22
Taehyung estaba caminando por el pasillo del hospital así que, cuando se detuvo tan abruptamente, el Americano helado en la caja de café que sostenía con ambas manos, se balanceó y traqueteó hasta formar un pequeño charquillo en el suelo.
Estaba de muy buen humor ese día, así que se le ocurrió dejar su puesto en el quirófano y salir a comprar café para él y su compañero de turno. Pero entonces, Hoseok, que estaba siguiendo sus pasos muy de cerca, se detuvo de repente cuando una gran espalda lo bloqueó.
—¡Auch...! ¿Sunbaenim?
—¿Qué es eso...?
—¿Qué es qué?
—¿Qué es eso? —Hoseok miró a su alrededor ante la voz temblorosa de Taehyung. Jungkook estaba riéndose, RIÉNDOSE, con un hombre vestido de bata blanca.
—¿Qué? ¿Jeon Jungkook?
Hoseok miró a Taehyung como si estuviera muy confundido sobre lo que aparentemente debería de ver.
—No, eso no. ¿Quien es... Ese tipo?
—Pues no sé. Es la primera vez que lo veo.
—¿Teníamos un doctor así en nuestro hospital para empezar? —En respuesta a la voz de Hoseok, volvió a preguntar, especificando lo que quería saber de su objetivo con bastante precisión. Pero, la respuesta que obtuvo no fue precisamente muy útil.
—Quién sabe. —Dijo Hoseok, porque al igual que él, era la primera vez que lo estaba viendo dentro de las instalaciones. Sin embargo, la tarjeta de identificación de empleado del Hospital Universitario Deokwon estaba colgada alrededor de su cuello y vestía la misma bata corta que utilizaban todos los empleados por lo que, estaba claro que era médico en este hospital.
Después de que Taehyung se quedó mirando a Jungkook y al misterioso hombre, Min Yoongi se acercó lentamente y le susurró al oído: —Su nombre es Kim Seokjin. Es un becario que vino a nuestro hospital ayer después de trabajar en el Departamento de Salud Mental del Hospital Universitario Sunhwa.
—¡Aaaaaaaah!
Taehyung estaba tan absorto viendo a Jungkook, que no pudo evitar gritar al sentir el aliento de Yoongi directo en su oreja. Él se elevó de hombros por un momento y continuó explicando:
—No sé qué tipo de relación tienen ahora, pero se dice que coincidieron en un seminario una vez y que desde entonces son muy amigos. —Yoongi habló con una voz bastante misteriosa, como un detective de la brigada de homicidios que investigaba a un criminal bastante peligroso. Taehyung, por otro lado, escuchó la explicación hasta el final y miró lentamente al hombre que estaba parado frente a Jungkook. Se veía muy cómodo frente a él así que, naturalmente, metió las manos en los bolsillos de su bata y colocó una pierna frente a la otra de una manera muy elegante. Además, era un hombre con una impresión bastante pulcra encima, muy bien vestido, de alguna manera se parecía bastante a Jungkook y cuanto más lo observaba, más se elevaban sus cejas hasta que pareció de verdad alguien completamente enojado.
Luego, se formaron arrugas en su frente y la vena en la cabeza le saltó hasta que creyó que le iba a estallar. La razón era que, Jungkook no dejaba de sonreír. ¡Era la primera vez que lo veía sonriendo así en el pasillo e incluso era la primera vez que notaba que estaba hablando con un médico en el hospital! ¡Nadie le hablaba porque él no platicaba para empezar!
¡¡¡Robodoc estaba sonriendo y hablando con un hombre en el puto pasillo!!!
El chisme circuló durante todo el turno de la noche y, a la mañana siguiente, se habían difundido un montón de rumores de que los dos estaban saliendo y también, de que incluso estaban comprometidos. Lo común en el hospital. Sin embargo, se estaba sintiendo como si su corazón estuviera helado, más helado que el hielo en su café Americano que tenía todavía en la mano.
Todo esto eclipsó el pensamiento de que él era la única persona en el mundo que podía ver la hermosa sonrisa de Jungkook o el único con quién se sentía cómodo de estar. No podía escuchar bien la conversación entre los dos pero, al ver que hablaban y se reían, fue obvio que se llevaban increíblemente bien, de maravilla incluso.
En primer lugar, la única conversación que Jungkook sostenía con los demás era un "sí" o un "no" muy ocasionalmente, sin embargo, había estado hablando con él como si tuviera muchísimas cosas que contarle.
Los ojos de Taehyung tenían llamas adentro.
—¿Estás bien?
—¿De qué están hablando? ¿Sabes?
—¿Cómo voy a saber eso, tonto?
Era la hora de que comenzaran con su turno, pero con su Jungkookie sonriendo así... No podía encontrar la motivación para hacerlo.
—Sunbaenim, tenemos que subir ahora.
Los ojos marrones de Taehyung miraron ferozmente a Jungkook una última vez, como si estuviera disparándole directo a la cabeza.
Después de eso, comenzó el aburrido turno de noche, Taehyung estaba completamente tumbado en la estación porque no tenía un horario de cirugía específico, sacudió las piernas con tanta fuerza que pudo escuchar como la silla en la que estaba había comenzado a quejarse y es que la imagen de Jungkook, que vio de camino al trabajo, no había abandonado su mente en todo este tiempo así que no era una exageración decir que se estaba volviendo loco de celos.
—Hey, cálmate ya.
Yoongi golpeó la espalda de Taehyung utilizando toda la palma de su mano. Sin embargo, aunque debió ser bastante doloroso, el hombre no dejaba de mover las piernas para adelante y para atrás como si estuviera haciendo un baile bastante extraño y además, para su mala suerte, los síntomas de ansiedad empeoraron tan significativamente con el paso de las horas que estaba concentrando toda su energía en darle vuelta a un bolígrafo utilizando las yemas de los dedos, casi como si esperara que se fuera volando, fue justo como si hubiera presenciado la escena de su novio teniendo una aventura con la chica sexy del trabajo. Al final, la pluma, que había decidido hacer rodar encima de su libreta, cayó sobre el escritorio con un chasquido y rodó bajo la puerta hasta dejarlo sin nada que hacer.
Recordó el rostro de Kim Seokjin sin darse cuenta. ¡Maldita sea! Era un hombre bastante hermoso así que no era un rostro que pudiera olvidar tan fácil, trazó su memoria hasta los días en que Jungkook se fue de seminario por una semana e incluso intentó recordar lo que pasó después. Porque ¿Cómo es que tenía un amigo que Taehyung no conocía? Literalmente las palabras "Taehyung no sabe" y "algo sobre Jungkook" eran dos cosas que no existían en el mundo. O al menos eso era lo que siempre había pensado. Además ¿Cuál era el maldito punto de contacto entre un psiquiatra y un cirujano?
¡¡¡Estaban tan separados como Cartoon network y Disney!!!
Por supuesto, para ser honesto, no conocía a todas las personas que Jungkook frecuentaba en el hospital pero si lo entendía mejor que nadie en el universo entero y él no tenía las agallas para reírse así con alguien a quien había visto una o dos veces. Debió ser algo más. Algo íntimo. Después de pensarlo por un momento, agarró su cabeza con las manos y la apretó.
—¿... Tengo que preocuparme por esto? —La voz de Yoongi se podía escuchar desde atrás, pero a él no le importaba en absoluto.
Ahora, todos los pensamientos de Taehyung estaban fijos en la cara sonriente de Jungkook. En su risa ¡De repente estaba sintiendo que se estaban llevando al amor de su vida delante de su cara!
¡¡Puta madre!!
¿¡Por qué nadie veía lo grave que era esto en realidad!?
¡Dios! De ninguna manera…
¿Era alguien con quien pensaba formalizar una relación? Porque cuando lo llamó al club el otro día, había recordado que dijo que quería casarse ¿¡Se iba a casar!?
Estaba tan desesperado que su mente pareció fluir a una velocidad incontrolable. Tanto, que llegó a un momento en que imaginó a Jungkook casado con un doctor llamado Kim Seokjin y sosteniendo a un bebé entre sus brazos que seguramente habían adoptado.
El rostro de Taehyung se ensombrecio.
Sus pensamientos se estaban saliendo de control tan rápido que ni siquiera se dio cuenta del momento en que lo hicieron. ¡Quería correr de inmediato, agarrar a Jungkook por el cuello y preguntarle cuál era su relación con él y por qué demonios le estaba sonriendo así! Pero no. No.
Esos eran pensamientos muy tontos y sucios. Eran amigos y tal vez una pareja sexual muy ocasional así que ¿Qué derecho tenía a cuestionarlo y preguntarle sobre tal cosa? Además, estaba actuando como si le hubiera puesto los cuernos.
Pero si se los puso ¿No? Porque el Jeon Jungkook sonriente era algo que solo él podía ver y cuando la cosa de la que estaba bastante orgulloso finalmente se desvaneció, pronto comenzó a compararse con ese otro hombre que ni siquiera conocía.
Comparó su edad, los antecedentes, la personalidad y llegó a la conclusión de que definitivamente estaba perdiendo. De repente miró hacia atrás en su vida y comenzó a lamentarse por no haber estudiado con más ganas y por no haber cumplido con su promesa de convertirse en doctor también. ¿¡Por qué había sido tan idiota!? ¿¡Por qué perdió el tiempo cogiendo con tantos!? ¿¡Por qué no le había dicho que le gustaba en todas las oportunidades que tuvo!?
Sus pensamientos se ramificaban en tantas direcciones, que definitivamente pareció muy difícil que las llegara a controlar. Obviamente había pensado que algún día Jungkook podría casarse con alguien más y dejarlo a un lado pero, cuando notaba que podía hacerlo de inmediato, entonces sentía que su vida era muchísimo más frágil de lo que imaginó y que cada uno de sus cimientos comenzaban a hundirse bajo la tierra y aunque no tuviera nada seguro, era difícil pensar en cualquier cosa que no fuera él y un futuro en que ya no lo tuviera.
Bajó la mano, que tiraba de su cabello, y la acomodó contra su pecho sin pensarlo demasiado. El lugar que tocó se sintió tan doloroso que incluso pensó en si mismo como una persona que acaba de perder un par de trocitos de su corazón.
Quería desaparecer del hospital.
Quería convertirse en aire y evaporarse como si nunca hubiera existido desde el principio.
Aunque trató de decirse a si mismo que estaba haciendo un drama bastante exagerado, no ayudó mucho que digamos porque ese lado racional que todavía tenía en la cabeza se había destrozado gracias a la sonrisa de Jungkook.
Una sonrisa que le pertenecía y que otro desgraciado quería robar¡ Era lo único que había monopolizado todo este tiempo! Y sí, se sentía como si le hubieran quitado algo precioso, odiaba a ese hombre y quería patearlo aunque solo conociera su nombre. Fue como si un ladrón hubiera entrado en su casa y antes incluso de decirle que le diera a su Jungkookie, esa persona ya lo tuviera entre sus brazos y estuviera caminando de su mano, rumbo al altar.
¡Así se sentía!
Pero entonces, escuchó las palabras: "El doctor Jeon" y se aproximó otro poquito para la derecha con toda la intención de poder escuchar el chisme completo. Como era de esperar, la historia de Jungkook y el doctor se estaba convirtiendo en un tema candente entre todos los enfermeros del quirófano.
Al parecer, Kim Seokjin, que era hijo de doctores, era muy popular debido a su apariencia elegante y a su personalidad, cuando trabajaba en el Hospital del Sur. También había intentado entrar a medicina interna pero, ya que le gustaban demasiado los niños, recurrió a psiquiatría pediátrica y el hecho de que le gustaran los niños, que tuviera una apariencia elegante, y que tuviera una personalidad amable y amistosa, le estaba haciendo tener los nervios de punta, e incapaz de soportar los celos y la curiosidad, Taehyung finalmente encontró la cuenta de Facebook de Kim Seokjin y se metió a estalkearlo.
Mientras esperaba en la estación del quirófano, agarró su teléfono y revisó sus fotos una tras otra con mucho cuidado de no ponerle "Me gusta". Y si había algo afortunado de esto, era que al menos no se había tomado ninguna foto con Jungkook. De hecho, en la pantalla del teléfono celular, solo estaba Seokjin una y otra vez, sosteniendo un cachorrito o un gatito o un conejo mientras sonreía igual a si fuera el mejor día de su vida y que se tratara de una médico que amaba a los niños y a los animales, era tan de revista que pareció casi cegador.
El tiempo pasaba desesperadamente lento cuando se tenían muchos pensamientos estúpidos en la cabeza así que, al final, tuvo que sentarse sobre sus manos para no llamarle a Jungkook de inmediato y comenzar a interrogarlo sobre sus "supuestas actividades de perro infiel".
Cuando se dio cuenta, descubrió que en realidad el sol ya estaba brillando con mucha fuerza fuera de la ventana. La operación que estaba atendiendo aún estaba en curso pero, debido a que era muy complicada y había durado más de 8 horas, todo el personal, excepto el cirujano, fueron reemplazados por los del turno de la mañana.
En el caso de una cirugía de este estilo, que a menudo necesitaba de bastantes horas extra, se rotaba al personal quirúrgico al igual que el resto del personal operativo porque, aunque podían ser completamente profesionales y dedicados a sus trabajos, seguían siendo humanos y necesitaban tiempo para satisfacer sus necesidades fisiológicas mínimas. Sin embargo, el cirujano principal tenía que convertirse en una máquina perfecta y, al mismo tiempo, debía confiar en sus compañeros lo suficiente como para verse igual a si fueran uno solo.
Taehyung entró en el vestidor con el cuerpo tan cansado, que incluso terminó por tumbarse en un banquito que estaba en el rincón. La fatiga mental era mayor que la fatiga física y el daño psicológico que se causó a si mismo después de un montón de pensamientos inesperados pareció ser más grande de lo que había pensando que sería, incluso hasta había ocasionado que sus articulaciones también se sintieran muy pesadas.
Tumbado todavía en el banquito, miró su reloj de muñeca muchísimo antes de que pudiera levantar el brazo para cubrirse los ojos. Ya era hora de que Jungkook empezará a trabajar y aunque quería pasar un momento por el centro quirúrgico para ver su rostro, la imagen de su sonrisa le volvió a su mente de una manera tan terriblemente desagradable, que terminó descartando el plan por completo. Tenía miedo de encontrarse con él ahora y que, en lugar de hablar como siempre, solo pronunciara palabras duras y expresara un montón de pensamientos oscuros y de emociones acumuladas que tal vez no tenían nada que ver, no quería convertirse en una peor persona de lo que era ahora.
Estaba acostado en el banco mirando hacia el techo, levantó la mano y se tocó el pecho. Tenía una sensación de vacío terrible, estaba cansado y quería ir a casa de inmediato, pero al mismo tiempo no quería llegar. El departamento vacío, donde no iba a haber nadie, estaría tranquilo y solitario y aunque pareció que gracias a eso podría dormir tranquilo después de horas de insomnio, definitivamente iba a ser un problema que su mente siguiera sin dejarlo en paz.
En el pasado, en un día como este, hubiera llamado a alguien para tomar una copa de vino o entrar en un hotel para follar, pero ahora, la verdad era que eso no le interesaba en absoluto. No fue solo por las exageraciones de su imaginación alarmista sino que, desde que empezó a amar a Jungkook con tanta fuerza, no podía imaginar estar piel con piel con alguien más que no fuera ese hombre. Aunque él si que podía divertirse con otro al parecer.
La puerta del vestidor se abrió en cuanto se quitó la camiseta solo para comenzar a maldecir de nuevo.
—¿Por qué estás saliendo tan tarde?
—Porque sí ¿Por qué estás entrando tan temprano?
—Tengo que ayudar con una cirugía.
—Bueno.
Era Jeon Jungkook. Tal vez se le había hecho tarde esta mañana porque su cabello oscuro todavía estaba húmedo y se le veía completamente pegado sobre la cara, Taehyung, lo miró como si quisiera ahorcarlo.
Era un día bastante bochornoso, por lo que su ropa se había vuelto más ligera.
—Tú... ¿Saliste temprano del trabajo ayer? —Taehyung se aprovechó del momento para hablar de ese tema, al que le estaba dando mucha curiosidad.
Ante la pregunta, Jungkook se quitó la camisa y asintió.
—Sí. ¿Me viste?
—Oh, no. No, solamente… Estaba pensando en eso.
—Salí temprano porque quedé de encontrarme con alguien.
—Ah, mira. Te quedaste de ver con alguien. Ya veo.... —A la respuesta de Jungkook, fingió estar tranquilo y respondió como si estuviera teniendo una conversación bastante normal, pero no pudo ocultar su expresión desencajada.
Bueno sí, un varón adulto independiente podía tener una cita para comer o para salir. Él no tenía que saber y monitorear cada movimiento de Jungkook pero, en realidad igual estaba enojado. Sus sospechas comenzaron a crecer y el sentimiento de celos ya se había arraigado muy, muy, MUY dentro de su pecho.
—¿Está todo bien?
—¿Por qué?
—No me gusta tu tono. —Jungkook frunció el ceño y lo miró. No era porque estuviera de mal humor, pero cuando observó su cara, incluso en esta situación, el estado de ánimo de Taehyung pareció caer todavía un poquito más hacía el subsuelo.
La expresión que tenía ahora, con las cejas juntas y un montón de arrugas entre su frente, y la sonrisa que vio ayer camino al trabajo, riéndose con otro hombre, se superpusieron en la mente de Taehyung en un segundo.
—Es porque estoy cansado. Fue una operación larga.
—Date prisa y ve a descansar.
—Iba a hacerlo incluso si no me lo decías. —El tono de voz de Taehyung pareció tan molesto que solo terminó por morderse la lengua. Trató de no mostrarlo tanto como fuera posible, pero al final su enojo, salió de un modo casi demasiado orgánico.
Jungkook miró a Taehyung porque le había llamado la atención esa voz tan irritada. Sin embargo, Taehyung abrió el casillero para cubrirse con la puerta y comenzó a cambiarse de ropa con el único motivo de no verlo, Jungkook estaba tan confundido con su comportamiento que volvió a preguntar:
—¿Te pasó algo malo?
—No. No me pasó algo malo. Es porque estoy cansado. Ya te dije ¿De acuerdo? —Al final, su voz salió llena de irritación, como si de verdad quisiera golpear a Jungkook.
Al oír el aumento en el tono de voz de Taehyung, Jungkook lo miró con ojos llenos de sorpresa y preocupación. Taehyung escondió cobardemente su rostro detrás de la puerta del casillero abierta de par en par e intentó que se fuera, incluso había logrado avergonzarse por su voz tan llena de emociones. Se conocía a si mismo, estaba herido, decepcionado y enojado de la manera en la que estaba llevando la situación así que todo esto era como leña para su fuego.
Queriendo irse rápidamente, se quitó las medias de compresión de un jalón y las arrojó al casillero sin organizarlas primero, cerró de golpe la puerta del casillero y pasó sin mirar a Jungkook a la cara ni una sola vez.
—Me voy.
—Ve con cuidado.
A pesar de la molestia inexplicable de Taehyung, le habló como de costumbre y lo miró con unos ojos aún más preocupados que al inicio.
—Kim Taehyung... —Ante sus palabras, el mencionado se giró para mirarlo y Jungkook vaciló, como si tuviera algo que decir pero no supiera como. —Fuí a comprar un sándwich para ti. Tu favorito. Está en la mesa así que... Come antes de dormirte ¿De acuerdo?
...
Taehyung se quedó sin palabras. Cuando la mano que sostenía el pomo perdió fuerza, la puerta del vestuario comenzó a cerrarse y Jungkook pareció decidir alejarse también y tan pronto como quedaron divididos, el arrepentimiento y la vergüenza inundaron a Taehyung hasta un punto en que tuvo ganas de ponerse a llorar de lo patético que había sido.
Estando solo en el hospital, empezó a sentir todo tipo de delirios y un sinfín de dudas, pero Jungkook estaba lo suficientemente preocupado por él como para comprarle algo de comer y por eso mismo, su comportamiento infantil hizo que quisiera esconderse en una ratonera de la que no pudiera salir jamás.
Como siempre, esta vez no se sintió como un adulto. Era igual a un niño pequeño que intimidaba al chico que le gustaba, deseó abrir la puerta del vestidor de nuevo para disculparse con Jungkook por estar tan molesto con él pero, realmente no tuvo el coraje de hacerlo de inmediato por lo que se quedó parado frente a la puerta sin decir una sola palabra. Luego se apresuró a alejarse cuando escuchó que el casillero se cerraba de nuevo.
Tan pronto como llegó a casa, se dirigió a la cocina. Sobre la mesa, en un bol de cristal, había un sándwich enorme, cortado en rodajas y con pequeños palillitos encima. Jungkook, que siempre tenía el cabello completamente seco y organizado, se fue a trabajar con la cabeza húmeda porque seguramente se le fue el tiempo comprándolo.
Taehyung se sentó solo en la mesa y le dio un mordisco al sándwich que Jungkook le había dejado. Tenía jamón, queso, huevos de codorniz y lechuga, pero de alguna manera sabía bastante dulce y rico.
Sonrió.
—Me haces sentir peor, tonto. —Murmuró para si mismo. Era un desayuno en una casa vacía, pero no se sentía solo en absoluto.
Pero después de devorar el sándwich que Jungkook le había dejado, se iba a duchar después de lavar los platos, pero se detuvo cuando vio el bote de basura que estaba en la cocina. Fue porque allí había un empaque desechable de comida de una cafetería muy popular de donde había venido el sándwich.
Después de dudar por un momento, exactamente, una fracción de segundo, finalmente miró dentro del bote como si se le hubiera caído algo dentro. Allí había tres piezas de plástico de embalaje de pan. Una para Jeon, una para él y otra para su amiguito seguramente.
—Ajá, maldito desgraciado, infiel. Creíste que podías engañarme... cucaracha rastrera.
Aunque en realidad era un detective muy malo. Si saliera un solo cabello rubio en la basura, habría filmado una película en su cabeza que terminaría con ellos dos besándose en su casa y teniendo sexo sobre la mesa.
Sintiendo que una sola pieza de basura de plástico no era suficiente evidencia para comenzar a preocuparse, se quedó mirando el bote de basura incluso aunque su cabeza estaba diciendo —¿¡Qué carajo estás a punto de hacer, maldito loco celopata!?
Aún así, metió la mano.
Rebuscando en el bote de basura y desconfiando completamente de Jungkook, pareció comenzar a escribir toda una novela de misterio en su cabeza que terminaba en tragedia. Incluso pensó que se veía demasiado... Demasiado Psicópata.
Él siempre había pretendido ser el hombre más genial del mundo entero, solía enojarse con sus ex parejas que se le pegaban después del sexo, diciéndoles que esa actitud solo hacía que dejara de considerarlos atractivos. Pero, ahora la situación era al revés.
—En serio, ¿Por qué eres así? ¡Cálmate! —Taehyung levantó la mano y se abofeteó en la mejilla un par de veces. Estaba claro que se había vuelto loco, incluso si decía que su actitud era algo justificado, era una paranoia injustificada la que tenía encima. Trató de borrar la cara de Jungkook, que le venía a la mente cada rato, y respiró igual a si intentara practicar yoga.
—Ya. No es nada. Él te trajo un sándwich y luego... Se comió dos porque tenía mucha hambre. Ajá, es eso. Asunto arreglado.
Pero incluso si había dicho eso, su mente no se estaba calmando fácilmente. Después de mirar en el bote de basura durante mucho tiempo, sin decir una sola palabra, lo pateó y entró en su habitación mientras maldecía a todas las personas en las que pudo pensar en tan poco tiempo.
¡Se duchó y finalmente se fue a la cama, pero no pudo dormir por nada del mundo! Solo podía ver el rostro sonriente de Jungkook rondando constantemente en su cabeza. La cara de ese hombre, el sándwich y a su madre diciendo que había perdido el juicio y que así no era como lo había criado.
—¡Maldito perro, desgraciado infiel —continuo maldiciendo hasta que se quedó dormido.
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