Elisa

A veces, cuando empiezo a pintar, me imaginó que mi alrededor tiene un enchufe de apagado y prendido, y que cuando el pincel toca el lienzo pasa a apagado de manera automática. 

Yo misma me desconecto porque me da miedo sentir.

El miedo puede ser paralizante. Lo sé por experiencia.

Ni siquiera sé cuándo tengo que terminar la pintura o qué es lo que estoy haciendo en el lienzo, solo vuelvo a la realidad cuando dejó finalmente el pincel en el jarro de vidrio con agua y me alejo unos pasos para atrás. 

Los colores son más que nada azules, negro y blanco, desde las esquinas el negro avanza hasta el centro formando manos difusas entre el azul. Y justo en el centro una figura que se divide en otras más, igual de borrosas que las manos.

Hago una mueca y le doy la vuelta al atril quedando frente a la pared. Bajo las escaleras luego de limpiar el desastre de pinceles y me dirijo a la cocina, donde mi madre me entrega una taza de café. 

—Llevaselo a tu papá. 

Asiento algo distraída y media zombie me muevo hacia el salón. Hoy tuve que ayudar a mover unas cajas en el trabajo, no estoy acostumbrada a esta nueva rutina por lo que estoy algo cansada y el que Amanda haya leído mi mensajes y no ha dicho nada me pone nerviosa. 

¿No sabe que existe algo llamado comunicación?

Le voy a entregar el café a mi padre cuando muy tarde me doy cuentas que tengo demasiado en mi cabeza y por lo tanto poca coordinación. 

La taza se resbala entre mis dedos y cae sobre el regazo de él, lanza un grito ahogado de dolor y el cuerpo se me congela cuando me mira con rabia.

¿Qué hago? Reacciona, reacciona, tienes que hacer algo ¡Muévete!
 
—¿¡Cómo no te fijas!? ¡Ve a buscar el botiquín! 

Estoy temblando y no me puedo mover por lo que más quiera, mis pies están fijos al piso como raíces y las manos me tiemblan, quiero correr, quiero esconderme.

—Y-yo, lo siento, no quería…No fue mi intención...

Mi padre lanza la taza a un lado de mí haciéndome sobresaltar y logro escuchar el grito de mi mamá preguntando qué está pasando.

—Si no vas a ser útil entonces muévete.

El tono bajo y amenazante de su voz me pone los pelos de punta y me encojo aún más en mi misma, las lágrimas me escuecen en mis ojos y quiero gritar de impotencia por no poder moverme más de un paso atrás. 

Finalmente él pierde la paciencia, se levanta de golpe, haciendo una mueca de dolor por la segura quemadura de café y me empuja hacia atrás, haciendo que caiga y golpee un lado de mi rostro con la esquina de la mesa de centro, me duele y sé que se me ha abierto una herida en mi pómulo, pero me duele tanto o más la mirada de mi padre al verme en el suelo y me pregunto cuántas veces tendrá que pasar esto para que deje de escocer. Para que mi cuerpo y corazón este por completo adormecido 

Espero irme antes de que eso pase.

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Amanda

Las palabras no son necesarias, no lo son porque se evaporan en el aire al momento de intentar salir de mi boca.  

No las necesito.

A veces, tan solo las miradas pueden realmente decir lo que sientes. Incluso en ocasiones tan especiales como un eclipse, puedes descubrir un mundo entero en los ojos de otra persona. 

Eso es lo que siento al ver los ojos de Elisa, un universo en una taza de chocolate. 

Puedo ver cariño, confianza, deseo, amor. Pero ahora al acercarme más y más hasta tomar sus mejillas, una de ellas roja e inflamada con un corte con sangre seca, sus ojos están llenos de lágrimas a punto de caer.

Y cuando lo hacen, es como si ese universo se derramara en pena, desesperación y tristeza.

El mundo se rompe y con él un pedazo de mí.

—Siento no haber venido antes.

Mi voz suena con tanta desesperación y ahogo como el agarre de los dedos de Elisa en mi polera, la aprieto contra mí cuando siento los sollozos y lágrimas contra mi cuello y quiero borrar cualquier rastro de dolor de su cuerpo.

—Solo llévame de aquí.

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Capítulos cortos supremacy.

No tengo mucho que decir, solo que vi banana fish y estoy en depresión, un tiro dolía menos. No se los recomiendo, sufrirán.

Posiblemente las actualizaciones pasarán a ser dos veces al mes porque tengo que estudiar y arreglar mis horarios, lo siento, pero les prometo que terminare esta historia sí o sí.

¿Les gusto el capítulo? ¿Alguna crítica constructiva?

Abrazos depresivos porque estoy en duelo por banana fish, de verdad no lo vean, sufrirán.