Capítulo 15 (Tobías)
Unos pasos que se acercan a mi ubicación me hacen saber que no estoy solo, el olor inunda la estancia, no se parece a nada que haya conocido hasta el momento. Deseo moverme, pero mi cuerpo no responde a mis pedidos, es como si estuviera petrificado. Todo parece un sueño, una pesadilla, solo hay un problema: los vampiros no sueñan.
Abro los ojos rápidamente, me encuentro en una habitación oscura atado a una silla, por eso no era capaz de moverme, no siento las fuerzas habituales en mi cuerpo y la cabeza no para de darme vueltas. Hay una alta probabilidad de que hubiese sido drogado.
Intento no perder los nervios y centrarme en lo que soy capaz de recordar, debo poner todo en orden para hallar una solución. Vienen a mi cabeza, tal como si fuese una película, todas las imágenes de mis últimos recuerdos antes de despertar en este lugar: Imágenes en las que me marcho de casa de Ryan, mi lobo necesitaba un tiempo solo para pensar y relajar su mente. Iba caminando sin prestar atención a lo que me rodeaba, solo me preocupaba por mi chico y de que la situación con su hermano pueda causar algún malentendido entre nosotros, Ryan se había mostrado muy afectado por todo. Recuerdo que, repentinamente, me atacaron por la espalda propiciándome un fuerte golpe en la cabeza, no tuve tiempo a defenderme, todo se volvió oscuro hasta que desperté atado a esta silla.
Estos recuerdos no me dan mucha información, pero no me desespero, miro todo a mí alrededor y reparo finalmente en que no soy la única persona de la habitación. Un joven a unos pasos de donde me encuentro se mantiene inmóvil en la oscuridad, no obstante, sé que me vigila, caigo en la cuenta que el aroma que sentí al despertar proviene de él.
— ¿Quién eres? — interrogo.
Se acerca a la claridad y consigo verle bien definido: No parece mayor de dieciocho años de edad, es delgado y de cabellos y ojos bien negros, ¡No! Me equivoco, sus ojos son de un rojo sanguíneo más intenso que los de cualquier vampiro que haya conocido en mi vida. A pesar de que intenta mantenerse serio e imperturbable, percibo el olor a miedo que desprende.
— ¿Quién eres? — repito una vez más.
—Por tu propio bien, será mejor que permanezcas callado.
No es una amenaza, se nota en la forma en que sus ojos vigilan su retaguardia apresurado, me está previniendo, puedo sentirlo.
— ¿Eres el carcelero?
—Algo así— hablaba bajo, como si no quisiese que lo que estuviese allá fuera supiera que hablaba conmigo. Aun así, logro diferenciar como la curva de sus labios se alza en una pequeña sonrisa, parece divertido de su propia respuesta.
A pesar de su físico de niño y la poca fuerza que aparenta no es humano, su fuerza sobrenatural es colosal, se nota en su aura, en su aroma, pero no parece pertenecer a ninguno de los clanes que conozco o por lo menos no del todo. Los colmillos que sobresalen de su boca bien pudiesen ser de algún cambiaformas o tener familiaridad con los vampiros, por lo que percibo posee también un oído muy desarrollado, y así muchas cualidades que pasaban desapercibidas a simple vista.
— ¿Qué eres? —Las palabras salen con libertad propia de mi boca, quizás ahora es que comienzo a realizar las preguntas correctas.
—¡Baja la voz si no quieres que lleguen antes de tiempo! —Me regaña, yo solo le ignoro e intento soltarme de las ataduras que me cubren, pero mis fuerzas estaban totalmente agotadas—. Eres muy fuerte, con la droga que te inyectaron deberías estar inconsciente aun, es una lástima, vendrán antes de que recuperes tus fuerzas.
«¿Vendrán? ¿Quiénes?».
Noto que el chico mira con cautela hacia la entrada de la habitación como si tuviese temor a que alguien abra la puerta, no me cabe duda de que lo que se encuentre allá fuera es muy peligroso. El joven parece querer ayudarme, aunque algo se lo impide, a pesar de que me vigilaba y de no estar amordazado en ninguna silla, era tan prisionero como yo, o quizás incluso peor.
Con estas ideas en mente comienzo a atar cabos sueltos: el miedo, el peligro, los distintos aromas, mi secuestro. Sea quienes fuesen estas criaturas eras las mismas que nos han estado cazando durante meses y han matado a muchos de mis compañeros. La única pregunta es: ¿Por qué no me mataron en seguida y me tienen capturado?
— ¿Cómo te llamas?
—Mi nombre es Logan. — Ya no me dice que me calle, sino que ahora se acerca a mí para seguir hablando—, Sé quién eres y trataré de ayudarte, pero por favor, si escapas debes ayudarme a mí. Te lo suplico.
El temblor en su voz me deja más paralizado que la propia droga, en estos momentos su vida me preocupa más que la mía ¿Tanto es el peligro que corre que arriesga su vida ayudándome solo por la oportunidad de salir de aquí? Me quedo sin palabras y ante mi profundo silencio Logan continua:
—No me gusta en lo que me han convertido ni lo que me obligan a hacer, necesito marcharme de aquí antes de que pierda el poco autocontrol que me queda por completo y no haya vuelta atrás. Trataré de mantenerte con vida lo más que pueda, o como mínimo lo suficiente para que vengan a buscarte.
Asiento.
—Te lo prometo, si logramos salir vivos de este lugar estarás bajo mi protección.
Era difícil mantener esa promesa cuando ni siquiera estoy seguro de que pasará con mi vida en unos segundos, pero no me importa. Logan es solo un niño asustado y, sin embargo, aquí estaba, ofreciéndome un trato en el cual ambos nos protegeríamos las espaldas.
No pido que me suelte, entiendo que eso solo le iba a traer problemas. Aunque hay algo que sí necesito.
—Envía un mensaje a Ryan, el alfa del pueblo o a cualquiera de sus segundos al mando, sé que es peligroso, pero no tendremos oportunidad sin ellos. Llevamos meses intentando encontrar pistas sobre ustedes y nada, sin ayuda no llegaran a tiempo...
No hace falta continuar la frase, ambos sabemos lo que intento decir: «A tiempo para encontrarnos con vida»
—No te preocupes, lo haré. —Mira de nuevo a sus espaldas para luego susurrar—. De todos modos, vendrán, el líder desea que ellos te encuentren, por eso te han traído y continuas con vida.
Ahora lo entiendo todo, esta es la verdadera razón, yo soy la trampa para Ryan, una simple carnada para atraer al verdadero alfa. Un ruido al otro lado de la puerta nos indica que tenemos compañía, por lo visto nuestra pequeña charla acaba de llegar a su fin. Logan se aleja lo más rápido que puede de mí. La puerta se abre y una profunda voz se hace escuchar en medio del tenso silencio que se acababa de formar.
—Ya puedes marcharte Logan, yo me encargaré de nuestro invitado.
—Sí mi señor. —Antes de alejarse el de ojos rojos me lanza una mirada de advertencia, quien sea que fuese este ser que acababa de entrar no me cabe duda de que es el líder, su aroma y su aura de poder le distingue.
Cuando el chico se marcha y nos encontramos el desconocido y yo solos en la habitación comienza a caminar hacia mí.
—Ya era hora de que tuviésemos una conversación, una verdadera quiero decir. —No puedo evitar pensar que conozco su voz de algún lugar, pero la oscuridad de la habitación en conjunto con mi escasa energía no me dejaba verle del todo.
— ¿Quién eres?
Su risa penetra en mis oídos como un cuchillo afilado, cuando la escasa luz de la estancia toca su rostro quedo petrificado con la figura que, finalmente, logro visualizar. La sorpresa me deja sin habla por varios segundos, de entre todas las personas del mundo jamás esperé que fuese él, a pesar de todos los problemas, nunca espere que fuese capaz.
—Tú. —La mezcla de asombro y enojo son las emociones que predominan en mi voz.
—Sí, yo. —Hace sonar un látigo que lleva en las manos contra el piso y luego lo pasea por mi rostro—. No temas vampiro, esto solo acaba de comenzar—sentencia antes de propinarme el primero de muchos azotes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top