando en una sola cosa.

" Puedo morir feliz"

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En algún lugar apartado de Kuoh se pueden ver a cuatro personas paradas al rededor de una silla en forma de trono dando a entender que esperaban a alguien.

La primera es una mujer joven, alta y bien dotada, con cabello largo y verde que mantiene estilizada a la perfección. Tiene ojos verdes iguales, pestañas prominentes y delgadas cejas en forma de rayo.

Su atuendo es una variación muy modificada y reveladora de un uniforme militar en color blanco, que consiste en la típica chaqueta de doble botonadura cortada a un chaleco, que ella mantiene atada para revelar su abdomen y desabrochado, para mostrar su escote. En lugar de pantalones, usa un par de shorts blancos que se sostienen con un cinturón negro con un corazón plateado a un lado. Ella también usa una gorra blanca en su cabeza y un par de zapatos hasta el tobillo con ribetes en la parte superior.

La segunda es una joven esbelta con cabello largo, liso, castaño oscuro y ojos marrones . Su atuendo es una variación de un uniforme militar al igual que la primera, que consiste en una capa con capucha, una gabardina hasta las rodillas, una minifalda y medias negras con un borde rojo en sus guantes y botas. Ella usa una hebilla de cinturón en forma de corazón rojo y una gorra blanca con adornos de oro . 

El tercero era un hombre joven con el pelo corto y blanco y ojos rojos,  vestía ropa clerical y adornando su rostro una sonrisa inquietante. 

Y la ultima persona, un peliplateado de mirada arrogante y actitud despreocupada, todos pudieron ver como un circulo mágico apareció en donde se encontraba el único asiento dejando sentir una poderosa aura. 

De pie frente a ellos apareció un pelinaranja de ojos azules de gran altura y bastante musculoso vestido con una imponente armadura de cuerpo completo de color dorado, una capa blanca y su casco debajo de uno de sus brazos observando a todos con indiferencia. 

(N/a. Imaginen que lleva puesta la armadura de Capricornio)

- Veo que todos están aquí.- hablo con voz fría tomando asiento frente a todos.- ¿Que han averiguado de nuestros objetivos?.

- Las dos hermanas de los Maou's no sospechan nada aun, aunque recientemente Leviathan estuvo en el área pero no hubo ningún inconveniente.- reporto la peliverde jugando con su cabello.- Ademas que la heredera Agares también entro en los planes.

- El sello que pidió ya se encuentra listo, solo necesitamos la fuente de energía, las espadas que trajo este demente no proporcionan el suficiente.- menciono la castaña de forma seria. 

- Descuida Bambi-chan, eso ya lo tengo resuelto.- dijo de forma cantarina Freed.

- ¿Hablas del portador de True Longinus?, no parece ser la gran cosa.-

- Tal vez el no pero el Sacred Gear puede ayudar para abastecer la energía faltante para completar el sello.- 

- Bien, es hora de empezar a darles nuestros saludos.- hablo de repente el líder levantándose de su asiento.- Bambietta, Candice vayan por el portador de la Longinus, y de paso ya saben que hacer, Freed, ya sabes tus ordenes, Vali, aun no hagas nada, es preferible que aun no se sepa la aparición del Hakuryuukou.-

- ¿ Y si hay entrometidos?.- 

- Ya saben como proceder, ¿Han entendido?.-

- Hai... .-

- Es hora de demostrar quien debería estar a la cabeza.-

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- Waaa~ estoy agotado.-

- Me sorprendería que no lo estuvieras Anata.-

- Aún no me hago a la idea de todo lo que ha pasado.-

- Hubiera preferido que nunca te enterarás.- hablo en tono frágil una joven rubia sentada en la orilla de su cama.

- No puede evitarse ya, solo queda dar lo mejor de mi, según Mirana-san tiempos difíciles se avecinan..- dijo cansado el castaño quitándose la camiseta dejando su torso expuesto para gran deleite de la rubia.

- Hablando de ella...¿Disfrutaste de la vista de hace un rato A-N-A-T-A...?.- pregunto mirándolo fijamente con una vena marcada en su frente.- Pervertido!! Pervertido!!!.- empezó a estirar su mejilla haciendo un puchero.

- Ay!! Ay!! Ay!! Ya te dije que no fue mi intención "pero no me arrepiento de nada" no pensé que eso pasaría.- se defendió llorando estilo anime.

Kiyome lo soltó dándole la espalda cruzándose de brazos claramente celosa de que su novio hubiera visto a todas esas mujeres desnudas.

Fue una suerte que todas se dieron cuenta que el chico jamás tuvo la intención de hacer eso, pero no quitaba el echo que las había visto y que lo había disfrutado.

El castaño sabiendo que su novia estaba celosa se arrastró por la cama y la abrazo por la espalda empezando a besar su cuello.

- Ya ya querida, sabes que solo tengo ojos para ti~.- hablo a su oido mordiendo suavemente esté haciendo suspirar a la rubia.

Rápidamente la ojiazul se dio la vuelta tirando de espaldas al chico.

-Ne, Anata, sabes, ha pasado un tiempo desde que estuvimos juntos.- le decía mientras rodeaba el cuello del chico con sus brazos y pegaba sus pechos al torso de su novio.

- Oh, tienes razón querida~.- rodeo su cintura con los brazos y sin esperar, la beso apasionadamente siendo correspondido de inmediato por la rubia.

Advertencia Lemon...

Sin esperar nada, Issei le arrancó las ropas a la chica que igualmente con ansiedad empezó a desvestir lo.

Acostando a la chica en la cama el se posicionó frente a la intimidad de la chica mientras la veía con hambre.

- Mmm~ que húmeda estás, ~Itadakimasu~.- empezó a chupar su intimidad pasando igualmente la punta de su lengua de arriba abajo con mucha paciencia, sacando gemidos de placer en la chica, sin ser suficiente introdujo su lengua mientras con su nariz jugaba con el clítoris de la chica que se sentía en las nubes por lo que hacía el castaño.

- ~Ahhhh~, maaass, ise, maass rapido.- pedía la joven mientras sujetaba la cabeza de Issei y la acercaba más a ella en busca de sentirlo más profundo.

Introduciendo dos dedos, el chico aumento la velocidad de sus penetraciones colocando al mismo tiempo las piernas de Irina sobre sus hombros para tener mejor acceso a su "festín".

- Sabes delicioso, Mmm~ vamos córrete para mí.- ahora con tres dedos en su interior y la lengua del castaño jugando con su clítoris, no pudo aguantar más.

-~AAHHHH~ AH~AH~AH.- con un sonoro grito de placer la rubia se corrió en la boca del chico que veía sus jugos como si fueran el mejor manjar que haya probado.

La dejo recuperar el aliento mientras la observaba, nunca se cansaría de ver el hermoso cuerpo de su pareja, agradecía a cualquier ser superior tenerla en su vida.

Salio de sus pensamientos al sentir una lengua recorrer su miembro mientras una mano lo masturbaba, vio a Kiyome concentrada lamiendo ahora el glande.

-~Ahora me toca a mí consentirte~.- con voz sensual cargada de lujuria se dedicó a lamer el miembro de la base hasta la punta repitiendo esto varias veces para luego ponerlo en su boca e ir bajando y subiendo cada vez más rápido mientras sujetaba de la cadera al chico para tener mejor agarre.

Issei: ~Ahhh~ que bien lo haces Kiyome.- felicito el chico mientras ponía ambas manos en la cabeza de la chica tomando control de la velocidad de la felación.

Introdujo todo su miembro hasta la garganta de la castaña, dejandolo ahí un momento para sacarla de nuevo y repetir la acción hasta que la chica por sí misma introducía todo el miembro y lo devoraba con hambre.

Ya le faltaba poco para correrse así que decidió mover la cadera al compas de los movimientos de Kiyome, la chica al sentir como se hinchaba en su boca solo aceleró los movimientos en busca de que los derramará dentro de su boca.

-~Ah Ah Ah~ Me corro, me corro.- sujetando la cabeza de la rubia se vino en su boca haciendo que los bebiera, cosa que ella disfrutaba y mucho.

Sin dejar que nada se derramarse la joven bebió hasta la última gota de semen del chico, el cual ahora respiraba de manera un poco agitada.

- Espero que aún puedas continuar.- hablo deseosa mientras se acostaba y exponía su intimidad, invitandolo a poseerla.

- Para ti, siempre.- colocándose encima de ella, introdujo su miembro completo de una sola estocada, consiguiendo un fuerte gemido de parte de la rubia, empezó a moverse rápidamente, llevaba ya un tiempo sin hacerlo con ella que realmente se daba cuenta que tanto la necesitaba.

La chica cerro sus piernas al rededor de la cadera del chico buscando sentirlo más dentro de ella, gimiendo al sentir como chupaba sus pezones mientras una de sus manos jugaba con su clítoris, cada vez que hacía el amor con el castaño se sentía en el paraíso.

Colocandose detrás de ella, alzando una de sus piernas la penetró rápidamente sin darle tregua, dándole estocadas rápidas y profundas, escuchando como decía su nombre entre gemidos.

Empezando a embestir la más salvajemente, aparentando sus pechos, la chica sentía que la partiría en dos, sentía que ya estaba apunto de correrse, ella también estaba en su límite.

- ~Ah~ Ise Ise, V..oy ~Ah~ a correrme.- entre gemidos anuncio que ya casi terminada obteniendo como respuesta que el castaño la colocará encima, penetrándola sin piedad mientras la sujetada de su burbujeante trasero.

Ya estando apunto la beso fuertemente, ya estando en su límite se vino dentro de ella, apretándola contra el liberando todo dentro de ella.

-~AHHHHH~ AHHHHH~ Ah Ah Ah.- gimió fuertemente al sentirse llenada por su novio, colocando su cabeza en el hombro de este trataba de recuperar el aliento pues aún sentía el miembro erecto dentro de ella.

- Te amo.- fue lo que le dijo antes de empezar a embestirla de nuevo generando nuevos gemidos de parte de ella, el no necesitaba escucharla decir lo mismo cuando su cuerpo respondía por sí mismo.

Y así pasaron toda la noche entregandose al amor que sentían el uno por el otro, porque a pesar de ser un acto cargado de lujuria no se podía negar el amor que el uno por el otro sentía en esos momentos.

Fin del Lemon...

Mientras la pareja se profesa amor, en cierto bar las cosas iban relativamente bien, aunque lo único nuevo sería una hermosa pelinegra de ojos rubí con curiosas orejas puntiagudas que no aparentaba más de 20 años.

(N/a. Esta vestida exactamente como en la imagen solo quitenle la gabardina)

La joven respondía al nombre de Meriel, una ángel caído que también era hija de el Cadre con peor temperamento de todo Grigory, Kokabiel.

Aparentementeabía pedido ayuda ya que a su "querido" jefe se le había ocurrido irse a entrenar, claro que eso no estaría mal, con gusto ella lo ayudaría también pero se le ocurrió la genial idea de llevarse a todas junto con el, dejandolas tanto a ella como a Kalawarder de encargadas de el lugar (claro que ella no sabía que realmente se habían colado)

Así que, sabiendo que sería mucho para ellas dos le pidió a la joven si podía echarles una mano, sabiendo que no tenía nada mejor que rechazar a muchos Caídos jóvenes que deseaban llevarla a la cama, sin tener el mínimo éxito.

La atención de las tres chicas se desvió a la entrada donde vieron entrar a una castaña vestida con un extraño atiendo de color blanco.

La joven al verlas sonrió y se sentó en la barra del lugar.

- Buenas noches, una cerveza.-

- Enseguida.- hablo suavemente Meriel que era la encargada de la barra.

Rápidamente le entrego la bebida a la castaña que observaba todo de manera curiosa, las otras dos caídas la observaban con desconfianza, algo en ella les decía que era peligrosa.

- Disculpa una pregunta, ¿Se encuentra de casualidad Issei Hyōdō?.- pregunto sin cambiar su expresión bebiendo su cerveza con tranquilidad.

- El señor Hyōdō no se encuentra en estos momentos.- respondio enseguida sonriendo con los ojos cerrados.

- Oh ya veo, ¿Sabra donde puedo encontrarlo?.- insistió dejando la botella ya vacía en la barra.

- ¿De qué buscas tu a Ise-kun?.- pregunto agresiva Raynare acercándose al ver la insistencia de la castaña.

- Oh nada en particular, somos viejos amigos y quería recordar viejos tiempos~.- sonrió con perversidad relamiendose los labios.

Eso no le agrado a la pelinegra que iba a decir algo pero se detuvo al ver que la "furcia" se levantaba de su asiento.

- Me habría encantado estar más tiempo pero el deber llama.- dejo dinero y a paso tranquilo se dirigió a la salida pero antes de llegar se detuvo y les regreso a ver con una sonrisa juguetona.- Ne, ¿Le darían un recado?.-

- ¿Qué recado?.-

- Ka-Boom~.-

Sin más salió del lugar dejando confundidas a las caídas y algunos clientes que se encontraban en el lugar.

Pretendían regresar a sus labores cuando una luz las cegó y de ahí todo se supo negro.

Las personas cercanas a la zona observaron como un establecimiento estallaba en una poderosa explosión que barrio con dos establecimientos más y cegando muchas vidas inocentes.

Las llamas iluminaban el cielo nocturno bajo la atenta mirada de una mujer que solo sonreía con maldad antes el espectáculo.

- Hail... Lord Sandalphon...
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Lista la séptima parte que creo que me demore un poco en publicar jajaja.

Pediría una disculpa pero soy pobre así que el internet escasea, no esperen mucho de mi xD.

Puse al fin el primer lemon de la historia, porque hasta a mí me hacía falta leer un lemon jajaja, no diré más, ya saben me gusta más escuchar lo que ustedes tienen que decir.

Críticas, sugerencias u opiniones ya saben pueden dejarlas en los comentarios.


Hasta el siguiente capítulo, se despide su amigo Leviathan-sama bye bye~

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