♧ 18 ♧
(Una semana después)
— Ta-taehyung — me quejé cuando no quiso soltarme — debo de irme — me iré
— Quédate un rato más —
— No puedo, debo volver — agarré sus mejillas — pero mañana volveré —
— Te esperaré —
— Sí — me alejé de él y entré corriendo a mi casa
Miyeon me ayudó, entrábamos al baño de los sirvientes y ella echaba agua caliente con yerbas encima mío. Ella no me decía nada al respecto, solo me ayudaba, estaba agradecido con eso, pero tenía algo de desconfianza, no importa si hemos pasado años juntos, ella es sirvienta de los Min, su lealtad va dirigida a ellos, no a mí.
Estaba emocionado, Yoongi y mi padre se irían mañana, no habían podido irse antes por unos pedidos que tenían que supervisar, pero ya que han terminado por fin se irán.
— Te queda lindo el vestido — dijo Yoongi mientras se ponía su corbata y Miyeon me ayudaba con el corset
— Gracias, es uno de mis favoritos — sonreí
— Me gustaría llevarte conmigo al viaje, pero un omega se aburriría en estos asuntos, no están hechos para ustedes —
— Entiendo. A mí tampoco me da gracia estar todo el día sentado mirando a alfas viejos hablar de negocios, suena aburrido —
— Lo es — se río de forma extraña
— Joven Jungkook, ya está listo —
— Gracias Miyeon — fui a mi tocador — ¿Cuántos días demorarán? —
— Ayer preguntaste lo mismo... ¿Porqué tienes tanto interés en eso, amor? — puso sus manos en mis hombros
— Porque me gustaría recibir a mi esposo con un banquete, quiero organizame con tiempo —
— ¿Y tu anillo? —
— En el cajón, ya te dije que no me gusta sacarlo, no quiero perderlo, es muy valioso —
— Úsalo de todos modos, todos deben de saber de que eres mi esposo — se acercó y besó mi mejilla — hueles raro — dijo sin alejarse de mí
— Miyeon me da un baño de yerbas, es para evitar que los mosquitos me piquen —
— Entiendo — se alejó y arregló su traje — bajemos, dame una buena despedida —
— Sí... —
Desayunamos todos juntos, mi madre hizo un drama, pidiéndole a ambos que se cuiden, la gran Kim Jisoo siempre es tan dramática, realmente es molesto.
— Cuídate — me acerqué a Yoongi para darle un beso en la mejilla
— Al menos finge que me extrañarás — me agarró del mentón y besó — pórtate bien —
— Sí... — me alejé
Cuando ambos se fueron mi madre nos llevó a la sala, estaba hablando con Jimin de los preparativos para su boda, ya solo faltaban semanas. Por eso habían ordenado que todo el jardín esté cortado y las flores bien cuidadas, también habían mandado a algunos esclavos a tallar sillas y adornos.
— ¿Cuándo llegará? — pregunté al sentirme ignorado — tu prometido — noté como Jimin se puso tenso
— Dos semanas antes de la boda —
— Estamos ya remodelando todo, los cuartos de invitados que no se usaban ya están siendo estrictamente limpiados, cada centímetro. Todos vendrán para la boda, incluso los señores Min — esta vez fui yo quien se tensó
Mi vida en la mansión siempre fue un horror, si bien siempre paraba en mi alcoba, al principio no fue así. Los señores Min siempre me decían lo afortunado que era de que sea parte de ellos. Además ellos fueron los que pusieron a Miyeon a mi lado, diciendo sin ningún filtro que podía salir embarazado de algún sirviente. Fui realmente humillado, muchas veces. No podía ni mirar a un sirviente porque de inmediato empezaban a hablar de mí. Decían que así como estuve a punto de darle un hijo a un asqueroso sirviente debería de también darle un hijo a Yoongi. Me enfermaba estar cerca de ellos.
— Iré a mi alcoba, no me siento bien —
— ¿De nuevo? — mi madre me miró mal — si sigues así de débil jamás tendrás descendencia... espera, ¿Será que ya estás embarazado? — preguntó con emoción
— Pff — Jimin se empezó a reír, mi madre lo miró interrogante, pero él solo se dedicaba a reír
— No lo creo, solo estoy cansado, la vida de una pareja de casados no es fácil, sobre todo en la noche — de inmediato Jimin paró de reír
— Seguro lo es, hermano. Deberías de dejar de bañarte con esas yerbas, apestas —
— Ay, es verdad. No sabía que eras tú — mi madre se puso de pie y salió de la sala
— ¿Crees que estés embarazado? — preguntó en voz baja — no lo creo, Dios no permitiría que una zorra como tú tenga hijos, serían una peste —
— ¿Aún si son de tu querido Yoongi? —
— No serán de él, sabemos de quien — agarró su té cuando madre llegó
— Así está mejor — me echó un perfume encima — ya no uses esas yerbas, apestas —
— Iré a descansar — salí de la sala
(Cinco días después)
— A-ah —
— Hmm —
— Taehyung, sí... —
Estábamos en el establo nuevamente, ambos completamente desnudos, sintiendo nuestros cuerpos sudado de sudor y fluidos.
— Sí, sí, sí, más —
— Jungkook... — susurró contra mi boca
— Taehyung... — cerré mis ojos cuando me corrí
Taehyung salió de mí y se corrió en mis piernas, ambos nos abrazamos, escuchando nuestras respiraciones agitadas por un buen rato.
— ¿Debería irme? —
— Un rato más — dijo poniéndome encima suyo — estás tan delgado... ¿Estás comiendo bien? —
— Lo hago — puse mis brazos en su pecho
— ¿Qué flor te gusta? —
— ¿Flor? — lo pensé — no tengo ninguna en especial, ¿Porqué preguntas? —
— Por nada — sonrío
— ¿Tú estás comiendo bien? — pasé mis manos por su pecho — tu sí deberías de comer mucho, tu trabajo es mayor que el mío, yo solo me siento en mi balcón, pero tú no, haces muchas cosas —
— Estoy comiendo bien, las canasta de que das me ayudan —
— ¿Te gusta lo que envío? —
— Sí —
— Me alegro — suspiré — Taehyung, pronto será mi cumpleaños y me gustaría salir —
— ¿Salir? —
— Ir a un campo de flores, correr descalzo, sentir el viento sobre mi cabello suelto y rodar en el suelo, quiero eso —
— ¿Seguro que eso quieres? —
— ¿Porqué preguntas? —
— Es que a los de tu clase mayormente les gusta evitar la tierra, como tu hermano, o tu madre, o tu padre, o tu esposo... —
— Soy diferente a ellos, yo quiero sentir otras cosas, estar con corset todo el día es completamente agotador, y esos tacones, uhg —
— Hmm — me abrazó — un día serás libre, ya lo verás — pegó nuestras frentes
— Sí... — cerré mis ojos — vamos a dormir un poco —
(Cuatro días después)
— ¡Mi amor! — exclamó mi madre abrazando a mi padre
Yo solo los miré desde mi balcón, tenía dolor,de cabeza así que no quería bajar. Estaba solo en camisón, viendo como el cielo estaba cálido, ya eran las tres y seguía estando cálido, la primavera había empezado después de todo.
Iba a entrar a mi alcoba pero vi a Yoongi mirarme, su mirada lo dijo todo, está molesto porque no bajé a recibirlo. No me importó y me adentré para echarme en mi cama, seguro tomarían o charlarían un buen rato ahí abajo.
Yoongi no subía, Miyeon entró con un poco de comida y me dijo que los señores estaban molestos, no le di importancia y comí. Miyeon cada cierto tiempo me traía un poco de comida y me decía lo que sucedía, al parecer estaban celebrando algún trato.
— ¿Va a salir? —
— Sí — me puse mis zapatos — están celebrando, no se darán cuenta si no estoy —
— No — se puso en medio de la puerta — es peligroso que salga, joven Jungkook —
— Miyeon — me molesté — tú no eres nadie para decirme qué hacer —
— Joven Jungkook, es peligroso —
— No. Apártate de mi camino —
— No —
— Miyeon... —
— Es peligroso —
— ¡Apártate! — la empujé — no pasará nada, tranquila — sonreí
Bajé lentamente por las escaleras, ellos estaban en la sala, así que no me verían pasar hacia la cocina.
— Joven Jungkook — dijo Lily, una sirvienta de mi madre poniéndose en frente mío — usted no debe de estar aquí —
Lo había olvidado, los sirvientes están dentro de la casa hasta la una, aún faltaban cuatro horas.
— Sólo será un momento — intenté pasar por su lado
— Este no es su lugar — me agarró del brazo
— Déjame pasar... —
— ¿¡Qué le hace al joven Jungkook!? — Miyeon apartó a Lily de mí
— Este no es lugar para los patrones, por favor joven Jungkook, retírese —
— Joven Jungkook, es mejor irnos... — susurró Miyeon
— No. Voy a salir —
— ¿Tiene el permiso de la señora de la casa? — se puso en frente de la puerta
— No lo necesito — quise apartarla pero alguien me agarró del brazo
Volteé listo para reclamar pero me detuve al ver a Jimin, él miró a Lily y después a Miyeon y último a mí.
— ¿Qué haces aquí? —
— Yo... —
— Ven conmigo — me jaló del brazo
— Jimin suéltame, me haces daño —
— Cállate —
— Este no es tu asunto, déjam-... — me detuve al sentir un golpe en mi mejilla
— Es mi asunto, hermano — retroció sin dejar de verme — ¡MADRE! —
— Jimin... — quise tapar su boca pero él me empujó
— ¿Qué sucede? — mi madre se acercó
— Nada madre — dije de inmediato, pero mi madre me ignoró y miró a Jimin
— Jungkook, de nuevo lo está haciendo —
Mi madre me miró con ira, se acercó tan rápido a mí que ni pude reaccionar, ni siquiera cuando su golpe impactó en mi mejilla.
— ¿¡PORQUÉ ERES ASÍ!? — gritó sin dejar de golpearme — ¡TE HEMOS DADO TODO!, ¿¡PORQUÉ NOS PAGAS DE ESE MODO!? —
— Ma-mamá —
— Esta vez tu esposo lo sabrá — me agarró del brazo
— Mamá, no... — me quise soltar
— Ven maldita puta —
— Ma-mamá... —
Ella me arrastró hasta la sala. Con dificultad por las lágrimas que descendían de mis ojos logré ver a mi padre, él me miró con preocupación, algo que no he visto en tiempo, no dirigido a mí.
— ¿Qué sucede? — preguntó mi padre
— Esa zorra, eso pasa —
— Suegra, ¿Porqué trata así a mi esposo? — escuché la voz de Yoongi
— ¿Porqué?, porque lo volvió a hacer — me volteó, haciendo que quede en frente de Yoongi
— Ah... — Yoongi se puso de pie con su copa en mano — oh, pequeño Jungkook — miró su copa — ¿¡No tienes vergüenza!? — tiró la copa al suelo
— Yo-yo solo quería salir a pasear — miré al piso
— ¿En serio?, ¿Lo juras? — yo asentí de manera errática
— No mientas — Jimin se acercó — Yoongi, te está mintiendo, yo lo vi... anoche, todas las noches —
— ¿Y si lo viste por qué no dijiste nada? —
— Yo no soy quién para decírtelo, no me corresponde —
— Mírame... ¡Mírame! — Yoongi me agarró del mentón — ¿Juras que no lo estás volviendo a hacer? —
— Yoongi... —
— ¿Lo juras? —
— Lo sien-... —
— ¡MIERDA! — me tiró al piso — ¡ERES UNA MIERDA! — fue lo último que dijo antes de irse
— Siempre lo arruinas, siempre — escuché la voz de mi madre — ¿Qué hice para tener un hijo así?, Dios mío —
— Ponte de pie — mi padre se puso en frente mío
— Lo siento — dijo sin apartar mi mirada del piso, viendo mis manos llenas de sangre, había caído sobre la copa rota, en mis rodillas también podía sentir los cristales — lo-lo siento —
— ¡PONTE DE PIE! — sentí como era jalado con brusquedad del cabello — ¿Sabes lo que acabas de hacer?, ¿Tienes idea? — me miró con odio — ya había cerrado un trato, pero ahora por tu culpa habrá un retroceso, ¿Sabes cuánto le debo?, nos quedaríamos completamente quebrados sin él — jaló más fuerte mi cabello, haciéndome alzar mi cabeza — ahora ve y consuelalo —
— ¿Có-cómo? —
— Dale un hijo, haz algo bueno en tu vida, haz eso maldita sea — me empujó — y vete de una vez, si no te golpearé —
— Sí... — subí con dificultad las escaleras
Entré a mi alcoba, vi a Yoongi sentado en la cama. Haría lo que mi padre dijo, así que me quité con dificultad el vestido, dolía ya que mis manos tenían los pedazos de cristal en él.
— ¿Tan miserable eres a mi lado? — preguntó cuando me acerqué a él tan solo en ropa interior — responde —
— Sí — de inmediato lo escuché reírse
— ¿Acaso sabes lo afortunado que eres de estar conmigo?, nadie hubiera querido casarse contigo luego de lo que sucedió. ¿Quién se querría casar con una puta?, yo lo hice, porque eres bonito, te salvé y te di estatus, ¿Y así me pagas? — me empujó
— Lo siento — bajé la cabeza
— ¿¡Y de qué me sirve eso!? — me empujó con más fuerza, haciéndome caer al piso — te voy a enseñar a que conmigo no se juega, Jungkook — me agarró del brazo y tiró a la cama
Yoongi siempre había sido rudo y tosco, estaba acostumbrado a eso, pero ahora era difícil, lo estaba haciendo mucho peor. Me mordía, desgarrando mi piel, me arañaba haciéndome sangrar y me sujetaba fuertemente del cuello, asfixiándome.
— Ni para esto sirves — se alejó de mí — haz algo, pareces un muerto — me miró fijamente — ¿Me estás escuchando? —
No podía, me dolía el cuerpo. Quería alejarme de él, pero no podía, y no quería llorar, me estaba aguantando hacerlo, porque sabía que eso le gustaba y si lo hacía seguiría. Se durmió luego de un rato, con mucho esfuerzo logré moverme y encerrarme en el baño, no podía salir, y quería, quería ver a Taehyung.
— A-ah... — intenté callar mi llanto
Estaba sentado en el frío piso, viendo la oscuridad y deseando que me trague, porque ya estaba harto, no quería más esto, solo quería irme a un lugar donde nadie me diga que hacer, solo quería desaparecer.
Continuará...
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