10. Gato común (final)
—¿Podrías repetirme por qué estamos aquí? —Chanyeol sostenía a Baekhyun en sus brazos, mientras el gato, curioso, volteaba la cabeza casi como la niña del exorcista para no perderse detalle de nada, de ningún gato.
—Porque Baekhyun es lindo y su belleza necesita ser reconocida, después de la de Sehun, claro —Le respondió Luhan también con Sehun en brazos.
—¿Y...?
—Y vinimos a este concurso de belleza de gatos para que ganes. Por suerte hay una categoría distinta entre gatos y chicos-gato, si no, Baekhyun hubiese perdido contra mi Sehun.
—¡Hey! Sólo porque mi hermano no pueda entenderte no significa que te rías de él —Jongin saltó en forma humana a Luhan.
—Gracias, Jongin. Ahora, la pregunta es —siguió Chanyeol —¿Por qué están todos aquí si sólo nosotros dos vamos a competir?
—Porque somos como una familia, ¡familia gato! —Gritó Jongdae tironeando a Minseok.
Chanyeol decidió no preguntar más, sería mejor así.
No sabía cómo Luhan lo había logrado convencer de asistir a ese vanidoso concurso, pero el premio se veía bastante suculento para él y para su gato: dinero en efectivo y comida premium no estaba nada de mal.
El evento era en un parque reservado exclusivamente para la ocasión. Las hojas anaranjadas, caídas y secas de los árboles estaban por todos lados, haciéndole gracia a algunos gatos que jugaban con ellas.
Era otoño, y a ratos corría una brisa fresca que hacía que Chanyeol abrigara a su felino aún más con sus enormes manos frías. Baekhyun pensaba que esas manos frías eran mejor que nada, pero aún así agitaba la cola con desgano, como diciendo "hey, soy extremadamente peludo, no necesito que me cubras tanto de una brisita".
—Miauuu —Le reclamaba como diciendo "oye, necesitas guantes, deja de tocarme con esas manos de Hombre de las Nieves".
—Ay, si eres tan bonito ¡Baekhyun bonito! —Decía Chanyeol, acariciándolo con más ganas. Claro que Baekhyun no le entendía nada.
Ah, su dueño era un completo bobo en cuanto a gatos comunes, pero un bobo muy adorable.
Baekhyun fue inscrito en la categoría de gatos, sólo eso: gatos, porque si lo ponían en la de chico-gato tendría que convertirse y eso aún no le era posible. Ése hippie-yerbatero-místico de Yixing había partido a un viaje espiritual una semana después de visitarlo y no habían podido preguntarle nada más. Estaban perdidos.
Claro que Chanyeol había intentado darle amor: acariciarle la panza —aunque éso era lo que menos le gustaba a Baekhyun, pero a veces se dejaba por jugar, así podía morderle las manos y arañarle los brazos—; hacerle cosquillas en el lomo; dormir abrazado a él cada noche sintiendo su bonito ronroneo; restregárselo por la cara con amor cuando ronroneaba y también levantarlo en el aire como Simba cuando fue bautizado en El Rey León gritando "¡conviértete a chico-gato!". Por supuesto que eso no se lo contaba a nadie, y el gatito también se quedaba en silencio con sus hermanos al respecto.
Pero nada parecía funcionar.
Comenzaba a resignarse, pero, en fin, qué más podía hacer. Sus amigos lo habían visto un tanto deprimido, igual sus gatos a Baekhyun, y pensaron que traerlos al concurso anual al cual Sehun siempre participaba (y ganaba) sería una buena idea. El gato de Chanyeol tenía grandes oportunidades de llevarse el primer premio, porque de verdad era un animalito lindo y con donosura.
Kyungsoo se despreocupó de Jongin ya que sólo lo andaba trayendo por la correa; él no iba a competir porque su forma felina era ahí nada más, en cambio, si hubiese existido una categoría sólo para chicos-gato en forma humana, habría ganado con creces porque su rostro era bellísimo, como hecho a mano (o eso pensaba Kyungsoo cada vez que lo veía).
Lo mismo le pasaba a Jongdae pero al revés, no es que fuera feo como humano ni nada de eso, sólo que habían otros que eran más altos y más preocupados de su imagen que él, que pasaba todo el día con aroma a café cortado, dinero de la caja y vainilla. Además, a ninguno de los dos, ni a sus dueños, le interesaba.
Al pasar por el mesón de inscripción, Luhan sólo tuvo que mostrar su bonita cara y la de su chico-gato para ser reconocidos de inmediato. Era como si trajera todas las medallas en la cartera, y quizás sí las traía, pensó Chanyeol, era bastante probable.
Cuando fue su turno y puso a Baekhyun en la categoría de "gatos, simples gatos" le dio algo al estómago, como si estuviera aceptando que se quedaría así para siempre y que nunca más volvería a ver al muchacho de cabello negro, de manos delicadas y que hacía comentarios inocentes con esa voz dulce. Sacudió esos pensamientos al salir de la fila, era mejor no concentrarse en ello.
—Jongin —Chanyeol se dirigió al primer chico-gato confiable que divisó—, dile a Baekhyun que se quede por aquí, ¿si? con ustedes. Yo iré por el almuerzo con los chicos —Bajó al animalito de sus brazos casi adormecidos (pesaba bastante), y se fue con los otros humanos a un puesto de comida humana, valga la redundancia, porque de un lado había comida para gato y del otro comida para sus dueños.
Los felinos ya habían llenado sus pancitas, así que cuando los humanos se fueron, ellos se quedaron por ahí merodeando y con ganas de dormir. Pero habían tantos gatos interesantes por allí que no se resistieron de ir a echar una mirada rápida. Pronto encontraron a una gata con todos sus hijos detrás: eran seis motitas llenas de pelo y en extremo adorables, Baekhyun quería llevarse uno a casa.
—Quiero tener bebés yo también —Le reclamó a sus hermanos y a Sehun, que andaba pavonéandose y mirando en menos a la chusma.
—Bueno, entonces ve y hazle un trabajito a alguna gata. Es fácil —Jongin le contestó como insinuando "yo lo hago tooodo el tiempo"
—Ugh, ¡no! Eso no sería bonito, quiero otra cosa...
—Eres tan humano para tus cosas, Baekhyun, de verdad —Esta vez, Jongdae se metió.
Baekhyun se lo quedó pensando, de verdad que en casi todo reflexionaba como un humano, pero no era su culpa, supuso.
* * * *
El concurso comenzó y Baekhyun sentía que quería vomitar y salir corriendo, habían demasiados gatos, humanos, bichos, de todo, viéndolo quedarse quieto y hacer una que otra gracia, no tenía sentido. Pero a la gente parecía gustarle, ya que se retorcían de ternura.
Sehun salió más divo que nunca, con su collar de diamantes falsos comprados en la feria, la cola peinada y con olor a rosas, el cabello perfecto... Luhan de verdad parecía divertirse demasiado en ese tipo de cosas. Cuando salió de la especie de pasarela montada en medio del parque todos le decían que tenía el primer puesto asegurado, y así fue: por tercer año consecutivo sacó el primer lugar.
Sus amigos estaban felices-tristes a porque ¡yay! había ganado, pero ambos, Luhan y Sehun, andarían restregando la medalla hasta el año próximo de seguro.
—Aw, ¿quién es el gato más bonito? —Lo mimaba Luhan abrazándolo por el cuello.
—Yo, ¡yo!
—¿Y cuál es la pareja más bonita?
—¡El HunHan, el HunHan! —Ante tal respuesta, su dueño se retorció y le dio un par de besitos en la mejilla mientras Minseok y Kyungsoo rodaban los ojos con ganas de tirarse al barranco. Qué era eso de HunHan...
Y luego, anunciaron que Baekhyun había obtenido el segundo lugar. Todos estaban aplaudiendo radiantes y el felino no tenía idea de qué pasaba, estaba más concentrado ronroneando en los brazos de Chanyeol. Pero cuando lo pusieron en el podio con una medalla con forma de gatito quería llorar. Uno, porque había ganado algo, y dos, había ganado algo como gato común, no como chico-gato. Era una decepción.
¿Osea que todos de verdad estaban aceptando que se quedaría así?
Miró a su alrededor y vio a Chanyeol hablando con un par de chicas muy animado, quizás de gatos, quizás de él, quizás les estaba contando la película de lo difícil que era ser un tipo soltero con un gato, y con uno tan lindo, y que estaba muy solo y bla bla bla.
Baekhyun comenzó a hervir por dentro, su dueño por algo era su dueño, no el de esas humanas y deseó tanto tener manos para ir y jalarles el cabello o boca para hablar y decirles que lo dejaran en paz, que eventualmente pasó.
Fue algo momentáneo, de segundos. De un instante a otro volvió a ser él, pero con la cola y las orejas anaranjadas y el cabello mucho más claro. Y estaba desnudo. En frente de una multitud. Alcanzó a quedarse con la boca abierta por milisegundos para después decir algo como "¡volví, Chan-", y volvió a convertirse al peludito de antes.
Mierda. Qué había sido eso.
Todos lo habían visto. Chanyeol corrió hacia él después de dejar de pavear y nadie entendió nada. "¿Baekhyun, estás bien?" le dijo al llegar, y sí, esta vez lo entendió. Escuchó todas las voces humanas con claridad, era como un milagro.
Claro que le quitaron la medalla por ser un chico-gato infiltrado, pero éso era lo de menos. Ahora había esperanza de que pudiera volver a ser el mismo de antes, y ojalá volviera a serlo cuando estuvieran en casa, sino, todos lo verían sin nada puesto otra vez y eso sería un poco... Perturbador. Chanyeol le daba besitos entre las orejas con cariño camino a casa, su gato iba a volver. Tenía que hacerlo.
* * * *
—Disculpa, Señor Gato, pero ¿tienes un poco de té oolong? Me gustaría eso, por favor.
—¿Té qué? —Jongdae sostenía la libreta de mesero en frente de la mesa de un tipo bastante singular. Señor Gato, ¿en serio?
—Oolong, té azul... —Aclaró el extraño sin dejar de sonreír—. Señor Gato, ¿te pagan por estar aquí o lo haces a la fuerza? —Jongdae se cansó y fue a llamar a Minseok. —Hey, ¡Señor Gato, espera!
Volvió detrás de Minseok, que se había arremangado los puños de la camisa y echado el pelo hacia atrás, haciéndolo parecer más rudo -o casi-.
—¿Cuál es tu problema con mi gato? ¿qué te crees para venir aquí y molestarlo en nuestro Café?
—Nada, Señor, sólo pedí una taza de té azul. No te estreses por cosas que pasan —Minseok puso una expresión en su rostro como de "en serio", rodando los ojos. Después de dar un leve suspiro el desconocido continuó—: Si quieren me voy, quería tomar algo antes de ver a Baekhyun, hace más frío de lo normal últimamente y...
—Hey, espera, ¿dijiste Baekhyun? —Jongdae se metió esta vez frunciendo el ceño— ¿El gato bonito que vive en la otra esquina?
El tipo del té azul era, en efecto, Yixing. Había vuelto por fin de su viaje para encontrarse a sí mismo y todo esa clase de asuntos espirituales y lo primero que recordó hacer fue ver al chico-gato atrapado en el cuerpo pequeño, peludo y adorable de un gatito común. Le explicó el asunto a los chicos del Cat Café, quienes cambiaron totalmente su opinión acerca de él.
—Creo que sí tenemos de ese té, pero está un poco... Gastado —Minseok volvió tras el mostrador y se perdió en la cocina, invadiendo el espacio vital de Luhan, que estaba con la cara roja por el calor del horno mientras usaba la batidora. Buscó entre varias cajas y encontró el paquete de té, le sacudió el polvo y en unos minutos volvió a la mesa con la bebida caliente a escuchar la historia completa junto a su gato.
Incluso después de enterarse de todo el chisme le dieron bien la dirección y el té gratis. Yixing le obsequió un ratón de juguete a Jongdae, que trató de metérselo a la boca de inmediato, para agradecerles. Al parecer traía cientos y cientos en su mochila. Y salió hasta la otra esquina a buscar a Chanyeol y a su gato.
En su casa, Baekhyun estaba hecho un desastre, como si hubiese consumido catnip pero cien veces peor. A veces le daban esos ataques de energía, pero últimamente había sido mucho más frecuente. Se subía a las mesitas de la sala de estar, tiraba al piso los adornos, jugaba con ellos, si podía los rompía, se subía a la cocina, derramaba el aceite, escalaba hasta el refrigerador, creía que podía volar pero caía de pie al suelo y corría y corría y corría con Chanyeol detrás.
Era interminable, y cuando ya no habían más huevos que romper, más cosas que tirar o más alturas que saltar, y aún así no se cansaba, su dueño comenzaba a perder la paciencia.
"Es la edad", trataba de consolarse. O tal vez estaba tratando de entrar en calor por la llegada pronta del invierno, pero de todos modos eso no merecería tanto escándalo.
Sintió el timbre afuera junto con el sonido de vidrio quebrándose en la cocina. No, por favor las copas de cristal no, rogaba, y al ver por la mirilla de la puerta y darse cuenta que era nada más ni nada menos que el Jackson Galaxy de la cuidad secretamente respiró aliviado. Yixing había caído del cielo.
—Gracias a Dios que estás aquí, Baekhyun ha estado como loco todo el día y...
—Está bien. Es parte de la transformación, puede entenderte ahora, ¿no es así? —¿Qué acaso ese tipo era medium?
Yixing no era exactamente eso, sólo tenía más capacidad para entender a los felinos que incluso ellos mismos, los había estudiado desde que tenía memoria y, además, tenía una especie de sexto sentido acerca de las cosas.
En la parte de atrás de su tienda, donde estaban los juguetes, las camitas y todas las cosas dulces de y para los gatos, ayudaba a algunos que eran más lentos de lo normal, adoptaba a otros y regalaba otro tanto, era demasiado humilde de su parte preguntarse aún por qué todos lo amaban. El tipo era como un santo de los gatos.
Lo que le pasó al gato de Chanyeol le pareció súper interesante, y siéndose honesto no tenía respuesta exacta, pero no podía dejar a ese pobre chico-gato atrapado como gato por siempre. Por suerte, en su viaje descubrió algunas cosas que podrían ser útiles.
Primero, resolvió el misterio de por qué Baekhyun había cambiado de color en su transición. Era más común de lo que pensaba y, como todo al parecer, era a causa de Chanyeol. Su dueño lo había enamorado tanto que, literalmente, sus hormonas se volvieron locas y toda la eumelanina que tenía se perdió en la transformación. Era muy probable que cuando volviera a ser chico-gato se quedara rubio, porque el pigmento de su pelaje negro no se podía recuperar.
Y lo segundo, y más importante, descubrió por qué era un gato y cuándo volvería a ser normal. Un chico-gato cuando se apasionaba demasiado haciendo cochinadas -más si era su primera vez- naturalmente volvería a ser un felino por un rato, pero como todos los normales podría cambiar de forma cuando quisiera, pero no Baekhyun.
Por eso la primera vez que lo fueron a visitar le recomendó a su dueño que le diera amor, esa era la solución a todo, más aún si estaban enamorados, pudo notarlo tan sólo verlos entrar a la tienda. Calculó que, para el momento en que él volviera, el felino podría por último entender lo que los humanos decían, y tuvo razón. Era obvio, de alguna forma u otra Baekhyun sentiría celos o ganas sobrenaturales de estar con Chanyeol —como ocurrió en el concurso— y comenzaría a convertirse de a poco a chico-gato otra vez.
Pero faltaba lo último.
—Baekhyun, ven —Yixing se arrodilló en la cocina, esquivando los trozos de cistal y lo llamó chasqueando la lengua. El gato respondió con un maullido tierno y Chanyeol no alcanzó a ver si lo acarició de una manera especial o qué, pero se calmó en segundos, frotándose contra él y ronroneando. El más alto se sentía inútil como dueño mirando la escena—. Tu quieres a Chanyeol, ¿no es así?
—Meeeaaaaaw —Parecía asentir, así que lo tomaron por un sí.
—Entonces, ¿te molestaría —Yixing cambió drásticamente su tono de voz, a uno más duro y criminal sacando un cuchillo pequeño del bolsillo del pantalón. Se giró lanzándolo con fuerza hasta rozar peligrosamente con el hombro de Chanyeol y clavarse en la pared —si hago eso?
Ni el gato ni su dueño entendían qué pasaba. ¿Además de amante de los gatos, era un ninja? El más alto no quiso ni moverse, sólo cerró los ojos con ganas de mojar sus pantalones porque el tipo seguía lanzando proyectiles como si él fuera un blanco de tiro. Un segundo se detuvo, le dio una mirada rápida a Baekhyun, que había comenzado a maullar como loco, engrifado a más no poder; y caminó hasta Chanyeol poniéndole una navaja al cuello.
Por un momento, abrió los ojos y Yixing le guiñó el suyo justo en el instante en que sintió las garras de unas patitas peludas clavarse en su trasero —además de unos colmillos gatunos—, y sonrió enterrándole la navaja a su dueño. Estaba funcionando.
Claro que, eran armas de juguete.
—¡Yo lo agarro y tú lo matas, miauUUUuuuu! —Baekhyun chilló sosteniendo a Yixing como podía, y cuando se dieron cuenta que era un chico-gato otra vez todo se detuvo.
Sabía que si lo asustaba con la posible muerte de la persona que más quería en el mundo reaccionaría, porque el miedo era más envolvente que la cólera, la tristeza, la alegría, incluso el amor.
El experto en gatos se deshizo del agarre del ex-gato común convirtiéndolo en un abrazo, susurrándole "quédate así" muchas veces, al mismo tiempo en que se quitaba su sudadera con una mano libre para cubrir su desnudez. Chanyeol aún estaba en shock, bueno, ambos lo estaban, y después de unos momentos atinó a ayudar a ponerle algo de ropa a Baekhyun:
—Hey, Jackson Galaxy, sé que eres experto y todo eso, pero no puedes ver a mi chico-gato así. Date la vuelta mientras se viste, ¿está bien? —Yixing le hizo caso, se separó del felino con los ojos cerrados y se dio la vuelta.
Hasta entonces Baekhyun no se había dado cuenta de necesitaba ropa, y su rostro se coloreó tanto, que Chanyeol comenzó a reírse solo. Se miraron, y el chico-gato —literalmente— se lanzó a él abrazándolo, tocándolo, estrujándolo, incluso oliéndolo. Había extrañado tanto todo eso.
—Baek... Baekhyun, calma, necesitas ropa, vamos a-
—Te necesito a ti, a ti, a ti, purr purr puurr —Acariciaba su cabeza escondiéndola entre su cuello mientras ronroneaba desesperado. La sudadera de Yixing le quedaba un tanto larga y más o menos cubría lo que tenía que cubrir, pero de todos modos hacía frío.
—Vamos arriba.
Subieron la escalera como si estuvieran borrachos. Chanyeol sosteniendo al felino como podía por las piernas mientras este se revolvía queriendo darle besos, morderle, hacerle cosquillas, tocarlo. Baekhyun se veía aún más precioso con el cabello claro, pero lo que más importaba era que seguía siendo el mismo, su rostro no se había desfigurado ni había crecido ni empequeñecido en altura —lo cual era más que perfecto para su dueño—, tampoco su voz cambió.
—Ponte esto, y esto, y esto —Chanyeol sacaba la ropa de su gato de bolsas empolvadas del verano, además de prestarle un poco de la suya que era más abrigadora. Cuando ya estuvo vestido sobre la cama, no pudo evitar decir: —Awww, mira qué lindo te ves. Te extrañé tanto, tanto, tanto.
—Y yo a ti también, mucho —Le dijo cuando ambos estaban en la cama y lo empujó boca arriba sobre ella delicadamente, como si aún fuera un gato y estuviera jugando—. Demasiado.
Terminaron besándose abrazados en la cama, Baekhyun a menudo se separaba para reírse porque "había perdido la práctica" en eso, pero Chanyeol insistía que estaba perfecto. Era tan lindo. Lo sostenía por la cintura como si en cualquier minuto se fuera a convertir otra vez en gato, pero eso no pasaría, el felino estaba seguro.
Tan seguro que, sintiéndose muy confianzudo, no dudó en quitarse la camiseta y comenzar a tironear la de Chanyeol.
—Baekhyun, tú nunca aprendes. Si sigues tentándome así vas a volver a ser gato...
—¿Tienes idea de cuanto —comenzó a decir en susurros, sintiendo los labios de su dueño recorrer su cuello. Se sentía tan bien. Quería ronronear, pero no, debía aguantarse el impulso —me has tentado tú todos estos meses? Me gustas... Un poquito. Mucho. Y te extrañé así.
—Por eso, no quiero que te vuelvas a convertir en gatito —A Chanyeol se le estaba haciendo bastante difícil hacer frases coherentes teniendo a la belleza felina de Baekhyun sobre él y con el torso desnudo, pero debía hacer un esfuerzo.
—No pasará, San Yixing nos ayudó; ¡además nos puede ayudar otra vez!
—¿San Yix...? Momento... —Ambos se miraron y hablaron al unísono: —¡Yixing sigue abajo mirando a la pared!
—No del todo —se asomó por el marco de la puerta, sonriente y haciendo un signo de V con la mano, causando que Baekhyun se sonrojara buscando su camiseta—. Continúen, pueden amarse en paz ahora.
Cuando Chanyeol salió de su aturdimiento por la sorpresa, le agradeció al muchacho sentado sobre la cama con su chico-gato detrás, escondiéndose aún un poco avergonzado tras él, abrazándolo por la cintura.
Suponían que el momento incómodo había pasado, pero Yixing no se iba. Al ver que Chanyeol y Baekhyun seguían mirándole con extrañeza, dijo con tranquilidad:
—Continúen. Hagan como que no estoy aquí.
—Pero... —El felino miraba a su dueño como esperando que él hiciera algo, pero él estaba incluso más confundido—. Si nos estás mirando me da hmmm, miau —Le maulló a Chanyeol en busca de ayuda.
Este se rió, acercándose a él para besarlo tiernamente en los labios. Al principio Baekhyun no quería soltarse y no podía cerrar los ojos en paz pensando que Yixing los miraba, pero cuando comenzó a sentir cosquillas y caricias detrás de sus orejitas no pudo evitar dejar ir ese bonito ronroneo y entregarse al amor.
Chanyeol miró a Yixing por un segundo, sonreía muy estúpidamente porque estaba muy feliz de verlos así, y, guiñándole el ojo, le hizo adiós con la mano y abandonó la escena, dejándolos libres y tranquilos al amor.
Ah, el amor. Cuánto le gustaba ver a esos dos juntos. Definitivamente, estaban hechos el uno para el otro, como las flores para la primavera o las abejitas para el polen. O quizás, simplemente como un gatito está hecho para su dueño.
♡ ♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡
N/A: ¡Gracias por leer! Es el final! Técnicamente, porque faltan dos extras que no son tan extras, son como epílogos(?) ¿Qué les pareció? Sí sé que está medio deforme y salió larguito, pero espero no haberles decepcionado tanto;; Disculpen por la demora en actualizar, me daba cosita cuando me pedían que actualizara y no podía, no me daba el tiempo:( normalmente no suelo tardar tanto; ya di la PSU así que prometo no demorar en publicar los extras jajaj c: ♡
Gracias por llegar hasta acá, y por comentar tan bonitamente amoroso en los capítulos anteriores. Me alegran muuucho, no saben cuánto ;u; que dediquen su precioso tiempo a leer este fic ya me da algo, ¡y que comenten tan lindo! ¡Gracias! Abrazos, besitos y ronroneos de gatitos gorditos para ustedes ♡
¡Nos leemos prontito!
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