Era otro día en la ciudad de Patolandia, la gente iba de un lado al otro, ya sean en auto o a pie, cada uno estando con el único propósito de seguir con lo que cada uno tiene de su día a día respectivamente.

Y, desde la ventana de su oficina eso era algo que veía el mismo Rico McPato, el cual es considerado el hombre mas rico de todo el mundo, al mismo tiempo en que tomaba de una caliente taza de te.

Hacia no mucho desde que el junto a su familia y aliados lograron derrotar a los Selenitas y así evitaron que estos invadieran la Tierra.

La verdad, es que a pesar de ser alguien que goza de salir y tener aventuras mas la dicha de poder encontrar tesoros, debía de admitir que era algo relajante el poder darse aunque sea un pequeño respiro de eso.

Desde el día en que sus sobrinos nietos llegaron a su mansión, las cosas para el han cambiado de una gran manera, y dicha manera sin duda acabo siendo para bien.

Su sobrina Della había regresado a casa, su amor por las aventuras estabas mucho mas vivo que nunca, y ademas de que el sentido de la familia estaba mas que presente dentro de su vida.

-Ah, y pareciera que ahora si el mundo esta de mi parte. -dijo McPato al mismo tiempo en que aun tenia su mirada puesta sobre el ambiente que veía a través de la ventana.

-Y es raro tener que escucharte a ti hablar solo. -se escucho una voz femenina que provenía de adentro de la habitación.

Aquello fue mas que suficiente para que McPato sintiera que estaba a punto de atragantarse con la bebida por lo que se da unos cuantos golpes leves en el pecho para así poder hacer pasar el trago.

Una vez que termina con eso, se voltea y ve que quienes estaban ahí eran sus sobrinos Della y Donald, ademas de Bentina Beakley, su ama de llaves y una de sus mejores confidentes.

A pesar de que fue capaz de notar el leve tono de burla usado por Della, cabía decir que en este momento no se sentía con intenciones de llegar a molestarse en lo mas mínimo. 

Después de todo, tras haber pasado mas de 10 años desde que se termino perdiendo en el espacio, el poder tenerla de vuelta era algo que sin duda agradecía con toda su alma.

Pues su familia volvía a estar mejor de lo que ya ha estado, y tenia la sensación  de que eso iba a dudar durante un largo...

¡¡¡BBBBBBOOOOOOOOOMMMMMM!!!

Bueno, ahora ya no iba a ser el caso.

-¡¿Pero que rayos?! -grito Donald alarmado por la explosión.

-¡Creo que vino de arriba! -exclamo Beakley al mismo tiempo.

Fue en ese preciso instante, que a los cuatro adultos se les cruzo un pensamiento, uno que no tardo en ponerlos aterrados.

-¡Los niños! -gritaron los cuatro al mismo tiempo.

Rápidamente salieron corriendo del estudio para comenzar a subir las escalares, pero tuvieron que detenerse en seco al ver que hacia ellos también iban corriendo los trillizos Hugo, Paco y Luis, hijos de Della y sobrinos de Donald y McPato.

-¡Mama, Tío Donald, Tío Rico. Sra. Beakley! -grito Hugo al mismo tiempo en que el y sus hermanos veían a los cuatro mencionados.

-¡Niños, ¿están bien?! -exclamo Della preocupada mientras revisaba a sus hijos de la cabeza a los pies.

-¡Si, no sabemos que paso estábamos en nuestra habitación y... de repente escuchamos una explosión! -grito Paco quien tenia una mano agarrando la zona de su corazón con fuerza.

-Así es y, pareciera que vino de no muy lejos de donde estábamos. -dijo esta vez Luis quien también se sentía todavía algo atónito por lo ocurrido.

Della junto a Donald y McPato, seguían revisando a los trillizos para ver si todo estaba bien con ellos, sin embargo Beakley había notado de que algo no estaba bien.

Se acababa de percatar de que faltaba algo, o en este caso... alguien.

No tardo en saber de quien se trataba y, es en ese momento cuando siente una fuerte opresión en su corazón, sentí que poco a poco una sensación de miedo empezaba a invadir su cuerpo.

-¡Rosita! -grito Beakley al mismo tiempo que comenzaba a subir corriendo la habitación.

No tardo mucho en llegar a donde las habitaciones y, es cuando corre hasta estar frente a una puerta de la cual, llegaba a ver que se asomaba una pequeño nube de humo.

-No, no por favor. -dijo Beakley quien ya se le notaba asustada.

La mujer no tardo en abrir la puerta y, lo que ve hace que su corazón se detenga para volver a latir con fuerza al grado de sentir que se le iba  asalir del pecho en cualquier momento.

Ante sus ojo la habitación estaba en ruinas, los muebles y el lugar en general estaban quemados y destruidos, pero lo peor estaba casi en el medio de la habitación.

Tirada en el piso estaba su nieta Rosita Vanderquack, debajo de la niña se empezaba a formar un charco de sangre, en su cuerpo había una que otra mancha negra a causa de la explosión, pero en varias partes cuerpo la menor tenia clavos oxidados y estacas de madera incrustadas en varias partes del cuerpo incluso uno cerca del ojo izquierdo, de ahí provenía la sangre que seguía escurriendo.

Beakley no lo pensó ni por un momento y corrió hacia su nieta para arrodillarse frente a ella y sostenerla en brazos.

-¡Rosita despierta, por favor resiste ya estoy aquí! -grito Beakley con gran desesperación.

A estas alturas, los trillizos junto a Della, Donald y McPato estaban en el marco de la puerta y veían todo horrorizados, Della incluso tenia las manos sobre su boca para no dejar salir un grito de terror.

Beakley alcanzaba a escuchar respiraciones débiles de parte de Rosita, estaba claro que seguía viva pero no iba a poder durar mucho si no la atendía.

-Por favor mi niña, no te vayas... ya va a venir la ayuda por favor. -decía Beakley con lagrimas para luego voltear a ver al resto de los presentes. -¡Pronto hay que ir al hospital, necesita ser tratada de una vez! -grito para luego tomar a la niña en brazos y correr hacia afuera de la habitación.

Lo demás no tardaron en seguir a la mujer, para luego ir hacia la limusina de Rico donde estaba Joe McQuack el chófer y piloto de McPato, al ver a Rosita se asusto y no tardo en meterse al vehículo seguido de Beakely y los demás para llevarlos al hospital, y sabía que debía de hacerlo rápido como también los demás lo sabían.

Pues la vida de Rosita, dependía de un muy delgado hilo ahora.

...

Y Fin.

Bueno hasta aquí el capitulo espero que les guste.

Siendo honesto, el personaje de Rosita en el reboot de Patoaventuras de 2017 es mi favorito, el modo en que se desarrolla y como le emociona poder encajar en la familia McPato se me hace algo grande y que espero plasmar lo mejor que pueda en mis historias.

Los invito a que dejen sus votos is les gusta el capitulo, ademas de que también los invito a que escriban sus opiniones sobre el capitulo en los comentarios, buenas noches.

Bye.