Capítulo 20: Robert

Dos meses, dos meses y medio es el tiempo que ha transcurrido desde que dejé Escocia y retorné a mi manada junto con Reyes y Dylan. Dos meses y medio y, a pesar de que no parece demasiado para algunos, para mí se ha sentido como una eternidad. Una parte de mi cabeza continúa diciéndome que lo que pasó con el dragón no tiene que significar nada, que fueron solo promesas vacías y huecas, que la vida sigue y de seguro Castiel posee otras prioridades. Sin embargo, la mayor parte de mi mente continúa pensando en cómo le prometí que quizás le extrañaría y, efectivamente, le he extrañado a cada día, hora, minuto y segundo que pasa.

Al inicio Castiel me llamaba para contarme de los avances de las investigaciones del asesino o simplemente para saber de mí; no obstante, luego del primer mes las llamadas fueron disminuyendo hasta que dejé de saber de él. No he vuelto a tener noticias suyas y para mayor mal la sensación de no tenerle al lado me ha afectado más de lo que quiero hacerle creer al resto o a mí mismo.
Extraño sus manos rodeando mi cuerpo a la hora de dormir, sus alas cubriéndome para que no pase frío o como sus dedos se paseaban por mi espalda dibujando imaginarias formas abstractas con el fin de relajarme. Echo de menos nuestras largas charlas en la noche y lo protegido que me siento con él. Pero al mismo tiempo odio lo vulnerable que me siento en estos instantes; odio el hecho de saber que quizás no le odio tanto como me gusta hacer creer.

El retorno a mi manada fue bastante animado, tan solo llegue ya tenía a Michael y a Tobías encima de mí abrazándome y queriendo enterarse de todos los detalles que no pudieron presenciar ellos mismos en Escocia; Ryan también lucía feliz de verme de retorno y no pude evitar sentirme agradecido del orgullo que transmitía mi alfa hacia mí. Ver el reencuentro de Reyes y Logan me animó de igual manera; la pequeña Ayana salió corriendo a los brazos de su tío en cuanto le vio, aún continúa pareciéndome maravilloso como esa niña posee una apariencia de cinco años cuando la verdad es que tiene poco más de un añito.

Logan ya tenía al nuevo bebé en sus brazos y ya poseía el cabello negro de Marcos y los ojos rojos de los gemelos, será interesante descubrir las nuevas habilidades de este niño a medida que crezca dado que nos hemos dado cuenta que los híbridos de nacimiento poseen poderes distintos a los creados.

Sin embargo, a pesar de todas estas cosas buenas de mi retorno, nada fue capaz de llenar la necesidad que sentía de volver a ver a Castiel, quizás si le acepté como mi pareja después de todo y ahora tengo un poco de miedo de que se haya cansado de mis negativas y no vuelva a llamarme ni venga a por mí como me dijo que haría.

Hoy estábamos reunidos en el bar Michael, Tobías, Reyes, Logan y yo en el bar del primero; por algún motivo cada uno de ellos ha pensado que necesito compañía últimamente y no me quieren dejar solo en ningún momento. Sé que no me lo dicen a la cara, pero en sus rostros puedo notar un poco de preocupación por mi estado dado que piensan que estoy deprimido; incluso Reyes, a pesar de todas las bromas y burlas no me ha quitado los ojos de arriba desde nuestro retorno.

Intento estar agradecido por la preocupación de ellos, pero en las últimas semanas ha sido un poco difícil; me he sentido furioso o verdaderamente deprimido de maneras innecesarias y creo que ese es el verdadero motivo por el que me han traído al bar hoy.

—¿Quieres otra cerveza? —pregunta Michael y antes de que pueda responder ya está abriendo una nueva botella para mí.

—Chicos en serio, son las dos de la tarde —me quejo—. ¿Por qué se supone que estamos bebiendo?

Todos se miran entre ellos con preocupación y yo solo bufo molesto. No obstante, intento contener la cólera que voy sintiendo al recordar que solo se preocupan por mí.

—Resumen —responde Reyes tomando un trago de su botella—. Todos están preocupados de que te de una depresión porque la lagartija gigante no te ha llamado en más de un mes y tú tienes peor humor que el enanito gruñón de Blancanieves, ¿así está claro o hay que explicar mejor?

Pongo los ojos en blanco mientras Logan le da un pequeño empujón de regaño a su hermano.

—Olvida lo que te dice este idiota, pero ¿Castiel aún no llama?

Solo niego con la cabeza y antes de darme cuenta la nueva cerveza ya va por más de la mitad de vacía.

—No tiene por qué llamar, después de todo siempre me negué a esa relación.

—¿Pero no le prometiste que le esperarías? —interroga Michael con las cejas alzadas.

Para mi sorpresa el rubio ha sido mi principal apoyo entre todos los demás. Ahora que por fin he comenzado a comprender como se sintió Michael cuando Dereck estuvo lejos creo que hemos podido superar verdaderamente mis sentimientos no correspondidos del pasado; la última noche que nos sentamos a conversar sobre nuestro pequeño periodo juntos llegamos a la conclusión de que quizás mis emociones de ese instante no eran de verdadero y profundo amor. Michael dijo la verdad la vez que fuimos a salvar a Dereck, comprendería lo que se sentía el vínculo de pareja cuando finalmente lo tuviese, pero ahora que le tengo lo que más me ofusca es el miedo de no volver a verlo.

—Yo tú no me apresuraría a sacar conclusiones Robert —añade Tobías con una mirada seria y no puedo evitar observarle con curiosidad—. Samson llamó a Ryan anoche, hubo otros dos asesinatos en la última semana.

Mis ojos se abren de par en par horrorizados, de diez ancianos que conformaban el consejo quedan solo cuatro contando a Samson y a Liar, el resto de ellos han sido cruelmente asesinados y descuartizados desde que ocurrió la primera muerte. Los mensajes en sangre tampoco han dejado de aparecer proclamando el retorno de la sangre mezclada y el fin de los nuevos clanes. No puedo evitar que mi rostro empalidezca al pensar los peligros que acechan en ese castillo y yo no he podido tener noticias de Castiel.

Sin poder contener más la furia en mi cuerpo aprieto la botella en mi mano hasta sentir el cristal resquebrajándose bajo mi tacto; no pasan ni cinco segundos que la botella se rompe en mi mano y puedo sentir mi mano sangrar, soltando la botella cierro el puño y lo dejo caer sobre la mesa de la barra.

—No debí de haberme ido de Escocia, ¿qué pasa si está herido?

La ausencia de respuestas de mis compañeros me hace alzar la vista y noto que todos me están observando con los ojos abiertos y un poco de tensión en sus cuerpos.

—¿Qué pasa? —interrogo preocupado.

—Alza el puño Robert—pide Michael con suavidad y cuando lo hago noto que mi golpe ha dejado la marca de mi mano sobre la mesa.

—Lo siento, prometo pagarlo.

Pero mi amigo no parece prestar atención a mis palabras, sino que me mira y me observa como si pudiese ver algo más en mí que nadie más nota; como si me hubiese salido una segunda cabeza o un tercer ojo en medio de la frente.

—¿Qué sucede? —pregunto mirando todos los rostros de preocupación y el primero en acercarse a mí es Logan.

Para mi sorpresa el pequeño híbrido de rostro idéntico al de Reyes sostiene mi mejilla entre sus manos y me observa detenidamente. No necesito leer su mente para saber cómo me veo; mi piel ha empalidecido desde mi retorno y bajo mis ojos se expanden molestas y oscuras ojeras. A pesar de ello, el de ojos carmesíes parece observar más que eso, sus manos continúan acariciando diversas zonas de mi rostro e incluso se posan por unos segundos en mi frente.

Entonces es que recuerdo, Logan y Reyes no son simples híbridos, el hecho de que fueron elegidos para ser transformados deviene a que eran hechiceros desde su nacimiento. Logan en particular siempre fue muy bueno escuchando los pensamientos ajenos e introduciéndose en las mentes ajenas sin la necesidad de que alguna de las personas poseyera la telepatía, si mi memoria no falla también podía sentir las emociones.

Cuando sus manos se apartan de mi cuerpo noto como tiemblan y no puedo evitar sentirme preocupado, sobre todo al ver una mirada de verdadera sorpresa en el rostro del menor. Cuando Logan mira a Reyes y a Tobías, que también es telepata, puedo ver como estos últimos también me observan con extrema preocupación y no me cabe duda de que Logan les ha dicho algo. Solo Michael parece igual de desconcertado que yo con todo esto.

—¿Qué sucede? —interroga el rubio, pero todos los ojos continúan fijos en mí.

—¿Has sentido algún tipo de enfermedad en los últimos días Robert? —pregunta Logan sin responder a la pregunta de Michael y yo me siento más desconcertado.

—La preocupación no me deja dormir bien de noche —admito—. Por lo que en ocasiones paso la mayor parte del día con sueño, creo que todo esto también me ha traído dolores de cabeza y gamas de vomitar.

Logan mira a su hermano notándose confundido por algo.

—Esto es…es raro, no diría que imposible —La voz de Logan está llena de duda e inseguridad—. Simplemente no debió de pasar contigo.

Las palabras y el enorme y tenso silencio que llenan la habitación vuelven a despertar mi enojo.

—¿Quieren decirme de una maldita vez que es lo que está sucediendo?

Logan se aleja de mi lado aun confuso y Reyes abre una nueva cerveza mientras se acerca a mí y pone su mano en mi pecho sintiendo, al perecer, lo mismo que su hermano hace apenas unos instantes. Cuando sus ojos carmesíes observan los míos hay una pequeña pizca de diversión en ellos.

—Pues al parecer hay dos opciones, niño o niña; felicidades lobito.

Y al comprender el significado de sus palabras mi visión se vuelve oscura y siento que pierdo el sentido.

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