capítulo siete.

Choi YeonJun.

El nuevo alfa del equipo, reemplazando a Jared y efectivamente no había nada que temer.

El fuerte alfa era bueno en las técnicas, rápido, fuerte y muy agradable.

Todo el equipo lo adoro.

Todo el equipo se rió de sus bromas.

Todo el equipo le parecieron interesantes sus historias.

Todos menos Chan.

¿Qué tanto estaba viéndole a Felix?

¿Acaso a Felix le salió un cuerno en la cabeza o que?

El alfa estaba molesto viendo como YeonJun le sonreía de vez en cuando a Felix quien amable le devolvía la sonrisa.

El alfa no se veía como si estuviese molestando al omega, ¡el omega se veía halagado por las miradas de YeonJun!

Al terminar la práctica, Chan se acercó a Felix.

—Hola, Lix. —el alfa puso su brazo arriba de los hombros de Felix.

Felix lo vio un poco extraño.

—Hola, Chan. —el omega empezó a patinar hacia afuera de la pista. —¿Quieres ir por chocolate caliente o prefieres esa mierda de starbucks? —el omega sonrió.

Chan frunció el ceño al ver como YeonJun empezaba a acercarse a ellos.

Al llegar junto a ellos YeonJun se detuvo, recargándose en la pared de la pista viendo a Felix.

—Soy YeonJun. —el alfa acercó su mano hacia Felix quien la tomó sonriendo, su mano se veía pequeña entre el guante gigantesco del equipo del alfa.

—Yo soy Felix. —sonrió Felix amable sin prestar mucho interés y seguía guardando sus cosas en su mochila.

—Creo que tú patinaje es increíble. —el alfa dijo dejando ver su acento francés, el omega dejó su mochila y prestó atención al alfa. —Tu rutina es asombrosa y creo que eres un excelente patinador, hace mucho no veía a uno practicar, es asombroso.

Chan bufo.

Felix lo vio mal.

—¿No te gusta mi rutina? —Felix lo vio un poco inseguro. —Me dijiste que era buena.

—No, yo... —Felix se levantó y vio mal a Chan.

—No te preocupes, Chan. —el omega acarició su brazo y empezó a caminar fuera del área de patinaje. —¡Un gusto conocerte, YeonJun!

El alfa se despidió de Felix en francés y con una gran sonrisa.

—¿Él está soltero? —el alfa le preguntó a Chan quien frunció el ceño.

—No está disponible.

—¿Entonces tiene novio?

—No... Simplemente no.

YeonJun lo vio confundido.

—¿Te gusta a ti? —YeonJun sonrió divertido.

Chan empezó a negar muchas veces.

—¡No! Simplemente somos amigos, ¡no, está bien! —rió Chan nervioso.

YeonJun sonrió.

—Entonces él está soltero, excelente. —sonrió YeonJun y salió de la pista.

Cuando Chan estuvo fuera de la pista y alejado de todos gruñó y quitó sus patines.

Chan salió del área de patinaje y vio a Felix en la sala común de atletas.

Su gorrito al lado de él, un chocolate caliente y tecleando en su laptop, posiblemente una tarea de su universidad.

Se acercó y se sentó junto a él.

Felix al verlo le sonrió y le dio una taza de chocolate caliente.

—Tardaste mucho, te compré un chocolate pero sospecho que ya no está caliente. —rió Felix y siguió tecleando en su computadora.

Chan sintió sus mejillas sonrojarse y tomó el chocolate, tocando por accidente los delicados dedos de Felix.

Sintió una felicidad que realmente le preocupó un poco.

¿Qué demonios les sucedía?

—¿Te agrada ese alfa? —Chan preguntó.

Felix seguía concentrado en su tarea.

—Me agrada.

—¿Crees que es guapo? —tartamudeó el alfa y tomó un sorbo de su chocolate.

—Claro que es guapo, además su acento es muy sexy.

Chan rió nervioso.

—¿Saldrías con él? —el alfa preguntó nervioso.

Sintió un poco de nervios.

¿Qué demonios me sucede hoy?

—Claro que no, —rió Felix. —Apenas lo conozco. Además sabes que no tengo tiempo para novios. —Chan suspiró un poco aliviado. —Pero... —el omega divagó un poco. —Es agradable que reconozcan tu trabajo, que te halaguen... Me hace sentir especial.

Chan vio con atención al omega.

Su perfil es delicado, unos pómulos marcados, mejillas rojizas y una nariz delicada, sus pestañas eran largas y rizadas, haciendo que sus ojos azules resaltaran, esos ojos azules, Felix era simplemente el ser más bonito que ha visto en su vida.

—Eres como un copo de nieve. —susurró Chan.

Felix lo volteo a ver, sus mejillas se sonrojaron y una sonrisa se formó en sus labios.

—¿Por qué?

—Eres delicado. —Chan dijo. —Delicado y bonito.

Felix sonrió y sintió su corazón bombear un poco más rápido.

—Gracias, Chan.

Chan bajo su mirada y vio como ya no había chocolate.

—Iré por otras tazas de chocolate.

Sin más se levantó y fue por más chocolate, sin disimular su gran sonrisa y sus manos temblorosas por los nervios sosteniendo las dos tazas que necesitan chocolate caliente.

꒰ ⛸️ ꒱

¡gracias por leer!

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