23
Disclaimer: En este capitulo se hace mención de temas delicados como lo son la depresión, ansiedad y el intento de suicidio por sobredosis de somniferos.
—Mira nada más esto...
—¿Qué?
—Pareces sopa.
Jungkook acomodó su cabello caído, que aún estaba terriblemente mojado debido al baño.
—Pues gracias.
Jungkook y Seokjin estaban sentados uno al lado del otro en el jardín del segundo piso del hospital universitario. Jin suspiró un minuto y luego tomó la pequeña loncherita de Jungkook para mirar lo que había adentro, entonces frunció el ceño.
—¿Por qué tienes dos sándwiches? Aunque uno parece el hermano mutante del otro.
Dentro de su lonchera, había un sándwich hermoso y otro con los bordes torcidos, el queso machacado, huevo revuelto con azúcar en vez de sal y el tocino envuelto de una manera bastante rara. Además, que el hecho de que el pan estaba medio quemado hizo que se viera mucho peor de lo que seguramente sabía.
En realidad, después de que lo compró, buscó una receta de internet que decía "Como hacer sandwiches bonitos para tu pareja" y trató de que pareciera un conejito utilizando un molde que compró en el supermercado, pero era la primera vez que lo hacía, así que no fue de extrañar que saliera horrible. Había estado pensando durante un tiempo si tirarlo a la basura o comérselo, solo compró otro pan y decidió llevar este al trabajo para que Jin lo viera y le dijera en que había fallado con exactitud.
—En primer lugar, deja de arruinar una comida que ya es perfecta.
—Anotado. —Jungkook levantó la cabeza cuando Seokjin hizo lo mismo.
La primera vez que Jungkook lo conoció, fue en la sala de emergencias de un hospital en el centro de Seul. Fue en el momento justo en que estaba terriblemente desesperado por estar al lado de Taehyung y cuando decidió tomar un montón de somniferos. Ese día, colapsó a causa del abuso de las pastillas y tuvo que ser llevado a la sala de emergencias de inmediato para tratar de salvarle la vida.
El rostro pálido de su madre, que lo había encontrado en la habitación, todavía estaba tan claro en su cabeza como si estuviera ocurriendo justo ahora y cuando recuperó el sentido, después de completar el lavado gástrico, una avalancha de sentimientos de frustración y decepción lo inundaron tanto que entonces comenzó a gritar y a llorar como si el mundo se le hubiera acabado en ese instante.
Al mismo tiempo, resultó que Kim Seokjin estaba hospitalizado en la cama que estaba junto a la de él. Se acostó, con los ojos bien abiertos, y escuchó todo sobre lo que el chico, había hecho para que decidieran internarlo. Corrió la cortina e interrogó a Jungkook.
—¿Por qué hiciste eso?
Normalmente lo habría ignorado, pero en ese momento necesitaba algo de consuelo y también necesitaba hablar con alguien que no fueran sus padres. Hubiera sido perfecto si ese consuelo viniera de Taehyung pero, por supuesto que eso era imposible.
—Quiero que mi mejor amigo me ame.
—¿Y te resultó?
Seokjin volvió a hacerle la misma pregunta, una y otra vez, pero Jungkook cerró los ojos y le dio la espalda en lugar de responder. Como seguramente podía ver, el resultado final fue un completo fracaso pero, Jin era curioso y completamente persistente en lo que quería saber. Además, hablaba constantemente con él sin importarle ser ignorado.
—¿Por qué quieres morir? ¿Cómo te sentiste cuando tomaste tantos medicamentos? ¿Estás loquito? ¿Querías ser el novio fantasma de tu amigo? Y así sucesivamente.
Kim Seokjin era el tipo de persona que no podía contener sus preguntas así que, aunque Jungkook quería estar solo, no tuvo ni una sola oportunidad de poder ignorarlo.
Finalmente, lo trasladaron a la sala general así que, cuando se preguntaba si eso significaba que ya era libre de Kim Seokjin, este fue hospitalizado en la sala opuesta y tuvo que volver a ver su rostro todo el bendito tiempo.
A diferencia de Jungkook, Jin estaba realmente enfermo. Su mamá había muerto el mes anterior así que fue diagnóstico con depresión y también había tomado medicinas para morir e incluso después de que fuera dado de alta, resultó que terminaron reuniéndose nuevamente en la sala de "cuidados mentales" en la que tuvieron que ser internados para completar su terapia para personas suicidas.
—¿Por qué quieres morir?
—Porque la persona que amo solo me ve como un amigo.
—¿Qué importa eso? El amor, no sirve para nada, si él no valora lo que sientes, simplemente no te merece. —Jungkook rió amargamente por su respuesta.
Tenía que quedarse en la institución, ir al psiquiatra y tomar su medicamento para poder salir de allí y convertirse en un médico como le había prometido a Taehyung que lo haría y como necesitaba que le dijeran que estaba curado porque le pedían el papel médico en los registros para la universidad, se concentró en su terapia, fue a charlas y tuvo un registro de asistencia a las terapias, bastante puntual y cada vez que iba a las reuniones, se quedaba platicando con Jin en la sala de espera.
Un evento desafortunado, se convirtió en su vínculo especial entre ambos. Seokjin se volvió la única persona que conocía los sentimientos internos de Jungkook y él se convirtió en su mejor compañía en un mundo que lo hacía sentir horriblemente solo. Eran los únicos que conocían el dolor en el corazón del otro, mismo que no lograban contarle a nadie más.
—El punto es que el sándwich se ve asqueroso.
—Pero no sabe feo.
—¿Quieres que lo pruebe, maldito? Para eso lo llevas en tu lonchera ¿Verdad? Ya te descubrí.
Pero cuando notó que Jungkook estaba viendo en su dirección con un rostro completamente inexpresivo, no pudo soportarlo más y le dio un gran mordisco para darle gusto. La forma estaba terrible, pero en realidad el sabor estaba pasable, claro si obviaba el extraño sabor del huevo dulce.
—Ahora otra pregunta ¿Lo estás haciendo así para poder dárselo a Kim Taehyung? Sé honesto.
...
Jungkook no respondió a la pregunta de Jin. Era una persona muy preguntona por naturaleza, así que, incluso si lo contestaba, su curiosidad igual iba a ser completamente interminable y se le ocurriría algo más que preguntar para molestar.
—Cuando hablé contigo en el lobby, todos me miraron de una manera extraña y me preguntaron cuál era nuestra relación. Entonces escuché que solo te pasas el rato en el quirófano con Taehyung y también que es super raro verte con alguien más.
—Sí.
—¿Sigues en las mismas?
Cuando Jungkook asintió, le dio un mordisco más grande al sándwich y sacudió la cabeza,
—definitivamente no tienes remedio.
—¿Y tú? ¿Te estás acomodando bien a la vida en el hospital? —Jungkook cambió de tema porque no quería hablar más de Taehyung. De pie, junto a Seokjin, se volvía a sentir como un niño que había entrado en depresión para después tomar un montón de pastillas. Igual a si las cosas que quería ocultar salieran a la luz de nuevo.
Jin sonrió. —Más o menos. Los doctores de piso nos tienen metidos en una dictadura infernal. Mis compañeros tienen una cara como la tuya así que me dan ganas de darles una patada en la entrepierna para ver si al menos así se quejan o algo.
—... Gracias por siempre tenerme en tus pensamientos y a mis genitales.
—Sin ofender, sin ofender, si te patearia pero bah, me da flojera. —Jin lo palmeó en el hombro y se echó a reír, pero él no le siguió la corriente, chasqueó la lengua porque su cara tenía una expresión que nunca le había visto poner cuando se ponían a charlar así.
—Oye, ya en serio. Me estás poniendo de los nervios. Solo dile como te sientes entonces. —Y entonces, el tema volvió directo al amor no correspondido de Jungkook.
—Si has estado en un amor unilateral durante tanto tiempo, entonces en realidad se siente como si ya no tuvieras más, nada que perder.
...
—Yo no podría aguantarlo.
—Bueno, es fácil para ti decirlo... —Se tragó las palabras groseras que iba a decir a continuación. —Si pierdo a Taehyung como amigo, no podré durar ni un solo día aquí.
—Las enfermeras del lugar son increíblemente hermosas. Pierdes algo, ganas otra cosa.
—Voy a... Solo voy a fingir que no dijiste eso.
—¡Vuélvete hetero!
—¡Vuélvete hetero tú!
—No me ofendas Jeon Jungkook ¡Entonces vete con algún otro enfermero que te haga caso, idiota!— Ante las palabras de Seokjin, recordó el rostro de Taehyung cuando coincidieron en la mañana. Se preguntaba si había pasado algo malo durante las horas de trabajo o si el doctor le regañó de nuevo por culpa de su estudiante.
Sin embargo, a estas alturas seguramente habría llegado a casa, comido el sándwich que dejó sobre la mesa y metido a la cama para descansar antes de su nuevo turno. La hinchazón de sus piernas ya debería haber disminuido un poco para ese momento así que se preguntó cómo se vería ahora y cómo se sentiría también, estaba preocupado por él, incluso si lo había agarrado para desquitar su frustración.
—Bueno, es que... No lo sé. Lo que quería decirte era que últimamente me siento más optimista con esto ¿Sabes?
Era como si Taehyung lo estuviera notando más.
Jungkook esperaba que se sintiera mejor después de despertarse y que volviera a su lado para mostrarle esa bonita sonrisa que parecía dibujar solamente para él a últimas fechas.
—¿Cómo en qué?
—Hay avances significativos en nuestra relación.
—Pero igual te sigue tratando como un amigo.
—Eso somos. Yo solo decía que, se sentía diferente a lo que tenemos acostumbrado.
La palabra "Amigo" era una espada de doble filo que se clavaba en el corazón de Jungkook siempre que lo mencionaban. Pero gracias a eso, podía estar a su lado tanto como quisiera, tocarlo, hablarle e incluso dormir en la misma cama. Pero por otro lado, también significaba que no podía cruzar la línea que definitivamente estaba bien marcada en el suelo. Cuando inclinó la cabeza y le mostró una sonrisa amarga, Jin no preguntó nada más y simplemente lo abrazó con muchísima fuerza. Para una persona que siempre había tenido muchas preguntas que soltar, ahora su boca ya no tenía ganas de moverse.
Cuando sus ojos y los de Jungkook se encontraron, le sonrió de un modo hermoso y luego decidió jugar con él mordiéndole la cabeza mientras hacía un sonidito cómo de "ñam, ñam, ñam". Pero a diferencia de él, que ya estaba relajado porque había terminado su ronda, Jungkook no tenía ni la menor sensación de tranquilidad como para ponerse a hacer tonterías también. Tenía que ir a la próxima cirugía y además, resultaba que había muchos pacientes externos que necesitaba revisar para darles el alta.
Cuando se levantó del banco, sin decir una palabra, Seokjin se enojó.
—¿Por qué me dejas?
—Tengo una laparotomía.
—Bueno. Adiós, bebé. —Jin agitó su mano suavemente en su dirección. Si Taehyung tenía a Yoongi como mejor amigo, un hombre con una personalidad fuerte, entonces Jungkook podía decir con honestidad que el tenia el incondicional Kim Seokjin.
—Bye. —Jungkook levantó la palma de la mano en una postura rígida, como si fuera un robot descompuesto. La verdad es que no estaba acostumbrado a hacer este tipo de saludo a nadie más que a Taehyung.
Fue una semana angustiante.
Taehyung había estado enojado todo el tiempo, 24 horas al día o al menos desde el momento en que recordaba lo que pasó.
Tenía una actitud que no era para nada como la de un adulto maduro pero, aunque lo sabía, de todos modos no era como si no pudiera controlar sus emociones tan fácilmente. No, en realidad no tenía intención alguna de poder controlar sus celos.
Taehyung originalmente era una persona egoísta, inmaduro y celoso y por eso mismo colocó un "No me hablen" en su rostro y no lo quitó de allí por nada del mundo. Sin embargo, por mucho que estuviera enojado, había pacientes y trabajo que hacer y no tenía tiempo para tomarse un respiro y ponerse a pensar en la situación. El estrés se le había duplicado y por eso mismo no estaba de muy buen humor para ver si la gastritis, que se había calmado por un momento, le regresó o no o cuál era el motivo por el que le dolía tanto la panza. Más que nada, porque le molestaba que no hubiera manera de resolver las dudas y delirios que se habían acumulado con fuerza dentro de él.
Miró a su alrededor.
El hecho de que el quirófano estuviera ocupado significaba que los cirujanos también lo estaban.
Tanto Jungkook, como Taehyung, tenían un horario asesino y como resultado, los dos no pudieron verse cara a cara en público durante una semana y ni siquiera lograron saludarse correctamente en la entrada. El tiempo voló sin remedio, solo hubo malentendidos entre los dos y aunque vivían en la misma casa, Jungkook no podía volver y Taehyung solo llegaba a dormir debido a las continuas horas extras, estaba tan loco de celos, que recordaba el rostro de Jungkook miles de veces al día y aún así, frente a la vida y la muerte, ese problema se convirtió en algo completamente menor que decidió afrontar en otro momento.
Sin embargo, estaba con los nervios de punta. El estrés del trabajo y la presión de pensar en Jungkook le estaban pasando a su cuerpo, una cuenta mayor de lo que esperaba y ya que nunca antes había tenido este tipo de sentimiento de soledad, no sabía a ciencia cierta como evitarlo o qué hacer para corregirlo.
Al parecer, el amor era mucho más difícil de lo que había pensado. Su rostro le venía a la mente docenas de veces al día y aunque en un momento se sentía bien, inmediatamente después su estado de ánimo se le venía abajo tan rápidamente que hasta se quedaba con la cabeza en blanco, incluso en el quirófano no había dejado de pensar en Jungkook ni por un momento y notó que esto había empeorado después de verlo sonreír y hablar con Seokjin.
Pensaba que tal vez estaba muy enfermo. Pero aunque no fuera algo como eso, igual intuyó que definitivamente no era una situación que pudiera tratarse a la ligera ¿Y es que acaso sus ex parejas, a quien él mismo había estado evitando, habían experimentado algo como esto en algún momento de sus vidas? Era una sensación muy similar a cuando te drenaban la sangre o a cuando te apuñalaban.
—Sunbaenim, ¿Está enfermo otra vez? —Jung Hoseok preguntó esto después de ver el horrible color en la cara de Taehyung. Sin embargo, simplemente parecia que había decidido negar con la cabeza en lugar de responder. No quería responder las mismas tonterías que siempre le decía a sus compañeros cuando lo saludaban y no tenía tiempo para parecer cool o relajado como siempre.
El Taehyung bondadoso que hacía reír a la gente cuando estaba en la estación, desapareció hace mucho tiempo, desde el día en que llegó ese tipejo, para ser un poco más específicos. Pero por supuesto, debido a que siempre fue amigable y atento, los cambios fueron tan notorios que todos pudieron sentirlo con claridad. Estaban preocupados por él, pero tampoco querían meterse tanto porque pensaban que debía ser lo suficientemente grave si ya lo tenía en esa condición.
—Solo necesito hacer un poco de ejercicio.
—¿Cómo? —Hoseok se sobresaltó por la respuesta de Taehyung y lo miró con una expresión de asombro que pareció completamente exagerada y ante la reacción tan intensa del enfermero, Taehyung se estremeció sin darse cuenta y miró hacia atrás, preguntándose si acaso había algún doctor importante detrás de los dos que estuviera intimidándolos. Por supuesto, no había nadie.
—¿Qué? ¿Por qué tienes esa cara?
—Sunbaenim, tiene que ir al hospital, no al gimnasio.
—¿Al hospital? ¿Me veo tan mal?
—Sí. Parece como si tuviera un clavo atorado en el pecho.
...
—De verdad. Aprovechando que estemos en el hospital, tiene que ir a revisarse. Lo digo muy en serio. —Taehyung inclinó la cabeza ante las palabras de Hoseok y luego simplemente se rascó la cabeza, solo estaba preocupado por él y aunque en realidad no tenía ni la menor idea de lo que estaba sintiendo o el motivo por el que lo estaba sintiendo, igual era cierto que se sentía como si tuviera una espina o un clavo bien metido en el pecho.
Pero recordando que había dicho que fuera al hospital, sintió como si hubiera encontrado una solución mágica para sus problemas. Porque en primer lugar, nunca, realmente NUNCA había experimentado estas emociones confusas antes y ciertamente necesitaba una especie de guía. Solo estaba allí, agachando la cabeza ante cada movimiento de Jungkook, constantemente imaginando delirios locos por su cuenta, y teniendo un montón de otros tantos pensamientos confusos que solo le hacían imposible respirar.
—Gracias. Creo que tienes razón, necesito ir con algún experto.
—¿En serio?
—En serio.
Se sintió como si de repente hubiera una salida débilmente iluminada después de haber estado tanto tiempo en la oscuridad y justo antes de que pasara el tiempo de su turno, se paseó durante un buen rato frente al pasillo del centro quirúrgico antes de adentrarse otro poquito más para buscar a Jungkook.
No estaba allí para intentar hablar con él sobre lo que le pasaba últimamente, era solo que... Pensó que necesitaba ver su rostro por un momento para confirmar que su condición física realmente se volvía anormal cuando estaba junto a él.
Sin embargo, tan pronto como dobló la esquina para intentar buscarlo desde la distancia, entró en el pasillo que conducía al quirófano, hizo contacto físico con él y Jungkook también encontró sus ojos. Estaba sentado en el banco al final del pasillo, mirando en su dirección y con un aspecto tan cansado como el que seguramente estaba encima suyo, había pensado por un momento que si se encontraban cara a cara, se volvería a sentir tan molesto por lo que le había visto hacer la última vez, que deliberadamente trato de apartarse y hacer que sus turnos de descanso no se juntaran en lo más mínimo. Pero cuando lo vio esta vez, su corazón se volvió tan ligero como una espora de diente de león en el aire, igual a si su presencia hubiese ocasionado que pudiera volar.
Taehyung luchó por ocultar su expresión temblorosa y se acercó a Jungkook mientras notaba la manera en la que parecía casi estarse derritiendo sobre el banco y observándolo fijamente, como analizando lo que hacía y lo que no, descubrió también que su manera de andar había comenzado a sentirse tan errática como si fuera un juguete sin mucha pila o un cachorro al que le habían puesto zapatos, pensó que estaba actuando tan ridículamente con él, que incluso tuvo que hacer una pausa para respirar y calmarse antes de decidir irse corriendo para el otro lado. Se acercó, apoyó la espalda en el respaldo del banquito e intentó aflojar su expresión facial tanto como le fuera posible.
—¿Cómo estás?
Pero cuando se sentó a su lado, Jungkook movió tan rápido la cabeza en su dirección que la luz de una de las lámparas del techo le pegó directamente en los ojos. ¿Era así como se sentían los pacientes cuando se acostaban en la mesa de quirófano? Y es que, además del brillo, estaba tan nervioso de estar a su lado después de semanas de no verlo que incluso le pareció un hombre que estaba a punto de someterse a una cirugía importante.
Entonces, en el momento en que la luz atravesó sus ojos, las lágrimas brotaron por su cara hasta hacerle ver como si estuviera llorando. Llevaba días sin poder dormir y ni siquiera tuvo tiempo de sentirse cansado o de tomarse un respiro y ahora era como si todo eso se le hubiera venido de golpe hasta destrozarlo por completo. Jungkook cerró lentamente los ojos e inclinó el cuerpo en dirección a Taehyung porque hasta empezó a sentirse mareado. Su cabeza, tocó el hombro de su compañero y luego cada una de sus articulaciones parecieron quedar completamente recostadas sobre él como si le pidieran un momento para reponerse del cambio de luces.
Taehyung se quedó en shock.
Su corazón había comenzado a latir igual a si estuviera loco y pensó que era cuestión de tiempo antes de que se le detuviera, necesitara RCP y lo llevaran a la sala de emergencias para darle tratamiento.
Afortunadamente, si le daba un infarto en el hospital, las posibilidades de sobrevivir aumentaban drásticamente hasta volverse un hecho. Más aún, porque Robodoc estaba a su lado y porque había un montón de enfermeras que de verdad harían lo que fuera para no dejarlo morir.
Respiró e intentó contar hasta diez.
Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
CINCO.
SEIS.
SIETE.
OCHO.
NUEVE
¡Auxilio!
¡El corazón se le estaba saliendo por la garganta!
¡¡Auxilio!!
Tal vez esto era una enfermedad del corazón, pero de todas maneras no le pareció normal que fuera Jungkook quien se la activara.
—Oye...
Cuando Taehyung de repente le acarició la mejilla con el dorso de los dedos, Jungkook suspiró y acomodó la cabeza un poquito mejor hasta mostrarle la manera en que tenía los ojos bien cerrados y en el momento en que la luz le pegó de lleno en el rostro, su impresión cansada y sensible comenzó a ser más evidente desde todas direcciones.
—¿Estás bien?
Jungkook no dijo nada, solo mantuvo apoyada la cabeza en el hombro de Taehyung. Tenía los hombros pegados a los suyos, la mano acariciándole la cara y su pecho moviéndose ligeramente con cada respiración y en ese momento, cada segundo y cada minuto comenzaron a sentirse como si estuvieran completamente dedicados para ellos dos. Luego Jungkook le regaló una bonita sonrisa.
—Hola...
—... ¿Estás bien?
—Sí.
—¿Tienes sueño?
—Sí.
—¿Sí?
Ya que seguía dando la misma respuesta a sus preguntas, Taehyung giró un poco la cabeza y lo miró atentamente. Todavía con la frente en su hombro, podía ver que sus largas pestañas estaban chocando contra sus pómulos, que la punta de su nariz estaba roja y que su pecho no dejaba de subir y de bajar alternativamente. Luego, sintió que su corazón estaba entrando en un punto crítico y que el calor de sus cuerpos, juntos, era muy similar al del verano que se acercaba rápidamente a Corea.
—Estoy cansado... Solo... Necesito estar contigo.
Una sonrisa involuntaria apareció de repente en los labios de Taehyung, quien estaba todavía observando su cara de un modo, tal vez, demasiado obsesivo. La verdad era que tan pronto como observó sus labios, a centímetros de los suyos y un poquito abiertos, le surgió una sed loca y un impulso de acercarse a él que fue complementemos sofocante. Ya estaban juntos, acariciándose y tocándose así que fue como si el instinto se estuviera apoderando de su cuerpo nuevamente, conocía la textura de sus labios y lo caliente que era su lengua cuando se metía dentro de su boca y la quería, la necesitaba de nuevo como necesitaba respirar.
Taehyung se humedeció los labios con la lengua y le tomó de la barbilla y lo besó.
—¡... DIOS!
Pero al darse cuenta de lo que acababa de hacer, su cara se puso roja como una manzana y se levantó de su asiento de un solo y rápido movimiento. Jungkook, que tenía la cabeza apoyada sobre su hombro, casi se cayo de frente sobre el banquito cuando se fue.
No podía controlar sus propias emociones y pensamientos y aunque al principio estaba preocupado, luego estaba tan emocionado que su mente se quedó infinitamente confundida y su cuerpo en un estado en el que le pareció imposible dejar de temblar. Era como si la pubertad, ese período de agitación y furia, hubiera regresado solo para hacerlo pasar vergüenza, se sentía igual a si estuviera hundiendo sus pies en baños fríos y calientes y cambiándolos con frecuencia cada determinado tiempo.
Se rió, diciendo que era un estúpido, pero Jungkook, que no entendía lo que acababa de pasar, solo lo miró sin decir una palabra.
—Yo solo... Yo...
Taehyung giró la cabeza de nuevo y salió del pasillo casi corriendo. Jungkook lo llamó un montón de veces para que regresara pero no miró hacia atrás ni una sola vez hasta que llegó al final del pasillo.
Jungkook miró el lugar por donde había desaparecido pero, antes incluso de pensar en eso, el recordatorio de que necesitaba empezar con su ronda en el quirófano sonó en su bolsillo haciendo "bip, bip, bip, bip" y por otro lado, Taehyung corrió y corrió hasta llegar a la entrada del hospital. Por supuesto, no fue el Hospital Universitario Deokwon, sino el lugar donde le diagnosticaron el enlace imaginario que tenía con su mejor amigo.
Mientras esperaba su turno en la salita, pensó en Jungkook y en lo que había hecho antes de escapar y, tras esperar por casi una hora, finalmente entró en la sala de tratamiento y se agarró la cabeza.
—Necesito ayuda. Ya no puedo más. ¡Es suficiente! Hay más síntomas.
—¿Cuáles?
—Mis emociones suben y bajan docenas de veces al día. Es como si estuviera cambiando entre manía y depresión. Yo... Suelo enojarme como loco, luego mejoro y luego otra vez...
—¿Qué más?
—Estoy muy estresado. Me importan demasiadas cosas, al mismo tiempo. Mi trabajo y mi vida diaria son difíciles, pero presto atención a cada movimiento de esa otra persona como si no supiera que más hacer.
Su habitual apariencia confiada y juguetona desapareció, y solo quedó un hombre, sentado en una silla en la sala de tratamiento, mostrando lo terriblemente confundido que se encontraba justo ahora. Incluso parecia ansioso.
—He estado pensando en él todo el día y entonces es difícil que me concentre en algo más. Ya ni siquiera soy bueno en mi trabajo.
—¿No son estos sentimientos generalmente representativos de estar enamorado?
...
Taehyung miró al médico con una expresión de insatisfacción en su rostro. Luego, después de poner los ojos completamente en blanco por un momento, miró al suelo, no al hombre, y continuó.
—Tengo miedo. No importa lo que sea, realmente tengo miedo. Es muy fuerte. Todo es demasiado para mí así que, ni siquiera puedo... No puedo excitarme si no lo tengo conmigo ¿Entiende hasta que punto llegó?
—Señor Kim, esto es solo...
—¡No! Solo... Por favor, por favor solo deme un medicamento para calmarme. ¡Solo ayúdeme con algo antes de que deje de ser yo mismo! Yo no puedo con esto. De verdad no puedo. Tal vez es bueno para otros pero no es bueno para mí. ¡No sirvo para estar enamorado!
Y después de una larga consulta, el médico le recetó un antidepresivo incluso aunque en realidad sabía que no iba a tener la intención de tomarlo. Era simplemente... Una consulta para intentar sacar su frustración con alguien, así que el doctor no dijo nada demasiado peligroso ni algo que le diera la idea de que quería detenerlo.
Sintiéndose repentinamente patético y tan idiota como ningún otro, se hundió en un banco vacío del parque que estaba frente al hospital y se quejó hasta que dos mujeres pasaron justo detrás de él, lo suficientemente cerca como para escucharlas hablar.
—¿No es ese Taehyung?
Así que miró hacia atrás al sonido de sus palabras, pero las dueñas de la voz ya se habían ido.
Entonces, negó con la cabeza mientras miraba la receta del tratamiento para la ansiedad. Nunca pensó que llegaría el día en que tendría que pedir un medicamento como este en la vida y definitivamente nunca pensó que llegaría un instante en que se sintiera tan desquiciado por algo tan común como era el amor. Arrugó la hoja, se la metió en el bolsillo y pensó que solo necesitaba un momento a solas, solo un tiempo para pensar decentemente sobre lo que tenía que hacer.
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