— ¡Mira mamá! — exclamé y empecé a saltar con emoción al ver a los caballos

— Jungkook, tranquilo — me agarró del brazo con brusquedad — compórtate —

— ¡Quiero verlo más de cerca!, ¡Quiero verlos! — exclamé soltándome de su agarre

— ¡Jungkook! —

Corrí hasta estar lo suficientemente cerca, viendo los hermosos caballos. Mi padre hace había comprado más caballos, el negocio familiar había crecido, según lo que escuché de la boca de mis padres somos muy ricos.

— Buenos días, joven Jungkook — reverenció una mujer de piel morena

No respondí a su saludo y simplemente pasé por su lado, mi mamá me había dicho que no tenía porqué cruzar palabras con ellos, que ellos son solo nuestros criados, que ni siquiera debemos de mirarlos a la cara.

— Es muy grande... — dije viendo el nuevo establo que estaban armando

Pasé por todo el lugar, no siempre podía salir de casa, a mi mamá no le gustaba que me ensuciara, aunque yo no entendía porque se ponía tan histérica, solo me baño y quedo de nuevo limpio, no hay problema en eso.

— Que calor — suspiré viendo a mi alrededor — que horror —

Tenía catorce años, casi quince, mi padre decía que era un hermoso omega, de hecho mi mamá ya estaba hablando con sus amistades para un futuro compromiso, así como mi hermano. Él se encuentra ya comprometido, bueno, no está completamente comprometido, pronto vendrán para que mi hermano y el futuro prometido se conozcan.

— Joven Jungkook, su mamá lo busca — dijo alguien a mi lado

— Padre me dió permiso de andar por donde yo quisiera — miré despectivamente a ese hombre

— Su ma-... —

No lo seguí escuchando y me acerqué al establo en construcción, era inmenso, habían hecho uno hace poco, escuché que mi padre tenía planeado hace tres más, uno más chico cerca a nuestra casa.

— Con permiso — dijo alguien a mi lado

Al alzar mi mirada me encontré con un hombre, alfa y joven, detrás de él habían otros alfas cargando los pesados palos de construcción.

— ¿Qué están haciendo? — pregunté con interés, sabía cuál era la respuesta, pero estaba aburrido y quería distraerme con algo

— Construyendo el establo, señorito —

— Ya veo... ¿Cuál es tu nombre? —

— Me llamo Nam-... —

— ¿Cómo se llamas tú? — pregunté al ver a un alfa detrás del alfa con que estaba hablando, era más bajo — dime tu nombre — exigí al ver que no decía nada

Y nunca dijo nada, solo se dió la vuelta y siguió su camino, eso me dejó sorprendido.

— ¿Pero quién se cree? — pregunté sin apartar mi mirada de él

— Discúlpelo, es nuevo, recién a llegado junto con otros alfas —

— ¿Nuevo? —

— Así es señorito, los nuevos han llegado y aún no saben quienes son sus jefes —

— Dueños, somos sus dueños — suspiré con fastidio — ustedes son nuestros esclavos, los compramos para que nos sirvan — pasé por su lado y me dirigí a ese tonto alfa que me había ignorado — ¿Cuál es tu nombre?, te ordeno que me digas tu nombre — lo miré fijamente, pero él ni se molestó en responder — te estoy hablando — me acerqué para agarrarlo del brazo — no me gusta cuan-... —

— ¡JUNGKOOK! — sentí como me jalaron fuertemente del brazo

— Ma-mamá — me quejé por su agarre

— Te dije que no quería verte aquí — me soltó y volvió a su postura recta — llévenlo a su alcoba — de inmediato las sirvientas se pusieron a mis costados

— Aish — me quejé y a regañadientes volví

— Ya te he dicho que no me gusta que salgas, te ensucias, ahora por tu culpa yo también me he ensuciado, mira mis zapat-... —

— ¡Padre! — corrí al verlo, ignorando lo que mi mamá me decía

— Hola, pequeño. Qué alegría me da verte así de radiante — me alzó entre sus brazos, vi a mi hermano a su lado, él era cubierto por una sombrilla que una sirvienta sostenía

— Deberíamos ir adentro, nos vamos a quemar — dijo mi mamá molesta — vamos adentro, ya —

— Solo quería pasear, padre me dijo que podía hacerlo, ¿Verdad que si puedo? — lo miré ternura

— Así es, yo dije eso, lo recuerdo muy bien — acarició mi cabeza — ¿Porqué no te has peinado?, estás muy despeinado —

— Le dije lo mismo, pero es terco, creo que deberiamos mandarlo a un reformatorio, no sabe comportarse — de inmediato miré a mi madre

— No, mamá, no... —

— Entonces obedece, no quiero verte cerca de esos mugrosos —

— Bueno, haré caso — asentí

— Párate bien, peinate, usa corset y ponte tacones — me señaló con su abanico — eres un Jeon, demuestra tu estatus —

— Bien — dije abrazando a mi padre — ¿Puedo tener un caballo? —

— Por supuesto que no — dijo mi mamá — ve a tu alcoba y vístete como es debido —

— Ya, primero comamos — dijo mi padre, él siempre me consentía

Mi mamá no me dejó salir más, puso a los sirvientes a cargo de la entrada, así que era imposible. Tuve que leer y recitar poemas todo el día, también tocar el piano. Cuando empezó a oscurecer el cielo mi mamá ordenó que me bañara, también que me cepillaran el cabello, no me gustaba, mi cabello era muy difícil de peinar, era rebelde.

— Buenas noches, joven Jungkook — dijeron los sirvientes mientras salían de mi alcoba

No pude dormir así que en silencio salí de mi alcoba, no podía dejar de pensar en ese esclavo, así que fui al despacho de mi padre, saqué su látigo y baje a la cocina, me aseguré de que nadie me viera y salí por la puerta trasera.

Busqué a ese alfa, fue difícil, todo estaba oscuro, no quería caer y ensuciarme así que estaba pensando en volver. Pero cuando escuché a un caballero relinchar me acerqué con curiosidad, viendo a ese alfa alimentar a los caballos.

— ¡Te encontré! — exclamé saltando en frente de él

Él solo miró al suelo y siguió haciendo lo suyo, ignorando mi presencia por completo.

— Oye... ¡Te estoy hablando! — golpeé el piso con el látigo — ¡Responde y deja de ser maleducado! —

— No tengo un nombre — dijo en voz baja, pero pude escucharlo

— ¿Cómo que no tienes uno? —

— No —

— Es imposible, todos tienen uno —

— Tengo uno, pero no tiene valor ya que mis nuevos dueños deben de ponerme uno —

— Humm... ¿Cuál era tu antiguo nombre y cuántos años tienes? —

— Taehyung, tengo dieciocho años  —

— Bien, Taehyung — sonreí de oreja a oreja — desde ahora serás mi esclavo personal — dije lleno de emoción — responde, debes de decir; como ordene mi amo Jungkook —

— Como ordene —

— Mi amo Jungkook, dilo —

— Como ordene, amo Jungkook —

— Muy bien — aplaudí — aprendes rápido, bueno, me voy — salí corriendo del establo

Con mucho sigilo entré a mi casa, todo estaba silencioso, entré por la cocina y agarré una manzana. Estaba contento, ya tenía un esclavo personal, le haría hacer todo lo que quería. Estaba subiendo con tranquilidad por las escaleras, pero me detuve al ver a alguien arriba.

— Hermano... —

— Deberías de estar en la cama, Jungkook — me miró fijamente

— No le digas a mi mamá, por favor — subí rápido las escaleras y junté mis manos — no le digas —

— Debo de, estás desobedeciendo la orden de mamá — dijo mirándome fijamente — fuiste a los establos, ella no quiere que vayas ahí, es sucio — arrugó la nariz

— No lo volveré a hacer, lo prometo — alcé mi mano — solo no le digas nada, por favor —

— Bien, no le diré nada, pero no lo vuelvas a hacer — dijo yéndose a su alcoba

Me encerré en mi alcoba y subí a mi cama sin dejar de comer mi manzana, viendo a la ventana, no quería dormir, quería hacer muchas cosas, no tenía nada de sueño, pero sin querer hacerlo terminé durmiendo.

Continuará...

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Los amo. Nos vemos el próximo domingo, o antes. ❤