20.
USA escuchó ruido y tomó el arma que escondía debajo de su almohada.
—Tienes tres segundos para identificarte y...
—Soy yo.
—¿Comunista?
URSS sonrió.
—Vine a colarme en tu cama, pero me descubriste antes.
—Largo de aquí —USA rodó los ojos y volvió a acomodarse—. Ya no caben más en mi cama.
—¿Cómo que...?
URSS encendió la luz.
—¿Rusia? ¿Ucrania? ¿Armenia?
—Hola papá...
—¿También tienes pesadillas, papá?
—El señor América es muy calientito.
URSS suspiró. No podía creer lo que estaba pasando.
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