42.
No podían de dejar de ver eso. Eran dos pruebas de embarazo positiva.
—Bien.
—Bien.
USA suspiró y URSS hizo una mueca.
—Positivas —corearon juntos.
Y es que cada uno se hizo la dichosa prueba porque tenían ciertas sospechas muy sospechosas.
—No debimos cambiar roles en una misma noche.
—Fue tu culpa.
—No tengo ganas de pelear, comunista.
—Bueno... No hay de otra.
—Vamos a ser padres.
La idea no les sentaba mal, pero hacer drama era lo suyo.
—Lo único seguro es que van a ser comunistas/capitalistas —corearon casi como si lo hubiesen ensayado, y al mismo tiempo, giraron para mirarse con seriedad.
—¿Qué?
—Ah no, mi amor. Eso sí que no.
—Ya lo veremos, América.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top