𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐝𝐞 𝐋𝐥𝐮𝐯𝐢𝐚

Chapoteos... eso era lo que se escuchaba.

Risas cómplices, jóvenes en un momento de adrenalina.

Las calles se comenzaban a mover, el ajetreo de los peatones se hacía sentir y ver, nadie quería estar en medio de la lluvia.

Escandalosas, eran las gotas que caían sin cesar en los jóvenes amantes.

Ella corría tratando de no ser alcanzada, al igual que su acompañante.

Pero ambos... No escapaban de la lluvia, no les molestaba en lo absoluto. ¿Si quiera había personas a su alrededor?

Más rápido~—sus risas eran contagiosas, manifestaban calor a pesar del frío que azotaba fríamente la ciudad de manera tan repentina.

Un pequeño lugar, llegó a los ojos de Izuku, allí podrían esperar a que la lluvia parase por un tiempo. Era una ilusión pensar que llegarían a la UA con ese clima.

Ella se sorprendió al ya no sentir suelo, como a su vez ser levantada de repente.

Bajando su mirada, vio que el chico la cargaba y empezaba a tomar carrera.

Le sorprendió, y su adrenalina aún no bajaba, sentían el fuerte viento en su rostro, y las ganas de querer gritar eran incontenibles.

Inconscientemente, rayos salían de sus piernas, tan finos que solo la difracción con las gotas los hacían notar.

El pequeño choque causaba una pequeña estática que quedaba en una estela. Un espectáculo fantastico se daba en aquella calle silenciosa en la que el sonido de los pies chapoteando contra el mojado suelo de cemento era lo único que se escuchaba

Dicho espectáculo deslumbró a la joven, la cuál se sentía cálida, esos brazos, la presionaban con firmeza, con seguridad. Nunca en su vida se había sentido de aquella forma.

Quería acurrucarse, y en un pensamiento rápido, pedía que fuese así un rato más.

 Giró a verlo.

Y ahí estaba, tan sereno, sonriente y genial...Aquel chico era toda una montaña rusa ahora mismo. La cual iba con ella en una bajada que ella no se esperaba,

"Es correcto...?"—Su corazón solo se quería dejar llevar, y a estás alturas, comenzaba a pensar.

Que tal vez lo que todas decían, no era tan falso como  ella pensaba.

Rodeó el cuello de el con su brazo libre, y acomodándose, termino de darle comodidad para su movilidad. La cuál permitió una nueva velocidad.

Y sin contenerse más... Solo grito.
Un grito sin sentido, pero que liberaba todo lo que su corazón y mente guardaban.

El volteo a verla, pequeñas carcajadas salían de el, ella también reía de su momento de liberación, el cual ambos disfrutaban.

 Eran libres a fin de cuentas.

La unión que tenían en ese momento, era algo de notar.

El lo sabía, ellos habían generado una conexión, una increíble y que... Tal vez debería agradecer. Tal vez, y solo tal vez, sea algo de lo cual no estuviese nervioso de continuar... Oh llevar hasta el final.

Ya a pocos pasos, bajó la velocidad de su andar, y con cuidado la bajó, ya habían llegado a su destino.

Al verse, rieron por lo empapados que estaban, ambos habían fallado en escapar de la lluvia que segundos de su llegada al pequeño lugar, se hacía cada vez más fuerte.

Se mantuvieron en silencio, tenían frío, y no sabían hasta cuándo estarían en aquel lugar. Lo mejor sería acomodarse hasta que kami fuera piadoso e hiciera cesar la lluvia para ellos.


Ya un poco cansada, Setsuna se sentó en una banca que había.

Izuku volteó verla, olvidando por completo lo que hacía hace un segundo. Cada detalle de ella, le era atrapante en más de una forma, no había prestado mucha atención a su figura, casi nunca eso le ah sido una prioridad, oh algo que deba destacar de una mujer, casi siempre era por como llevaban la conversación, y hasta que punto llegaban a conectar... Pero ese no es el caso en estos instantes.

Y vaya que daba en que pensar.

Vas a... Solo mirar, ¿Oh vas a venir aquí?— Alzando las cejas veía al dueño de los ojos que, sin dar tiempo a descanso, la comían con la mirada.

Sudo frío... Había sido atrapado en la escena del crimen.

Ella solo río por la reacción del chico, el cuál se encontraba sin saber que hacer.

Pues... Es difícil no mirarte — Dijo lo más calmado que pudo— Creo que... Eh generado un gusto especial por verte.Sin saber, esa frase había llegado a ella de forma estrepitosa a los adentros de Setsuna Tokage. 

Por primera vez, estaba nerviosa de que la vieran, se sentía apenada, y su cabeza era un lío.
¿Se veía bien?, ¿Había algo que arruinase su apariencia? eran algunas de las dudas que se formaban en esa pequeña cabeza.

Ambos habían ganado un jaque mate, y solo pudieron verse para tomar la sonrisa de complicación del otro. Era frustrante, pero al menos tenían el consuelo de que el otro también estaba igual de mal... Un poco egoísta, pero no importaba. 

El solo se acercó, y se sentó a su lado. El brusco llegar hizo que ella temblara en su sitio.

Sin decir nada, colocó su suéter que traía puesto encima de su espalda sin decir ni una palabra. Aunque estuviese igual de mojado que ellos, a le gustó aquel gesto.

Ambos, no decían nada, solo observan a su horizonte.

Aquella ciudad, llena de vida nocturna, se sentía tan fría y apagada... No había nada de interesante en aquel lugar lejano.

Entrar parecía ser una tortura dolorosa, aunque metafórica, la verdad era agobiante, eh imponente la arquitectura, que de a poco, más escalaba hasta tocar el cielo, pretendiendo ser perfecta descaradamente.

Por primera vez, se les hizo grande el mundo. Todo se alzaba con una violencia silenciosa, y ellos solo eran espectadores, de algo que ya estaban acostumbrados a ver. Pero no a sentir, no ah pensar.

Tenían miedo de lo que adentro de aquel lugar podían hallar, tal vez la paz, o la perdición. No miedo de alguien, oh de algo... Si no de ellos mismos. Sus propios sentires convergidos en aquel lugar.

Esa era una verdad oculta en cada uno, un tesoro bien asegurado, de los cuales ambos estaban a cargo de resguardar.

Desde fuera, los colores de la ciudad, se reflejaban en ese preciso instante. Los dos, eran maravillados, orillados cada vez más... Cerca el uno del otro.

Buscaban calor, sus cuerpos se buscaban con un deseo que a través de los días se hacía más incesante , se necesitaban silenciosamente.

Y como efecto de una fuerza aún mayor, sus manos se encontraron. Se sorprendieron al principio y tal vez dudaron de si era correcto, pero, gustosamente se aceptaron.

Y en un último acercamiento, ella se recostó de el, sintiendo por fin, que el frío se largaba lejos.

Que volver a aquel lugar, tan frío y muerto, no sería problema, porque podía confiar en que estos nuevos y cálidos sentimientos eran de verdad. Ya no iba a tener refugiarse sola de la tempestad, la oscuridad ya no la asustaba, y las formas que se asomaban para causarle nervios, desaparecerían.

Que ahora, ella podría soportar aquella.























































Noche de Lluvia


Quisiera...saber más de ti—Una sonrisa, la cual sería la primera en conocer como realidad.

...Yo igual— A este paso...

Todo iría bien.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .




Vaya que esto es entretenido, había olvidado lo desestresante que era escribir para ustedes.

Una vez más, les traje una pieza de mi nuevo trabajo.

Espero sea de su agrado, y dejen su opinión en los comentarios.

No veo una razón para extenderme con comentarios míos está vez... Tan solo.

Me gustaría saber que piensan ustedes, aunque sea una mínima respuesta.

Sería.. bueno.

Y sin más, nos veremos dentro de un rato con otro cap

Hasta entonces~

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