Luego del transcurso de una hora en espera del vampiro al fin había llegado, tuve que concentrarme lo suficiente en el tema que íbamos a tratar para evitar perderme en sus ojos. No me estaban gustando estas sensaciones que me hacen perderme de la realidad.

— ¿Sabes por qué te hemos hecho llamar? —Se adelantó a preguntar Nolan.

No es raro que fuese el primero en hablar, el consejo de ancianos era muy respetado, incluso por mí. Además, fue él quien firmó la tregua con los vampiros.

—Puedo imaginarlo, el lugar apesta a perro muerto, sin embargo, no huelo sangre. Creo que no hay que ser muy inteligente para imaginarse que les incomoda.

No hay ni pizca de emoción en su voz, responde a la situación de una manera fría y calculadora, no es de extrañar que sea el líder.

—Por favor Tobías—vuelve a contestar Nolan que es quien conoce al vampiro—No te culpamos ni a ti ni a los tuyos, solo deseamos saber que está sucediendo.

El vampiro no tuvo tiempo de contestar a la afirmación del anciano puesto que Zack, más que hablar, comienza a atacarle verbalmente.

—Todos sabemos lo que pasó, este y su grupo de chupasangres atacaron a los nuestros y ahora quieren venir a actuar como si no hubiese pasado nada.

Los murmullos comienzan a alzarse en la sala, el vampiro ni siquiera se inmuta, aun así, es necesario hacer algo antes de que la situación se escape de nuestras manos.

—Ya basta Zack, déjalo que hable. —Logro pronunciar las palabras sin tartamudear y aparentando la seguridad que supuestamente debería de tener en estos momentos—. Soy Ryan, el líder de la manada. —Saludo dirigiéndome al vampiro, ya iba siendo hora de representar mi papel y también de conocerle a él, el consejo no puede interferir siempre por nosotros.

El vampiro apenas me observa.

—Dile a tu lacayo que no necesita exaltarse. —Es lo único que contesta sin alterarse o alzar la voz, incluso se puede decir que su tono presenta un poco de burla—. Ninguno de los míos ha atacado a esos lobos.

—Entonces ¿Podrías explicar por qué han aparecido varios cuerpos drenados totalmente de sangre con marcas visibles de colmillos?

Aunque la pregunta suene acusatoria y pueda llegar a ofender al líder vampiro, es necesaria.

—Nosotros no somos, también algunos de mis chicos han sido atacados. —Todos quedamos sorprendidos ante esta declaración, no era el giro que se esperaba que tuviera la reunión—. Desde que llegamos al pueblo algunos han sido atacados y despedazados.

—Está mintiendo—rugió Zack todo furioso—Claro que nos dice eso, necesita librarse del problema.

—No estoy mintiendo, además, quien me asegura a mí que no han sido los suyos los que nos atacaron.

—No tergiverses las cosas asquerosa rata voladora, desde que han llegado hemos aguantado su carácter especulador, ahora también quieren que soportemos el asesinato de miembros de nuestra manada.

—No está mintiendo—todos giraron hacia mí, incluso yo me quedé sorprendido de mis propias palabras—Está diciendo la verdad.

Aunque no sabía cómo, era cierto lo que contaba. Sus ojos me miraron firmemente y sentí la diversión que reinó en ellos por unos segundos. No es para menos, acabo de hacer algo que sería impensable para cualquiera de los lobos presentes: He puesto el criterio de un vampiro al que ni siquiera conozco sobre la opinión de mi hermano de crianza. Pero es necesario detener esta absurda pelea entre ellos, discutir no nos llevará a ninguna parte y hay problemas mayores por los que preocuparse.

— ¡Qué dices Ryan! ¿Cómo te atreves a defenderlo?

—No lo defiendo. —Me apresuro a añadir—, Solo digo lo que sucede y aunque fuesen los verdaderos culpables no tenemos pruebas para afirmarlo, muchos de los depredadores de este pueblo pudieron hacerlo y culpar a los vampiros.

—Ryan tiene razón. —prosiguió Nolan—, No es un secreto para nadie que su especie no ha sido muy bien recibida en los alrededores.

Ahora es el anciano quien parece mezclar la burla y la crítica en estas palabras. La mayoría bajan la cabeza avergonzados ante ese hecho, menos Zack quien parece que su rostro está pasando por varias tonalidades de rojo debido a su enojo.

—Hasta que este tema no esté resuelto nadie volverá a patrullar solo ¿Queda entendido? — Cuando vuelvo a hablar me dirijo específicamente a Tobías—. Si los vuestros también están siendo atacados debemos unirnos hasta que todo vuelva a estar en calma. —Trago en seco e intento apartar la mirada—. Esta reunión está concluida.

No me muevo del lugar mientras todos abandonaban la habitación, Tobías tampoco deja su sitio «Nos vemos pronto Ryan, ha sido bueno verte una vez más» Siento su voz pronunciar esas palabras como si estuviese a mi lado, alto y claro, no obstante, puedo jurar que sus labios no se han movido en ningún momento.

Me toma unos segundos salir del bloqueo, pero finalmente lo comprendo: No es su voz lo que escucho, sino sus pensamientos en mi mente, el vampiro está utilizando telepatía conmigo, Sin embargo, ya se está marchando de la sala cuando quiero preguntarle a qué se refiere.

Estoy anonadado, supuestamente esta habilidad solo se manifiesta entre seres de la misma especie, en el caso de los lobos o cambiaformas solo pasaba cuando estaban en su estado animal ¿Cómo es posible que Tobías pudiese hablar por telepatía conmigo? Había leyendas sobre vampiros antiguos que luego de ciertas edades adquirían poderes. No obstante, ni siquiera en esas viejas historias escuché hablar de que se diera la telepatía, era una unión muy personal.

Si era capaz de comunicarme con Tobías de esta manera, significaba que tengo una relación más estrecha con el vampiro de la que deseo admitir. «¡Mierda! Voy a volverme loco»

—Ryan ¿Podemos hablar un momento? — La voz de Nolan llamándome me ayuda a volver a la realidad.

—Por supuesto Nolan ¿Pasa algo?

—Te has comportado bien hace unos instantes, no te dejaste influenciar por las opiniones del resto, has seguido tus instintos por el bien de la manada a pasar de ser consciente que no todos los presentes estaban de acuerdo.

El orgullo resuena en su voz y me percato de cuanto odiaría decepcionarle.

—Para serte sincero, aun no entiendo porque dije eso, ni siquiera sé si fue lo correcto.

El anciano me mira como si pudiese percibir mi incomodidad sobre el asunto, pero jamás pasó el reproche o la desconfianza por sus ojos y ese hecho, en parte, me animó.

—Ryan ¿Hay algo que desees preguntar o contar?

Miro a Nolan y luego a mi alrededor con miedo de que quedase alguien lo suficientemente cerca como para escucharnos. Para mi tranquilidad todos se habían marchado. Estaba muy nervioso por lo que iba a decir, pero si alguien puede aclararme lo que ocurre sin juzgarme ese sería Nolan, quien siempre fue como mi segundo padre.

— ¿Pueden un lobo y un vampiro estar destinados como compañeros? — termino la frase casi en un susurro, me poseía un miedo descomunal a que dijese que sí, pero mucho más a que la respuesta fuese no.

Al instante de soltar la pregunta me doy cuenta de la realidad: Ni siquiera lo había considerado o creído que fuese cierto hasta que lo dije en voz alta.

—No es muy común que suceda, pero se han dado casos, hace mucho tiempo, hace siglos tal vez. —Realizó una breve pausa antes de proseguir—. Sabes que son dos razas que se han odiado por demasiado tiempo y tanto odio nunca es bueno.

—E imagino que sea aún más difícil si ambos son hombres. —La sonrisa comprensible junto a la mirada cómplice que me lanzó demostraron que no era ajeno a lo que sucedía, incluso antes de que comenzáramos esta charla.

—Ryan, sabes que eres el hijo que nunca tuve, lo que elijas jamás me molestará. —Por lo visto Nolan también era consiente de mi miedo, no le interrumpo, solo dejo que continúe hablando—. Debes de preocuparte menos del qué dirán y comenzar a pensar en que harás ahora que acabas de descubrir que estás enamorado de un vampiro.

—¡No estoy enamorado! —digo más exaltado de la cuenta—. Esto debe ser un error, que me haya sentido atraído por un asqueroso chupasangre no significa que lo ame— «¿Estás seguro?», declara mi mente traicionera—. Es solo algo pasajero, no puede ser mi alma gemela un vampiro y mucho menos hombre. — «Solo te engañas a ti mismo» Ahí está de nuevo mi subconsciente.

«¡Dios! Solo quiero que se calle de una vez mi maldita conciencia».

Nolan me observaba muy divertido, estaba disfrutando del momento.

—Eso ya lo veremos Ryan, ya lo veremos. —sentenció antes de darse media vuelta para marcharse, sin embargo, antes de irse vuelve a mirarme—. Recuerda que las casualidades no existen. —Y sin más se fue, dejándome ahí parado sin la oportunidad de responder.