Ryan Shayne dedica su vida a ser el alfa de su manada y dueño de un negocio en la ciudad, además de encargarse de la finca que dirige a las afueras de esta. Solo le falta encontrar a su pareja destinada a la que lleva gran tiempo esperando y será la encargada de dirigir la manada a su lado, pero cuando el amor toca a la puerta Ryan descubre que, a veces, el destino suele jugarnos malas pasadas.

Tobías Northman ha demostrado ser el líder que su clan necesita para sobrevivir y no tiene tiempo para creer en idioteces como el amor o entregarle su corazón a alguien. Aun así, ¿por qué no puede dejar de sentir tanta atracción y deseo (no solo de sangre) por el maldito lobo apestoso que le repara la moto? Repentinamente, Tobías se encontrará a sí mismo regresando al taller de mecánica demasiado seguido, además de aprovechar cada nueva oportunidad para molestar al lobo que no deja de rondar por su mente ¿Significará esto algo más?