Capítulo 4: Robert
Luego de la partida de Castiel todos nos quedamos en silencio en la enorme sala de reuniones durante unos instantes; nadie se atrevía a romper el silencio, todos callados meditando sobre las palabras que el antiguo sobrenatural pronuncio antes de marcharse. Por suerte, el anciano del consejo también nos dejó solos en la habitación durante unos minutos para poder hablar, aunque por el olor que brotaba desde el exterior de las puertas me atrevo a confirmar que el hombre no se halla lejos.
Una mezcla de emociones batalla en mi interior provocando que mi cabeza desarrolle su propia lucha interna de pensamientos. Por un lado, no puedo evitar sentirme tranquilo ante el hecho de que Castiel acaba de confirmarnos que los ancianos no nos harán daño ni nos someterán a juicios, sin embargo, el hecho de que deseen mantenernos encerrados para vigilarnos hace que me sienta como una rata de laboratorio con la que se divierten experimentando y mi única posibilidad de supervivencia es caminar detrás del queso que me ofrecen. Mi única pregunta es ¿qué papel juega Castiel en todo esto?
¿Por qué diablos está él aquí? Es obvio que los ancianos le temen lo suficiente como para respetar sus decisiones o preguntar su opinión, sin embargo, al poderoso antiguo no parece interesarle nada de esto. Una parte de mi cerebro, la lógica, prefiere que sea de esa manera, que se mantenga al margen y entre en este maldito juego de control lo menos posible, solo quiero que se aleje de mí, no obstante, otra parte de mí, sospecho que la dirigida por el vínculo, tan solo quiere saber si me miente…sus panes ocultos…
Gracias a Dios la voz de Tobías rompe el hilo de mis pensamientos, no estoy dispuesto a permitir que la sensación de vinculo siembre dudas en mi interior y me haga sentir cosas por un ser que prácticamente ni conozco.
—¿Qué se supone que hagamos ahora? —interroga el vampiro alfa y puedo ver el intercambio de miradas entre él y Ryan.
Imagino que la noticia de que debemos quedarnos aquí tanto tiempo les ha puesto una guerra interna. Sé que Ryan no quiere marcharse y dejarnos solos a merced de los ancianos y el antiguo, pero él y el vampiro no se supone que se quedasen tanto tiempo. A más tardar ambos hombres deberían volver al América la semana próxima. Ryan y Tobías, luego de ver a Logan embarazado por segunda vez, han tomado la decisión de iniciar una familia propia y para ello comenzaron a reunirse con posibles vientres de alquiler. Finalmente, habían encontrado a una mujer lobo de la manada dispuesta a ayudarles y a semana próxima comenzarían los procesos médicos para la inseminación. Esta es una oportunidad que no podían perder, una mujer humana nunca soportaría portar en su vientre el hijo de un sobrenatural, son demasiado fuertes y más que ambos alfas inseminarían para duplicar la posibilidad de éxito. Retrasar el procedimiento médico es demasiado costoso y, por algún motivo, no puedo evitar sentirme culpable por la indecisión de ambos.
—Ustedes deben irse —digo las palabras con la mayor seguridad de la que soy capaz en este instante, esperando que mi tono de voz no me traicione y revele los nervios que en verdad siento—. No pueden quedarse, nosotros estaremos bien.
Veo en los ojos de Ryan los deseos de aceptar esta propuesta cuando se acerca a su pareja y le abraza desde atrás rodeando su cintura, pero como buen alfa que es niega con la cabeza. Ver a ambos hombres tan amorosos y apoyándose mutuamente despierta en m sistema una pizca de envidia, sin embargo, ignoro la punzada rápidamente.
«Esto no es para ti Robert, solo ignóralo».
—No podemos dejarlos solos aquí. —La voz de Ryan suena un poco apagada, pero en sus ojos puedo notar su preocupación por nosotros—. Tobías ha conocido al antiguo en el pasado y por lo visto no tenemos seguro si podemos confiar en lo que dice.
El aludido asiente con la cabeza.
—No sé demasiado sobre Castiel, pero es un nómada solitario, si está en este lugar por algo debe de ser.
Un impulso de defenderle se apodera de mi cuerpo, pero muerdo mi lengua hasta sentir la sangre invadir mi boca para evitar hablar. Maldito vínculo y las sensaciones que me provoca.
La estruendosa risa de Reyes es la siguiente en inundar el silencio de la estancia y cuando todos giramos hacia él sus ojos brillan de malicia.
—Ese hombre no va a lastimarnos, no puede o más bien no quiere, ahora mismo está dispuesto a protegernos más que nunca.
—¿Por qué dices eso bebé? —La voz de Dylan es suave cuando se dirige a su pareja, pero los ojos de Reyes están fijos en mí y un escalofrío recorre mi cuerpo.
Lo sabe, al maldito híbrido lo sabe, aunque quizás debí suponerlo cuando se acercó a mí minutos antes para susurrarme en el oído que finalmente el viaje comenzaba a volverse interesante.
—Vamos chihuahua. —La burla reina en su voz—. Se lo cuentas tú o lo hago yo. —Todos me observan expectantes a la declaración, pero no consigo que mi lengua se mueva para hablar así que Reyes prosigue—. El grandote no nos hará daño, necesita mantener a Robert sano y salvo y, obviamente, el caniche nos va a ¨proteger¨ a Dylan y a mí.
Sé que ha dicho esto último con mucho sarcasmo o quizás para que Ryan y Tobías se preocupen menos, a Reyes no le gusta ser protegido como una princesa en apuros, en su cabeza él es el peligro y, en la realidad, puede que esa información también sea verdadera.
—Robert —la voz de Ryan es suave, sin embargo, puedo sentir el tono del alfa en sus palabras. Levanto la mirada y encuentro sus ojos, lo peor es que no hay reproche en ellos. Nunca lo hay, Ryan nunca ha desconfiado de mí a pesar de todo y eso me hace sentir más mierda.
—El antiguo… —Trago en seco obligándome a mí mismo a pronunciar las palabras—. El antiguo es mi compañero.
Suelto de sopetón y todos me observan asombrados, solo Reyes sonríe. Nadie esperaba esto.
—¿Por eso actuabas tan raro cuando le viste en la entrada? —Tobías pregunta y solo asiento para acto seguido escuchar al sobrenatural soltar una audible maldición—. Quiero felicitarte, encontrar a tu compañero es lo mejor que puede existir. —Y por la felicidad en sus ojos veo que es cierto, Tobías ama a Ryan con toda su alma a pesar de que mi alfa fue un completo imbécil al inicio de su relación; yo por otro lado quiero gruñir, no estoy de acuerdo con el vampiro, pero como el continúa hablando solo puedo esperar a que termine—. Tenemos que llamar a Marcos ahora, esto no puede esperar a mañana, confío en ti Robert, pero los vínculos son lazos demasiado fuertes y necesito saber si hay alguna posibilidad de que Castiel te utilice en nuestra contra por medio de ellos.
Esta vez no puedo contener el gruñido cuando escapa de mis labios de manera inconsciente. El solo pensar que el hombre que se supone que es mi vínculo pueda traicionarme o utilizarme acaba de provocar que mi lobo interno anhele arrancarle la cabeza a alguien de una mordida, pero a mi lado humano le molesta sentirse así.
La mano de Ryan sobre mi hombro me ayuda a relajarme y le dedico una mirada de agradecimiento a la par que noto como Tobías saca su celular para marcarle a Marcos. Escocia tiene unas nueve horas de atraso con respecto al horario en nuestro hogar, por lo que supongo que allá todavía será de día. El teléfono no ha dado ni tres tonos cuando la gruesa voz de Marcos finalmente contesta con un cordial y breve saludo. Es increíble este hombre de hielo, nunca le había visto demostrar emociones en su rostro antes de la llegada de Logan a su vida, desde que el pequeño omega apareció Marcos se volvió un hombre totalmente nuevo ¿es así como funcionan los vínculos?
Tobías deja su móvil en el centro de la mesa para que todos podamos escuchar mejor la llamada antes de comenzar a hablar.
—Marcos necesitamos información urgente.
—¿Qué sucede?
—Quieren que se queden Dylan, Reyes y Robert durante un mes como mínimo para comprobar que los híbridos no son una amenaza —informa Ryan ahora—. Tobías y yo somos libres de irnos en cualquier momento, pero antes de tomar esa decisión necesitamos información. ¿Qué sabes sobre Castiel?
La línea se queda en completo silencio por unos instantes, casi llego a pensar que se cayó la llamada, pero la voz de Marcos vuelve a reaparecer, tan serie como siempre y sin transmitir demasiadas emociones.
—¿Castiel es el antiguo en el castillo?
—¿Lo sabías? —Es Tobías quien pregunta esta vez.
—No lo tenía claro, sabes que Castiel se carácteriza por ser un sobrenatural nómada sin punto fijo, aunque tengo entendido que muchas de esas propiedades antiguas de Escocia le pertenecen. Castiel es para nosotros lo que los sobrenaturales son para todos los humanos: una leyenda.
—¿Qué puedes decirnos de él? —Me sorprendo a mí mismo preguntando con la voz temblorosa—. ¿Sabes qué tipo de sobrenatural es?
Aun puedo recordar esas enormes alas de murciélago que mostró todo el tiempo ante nosotros y sus amarillos ojos similares a los de un gato. Marcos suspira antes de iniciar a hablar.
—Castiel es antiguo, muy antiguo, más que yo, soy un bebé comparado con él. Vio nacer y morir a las antiguas civilizaciones, estuvo en el inicio y se dice que estará en el final de todo. Castiel es el dragón.
—¿O sea que el antiguo es un dragón? —Es Dylan quien interroga curioso está vez—. Incuso para los sobrenaturales los dragones son criaturas fantásticas, ni siquiera sabía que los dragones existían.
—Creo que no me han entendido, Castiel no es un dragón, es el dragón. Es el único dragón que existe y más vale que esté a favor de ustedes o todos estaremos en problemas.
Me mantuve pensando en las palabras que Marcos acababa de decir sin poder terminar de creerlo. «Estuvo en el inicio y se dice que estará en el final de todo. Castiel es el dragón...».
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