UN AÑO DESPUÉS…

Por fin nos habíamos graduado. Bueno, yo a distancia pero en fin…
Ángel y Silvia eran pareja. Ese año juntos como tal había sido una prueba para ambos de la que habían salido vencedores.

Mi tiempo en la empresa también iba bien. La mayor parte de los escritores a los que les publicábamos sus obras tenían un gran éxito.

Hablaba con mi amigo a diario. Me hablaba de lo feliz que era y quedamos en que en vacaciones nos juntaríamos para que finalmente conociese a Silvia.
Por lo visto, ambos habían conseguido un trabajo en prácticas en una oficina local como contables, por lo que habían decidido alquilar un piso a medias con la hermana de Silvia que también trabajaba en la ciudad.

También conocía a través de él a los amigos de su chica. La verdad es que las relaciones entre ellos eran un poco distantes pero se llevaba bien con todos.

Me alegraba de que hubiese encontrado la felicidad. Parece ser que Silvia le mantenía en una especie de nube todo el día. Eso me hacía reír.
Parecía una fiera domesticada.

Quizá también debería yo plantearme lo de encontrar pareja. Ahora que había aclarado mi vida y todo parecía seguir su curso, podía intentarlo.

Tuve citas. Algunas buenas, otras no tanto pero con ninguno sentí nada ni siquiera parecido a lo que sentía por Ángel.
Bueno, quizá con el tiempo terminaría viéndole solo como amigo. Nada más.