Capítulo 12: Robert
Las palabras de Castiel habían dolido más que una daga atravesando mi piel, me habían hecho sentir más vulnerable que el mayor de los enemigos que hubiésemos enfrentado hasta el momento. Me recordaron lo débil que fui en un instante, pero Castiel se equivoca, si bien mis acciones en un inicio fueron influenciadas por Michael hace mucho que eso había quedado atrás; lo comprendí todo, aquella vez que íbamos a rescatar a Dereck y Michael me contó el significado de una verdadera pareja y, aunque lo entendí, eso no representa que doliese menos. Sin embargo, la comprender no representa disminuir el dolor.
Pero ahora nada de esto tenía importancia. Desde que salí de la habitación corriendo y sentí la sangre al otro lado de la puerta me di cuenta que mis propias emociones debían ir a un segundo plano, no importaban. Más preocupante ahora era el fuerte olor a sangre que emanaba del despacho. No habíamos abierto la puerta aun cuando varios ancianos se reunían a nuestro alrededor, a pesar de no haber interactuado con todos sé que el castillo cuenta con un aproximado de once ancianos, por otra parte, dando un cálculo rápido entre la multitud solo puedo contar a ocho de ellos además de la presencia de Dylan y Reyes.
El primero muestra una expresión preocupada mientras que la de Reyes no parece alterada para nada, solo sus ojos muestran un breve destello de preocupación, sospecha y preocupación.
Finalmente, Castiel avanza, ignorando a todos a su alrededor y tomando la manija, abre la enorme puerta de manera y lo que ven mis ojos solo provoca que mi expresión empalidezca más si es que eso es posible.
Hay dos hombres en el interior de la estancia, uno de ellos es Liar y el otro se trata de un anciano que no conozco en lo absoluto. Liar esta arrojado en el suelo, su cuerpo hecho un ovillo moviéndose hacia delante y hacia atrás nervioso, con lágrimas saliendo de sus ojos y no es para menos. Sobre la mesa de reuniones el cuerpo del anciano muerto se encuentra boca arriba, con sus manos y piernas extendidas; todo el pecho del hombre está desnudo de manera que se observa la sangre que emana de la cortada en su cuello y chorrea por todo su cuerpo aun fresca.
Sus muñecas también están cortadas y por la sangre que emana de su boca me atrevo a pensar que hay daños ahí también, el que hizo este trabajo es un auténtico enfermo. Sin embargo, no solo el cuerpo es lo único preocupante, detrás del cadáver escrito en la pared en sangre se encuentra un mensaje dispuesto a poner la piel de cualquiera erizada.
«El momento ha llegado, la sangre volverá a mezclarse en las tierras, el poder está de vuelta. Larga vida a los híbridos, larga vida al nuevo poder y aquellos que se opongan pagarán las consecuencias».
Trago en seco al terminar de leer, esto no es bueno, para nada. Menos con toda la sospecha que hay sobre nosotros.
De todos los presentes Samson es el primero en dar el paso al frente mientras que otros ancianos parecen reaccionar y corren a socorrer a Liar. El hombre es alto y de cabellos y ojos casi negros que combinan a la perfección con su traje de camisa y pantalón; me atrevo a decir que es como una versión mucho más oscura y peligrosa que Marcos, por unos instantes no puedo evitar preguntarme qué tipo de sobrenatural es dado que no reconozco su olor.
—¿Qué ha sucedido?
Sus ojos no abandonan mi figura y puedo ver una clara amenaza en ellos, el hombre no confía en lo absoluto en mí, no lo hace desde que llegue. Para mi sorpresa es Castiel quien da un paso y se interpone entre nosotros como si estuviera tratando de protegerme. El duelo de miradas y poder entre al anciano y el antiguo es evidente, a favor de Samson hay que decir que es sorprendente como no se retracta con Castiel, no cualquiera le enfrentaría de esa manera.
—Creo que hasta el momento sabemos lo mismo que tú, así que en vez de intentar intimidar a tu pareja no aclaramos los detalles de esta terrible perdida.
Samson no parece contento con la respuesta, pero en lugar de ello se acerca a donde los ancianos sostienen aun a un nervioso Liar.
Por raro que parezca la voz del hombre se suaviza al tratar con el anciano más joven y tembloroso.
—¿Qué ha pasado Liar?
Liar alza su mirada hacia nosotros y luego vuelve a dirigirla al cadáver en la mesa.
—Venía a preparar todo para nuestra reunión de las mañanas cuando lo encontré, no puedo creerlo, ¿quién hizo algo así?
Samson no responde, pero su mirada se dirige a mí y a los híbridos a mis espaldas.
—Ni siquiera lo pienses. —la voz de Reyes suena indiferente—. No tengo motivos para matar a uno de tus vejestorios.
—¿Aunque la pintada hace referencia a un híbrido claramente? —interroga Samson con rudeza.
—O a alguien que está a favor de uno en el bando malo —me hago escuchar por fin—. No sería la primera vez que un híbrido se vuelve contra Reyes.
—No tenemos híbridos aquí a pesar de ellos—Las palabras de Samson salen cargadas de veneno—. Si Castiel no se hubiese vuelto tan descuidado debido a tu maldito culo los tres estarían encerrados en una jaula y quizás uno de mis ancianos no estaría muerto.
Siento como la temperatura de la habitación sube varios grados, como si alguien hubiese encendido un horno aquí adentro. Un gruñido llena la estancia y me percato de que cada una de las reacciones provienen de Castiel, incluido el calor. Observo al hombre y debo contener un jadeo debido a la impresión, sus pupilas estás más rasgadas que en otras ocasiones provocando el color dorado de la misma resalte como dos galeones de oro; sus alas se encuentran completamente extendidas ocupando parte de la habitación y provocando que luzca más sombrío, puedo notar la cola de Castiel moverse de un lado a otro de manera amenazante y peligrosa; esa colita que anoche me dio tanto placer ahora tan solo promete dolor. Sus garras también están extendidas al igual que sus colmillos.
—Creo que estas olvidando tu lugar Samson.
—Creo que eres tú quien olvida el suyo. —Para mi sorpresa el anciano también se encuentra en posición de atacar con sus colmillos a simple vista más que dispuestos a rasgar nuestras gargantas.
La tensión de la sala solo va en aumento cuando una pequeña risa resuena en toda la habitación. Al girarme puedo notar a Declan mirándonos con diversión, sin embargo, tan solo consigo sobresaltarme cuando tanto el anciano como el antiguo gruñen a mis espaldas; algo que a Declan no parece importarle.
Declan se acerca casi saltando en mi dirección como un niño pequeño, al llegar a mi lado solo sonríe más y acaricia mis mejillas justo como hizo la tarde anterior en la biblioteca antes de desaparecer. Aun me cuesta creer que alguien tan adorable como él sea un anciano en este sitio.
—¿Por qué estás molestando a mis invitados Samson?
—Metete en tus propios asuntos Declan; mantente al margen.
Declann finge un puchero cuando se gira en su dirección.
—¿Cuándo he sido conocido por quedarme al margen?
Para mi sorpresa Samson sonríe.
—Tienes razón, solo has sido conocido por ser una maldita rata asquerosa y traidora.
Cuando devuelvo mi mirada a Declan me sorprendo al ver una mezcla rara entre ira y otra emoción que no llego a reconocer.
—En vez de acusar a nuestros invitados porque no le das un sepulcro decente al anciano caído. —El cambio de tema no es una petición, sino una orden.
—¿Y qué pasará si hay más muertes?
—Doy mi palabra que ellos no son.
Por lo visto esto solo parece hacerle más gracia a Samson.
—Creo que ha quedado demostrado demasiadas veces que tu palabra no vale nada para mí, es tan falsa como tú. —Samson observa el cadáver y luego a mí—. Ten cuidado con quien te juntas, podrías arrepentirte; no serás el primer sobrenatural que termine muerto por elegir malas compañías.
Luego de eso, Samson chasquea uno de sus dedos y sale de la habitación, el resto de ancianos le sigues, algunos guiando a Liar que aun parece nervioso y baja la cabeza ante nosotros, otros cargando el cadáver fuera del lugar. La tensión parece relajarse un poco, sin embargo, puedo continuar sintiendo a Castiel preocupado a mis espaldas.
El dragón se acerca a mi lado y toma mis manos, la mirada culpable retorna a sus ojos.
—Déjame sacarte de aquí, creo que aún tenemos cosas que hablar.
El enojo retorna a mí por sus palabras de esta mañana y niego a la par que retiro mi mano de las suyas.
—¡No! Me iré con Reyes y Dylan por ahora, creo que tenemos cosas más importantes de las que hablar.
Declan da pequeños saltitos a mi lado.
—Ven conmigo entonces, me gustaría conocer a tus amigos también, es asombroso tener a un híbrido creado para alfa entre nosotros. —Observa a Reyes con asombro—. Claro primero pasemos por tu habitación a buscarte ropa.
Asiento, solo tenía puesto mi pijama debido a que salí corriendo cuando el grito.
—Me parece genial.
Declan comienza a caminar hacia la salida con mis amigos y cuando voy a hacer lo mismo Castiel vuelve a sostenerme.
—No vayas con él, por favor. —Una ola de nervios pasa por mi cuerpo cuando noto una pizca de temor en sus ojos—. En verdad quiero hablar contigo.
Pero mi orgullo está demasiado dolido para escucharle.
—Pero yo contigo no.
Me suelto y camino con Declan ignorando la mirada de Castiel. Mientras me dirijo a mi habitación con el resto puedo ver a Samson moverse a lo lejos mientras nos dirige una mirada de puro odio, o más bien a Declan. ¿Quién lo diría? Por lo visto él y Castiel finalmente están de acuerdo en algo, ninguno quiero a este anciano.
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