Los meses continuaron transcurriendo aun sin rastro de los híbridos, habíamos intentado seguir varias pistas que nos condujesen a ellos, pero sabían cómo esquivarnos, como desaparecer entre las sombras y no dejar rastro alguno, es como s nunca hubiesen existido, pero no íbamos a rendirnos tan fácil. Mientras tanto, sigo siendo el hombre más feliz del mundo junto a mi amado vampiro.

Nos encontrábamos festejando mi cumpleaños en el bar de Michael todos los clanes unidos, aunque los más cercanos estamos apartados en una pequeña mesa: Michael, Marcos, Dereck, Nolan, Tobías y yo. Me siento muy afortunado de tenerlos a mi lado, la mayoría habíamos hecho buenas migas… a excepción de dos.

—¡Cerveza gratis para todos! —informa Michael sonriente y luego hace una mueca de burla— Excepto para los gatos con pulgas.

Todos instintivamente miramos a Dereck, pues sabemos que el insulto va dirigido a él, además que es el único cambiaformas gatuno en la mesa. Ya son bastante habituales las peleas de aquellos dos, son los únicos momentos en los que veía perder los nervios a mis dos amigos.

—Pues como la bebida se parezca al dueño— responde el insultado—, No vale la pena ni beberla gratis.

Para desgracia de Michael todos rompimos en carcajadas, siempre era divertido verlos en acción. Mi amigo va a contestar, pero en eso Dereck se para de la mesa para contestar una llamada de tu teléfono celular.

—¡Eso! Tu vete gatito, busca tu caja de arena. —Cuando Michael nota que le observo fijamente se gira en mi dirección con el ceño fruncido— ¿Y tú que miras tan risueño?

Niego con la cabeza, si él no desea darse cuenta no sería yo quien le contara lo evidente.

Giro a Tobías que conversaba alegremente con Nolan. En estos momentos me siento un hombre afortunado. Todas estas personas que me rodean son como mi verdadera familia. Nolan se marcha por unos segundos para virar luego con una tarta de cumpleaños en las manos, me sonrojo lo más que pude.

—Por dios, ni que tuviera diez años. — Me quejo, pero no puedo parar de reír.

—Es tu broma de cumpleaños—responde Marcos y luego, el bar entero comienza a cantar la canción de feliz cumpleaños, lo único que deseo es que la tierra me trague y me escupa lejos de aquí, aunque también vale con que caiga un meteorito, pero cuando Tobías me besa todo deja de importar, como si quieren cantar la maldita canción veinte veces. Soy feliz.

No llego a soplar las velas, pues en eso Dereck vuelve a la mesa muy agitado.

—Los hemos encontrado. —Todos le miramos a la espera de que diga algo más—. Encontramos la nueva base de los híbridos y el chico Logan, están en Los Ángeles.

El asombro y los comentarios comienzan a inundar la sala. Se escuchan murmullos de alegrías, risas de felicidad y algún que otro aplauso. Es nuestra primera noticia real de los híbridos en mucho tiempo.

—Saldré ahora mismo en su búsqueda jefe. —Ofrece Dereck y yo asiento de acuerdo.

El chico se merece liderar esto, es el quien ha conseguido el rastro.

—Espera—grita Michael—. También deseo ir, he estado trabajando en esto al igual que el pulgoso.

Sin embargo, en vez de responder yo, lo hace Dereck.

—Hoy no lobito, quédate cuidando el pueblo, ya nos veremos pronto—declara mientras le guiña un ojo para luego marcharse, el sonrojo de Michael fue más fuerte que el mío minutos atrás.

Finalmente los encontramos, una nueva batalla se acerca, solo que esta vez estaremos preparados y más juntos que nunca.

Fin