♧ 30 ♧
(Nueve días después)
— Sí-í — me sostuve de sus piernas mientras no dejaba de saltar
— Jungkook... — agarró mis caderas con fuerza
— Ta-taehyung — cerré mis ojos cuando sentí que ya estaba cerca
Venía cada noche, nos escondíamos dentro de los cuartos de los caballos, era más seguro que hacerlo en la misma entrada. Tampoco podíamos hacerlo en su cuarto, Namjoon había pedido eso.
— Te voy a anudar — me abrazó, apagándome a su pecho y empezando a moverse más rápido
— ¡A-ahg! — me corrí al sentir como se hinchó
Taehyung había entrado en celo hace unos días, no pudimos estar juntos desgraciadamente por tres días, él tuvo que irse al cuarto de esos omega, pero me dijo que no hizo nada, que solo pensó en mí y esperó con ansias este momento.
— A-ah... — llevé mi mano a mi vientre, podía sentir su pene sobresalir
— Jungkook... — hundió su cara en mi cuello y abrazó más fuerte
— Nos está viendo — dije viendo los ojos oscuros del caballo — creo que lo molestamos, deberíamos buscar otro lugar, seguro no puede dormir por nuestra culpa —
— No, este lugar está bien — suspiró — demás tengo algo que hacer — su voz se volvió ronca
Oh, Taehyung había cumplido al pie de la letra lo que dijo esa noche. Cada encuentro terminaba completamente lleno de semen, volvía a casa con dificultad. Si no fuera por Miyeon que me esperaba en la puerta y me llevaba a los baños de abajo a asearme Yoongi olería las feromonas de Taehyung encima mío.
— ¡Hmm! — me mordí el labio cuando empezó a moverse
Esto sería malo, hoy estaría más que lleno. Taehyung está en celo así que su pene eyacula más y se pone erecto más rápido.
— A-ah... — sentí mi pecho caer con delicadeza contra el heno
Fue brutal, sentía como no podía dejar de gemir, tuve que cubrirme la boca, incluso en los incontables orgasmos que tuve, incluso al sentir como era llenado nuevamente.
— Jungkook, ¿Se sintió bien? —
— Sí-í, mu-muy bien — sonreí cuando me volteó — abrázame —
Me abrazó, ambos quedamos en silencio un rato, hundiendo nuestros rostros en nuestros cuellos, aspirando nuestros olores.
— Taehyung... — sentí como de nuevo empezó
Toda la noche estuvimos entregandonos, fundiendo nuestros cuerpos con desesperación, hasta que el cielo empezó a aclararse.
— Sí... — sonreí cuando Taehyung metió sus dedos para que su semen no salga
— No quiero que te vayas, te necesito — hundió sus dedos con fuerza, haciéndome temblar
— In-intenta ser fuerte, en la noche nos volveremos a-a ver —
— No podré resistir, quiero volver aquí —
— No-no — me tapé la boca cuando metió cuatro dedos
— Es tan cálido, siento como me absorbe, es tan bueno — dijo sin apartar su mirada de mí — tu interior, tu exterior... todo es tan hermoso — se acercó a mis labios — el pensar en que ese te toca, me vuelve loco. Quiero cogerte en su cara, mostrarle como debes de ser tratado, el como yo te hago disfrutar y el cómo te lleno tan bien —
— Sí. Tú-tú lo haces — abrí más mis piernas al sentir como metió toda su mano
— Eres tan perfecto —
— ¡Taehyung! — me volví a correr cuando tocó con fuerza adentro mío
— Hermoso... — me besó
— De-debo irme —
Él asintió con dificultad, no quería, pero al ver como puso la punta en mi entrada supe que volveríamos a hacerlo. Debía de irme porque si no jamás lo haría. Con dificultad me puse de pie, Taehyung tuve que ayudarme a caminar hasta la entrada, yo salí primero, el cielo ya estaba celeste, así que no fue difícil ver el camino. Miyeon me llevó al baño y me ayudó a entrar a la tina con todo y ropa.
— Debe de ser cansado esto para tí — dije mientras ella echaba la infusión de yerbas encima mío
— No es fácil, no por el sueño, si no por el hecho de que mi patrón es su esposo y yo estoy ayudándolo a usted —
— Debes de odiarme, seguro la imagen que tenías de mi murió hace mucho —
— Usted sigue siendo una dama tan refinada, no importa qué, nadie se compara a usted, joven Jungkook —
— ¿Porqué todos me llaman joven Jungkook?, ya estoy cerca a los treinta —
— Es porque aún no tiene un hi-... —
— Un hijo, con que era eso — miré la puerta — Miyeon, ¿Crees que tu patrón merece esto? — no recibí respuesta — entiendo tu posición, pero quiero saberlo, piensa que no soy el esposo de tu patrón, si no cualquier otra persona —
— Bien... no estoy de acuerdo con muchas cosas, pero creo que si ponemos todo en una balanza, es usted quien más a sufrido. Lo han forzado a casarse y lo forzaron a abortar, y lo hicieron de la manera más cruel —
— ¿Cómo sabes eso? — volteé a mirarla
— Siempre paraba al lado de la señora Min, escuché muchas cosas de usted, ninguna era buena. La señora siempre decía que usted era el peor omega que pudo tocarle a su hijo, pero el señor decía que mientras los señores Jeon no rompan el trato de darle cierta capital de sus ganancias y mientras sigan pidiendo prestamos todo normal, que no importa si el hijo de ellos era un cualquiera. Realmente decían cosas horribles, en especial la señora, pero yo nunca lo creí — sonrío ligeramente — no podía creer nada porque cuando lo vi por primera vez me di cuenta de su tristeza, tristeza que no se fue con el pasar del tiempo. Nunca hizo lo que ellos decían, y el que lo humillaran tantas veces me llena de rabia, no merecía nada de eso — hizo puños con su vestido — mi patrón tampoco es bueno, lo sé, sé todo, pero no puedo defenderlo, joven Jungkook, no tengo el poder, solo puedo apoyarlo e intentar ayudarlo en silencio —
— Gracias... — estiré mi mano para tocar la suya — muchas gracias por todo, Miyeon —
— Si estos pequeños encuentros lo llenan de felicidad lo ayudaré, es lo menos que se merece después de todo —
Me cambié con su ayuda y subí a mi alcoba, eran las cinco de la mañana, el reloj del pasillo lo mostraba. Entré esperando encontrar a Yoongi durmiendo, pero no, se encontraba sentando con mi libro abierto en sus manos.
— ¿De qué trata el libro? —
— ¿Qué? —
— Dime de qué trata —
— Es un libro de romance, es obvio que trata de una pareja —
— Un alfa que pierde a su omega, un rey que se amó de su plebeyo pero que sólo se dió cuenta cuando este murió. Esa debía de ser tu respuesta, algo más extenso ya que se supone que has leído este libro desde que llegaste aquí —
— No lo he terminado. Gracias por decirme como termina —
— Creo que mas bien te conté de qué realmente trataba, y si ese es el caso esto ya no sirve — lo empezó a romper
— ¿Qué te pasa? — retrocedí al ver como destrozaba el libro y una expresión sombría en su rostro
— Me pasa que estoy harto, ¡Ya estoy harto de esto! — se acercó a mí
— No entiendo —
— No soy estúpido, sé que no duermes en el establo porque sientas asco de mí, sé que haces Jungkook, porque si no fuera así no vendrías oliendo a yerbas cada mañana —
— No quiero olor a estiércol aquí, puede ser desagradable para tí —
— ¡No me mientas! — me agarró del brazo y acercó a él — todos los sirvientes hablan de esto, mi orgullo queda por los suelos cada vez que escucho como mi esposo llega todo sudado a casa —
— Du-duele — me quejé por su agarre
— No voy a permitir que me dejes en ridículo — me sacó de la alcoba
— ¿Qué haces? — intenté caminar a su ritmo para no caer
— Lo que debí de hacer hace mucho — me llevó hasta la entrada
— Yoongi... — me alteré al ver un carruaje ponerse en frente nuestro
— Nos iremos, ahora — volteó a mirarme con una sonrisa
— No... ¡Déjame! —
— ¡Sube! — me jaló del cabello y empujó adentro — ¡TRAIGAN LAS MALETAS! — gritó sin dejar de verme
— ¡Patrón!, ¡Patrón! — Miyeon llegó corriendo
— Tú te quedarás — dijo Yoongi haciendo que Miyeon me mire alterada
— Pe-pero patrón, yo debo de estar con ustedes... —
— No, te quedarás aquí, lejos de tu joven Jungkook al que todo le cubres — se acercó a ella — los Jeon serán tus nuevos patrones — se alejó de ella y subió al carruaje — no vas a tener a nadie, me encargaré de eso —
(Una semana después)
Estaba encerrado en mi alcoba, no podía salir y lo único que me hacía compañía era el tic tac del reloj. Yoongi me encerró bajo llave, volvía de noche y con marchas en el cuello, era obvio que se seguía acostando con esa sirvienta.
No comía mucho, solo en la noche cuando Yoongi llegaba los sirvientes entraban con una bandeja. De nuevo estaba perdiendo peso, además de tener orejeras, no podía dormir, Yoongi ocupaba toda la cama al llegar. Esto era un asco, ya no podía aguantar esto más tiempo. Por eso cuando Yoongi se fue intenté salir, pero fui detenido.
— No puede salir — un sirviente en medio de la puerta
— Quiero más comida, es que puede que tu patrón tenga hambre cuando llegue, se molestará si no encuentra algo para comer rápido — sonreí al verlo dudar
— Traeré más comida —
— Sí —
Esperé unos segundos y con cuidado abrí la puerta, no esperé mucho para salir corriendo, fui por la parte norte, por el despacho de Yoongi. Lo escuché y a su amante, estaban entretenidos, por eso aproveché para amarrar la puerta con mi collar, debía retrasarlo si un sirviente me veía. Rápidamente tomé una lámpara y bajé, me escondí bien y cuando los sirvientes subieron y no me encontraron corrí a la puerta, corrí con fuerza.
— ¡Sí! — exclamé cuando le quité el pesado cerrojo a la gran reja, por suerte todos entraron al escuchar el alboroto adentro
Salí sin saber a dónde iría, pero era lo de menos, solo debía alejarme, eso era lo importante.
Continuará...
Lamento la demora, pasó muy rápido el día. Tuve visitas y no pude hacer nada hasta eso. Además de que a última hora estuve dudando de si actualizar o no. No quiero que la historia termine, aún no estoy lista para eso.
Nos vemos el domingo, gracias por seguir leyendo ♡
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