Capítulo 15 (Michael)
Han pasado más de tres semanas desde que Dereck se marchó sin dejar algún rastro o pista. De haber podido, hubiese salido en su búsqueda en cuanto me percaté de su partida, sin embargo, Ryan no me ha permitido ni siquiera que me levante de la cama a no ser para ir al baño. Incluso, ha ordenado que miembros de la manada hagan rondas de vigilancia en cada entrada o salida de mi apartamento y del bar para evitar que escapase tras Dereck como la última vez. Ni siquiera por una ventana puedo salir, pues en seguida uno de los guardias viene a mi encuentro.
«Sí que me conoce el maldito.»
Estamos en mi habitación jugando una partida de ajedrez, Ryan viene cada tarde con la excusa de que no me aburra; no obstante, yo sé que la verdadera razón es para ver mi estado de salud, el cual solo va a mejor desde que Dereck me dio el antídoto para el veneno, aun así, todos continúan diciendo que estoy demasiado débil para salir, otra escusa más para evitar que fuese tras la pantera.
Trato de no enojarme mucho con Ryan, después de todo solo me está protegiendo. La situación tampoco es sencilla para él. Creo que en las últimas semanas ha pasado más tiempo conmigo que con su pareja y el hecho de que Dereck hubiese sido el sacrificio para mi buena salud tampoco le agradó, sin embargo, el alfa comprendió que no había otra solución…yo aún no.
La partida está avanzada, solo nos quedan cinco fichas a cada uno. Muevo el alfil negro justo en la casilla que puede ser comido por su caballo, espero que baje la guardia para rogarle la misma petición de las últimas tres semanas.
—Quiero ir a buscarle. — Ryan suelta un pequeño suspiro, creo que en parte ya esperaba mi declaración, soy como un reloj puntual con ello.
Se yergue para mirarme directamente, veo que se avecina una discusión, una que no estoy dispuesto a perder.
—Ya te he dicho muchas veces que no.
Muerdo el interior de mi mejilla tan fuerte que puedo sentir el sabor de la sangre, mi amigo mueve fichas para apoderarse de mi alfil mientras yo solo soy capaz de visualizar la impotencia y frustración que me recorren. Ryan al contemplar como aprieto los puños fuertemente hasta el punto de poner mis nudillos más blancos que el papel intenta relajarme.
—Escucha Michael, sé que estas inquieto por la manera en que sucedió todo, pero comprende que ya nada podemos hacer por Dereck, el tomó esta decisión solo.
—¡Para salvarme la vida! —Le interrumpo, me importa una mierda alzar la voz contra mi alfa y él tampoco parece tomarlo en cuenta.
—Entonces no hagas que su esfuerzo sea en vano—prosigue Ryan sin perder los nervios—. Antes de marcharse le prometí a Dereck que velaría por ti y eso haré, no estás bien de salud y suponiendo que saliéramos en su búsqueda no sabemos ni por dónde empezar.
—Dejemos la excusa de mi salud ya. —Ahora estoy enojado—. Ambos sabemos que recuperé el cien por ciento de mis fuerzas en el mismo instante que tome el antídoto, todo esto—digo señalando a mi alrededor—, ha sido un paripé para evitar que salga a buscar a mi pantera. No me importa que no sepa dónde está, lo buscaré donde sea necesario y el tiempo que haga falta. Le preguntaré a Logan, él debe saber algo o imaginarlo, vivió muchos meses con los híbridos.
—Dereck dejó muy claro que Logan debe permanecer oculto hasta que sepamos que lo hace tan especial para los híbridos, además, piensa en cómo se sentiría Dereck si te volviesen a envenenar luego que prácticamente ha dado su vida por ti.
— ¡Pues prefiero haber muerto!
Respiro profundamente, jamás imaginé que le gritaría de esta manera a mi alfa, y por lo visto, por su cara de confusión él tampoco pareció esperarlo. Este no fue un grito solo de explosión, sino también de frustración e impotencia. Observo el tablero de ajedrez unos minutos en silencio, tomo la ficha del caballo en mi mano, pero no la muevo de casilla, solamente la sostengo.
—Ryan. —Bajo la voz, siento como mis manos tiemblan ante el miedo de que el lobo no comprenda lo que estoy a punto de decirle—. ¿Cómo te sentiste cuando descubriste que se habían llevado a Tobías?
Mi amigo no responde, se queda mirando a la nada, veo el horror reflejado en sus ojos ante los terribles recuerdos y me siento miserable por hacerle revivirlos, de ser Ryan no sé si hubiese podido soportar el casi perder al amor de mi vida en manos del hermano en el que siempre confié. Sé que mi amigo solo me protege, sin embargo, si alguien en este pueblo puede comprender como me siento ahora mismo es él, por ello necesito que él también se dé cuenta. Estoy a punto de darme por vencido en mi intento de comprensión cuando le escucho decir:
—Creí que era el fin del mundo, nada tenía sentido en ese momento. Me sentí tan miserable de cómo le traté. —Su sonrisa es triste—. Tuve miedo de no volverle a ver y no poderle decir que quiero pasar cada día de mi vida a su lado.
Sus ojos se cristalizaron a causa de las lágrimas contenidas y, a pesar de ello, logro notar el alivio que refleja su mirada al poder tener a su vampiro junto a él, se muestra como quien agradece a una fuerza superior por haber recuperado a su ser más preciado de las mismísimas garras de la muerte. Tobías tenía suerte de tener a alguien que lo amase de esa manera.
—Así me siento yo en estos momentos, compréndeme Ryan, por favor. —No pude evitar que las lágrimas comiencen a caer por mi rostro, no sé en qué momento me he vuelto tan llorón y vulnerable, no me reconozco.
—Gracias a ti tuve el valor para aceptar mis sentimientos por Tobías—murmura mientras sostiene mi mano para darme ánimos—. Nunca me juzgaste y siempre te estaré eternamente agradecido por ello, haría lo que fuera para ayudarte, pero no me pidas que te vea morir o que permita que pongas en riesgo tu vida.
Aprieto aún más fuerte la mano de mi amigo intentando controlar las lágrimas.
—Ryan tu siempre supiste desde el inicio que estabas enamorado de Tobías, que él era tu pareja destinada, y pudiste expresárselo y amarlo antes de que se lo llevaran, yo no tuve esa oportunidad. —Mi amigo va a decir algo, pero no se lo permito—. Fui tan idiota para no reconocer que yo había encontrado a mi pareja en cuanto le vi, quizás en el fondo lo sabía y por eso las continuas peleas. —No puedo evitar sonreír al recordar esos tiempos—. No me percaté de ello hasta que fue demasiado tarde. Ahora me doy cuenta que tenía miedo de aceptarlo, tenía miedo de volverme débil al necesitarle para salir adelante, siempre he estado solo en la vida desde que entre al orfanato y no hubiese podido soportar que Dereck me traicionara. Ahora es que me doy cuenta que no es así, que le necesito para ser fuerte, para compartir la vida. No quiero perderle, no puedo hacerlo.
Mis manos temblaban, luego de haber dicho esas palabras en voz alta caigo en la cuenta de que las sentí desde el primer momento en que vi a la pantera.
— ¿Quién lo diría? Michael Roswell perdidamente enamorado. —Curvó sus labios en una ligera sonrisa, sus ojos denotaban compresión—. ¿Estás dispuesto a aceptar todas las críticas que puedan surgir porque tu pareja sea una pantera? Sabes muy bien que en el pueblo piensan que esa especie esta maldita.
—Me importa una mierda lo que opine el pueblo, maldito estaré si no le tengo, además, —Intento bromear—, Tú tienes a un chupasangre, porque no puedo tener yo a una pantera.
Mi amigo niega divertido con la cabeza, siento que su opinión sobre esta situación está cambiando poco a poco por lo que me atrevo a dar otro paso.
—Ryan, no me podrás vigilar siempre—añado intentando parecer lógico—. En cuanto todos se vayan iré tras Dereck con o sin tu ayuda.
—¿Y si te retengo en mi casa?
—Si lo haces te juro que más nunca en tu vida tendrás un momento de intimidad con tu vampiro. —sonrió divertido—. O me hechas por frustración sexual o porque Tobías te mata.
Ambos reímos por mis tonterías, pero dejando las bromas de lado, Ryan parece convencido por mis palabras.
— ¿Por dónde sugieres que comencemos a buscar?
— ¿Me ayudarás?
—Por supuesto, no soporto verte llorar como una niña pequeña—bromea antes de recobrar la seriedad—. Tendrás que informarme de todo, no puedes ir por tu cuenta, haremos esto juntos. —La emoción no me permitía hablar por lo que solo asiento— Entonces ¿qué sugieres?
—Veremos si Logan puede saber algo, no es necesario sacarlo del pueblo, como ordenó Dereck hay que mantenerle a salvo, debemos iniciar la búsqueda desde el último lugar que supimos que se encontraban los híbridos: Los Ángeles.
Tomo nuevamente el caballo del ajedrez para realizar el movimiento triunfal.
—Este será el jaque mate contra los híbridos.
Mi amigo solo sonríe ante su derrota.
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