—Muy bien, Chaeyoung —Dijo el joven del pabellón infantil mientras dejaba que la niña se sentara en el sillón que estaba en medio de la habitación—Tu madre me contó que tienes una nueva amiga, eso es un avance.

—El nombre de mi amiga es Mina.

—Esperó que lo lleves todo con calma, ¿Está bien? ¿Recuerdas lo que sucedió la ultima vez?.

—Síp.

﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀〔 ❀ 〕﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀

Chaeyoung ya había llegado a su hogar otra vez, y sólo queria ver televisión o pintar uno de sus libros para colorear de su habitación.

También quería galletas.

Hizo un mohín con los labios y se sentó en el sofá.

Mina no había venido el día de hoy.

Quizá era porque Chae tuvo que salir temprano para ir a ese lugar frío y con gente que le hablaba de cosas extrañas, gente que le preguntaba a cada instante si se sentía bien.

Sí, por eso Mina no había ido.

Se paró y dio marcha a su habitación.

Chaeyoung era una bolita de sábanas en su cama, era el único lugar donde se sentia segura, sin que nadie fuera a hacerle nada.

Y es que no le gustaba que las personas estuvieran muy cerca de ella, pero parecían no entenderlo.

No importaba quien fuera, Chaeyoung siempre temía al contacto con las otras personas.

Incluyendo a sus padres.

O incluso, a la pequeña Minari.