Capítulo 2: Robert

Me recuesto en el asiento del coche que nos lleva al antiguo castillo escocés donde la reunión con los ancianos y el antiguo debe de llevarse a cabo. No puedo evitar sentir un poco de nervios por lo que debe de estar a punto de suceder, sobre todo porque mi posición en esta historia se lleva a duda por los ajenos a ella. Ryan me ha asegurado en muchas ocasiones que él me apoya y que entiende mis motivos y que sabe que nunca fui en su contra, sin embargo, a final de cuentas Reyes tiene razón: fui un traidor que facilitó información a cambio de algo que deseaba.

No voy a decir que mis motivos fueron del todo puros, después de todo deseaba que Michael estuviese bien, que las personas que me importaban estuviesen seguras, aunque eso me costase mi propia dignidad.

Cierro los ojos y visualizo la última vez que vi a Michael en el aeropuerto antes de marcharme, le di un abrazo como un buen amigo y un beso en la mejilla; aunque sepa que jamás estaré con él digamos que encuentro un cierto gusto personal en ver a Dereck con el ceño fruncido y gruñidos escapando de su garganta. No soy imbécil, ahora que miro en retrospectiva sé que dejé de estar enamorado de Michael, solo continúo poseyendo mucho cariño por él. Aun así, no quiero volver a saber más de entregarme a alguien, las parejas son algo que están a mi alrededor por lo que sé que el amor existe y los verdaderos vínculos, pero no es algo que yo anhelo. Bastantes problemas tengo ahora con mi situación actual.

En el aeropuerto para despedirnos también se había encontrado Marcos y Logan, el vampiro está muy preocupado por el antiguo que asistirá a la reunión, no obstante, por la mirada que nos dio sospecho que sabe de quién se trata y solo espera que le confirmemos cuando lleguemos.

Vuelvo a abrir mis ojos en el instante en que siento el peso de un cuerpo a mi lado, ya por el olor sé que se trata de Reyes incluso antes de observarle. Me había tocado viajar en el coche del líder híbrido y de Dylan mientras que Tobías y Ryan se habían adelantado en otro vehículo.

—¿Quieres algo? — pregunto con desinterés mientras que el de ojos carmesíes solo sonríe.

—¿Por qué tan tenso cachorro?

—No estoy tenso, solo que a diferencia tuya tomo con seriedad las situaciones. —Han sido muy pocas las circunstancias en que he visto a Reyes verdaderamente serio, el maldito psicópata siempre lleva una sonrisa en sus labios incluso cuando ha arrancado cabezas con sus propias manos.

—De todos mis caniches siempre has sido el que me ha tratado con menos respeto. —A pesar de sus palabras puedo ver la sonrisa en sus ojos, es más que obvio que ese hecho no le molesta, todo lo contrario, le divierte.

—No soy uno de tus caniches, soy una persona que hizo un trato contigo por un bien común, no tengo porque tratarte con respeto.

—Si estas en este carro conmigo y no en el pueblo persiguiendo el culo de Michael es que hay personas que no opinan como tú.

—¡Vete a la mierda Reyes! —reviro los ojos intentando ignorar sus palabras, pero al parecer el híbrido no tiene deseos de dejar esta conversación a la mitad.

—Te noto tenso pulgoso, deberías buscarte una pareja y echar un buen polvo a ver si eso te relaja.

—¿Quién dice que necesito una pareja para eso?

—Y, sin embargo, no has tenido ni una pizca de sexo desde que el rubio teñido te rechazo, ¿a qué le tienes miedo en verdad chihuahua?

Me viro en su dirección dejando que un gruñido feroz escape de mi garganta, el cabrón de Reyes siempre ha sabido que puntos tocar, si tuviese que decir una de las mejores cualidades del molesto híbrido sería su utilización del maltrato psicológico.

—Te has vuelto blanco Robert.

—Lo dice el asesino en serie que se enamoró de un cambiaformas que secuestró supuestamente para torturar y poder chantajear con él al resto de clanes. —Por detrás de la figura de Reyes puedo ver a Dylan mostrar una sonrisa.

Aun puedo recordar el inicio de la relación de estos dos, sus comienzos fueron basados en el odio puro; Reyes secuestró a Dylan solo como una táctica para recuperar a Logan y luego llamar la atención de todos, deseaba darle una lección a Marcos de que aprendiese a valorar a su hermanito, sin embargo, en alguna parte de todo este proceso Reyes se obsesionó con Dylan y terminó reclamándole como suyo y, aunque el cambiaformas solo deseaba vengarse, cuando intentaron matarlo y huyó con Reyes poco a poco ambos se fueron enamorando.

Reyes solo se encogió de hombros como si mis palabras no le hubiesen afectado en lo absoluto.

—Al menos yo tengo noches pasionales que me ayudan a relajar la tensión, ¿Qué tienes tu chihuahua?, es evidente que ya no te gusta Michael en el sentido romántico, pero te encanta molestar a mi cuñado, ¿acaso eso es solo otra táctica para huir de algo más?

Me estoy planteando seriamente girarme y golpearlo cuando noto que Dylan rodea a Reyes con sus manos por la cintura y lo arrastra hasta su regazo para depositarle suaves besos en el cuello.

—No molestes más a Robert bebé.

—Estoy aburrido—responde el híbrido como si fuese un mocoso de cinco años y esa fuese la explicación más lógica a su comportamiento.

—Pues no tienes que estarlo, hemos llegado.

Andaba tan ensimismado en mi charla con Reyes que no me percaté que el coche estaba bajando su velocidad hasta que Dylan señaló este hecho. Al observar por la ventanilla siento como mi respiración se entrecorta al observar un antiguo castillo parecido al de películas medievales alzarse ante nosotros. Sus muros de piedra pura, rodeado completamente por un lago y que solo conecta con el paisaje de montañas y llanuras gracias a un puente que acabamos de pasar; es como viajar en el tiempo o introducirse en una novela de caballería. Puedo ver a Ryan y a Tobías esperándonos en la entrada principal del castillo junto a un hombre de cabellos oscuros que no reconozco.

Cuando bajamos del coche Ryan nos dedica una rápida sonrisa, sin embargo, el hombre junto a él se tensa, principalmente cuando Dylan y Reyes aparecen en su campo de visión; los dos pares de ojos carmesíes de ambos sobrenaturales son como un faro rojo en medio de la noche que nos rodea.
Camino directo en su dirección y Ryan da un paso hacia delante para recibirnos. Me dedica una pequeña sonrisa de calma antes de girarse hacia el hombre que le acompañaba a Tobías y a él, no puedo evitar examinarlo de pies a cabeza preguntándome si este es el famoso antiguo, uno de los ancianos o algún simple residente del castillo. En caso de ser el primero debo de admitir que me siento decepcionado, esperaba algo más…poderoso.

No digo que el hombre frente a mí sea débil, todo lo contrario, aun así, no puedo evitar pensar que tiene la misma fuerza que casi todos nosotros. Su pelo negro está cortado con un estilo bastante pulcro sin dejarlo demasiado largo, principalmente en las zonas laterales. Lleva un traje negro y blanco bastante formal, en apariencias físicas no parece tener más de treinta y cinco años, sin embargo, si algo he aprendido en esta vida es que las apariencias y las edades no siempre van de la mano en el mundo sobrenatural, el propio Tobías no se ve más viejo que este desconocido y posee más de mil años.
Ryan parece percibir mi curiosidad por este hombre cuando finalmente se decide a hablar.

—Liar, este es Robert, uno de mis hombres de confianza— enfatiza cada una de sus palabras y no puedo evitar sentir gratitud de que mi alfa no me vea como un traidor—. También te presento a Dylan, el líder de los cambiaformas locales hasta hace un tiempo y Reyes, el alfa de los híbridos; chicos, este es Liar, uno de los ancianos del consejo.

El hombre abre sus ojos con auténtica curiosidad y noto que no puede dejar de mirar a Reyes y a Dylan cuando una noticia se forma en sus labios.

—Había escuchado que uno de los líderes de tu ciudad se transformó en híbrido Ryan, creo que será una historia sorprendente para los ancianos. —No hay repulsión ni hostilidad en su voz, por el contrario, se ve amigable hacia nosotros—. Deberíamos entrar, están todos esperando para hablar con ustedes.

—¿Pensé que no tendríamos la reunión hasta que no llegase Castiel? —interroga Tobías con la ceja alzada y, por suerte, Reyes y Dylan parecen tan confundidos como yo sobre este nuevo personaje.

—¡Oh!, solo queremos conversar, la verdadera reunión será mañana; además, no deben preocuparse por la presencia del antiguo, acaba de llegar.

Y en ese momento lo sentí, sin embargo, no fue una ola de poder o miedo lo que provocó que mi mundo se volteara de cabeza. Mi inquietud provino del estremecimiento que recorrió mi columna vertebral y envió corrientes eléctricas a mi estómago; fue como si todo se detuviese a mi alrededor y un cálido aroma a vainilla y pino me hiciese girarme hacia la oscuridad del cielo nocturno. Sabía que ninguno de mis compañeros ha detectado la presencia aun, a pesar de ello, yo no podía apartar los ojos del inmenso cielo nocturno, no sé cómo, pero ando seguro de que la criatura venía hacia mí.

Y entonces sucedió…

Antes de que pudiese parpadear un hombre aterrizó frente a mí, su cuerpo separado a penas de escasos centímetros del mío. Nunca me consideré un hombre bajito y sé que no lo soy con mi metro ochenta y cinco de estatura, sin embargo, tuve que alzar la mirada para observar el rostro del hombre frente a mí y que me llevaba, al menos, una cabeza de estatura. No obstante, cuando miré sus ojos mi respiración se cortó por completo, sus ojos eran de un amarillo casi dorado como lingotes de oro, pero lo que más llamaba su atención eran sus pupilas, rasgadas de manera vertical como las de un gato…y me observaba solo a mí.

Su rostro era recio, su mentón bien marcado al igual que sus pómulos, podía ver el rastro de una pequeña barba oscura que no llegaba a tener el pelo suficiente como para resultar incómoda. Sus cabellos eran negros como el ébano más oscuro y llegaban más debajo de sus hombros. Tenía puesto un sobre todo de cuero negro que mostraba su pecho completamente tatuado, sin embargo, debido a mi aturdimiento no podía fijarme con exactitud que figuras se dibujaban sobre su piel. Además del abrigo, tan solo tenía unos pantalones y algo que parecía ser una capa, pero cuando está última se comenzó a mover mi respiración se cortó aún más al darme cuenta que eran dos enormes alas parecidas a las de los murciélagos, quizás de casi tres o cuatro metros cada una de ellas.

—Castiel, esperábamos por ti.

Anunció el hombre que ahora sabía que se llamaba Liar, sin embargo, Castiel no apartó ni un solo instante sus ojos gatunos de mí. Era increíble ver que un hombre que lucía como un ser de las cavernas y exudaba colosal poder pudiese tener un aroma tan relajante como el pino y la vainilla.

Y entonces mi instinto saltó a la luz cuando este hombre se acercó más a medida que sus alas se desvanecían. El enorme poder que venía de Castiel le marcaban como el antiguo, la persona que tenía incluso a Marcos asustada, sin embargo, mi verdadero temor fue otro. Cuando mi lado lobo quiso morderle me di cuenta…

Castiel es mi compañero.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top