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—Ah, ah, ah, mmmm... Me encanta, me encanta tanto. Ah... —Taehyung abrió la boca y levantó la barbilla ante la sensación de calor que estaba teniendo en la parte inferior de su cuerpo.
Las gotas de sudor brillaban en ese hermoso pecho, tan blanco como la nieve y suave como la piel de un durazno. Luego, sus brazos se extendieron en su dirección y le acarició la cara.
—Ah, Jungkookie... Más. Más...
—Ah, Taehyung... Dios, Taehyung.
—Sí, Jungkook, aquí estoy. Yo... ¡Umm!
Taehyung, sentía que se estaba derritiendo sobre la cama, movió su pelvis aún más vigorosamente como si estuviera deseando que ese enorme pene llegara más profundo dentro de él. Luego, subió ligeramente la mirada y entonces, apareció el rostro de su querido amigo, con la frente arrugada, las mejillas, las orejas y el cuello completamente sonrojados bajo el cabello empapado de sudor. Sus labios dejaron escapar un suspiro impresionante, y luego un jadeo desapareció cuando presionó la boca contra su boca y, cuando lo miró a los ojos, los labios rojos de Jungkook se abrieron de par en par otra vez y entonces le dijo:
—Taehyung, tengo que decirte algo...
—Dime...
—Yo, yo siempre te he.... Ding, ama.... Ding, son las 5:35 de la mañana. —Taehyung se sorprendió por el sonido mecánico de la voz de una mujer, que había salido inesperadamente de la boca de Jungkook y entonces, visiblemente confundido, se despertó de su sueño.
Se levantó de la cama, suspiró profundamente, y miró la pantalla de su teléfono celular. Allí, el despertador flotaba en su wallpaper de color negro, con un número debajo que decía "5:35 am" y un montón de mensajes que le deseaban los "Buenos días."
Su cuerpo estaba somnoliento y sudoroso, como si acabara de tener una aventura sexual, y el corazón no dejaba de palpitar con fuerza debajo de su pecho. Por si acaso, miró la manta. Naturalmente no había nadie debajo de ella pero había un pene que lo saludaba dignamente con una reacción diferente a la que tendría algo fisiológico.
Entonces se abofeteó la mejilla con tanta fuerza, tan abruptamente, que sonó como si hubiera ocasionado una pequeña explosión en su cara. Fue tanto así, que la silueta de sus dedos comenzó a ser claramente visible en su piel y en parte de ese mentón hermosamente angulado.
—Estás... ¡Eres un idiota! ¿Qué mierda te está pasando? —Plenamente consciente de la situación en la que se había metido, dejó escapar un largo y terrible suspiro y luego, se tapó la ingle con la manta arrugada, se agarró la cabeza y escupió un montón de groserías un poco subidas de tono. ¿Acaso esta era una prueba de que estaba insatisfecho sexualmente? Se rascó el cabello de manera molesta y arrugó las cejas al sentir el pecho completamente congestionado. Las cejas se le juntaron al máximo hasta que se crearon arrugas muy profundas y volvió a maldecir, más veces de las que podía contar. No era un adolescente así que, tener un sueño húmedo con su mejor amigo era tan...
Tan...
Incluso después de que sonó la alarma, se quedó sentado en la cama sin comprender completamente lo que pasó. Todo su cuerpo estaba somnoliento y de pronto, hasta sintió como si su energía hubiera sido succionada desde sus pies hasta el centro mismo de su cabeza. Era vergonzoso ver a Jungkook penetrando su culo, aunque sea en sueños, y fue todavía más impactante descubrir que estaba terriblemente excitado por eso.
Pero no era la primera vez que soñaba con él.
En la preparatoria, Taehyung comenzó su desarrollo sexual de la mano de su mejor amigo Jeon Jungkook. En ese momento, él era joven y ya que siempre estuvo tan apegado a él, en realidad no le sorprendió mucho que digamos cuando comenzó a aparecer en su cabeza tan constantemente todos los días, jadeando y diciendo que le gustaba la manera en la que le hacía el amor, porque sí, la primera vez de Jungkook fue con Taehyung.
Ahora era diferente. Se trataba de una situación en la que el número de parejas sexuales que tenía en la lista de números de su teléfono celular superaba a los 30. No necesitaba otra pareja en su vida, pero incluso con tantas opciones, se sintió como si su cuerpo siguiera necesitando el cuerpo de Jeon.
Entonces sacudió la cabeza enérgicamente, como un perro que tenía la piel mojada. Al parecer, fue más impactante de lo que quería aceptar eso de haber pasado la noche con su amigo recientemente.
Se sintió un poco aterrador.
Se levantó de la cama, con la ingle cubierta con una manta, y caminó temerariamente hacia el baño. El edredón, manchado de semen, estaba siendo arrastrado por el suelo como un rabito que salía de entre sus piernas y que se extendía por todo el camino hacia donde fuera que caminara. Y luego cuando salió de la ducha, (en la que había estado largamente para quitarse las molestias), se secó el pelo mojado con la secadora y se arregló la cara para no verse tanto como un "cadáver."
Debido al cambio en el horario del hospital, ahora tenía que trabajar en el turno de día y por supuesto que sintió que era condenadamente difícil eso de ir a trabajar tan temprano un lunes. La luz del sol apenas estaba apareciendo y además, estaba bastante fresco fuera de la ventana.
El hospital estaba ocupado hoy. Había un informe de que la sala de enfermería estaba vuelta un terrible caos debido a la escasez de personal y de un flujo de doctores residentes acaparando todo el departamentos de anestesia y quirófano.
Originalmente, se asignaba una estudiante a cada enfermero de base y era entonces común que se recibieran tres semanas de capacitación especial. Por eso mismo, la semana pasada fue la última orientación para Park Jimin y, muy amablemente, Taehyung lo liberó por completo de toda responsabilidad existente.
Los hospitales universitarios tenían un horario fijo para las nuevas contrataciones e, incluso aunque pasaran la entrevista inicial, era muy común esperar hasta que se emitiera el comunicado oficial en lugar de ingresar a la empresa inmediatamente. Después de darle a Jimin un duro entrenamiento laboral, se le asignó un nuevo precepto y comenzó otras tres semanas de nuevo entrenamiento pero en un nivel más superior.
En el hospital, la proporción de nuevos estudiantes y doctores siempre fue muy alta, pero esta vez, había más estudiantes de los que había alcanzado a contar.
Entró en la sala de espera para dar la bienvenida a los nuevos estudiantes de enfermería, pareció estar atragantándose todo el tiempo debido a las terribles ganas de vomitar que le estaban ocasionando su olor. Se ató la mascarilla con fuerza para intentar tranquilizarse, pero las náuseas siguieron durante toda la discusión.
Les enseñó secuencialmente los parámetros de una cirugía organizada, comenzando con los conceptos básicos para verificar un cronograma, y los pasos exactos que tenían que seguir antes, durante, y después.
—Entonces, vamos a empezar la clase aprendiendo del doctor Jeon. Es a quien vamos a asistir hoy. Hagan lo que les dije y verán que todo estará bien.
Jung Hoseok, uno de los nuevos estudiantes, aguzó el oído y asintió muy rápidamente con la cabeza. Era un hombre muy lindo e inocente, literalmente parecía un rayo de sol, además de ser sexy hasta la locura y lógicamente, lo que estaba pensando se reveló en su rostro y se sintió como si estuviera dejando salir su parte animal.
—¿Estás nervioso?
—La verdad es que sí.
—Bueno, es una colecistectomía laparoscópica muy simple. Es pan comido.
—¡Sí, señor!
—Entonces, pongamos la mesa ahora.
Taehyung verificó el arreglo de la sala, le dio instrucciones muy específicas para la desinfección y en un momento dado, de pronto le entregó una túnica al estudiante que seguía con su pequeña libretita bien sujeta entre las manos. Debido a que el quirófano era un poco frío, los recién llegados, que ingresaban por primera vez, a menudo decían tener muchísimo frío todo el tiempo. Además, a veces tenían que quedarse quietos en el quirófano durante varias horas sin hacer nada, por lo que veía como temblaban de frío hasta que les dolía la mandíbula.
—Hace frío adentro, así que ponte esto. No quiero que te vayas a enfermar.
—... GRA-GRACIAS.
¿Ya había dicho que no podía borrar sus viejos hábitos? Taehyung tenía una sonrisa específica que sólo mostraba cuando coqueteaba y entonces, aunque estaba cubierto por una mascarilla desde la nariz hasta la barbilla, sus ojos estaban sutilmente curvados, haciéndolo lucir tan guapo como un modelo en un drama de televisión. Entonces, la punta de las orejas de Hoseok se le pusieron un poco rojas y fue evidente que hasta se había puesto un tanto nervioso en su presencia.
Y después de confirmar que Jimin entrara, llevó a Hoseok a lavarse las manos para que viera la manera correcta en la que se realizaba. Pero Jung, cuya punta de las orejas todavía estaba roja, se juntó demasiado a la parte inferior del cepillo quirúrgico.
—Enfermero, por favor no se acerque demasiado. Recuerde que puede contaminarse de nuevo.
—Ah, sí...
Luego Taehyung ingresó a la sala de operaciones, terminó de vestirse con la ayuda de Jimin y comenzó a preparar la mesa y los campos estériles. Miró a Hoseok y le hizo algunas advertencias bastante sutiles sobre lo que tenía que esperar a continuación. Pensó que sería muy incómodo para él al momento de asistir al cirujano porque era delgadito y se veía muy frágil.
—Enfermero Jimin, ayude al enfermero Hoseok por favor.
—Vaya, Taehyung. ¿Por qué estás siendo tan amable hoy?
—Soy amable por naturaleza.
Tan pronto como terminaron de poner la mesa, el paciente y el resto del equipo médico entraron sin falta. Nuevamente, la doctora encargada del departamento de anestesia era la señorita Kim Yeri porque, claro que siempre estaba bien metida en el mismo quirófano en el que estaba Jungkook. Era tanto así, que llegó al punto de preguntarse si era posible que viniera a propósito para verlo.
Mientras la observaba, monitoreando la pantalla que estaba a su derecha, Jungkook entró de inmediato para empezar con la operación. El paciente cayó en un sueño profundo antes de contar hasta diez y entonces, comenzaron a moverse como una orquesta bastante bien organizada. Tenían que decir que, ciertamente, eran una pareja fantástica cuando estaban juntos en la misma sala. Taehyung ni siquiera dudaba en entregar lo que necesitaba y, como compañeros desde hace muchísimo tiempo, antes de que Jungkook extendiera su mano para empezar con el siguiente tratamiento, ya tenía sus herramientas completamente listas para él. Ninguno decía nada, sino que reemplazaron todas las señales con miradas intermitentes y pequeños gestos que nadie más podía descifrar. Fue una operación fácil en realidad, pero todo el movimiento de los dos, sin mover las manos y con una sola voz, se veía impresionante a los ojos de Jimin, que aún era estudiante, y de Hoseok, un recién llegado.
La semana pasada, debido a cierto incidente entre ellos, se sintió tan incómodo con Jungkook que no quería ni verlo. Pero de hecho, no había nada más estimulante que entrar a cirugía con él. Ya conocía todas las herramientas y hábitos que utilizaba con frecuencia y como había estudiado para ser doctor, a menudo fue objeto de varias sesiones de formación práctica. Por supuesto que también fue el caso de Jungkook y entonces, cuando la cirugía estaba a punto de finalizar, hizo una revisión final con el endoscopio y le preguntó a Taehyung:
—¿Se va a ir a casa después de su turno, enfermero Kim?
—No de inmediato. Quedé de ir con mis compañeros a beber algo, doctor ¿Quiere venir con nosotros? Será divertido. —Respondió mientras organizaba el equipo.
—Tengo una cita hoy.
—... AH.
—Entonces solo seremos nosotros. —Dijo el residente, que los estaba escuchando atentamente a los dos. Era un médico de base que era muy amigo de Taehyung porque, de hecho, las únicas personas que no eran cercanas a él en este hospital eran Kim Yeri y los recién llegados.
—¿Tiene un asunto importante que atender, doctor?
—Se podría decir que sí.
Como todavía estaba en la sala de operaciones, utilizaba palabras respetuosas con Jungkook y trataba de marcar una línea de respeto bastante clara. Levantó ligeramente las cejas ante las palabras de su supuesta "cita" y luego las bajó para ayudar al residente a contar todo el material. Luego, comenzó a extender la gasa y finalmente cortó la sutura ante el sonido de "primer corte".
Miró a Jungkook otra vez, no le resultaba muy familiar que tuviera una cita que atender. Es más, se tragó la pregunta "¿Cita con quién?" Y "¿A qué te refieres exactamente con cita?" y lo miró por cuarta vez en menos de dos minutos. Jungkook lo miró también.
—¿Pasa algo, enfermero Kim?
(No sé, tú dime)
—Nada.
Después de la cirugía, le explicó al nuevo estudiante sobre el conteo y la limpieza, y también sobre la importancia de hacer todo en voz alta para mantener un buen registro de la situación. El trabajo se terminó cuando los últimos elementos utilizados se envolvieron meticulosamente en un paño azul de herramientas.
—Doctor Jeon.
—Dime.
—¿... Va a terminar rápido con su cita? Me gustaría que me diera su opinión sobre casas disponibles en la zona. Ya sabe, como vive por aquí...
—¿Casas?
—Sí, quiero mudarme con un compañero de trabajo para ahorrar dinero. Pero, aunque él me dijo que podía estar en su casa, yo pensé que, bueno que sería bueno si... Compramos una desde cero.
Después de todo, realmente pensó que sería más emocionante si tenían un contrato completamente nuevo y mayores responsabilidades conjuntas, Jungkook pareció captarlo de inmediato.
—Claro, enfermero Kim. Haré lo posible por aconsejarle bien.
Después de salir de la sala de operaciones, miró la hora y le dijo a Hoseok, que le seguía, que no tenía que sobre esforzarse porque era el "chico nuevo" y después de todo, un recién llegado no tenía responsabilidades que le hicieran quedarse hasta tarde organizando o haciendo papeleo.
Por la tarde, el quirófano estaba en silencio. Taehyung, que estaba medio acostado en la sala de espera, con una sensación de relajación que no había sentido durante mucho tiempo, caminó lentamente y fue a la máquina expendedora para buscar algo de tomar y entonces, una figura familiar quedó atrapada de inmediato en sus ojos. Era Jungkook, un hombre, alto, precioso y de buen cuerpo, que además tenía todavía su bata blanca. Estaba hablando con alguien, pero esa persona era invisible debido al ángulo que habían tomado los dos, mantuvo las manos en los bolsillos y movió la cabeza hacia adelante y hacia atrás como para ver con quién estaba hablando y entonces... Resultó ser Kim Yeri, la maldita anestesióloga.
Taehyung dejó de caminar y los miró a los dos desde la distancia. Jungkook estaba de espaldas, por lo que no podía ver su expresión. Pero había una sonrisa impresionante en la cara de Yeri, quien siempre se veía bastante fría. Era una expresión típica que solo se mostraba en alguien que estaba enamorado.
Taehyung se hizo más chiquito y se acercó otro poquito. Ahora que lo pensaba, la última vez que compraron una taza de café, en la cafetería del hospital, él dijo que iba a invitarla para la próxima.
Pero maldito infeliz ¿Iba a tener una cita con ella?
El hospital era un lugar aburrido. No, para ser precisos, era un lugar concurrido y agitado donde no había tiempo para pensar en tus propios asuntos personales debido al puto estrés y precisamente como todos estaban tan enfocados en cuidar a los pacientes, sus vidas empezaron a decaer tanto que, como resultado, los rumores siempre se extendían rápidamente igual al fuego en un bosque.
"Fulanito y Sutanito estaban pasando el rato en el pasillo." "Fulanito y Sutanito estaban tomados de la mano en la parada del autobús después del trabajo."
Si alguien daba un motivo, al menos uno pequeñito, al día siguiente los rumores comenzaban a correr por todo el hospital y las personas empezaban a decir que esos dos eran "La pareja del momento". Como era de esperar, los ojos del personal del Departamento de cirugía, que miraban a Jeon Jungkook y Kim Yeri , estaban atentos a las novedades.
—Parece que realmente están empezando a salir.
Taehyung lógicamente pensó que era algo COMPLETAMENTE imposible que eso llegara a ser cierto, pero al verlos a los dos conversando en el vestíbulo, algo no se sentía del todo... Normal. Tenía un montón de pensamientos fatalistas en la mente y hasta había comenzado a ponerse increíblemente nervioso de la nada.
El hombre, con una expresión ligeramente arrugada, desvió la mirada, tratando de ocultar el hecho de que los había estado siguiendo desde hace casi diez minutos como si fuera un puto acosador y en ese momento, sus ojos vieron a Jung Hoseok, saliendo de la oficina de asuntos generales.
—Enfermero Jung
—¿Profesor?
Cuando le pidió que se acercara, Hoseok corrió hacia él como un gorrión persiguiendo la mano que le daba de comer. Verlo con su tarjeta de identificación alrededor del cuello le recordó el día en que utilizó la suya por primera vez, así que sonrió, pero al mismo tiempo se lo estaba llevando el carajo.
Taehyung habló con él en un intento de aliviar su corazón inquieto debido a la cercanía de Jungkook con la anestesióloga.
—¿Quieres entrar conmigo a tomar un café? Te invitaré a lo que quieras.
—¿De verdad? ¡Muchas gracias!
Hoseok sonrió y se paró junto a Taehyung, que había estado sintiendo náuseas por el olor de sus otros compañeros durante días, bajó la guardia ante la idea de lo afortunado que era de parecer que el olor de Hoseok no le resultaba desagradable, estaba un poco más aliviado ahora, y le sonrió muy, muy honestamente.
Compró café para él en la cafetería del primer piso y se dio la vuelta para buscar a Jungkook y Kim Yeri, que estaban parados un poco más lejos de donde estaba él. Tenían una taza entre las manos y estaban viendo el menú de los postres, sonrió fingiendo que todo estaba muy bien y se sentó en una de las dos mesas que estaban vacías.
Como recién llegado, alguien que acababa de dar sus primeros pasos en el mundo de la medicina, Hoseok tenía muchas preguntas que hacerle al jefe de enfermeros así que respondió amablemente a cada una de ellas con una sonrisa de verdad muy bonita, eso fue hasta que Jungkook y esa mujer, (la doctora) se sentaron en la mesa de junto. Bueno, de hecho era el único asiento vacío del lugar, pero esta situación se sintió como estar recibiendo una "declaración de guerra" de su parte, así que prendió y apagó su teléfono casi sin darse cuenta de que lo estaba haciendo.
—¿Debería mudarme un poco más cerca del hospital? Lo escuché hablar en el quirófano así que ¿Todos los demás doctores viven por aquí?
—Es común hacerlo porque todos tienden a recibir llamadas frecuentemente. Deberías considerarlo. —Mientras respondía la pregunta de Hoseok, continuó jugando con su teléfono celular contra la mesa. Sin embargo, estaba más preocupado por la historia de Jungkook y Yeri, que estaban sentados a su lado, que por la de Hoseok sentado justo al frente de él. Quería escuchar que maldita cosa estaban diciendo así que, lentamente, se fue acercando y acercando en dirección a la otra mesa.
—Pues... Dijeron que sería mejor vivir a 30 minutos del hospital.
—No te preocupes por eso, es mejor disfrutarlo al máximo cuando eres nuevo. Deja que todo fluya.
Ante las palabras de Taehyung, Hoseok levantó ligeramente las comisuras de la boca, suspiró y continuó hablando tímidamente, cuando estaba así de avergonzado y nervioso, entonces comenzaba a parecer mucho más joven que su edad.
—Tiene razón, me he preocupado mucho por nada.
—... FUE UN TRABAJO EXCELENTE, DOCTOR.
Taehyung escuchó las palabras de Hoseok y escuchó la historia de la mesa a su lado al mismo tiempo. Como era de esperar, había silencios muy largos entre esas dos personas porque originalmente no eran muy habladoras que digamos. ¡Y eso lo estaba poniendo de malas!
Decidió no prestar más atención a la mesa de al lado, donde solo estaban tomando café, y conversar en serio de algo con Hoseok.
—Después de estos días, se me acumulan las vacaciones anuales y dejo de estar de guardia por una semana más o menos ¿Qué tal si vamos de viaje juntos? Conozco un...
—¿¡Qué!? —Cuando Taehyung escuchó esas palabras, pudo sentir una mirada terriblemente punzante en su cabeza. Miró a su alrededor y entonces, vio a Jungkook, en la mesa de al lado, mirándole como si no se diera cuenta de que lo estaba haciendo para empezar. Taehyung, que hizo contacto visual con él, lo observó de la misma manera y murmuró:
—¿...Qué dijiste?
—Nada.
Así que el hombre se dio la vuelta.
—... Bueno, te decía, si no estas muy ocupado ¿Te gustaría cenar conmigo hoy? —Kim Yeri, quien dejó su taza de café primero, le sugirió esto a Jungkook.
—Por supuesto que Sí. —Le respondió y remarcó ese SÍ a propósito.
—¿¡Qué!? —Taehyung arqueó las cejas ante la respuesta que salió sin vacilar de los labios de Jungkook.
En este punto, pensó que los dos realmente no se llevaban bien pero, de repente, la imagen de Jungkook, casandose con Kim Yeri, pasó rápidamente por su mente como si fuera una película de terror. Tomó un gran sorbo de su americano helado casi como si tuviera muchísima sed y mientras masticaba el hielo frío entre sus muelas, se fue acercando a su mesa, más y más para tratar de escuchar dónde carajo iban a ir a cenar.
De alguna manera era molesto. Sintió que estaba perdiendo ante la anestesióloga por alguna razón así que comenzó a decirle palabras a Hoseok que ni siquiera tenían sentido para él.
—Entonces TE RECOGERÉ EN MIS VACACIONES. Está de camino de todos modos, así que PASARÉ POR TI cuando me digas. Pero el problema es que no soy muy bueno en las rutas así que ME TIENES QUE ENSEÑAR EL CAMINO. —Subia la voz cada tanto a propósito para hacerse escuchar.
—Ah... No. está bien. Solo es un viaje en autobús.
—Para nada. Iré contigo. Hasta podemos CENAR JUNTOS.
—Vaya, usted es muy bueno conmigo.
Como reacción a sus palabras, Taehyung le mostró una sonrisa muy amable y extendió la mano en su dirección. El rostro del nuevo enfermero se puso un poco rojo ante su maravillosa expresión, porque, después de todo, cuando él, un hombre tan apuesto parecía tan interesado, era imposible resistirse. Hoseok era tímido, pero no pudo ocultar su emoción y al verlo sonrojarse... Taehyung inmediatamente se arrepintió de todo lo que había hecho con él.
Cuando escuchó a Jungkook diciendo que iba a salir con ella, las palabras solo salieron y terminó por darle falsas esperanzas a un jovencito que no tenía nada que ver con esto. Era la regla de oro de Taehyung, no ser tan íntimo con nadie, pero se pasó de la raya esta vez. Nunca había llevado a nadie en automóvil y nunca le pidió a nadie ir a cenar. Menos con un compañero del mismo hospital.
Él solo quería...
Solo quería que...
—Bueno, maestro Kim. Ya han pasado 30 minutos así que voy a subir primero. Tengo que ir a trabajar.
—Sí... Yo te alcanzo.
—Disfrute su comida.
Taehyung envió a Hoseok primero, bebió el resto del café y miró discretamente a Jungkook sin darse cuenta de que lo estaba haciendo.
—... ¿CREES QUE ALGÚN DÍA PUEDA IR A TU CASA?"
¡Wow!
Solo... Alto allí, LOCA.
A ver, ni siquiera era una casa donde viviera solo. Bueno, sí. Pero estrictamente hablando, iban a comenzar a estar allí los dos, juntos. Le propuso estar con él en un lugar nuevo así que iban a a ver trámites y casas y... ¿Qué demonios con la maldita? ¿Qué era eso de ir a su casa? ¿¡Y por qué no le dijo que no!?
Taehyung creyó tener fiebre dentro de él cuando pensó en Jungkook, quien estaba disfrutando de un café con Kim Yeri y lo imaginó llevandola a su casa, todavía no había pasado nada y ya tenía un fuego que estaba subiendo por su garganta hasta su boca, tomó un gran sorbo del café y el hielo que aún quedaban en el vaso para calmar su estómago y luego lo mordió hasta hacer "crash, crash" como una persona enojada de la vida que quería hacer todo el ruido del mundo solo para molestar ¿Pero por qué estaba tan enojado y desconsolado por esto? La mente de Taehyung estaba llena de dudas sobre si debía felicitarlo y alegrarse de que su mejor amigo se encontrara con una buena mujer o si, por el contrario, tendría que levantarse y llevárselo de allí, había estado examinando cuidadosamente su actitud y sus acciones y de repente sintió una extraña sensación de déjà vu en lo que estaba haciendo.
Taehyung había visto a una persona con tales expresiones faciales y acciones antes. En una película. Y de repente se le puso la piel de gallina por todo el cuerpo y pensó "¿¡Mi comportamiento no es el típico de una persona celosa!?" Pero ¡Por Dios! Kim Taehyung y Celos, eran palabras que no iban juntas en absoluto. Kim Taehyung nunca estaba celoso. ¡Era él quien hacía sentir celos a los demás! Además, si ese era el caso, ¿No parecería entonces que le gustaba Jungkook?
Volvió a masticar el hielo y se lo tragó. Era una tontería, y no había forma de que pudiera ser posible para empezar. Jungkook era heterosexual y Kim Yeri una mujer que además era una buena pareja para él y... Bueno, su amor no correspondido por Jungkook ya había pasado desde hace mucho tiempo. Desde que se graduó de la escuela preparatoria para ser más específicos.
—¡Dios...!
Algo estaba claramente mal con él desde el momento en que su trasero fue perforado por su mejor amigo. Estaba tan sorprendido y conmocionado que ni siquiera podía pensar bien. Si no se hubieran acostado, no habría forma de que pudiera soñar con Jungkook, ni habría forma de que hubiera eyaculado por él y definitivamente no tendría que sentir todo esto.
Dejó el vaso otra vez y decidió que ya era demasiado por un día.
De pie, con una bandeja vacía, tocó a Jungkook en el hombro y lo saludó para decirle que se iría primero. Luego, con una sonrisa única y maravillosa, no perdió la oportunidad de mirar también a Kim Yeri.
—Nos vemos, doctora. Siempre es un placer.
Ante la acción de Taehyung, Jungkook levantó suavemente sus ojos y lo miró con una expresión que daba miedo.
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