19

Taehyung  aceleró los pasos y corrió por el pasillo que lo llevaba directamente hasta el baño del personal. Sintió que estaba a punto de ponerse a llorar y definitivamente no quería que nadie se diera cuenta de eso, empujó su cuerpo dentro del compartimiento más alejado y cerró con llave. Fue una suerte tremenda que no hubiera gente en el piso medio, donde solo había áreas de descanso como salas para ofrecer misas y capillas privadas.      

Por un momento se sintió abrumado por la tristeza, pero luego contuvo sus emociones tanto como su cuerpo se lo permitió y respiró de un modo realmente profundo. Aguantó la respiración y se arrodilló hasta que la voz de Jungkook, buscándolo, y la de los crocs estrellándose contra el suelo de mármol, solo terminaron por desvanecerse a la distancia.

Había estado mirando a Jungkook todos los días en el hospital durante años y siempre se preguntaba con frecuencia sobre como luciría a determinada hora o sobre la manera en la que se sentiría después de su turno... Pero ahora no era una exageración decir que ni siquiera quería verlo.

—Dios... ¿Qué piensas de mi en realidad? —La tristeza seguía creciendo con fuerza dentro de él así que se habló a si mismo sin importar que tuviera una voz increíblemente apretada.

¿Qué pensaba de él? No solo Jungkook, sino todos lo demás. ¿Qué impresión estaba dando? Sus compañeros le llamaban "Sexi Boy" y claro que hubo un tiempo en que le pareció satisfactorio. Pero ahora pensaba que todo era parte de un karma bastante bien organizado que se había originado gracias a sus propias y terribles acciones y mirando hacia atrás en su pasado, suspiró y golpeó su frente contra la puerta que dividía su cubículo del de los demás.

Hacer esto no le estaba haciendo sentir mejor ni de chiste, pero era una alternativa más sensata que esa de quedarse sentado sin hacer nada para perderse en sus propios pensamientos fatalistas. Además, pensó que definitivamente iba a llorar sin importar que Jungkook estuviera frente a él o no y  ahora, aunque lo intentó con fuerza, al verse solo en un espacio tan pequeño, sus lágrimas simplemente empezaron a brotar.

En el club, Jungkook dijo que si seguía viviendo así, sería castigado de una manera completamente terrible. Ahora, estaba claro que se estaba encargando de cumplir sus palabras personalmente.

Era como si lo hubiera golpeado en la cabeza con un gran martillo hasta dejarlo confundido, dolorido y desprotegido, solo por haber escuchado una palabra que nunca debió salir de su boca para empezar.

—Jeon Jungkook... Entonces, si te digo que lo hagamos de nuevo ¿Vas a aceptar solo porque es parte de lo que soy? —Sonrió mientras murmuraba para si mismo, sin dejar de golpearse la cabeza contra la puerta del baño.

Para ser honesto, el placer que sintió anoche fue increíblemente fabuloso, fue sexy, fue tierno y fue terriblemente intimo. No era del tipo que juzgaba cosas como la inocencia porque ya había tenido sexo demasiadas veces pero, si lo miraba bien, Jungkook fue su primer hombre en cada sentido de la palabra y solo de pensar en eso le hizo sentir calor en todo el cuerpo.

El cuello del hombre, con la cabeza inclinada hacia abajo, estaba caliente como el infierno y lo mismo pasaba con sus mejillas y con sus manos. No podía recordar la cara de Jungkook durante esa noche, pero sabía claramente que las sensaciones que le había dado fueron increíblemente buenas.

Kim Taehyung era una persona que se enamoraba fácilmente del placer, por lo que si Jungkook respondiera que le gustaba la forma en la que se movía o la forma en la que era frente a él en la cama, entonces saltaría en su dirección y volvería a tener una relación íntima con él sin rechazarlo. ¡No había razón para hacerlo para empezar! Y no sabía si debía estar feliz o triste por el paso que acababan de dar en el jardín sin darse cuenta ¿Debería regocijarse por el hecho de que, aunque no pudiera confesarse, habían abierto la puerta a una relación en la que podían compartir algo físico? ¿O debería afligirse por ser tratado como un fácil sin importar que lo amara tanto?
Ni siquiera sabía por qué mantuvo la boca cerrada de esa manera en lugar de confesarse.

No sabía por qué no...

Porque simplemente no... era valiente.

En ese momento, su respiración se ahogó, las lágrimas llenaron sus ojos y no pudo decir ninguna otra palabra, suspiró una vez más, y agarró su cabeza temblorosa con ambas manos. La bolsa de compras que golpeaba su pie le estaba molestando de sobremanera para ese momento así que simplemente la aventó igual a si fuera basura.

¿Y qué si le había llevado un regalo bonito? ¿¡¡De qué había servido!!? Pateó la bolsa que estaba junto a la puerta, luego pateó también la caja hasta destrozarla, la tiró al cesto y se puso los crocs que había dentro. Estaba sollozando con mucha fuerza pero igual intentó calmarse lo máximo posible solo para concentrarse en los jibits y en los zapatos blancos que se veían excepcionalmente limpios, iguales que los de Jungkook.

Cuando sorbió la nariz y su estado de ánimo pareció calmarse repentinamente, descargó su ira pisando el empeine de sus zapatos nuevos hasta que hicieron un ruido similar al de un desgarre. Ahora, tenía que dejar de actuar como un niño y volver al trabajo.

Tenía que ser profesional y era su deber aceptar lo que había pasado y tomar solo lo mejor para poder aprender de sus errores, sin embargo, salió del baño como una res que iba rumbo al matadero, y volvió al quirófano de la misma manera en la que lo haría un zombie y estaba tan exhausto que hasta se sentó en el primer banquito disponible que encontró.

Jung Hoseok se acercó a él y le dijo: —Sunbaenim, deje de llorar. No sé exactamente lo que fue pero, le aseguro que todo estará bien muy pronto.

...

No quería que nadie se diera cuenta de lo que le acababa de pasar, pero aparentemente Hoseok era un chismoso. Taehyung, se sentía apuñalado en el corazón por culpa de su mejor amigo, lo miró con cara deprimida y luego, contrario a lo que pensó que iba a hacer, solo le sonrió. Hoseok tenía razón, pero, no podía admitirlo, simplemente miró su rostro inocente y dijo que —no sabía lo que estaba tratando de decir. —Se aclaró la garganta y fijó ahora su mirada en el monitor.

Revisó el registro de la cirugía que había escrito más temprano y trató de concentrarse en las letras negras y verdes que se estaban extendiendo frente a su hoja, pero como era de esperar, no podía deshacerse fácilmente de las muchas emociones complejas que le estaban comiendo la cabeza para ese momento.

—Hoseok, sabes que lo que pase conmigo no te importa, ¿Verdad?

—... Pues, yo solo quería decirle que creo que el doctor Jeon se siente igual de triste que usted.

Trató de poner toda su ira en Hoseok, como para desquitarse con él de lo que le había pasado... Pero cuando se encontró con su cara, quien respondió de un modo casual y luego se dio el lujo de mirarlo con una expresión de cachorrito en apuros, todo se derrumbó tan rápidamente que se quedó sin otro plan y mientras lo observaba, se dió cuenta de que aparentemente no le importaba lo que fuera a decir de él, y de repente le vino a la mente la imagen de Jungkook y sus palabras, y eso fue suficiente para que su pecho comenzara a arder otra vez.

—Él... Tiene trabajo. No hay tiempo en su agenda para estar triste o tal vez está sentado con las piernas estiradas en la habitación de doctores pensando en la manera correcta de llenar sus amados informes. Después de todo es lo único que le importa a alguien así.

—Pero el turno esta muy tranquilo hoy....

—... ENFERMERO JUNG, ¿QUÉ ACABA DE DECIR?

Esas palabras no debían decirse en la sala de emergencias, la estación o en cualquier lugar del hospital. Hoseok se inclinó de inmediato al darse cuenta de esto y se disculpó con todos sus colegas, quienes lo miraron con una expresión de verdadero terror.

Había una creencia entre el personal del hospital, ya fueran médicos o enfermeras, que decía que cuando no había pacientes, algo malo pasaría si a alguien se le ocurría decir algo cómo  "Es un turno tranquilo." Y por esta razón, todos se quedaron quietos en sus lugares, conteniendo la respiración como si el tiempo se hubiera detenido por un instante, agitándose de miedo, y viéndose los unos a los otros igual a si quisieran comenzar a correr y cuando Taehyung tocó el hombro de Hoseok con la completa intención de regañarlo, el teléfono sonó violentamente desde la mismísima sección de urgencias.

A las dos y media de la mañana, entró una llamada al quirófano diciendo que había ocurrido un accidente horrible en la carretera y que necesitaban todo el personal disponible que pudieran ofrecer, Taehyung se apresuró a salir en cuanto lo escuchó.

—¿A dónde va?

—¿Cómo que a dónde voy, Hoseok? ¡Tenemos trabajo gracias a ti! También tendrías que empezar a moverte.

Era hora de dejar en una esquina todo el asunto de la confesión fallida y del enamoramiento por su mejor amigo.

Fue una madrugada terrible y gracias a esto, no pudo salir del quirófano ni siquiera aunque ya había pasado muchísimo más del tiempo de su turno. Es más, incluso tuvo que hacer un par de horas extras para ayudar a sus compañeros.

Había entrado a trabajar en la noche, cuando estaba absolutamente oscuro, y al día siguiente, cuando el sol ya estaba en lo alto del cielo, pudo salir.

Una tormenta azotó el hospital hasta tal punto que era imposible decir si fue por la regla que rompió Hoseok o solo algo provocado por su mala suerte. Debido a una colisión a gran escala en una carretera cercana, todos los trabajadores del Hospital Universitario de Deokwon estuvieron corriendo de un lado para otro sin oportunidad de descanso.

Fue una emergencia tan grande, que incluso Kim Namjoon, quien se suponía que tenía el día libre, también fue arrastrado al campo de batalla gracias a su supervisor.

Taehyung ingresó al quirófano a las 3 de la mañana y salió de allí después de 6 largas horas. Obviamente sus piernas, que se habían hinchado desde antes porque no estaba usando sus medias de compresión, ahora estaban casi completamente irreconocibles por lo que se quejó un montón de veces antes de sentarse en un banco frente a la cafetería. Jungkook estaba allí también, pero todavía no se había dado cuenta de eso.

Jungkook había tenido que operar a una paciente que estaba embarazada y fue puesta en la mesa de operaciones con los órganos completamente destrozados debido al impacto del accidente de su automóvil y como si fuera poco, cuando la mujer murió, también tuvo que aguantar ver morir a su pequeña hijita en su sala de operaciones y también, al paciente con cáncer que recién había subido a cuidados intensivos. Entonces en total, Jungkook habia visto morir a 4 de sus pacientes en una sola noche y ahora no era el momento de pelear emocionalmente con él ni decir cosas sobre quién tenía la razón.

Taehyung se sentó a su lado sin decir una palabra y le dio unas palmaditas en el hombro. Su cabello, que siempre estaba pulcramente peinado, estaba revuelto sobre su cara, y tenía rastros de sangre goteando de sus zapatos.

Jungkook se había quedado en el banco, mirando fijamente al techo sin parpadear ni una sola vez y es que ser un médico, observando a las personas estar al borde de la muerte sin poder hacer nada para evitarlo, era algo realmente duro, a veces las personas olvidaban que los médicos también eran humanos con sentimientos y lidiar con la muerte muchas veces era la peor parte de su trabajo, sin importar lo mucho que estuvieran acostumbrados a esto, porque tal vez el tiempo los había vuelto expertos, pero no insensibles.

Aunque Jungkook era reticente y poco expresivo, era el médico más devoto y afectuoso que hubiera conocido jamás. Además, para variar, el paciente de cáncer terminal que falleció, era un hombre joven que había estado viendo durante bastante tiempo y que había establecido una relación de amistad con él.

Robodoc tenía un corazón más cálido de lo esperado.

—Oye... Oye, ven. Vamos a casa. —Ante las palabras de Taehyung, asintió sin abrir la boca.

Tenía una cara cansada y triste que le llamó completamente la atención, sus largas pestañas temblaban y la piel bajo sus ojos se había vuelto tan oscura que pareció como si tuviera moretones. Taehyung agarró su mano y entrelazó los dedos con los suyos hasta que la temperatura corporal de su cuerpo provocó que él también empezara a ponerse más tibio. Luego se levantó, y lo ayudó a hacer lo mismo para poder sacarlo de allí.

Jungkook estaba inexpresivo, como si nada hubiera pasado para empezar, pero ahora era el momento en que necesitaba consuelo y la compañía de alguien y la única persona en este mundo que podía notar cada uno de sus cambios y calmarlo justo como lo necesitaba, era Taehyung y la verdad era que ambos lo sabían perfectamente.

Taehyung todavía sostenía la mano de Jungkook así que, de vez en cuando, al verlo distraído o escucharlo sorber la nariz, le daba pequeñas palmaditas en la espalda y le decía que "estaba allí a su lado" y que "Definitivamente no se iba a ir." De hecho, había perdido el momento para cortar con la escena, así que, cuando se dio cuenta, todavía seguían aferrándose el uno al otro como si se necesitaran para seguir adelante.

Tardíamente llegó la incomodidad y el sudor comenzó a brotarle de las palmas, era difícil soltar sus dedos ahora, incluso aunque pensó que era extraño para los demás habitantes de la Seúl tradicional, ver a dos hombres caminando tomados de la mano por todas las calles que los llevaban a su departamento. Sobre todo, porque él estaba extremadamente nervioso por esta situación.

Torpe y terriblemente deprimido, Jungkook caminó hombro con hombro junto a él sin decir una sola palabra al respecto. En realidad, el silencio había continuado por tanto tiempo que pensó en si debería decir algo sobre lo que acababa de pasar o una frase para consolarlo, pero rápidamente cerró la boca. Era porque sabía muy bien que no era bueno en cosas como levantar el ánimo y que además, en momentos como este, posiblemente era mejor mantener la boca cerrada y simplemente pararse a su lado hasta que se sintiera un poquito mejor. Además, si hubiera sido al revés, Jungkook hubiera preferido ofrecerle un consuelo más plausible que directo.

Taehyung miró el rostro de Jungkook mientras tomaba su mano con fuerza y se movía como un niño al que su madre había regañado más temprano en la mañana. Parecia inexpresivo, pero si miraba un poquito más de cerca, entonces notaba que había cosas muy fuertes como angustia y tristeza mezcladas en cada una de sus facciones.

La persona que falleció en la mañana era el paciente que Jungkook había tratado desde que era residente, hasta que se volvió su médico tratante y después de recurrencias y cirugías repetidas, anoche tuvo que despedirse de él desde la distancia. La emoción que debía estar dentro de él en este momento, debió ser una terrible sensación de impotencia.

La única cosa que podías sentir en el momento en que te dabas cuenta de que en realidad no podías hacer nada y que no te quedaba más remedio que ver de cara a la muerte, debía ser una sensación lo suficientemente dolorosa como para sostener la mano de Taehyung todo el tiempo y llegar hasta el frente de la casa sin soltarlo y con una preocupación realmente sincera, él siguió cada uno de sus movimientos con la mirada hasta que finalmente llegaron a la entrada.

Sin embargo, Taehyung solo colgó las llaves, se quitó los zapatos y volvió a agarrar su mano para llevarlo hasta su habitación. Se veía bien por fuera, pero actuaba como si dentro de él ya hubiera dejado de existir el alma de un hombre.

Taehyung, suspiró por un momento, le buscó ropa limpia y lo empujó hacia el baño diciéndole que se bañara antes de irse a dormir y cuando después de un rato finalmente se escuchó el sonido del agua corriendo en la ducha, suspiró nuevamente y se rascó la cabeza. Sabía que siempre sufría mucho ante la muerte de un paciente pero, hoy era considerablemente peor que cualquier otro caso que se le viniera a la memoria. Incluso la paciente embarazada que le asignaron murió en la madrugada y después de eso lo hizo también su  pequeña hija, que iba en el asiento del copiloto, por lo que no podía entender ni un poco de cómo se sintió.

No podía saber que estaba pensando.

Taehyung, que había estado vigilando la puerta del baño mientras escuchaba a Jungkook ducharse, miró sus piernas hinchadas y se dio cuenta de que no era el momento de preocuparse por él cuando tenía cosas que hacer por su propio cuerpo. Jungkook estaba sufriendo pero eso no significaba que pudiera quedarse sin hacer nada porque tenía que volver al hospital cuando se pusiera el sol.

Después de ducharse en el otro baño, se tumbó en la cama y suspiró por segunda vez en lo que iba del día. Sus piernas se sentían tan pesadas que fue como si no estuvieran unidas a su cuerpo y, además, después de recibir todo el agua caliente encima de su cuerpo, estaba tan cansado que sintió que podía quedarse dormido si tan solo tuviera un momento para acomodarse decentemente sobre el colchón. Sin embargo, como era de esperar, volvió a abrir los ojos tan pronto como sintió que ya se le estaban cerrando. Fue porque estaba muy preocupado por el hecho de que no hubiera ni un solo ruido en la habitación de Jungkook.

Se levantó abruptamente, salió de puntitas de su cuarto y abrió con cuidado la puerta de la habitación de Jungkook. El hombre, con una toalla en la cabeza, estaba sentado en la cama con la cara en dirección a la ventana y los ojos bien abiertos.

—¿... Qué estás haciendo, tonto? —Se acercó, agarró la toalla que estaba en su cabeza y comenzó a moverla por todo su cabello en un intento por secar la mayor cantidad posible. Jungkook ni siquiera parpadeó.

—Jungkook...

Robodoc estaba roto, así que Taehyung detuvo sus manos e hizo una expresión que pareció realmente muy contrariada. De hecho, debido a que el hombre era terco como una mula, soportaba todo lo que le ocasionaba dolor en completo silencio. Era tan así, que pensó que si fuera cualquier otra persona, habría llorado con fuerza mientras decía que ya no quería ser un doctor, se abría permitido ser débil y desmoronarse. De hecho, a menudo ocurría que los especialistas tenían crisis importantes precisamente por este motivo.

—Oye... ¿Quieres hablar de eso?

...

Jungkook permaneció en silencio, probablemente porque estaba pensando en otra cosa así que ni siquiera fue capaz de escuchar lo que había dicho. Taehyung, que estaba harto de todo esto le gritó.

—¡Jeon Jungkook, maldita sea!

Entonces levantó la cara y miró en dirección a su compañero. El hombre, que había estado de pie, con los brazos cruzados y las piernas en línea recta, se acercó hacia él cuando sus ojos se encontraron y le tomó la cara entre las manos para juntarla a la suya. Jungkook no parecía saber que decir al respecto.

—¿Qué estás haciendo?

—¿Cómo me dices que qué estoy haciendo cuando estoy en esta posición? Estoy... Tratando de hacerte sentir mejor ¿No te das cuenta?

—No entiendo... —Jungkook se había quedado atónito ante sus palabras. Aunque había hablado de la relación entre los dos como algo que harían las "parejas sexuales", parecia no saber que la próxima vez en la que estarían juntos, vendría de forma tan extraña y repentinamente en un momento en que sentía tanto dolor.

Taehyung se subió a la cama y luego se sentó sobre sus rodillas hasta que logró empujarlo en la cama y es que en su opinión, el consuelo más efectivo ahora mismo, era tener sexo.

De hecho, tenía que decir que cuando no podía soportar la melancolía que había acumulado en el trabajo, se regodeaba con desconocidos hasta que comenzaba a sentirse infinitamente mejor y después de eso, las largas noches, sus muchos pensamientos estúpidos, se acortaban significativamente de tal manera que su mente se volvía un cuadro sin nada. Además, parecia que no solo Jungkook sino él necesitaban mucho de un momento de reinicio.

Taehyung extendió las manos lentamente y comenzó a quitarle el pijama de encima y cuando la parte superior del cuerpo, ligeramente húmeda de su mejor amigo, quedó bien expuesta ante sus ojos, Jungkook agarró su propio pecho y preguntó el motivo por el que ahora había decidido tratarlo así.

—Solo déjame hacerlo...

—Taehyung…

—Cállate... Solo... Solo cállate. Por favor...

Taehyung cubrió la boca de Jungkook con sus labios. Luego, el cuerpo de este, que había estado bastante confundido, se endureció, y finalmente llegó el momento en que comenzó a adaptarse a los movimientos de su compañero.

Taehyung metió la lengua entre los labios de Jungkook y le tocó el pecho al mismo tiempo. Su mano, que había estado acariciando en medio, se resbaló y entró tan abajo de su ropa que dejó escapar un gemido que se escuchó excepcionalmente hermoso. Pero a pesar de que era evidente que estaba exhausto después de tanto trabajo y tantas perdidas, su reacción fue más que evidente y después de que la cálida mano de Taehyung frotara su pene un montón de veces, comenzó a levantarse justo como si recordara lo que habían hecho juntos la noche anterior.

—Ummm....

Taehyung había logrado exhalar con fuerza durante un momento, abrió los labios y luego los volvió a juntar como si estuviera pidiendo que no se detuviera todavía, la boca de Jungkook, húmeda con su saliva, se presionó contra la suya de tal manera, que los músculos de la línea de su cuello se destacaron exageradamente entre cada movimiento que realizaba para hacer de su encuentro algo un poco más profundo. Algo un poco más... Real.

Taehyung giró la cabeza y envolvió su lengua alrededor de la lengua de Jungkook de nuevo. Había un montón de sonidos húmedos y desesperados que se filtraban entre sus labios, jadeos, pequeños gemiditos ansiosos y un montón de quejas que sonaban como gruñidos de animal.

Por supuesto, no fueron únicamente sus labios los que se mojaron.

Cuando agarró su pene con un poco más de fuerza y lo sacudió hacia arriba y hacia abajo sin detenerse, poco a poco comenzó a fluir un líquido espeso desde su punta hasta chocar contra la tela de sus ropas. Estaban tan juntos y apretados que ni siquiera parecieron tener el menor margen de maniobra mientras sus labios y esos genitales tan calientes e hinchados se peleaban por conseguir un poco más de placer y cada vez que Taehyung movía la mano, la ropa interior de Jungkook se mojaba y revelaba por completo toda su enorme forma.

Taehyung enrolló los dedos y frotó la punta del glande de Jungkook, quien estaba temblando debajo de él como si definitivamente no pudiera soportarlo más. Sus abdominales, que parecieron estar tallados en mármol, saltaron contra su cuerpo, se abollaron y luego temblaron en respuesta a los movimientos de sus dedos. Taehyung lo miró sin dejar de sonreír.

—Taehyung... Ah, Tae, espera un minuto... No sé si... Deberíamos...

La reacción de Jungkook, al sonrojarse por sus gestos, morderse el labio inferior y dejar que la cabeza se le fuera completamente para atrás, hizo que el estado de ánimo de Taehyung se elevara hasta las alturas. Estaba terriblemente excitado por todo lo que estaba haciendo.

—No. Quédate quieto. Te hará sentir mejor.

—Ah, mierda. Mierda...

—Ah, ah...

Taehyung ya no estaba respirando bien, estaba demasiado interesado y concentrado en lo que había comenzado a formarse bajo sus manos como para pensar razonablemente en cualquier otra cosa. Quería sentir más de los temblores de Jungkook bajo sus piernas.

Tenía curiosidad por ver la expresión en su rostro cuando se llenara de placer y lo que haría cuando estuviera a punto de eyacular, tenía curiosidad por ver si sería lascivo como el Jungkook en su imaginación y estaba tan ansioso por volver a besarlo que fue consciente del momento en que su corazón latió tan rápido como para dejarle la boca seca.

Jungkook, fue empujado por la mano áspera de Taehyung y no pudo hacer esto o aquello debido a que su mano sostenía su pene como si quisiera arrancarlo desde la raíz y no quería hacerlo, pero en realidad estuvo a punto de de correrse entre sus dedos en el momento mismo en que comenzó a moverse más deprisa.

Jungkook apretó los dientes e inclinó el cuerpo un poco más para adelante, los tendones se marcaron en su cuello completamente expuesto hasta incluso hacer evidente la manera en la que estaba respirando.

Taehyung se humedeció los labios con la punta de la lengua. El largo cuello, que estaba expuesto frente a él, tan blanco e indefenso como el de una presa, fue mordido tan violentamente como si de pronto se hubiera vuelto un animal con hambre. Sin separarse, agarró el pene de Jungkook entre sus manos y lo sacudió tan imprudentemente, como un niño que tenía un juguete nuevo.

Taehyung aprovechó el momento para agarrar el trasero de Jungkook con ambas manos, envolvió sus nalgas con los dedos y extendió su carne de par en par hasta dejarlo bien abierto.

Jungkook levantó la cintura y tembló cuando su acompañante metió una mano que se sintió extremadamente fría, se le puso la piel de gallina en todo el cuerpo e incluso se permitió quejarse un poquito aunque igual no pensaba en hacer que se separara de él. La última vez estaba completamente borracho, pero ahora, como si fuera algo natural, Taehyung lo tocó de forma tan tierna, que Jungkook sin mayores protestas había dejado que continuara moviendo sus dedos para poder abrirle el culo justo como le viniera en gana.

Era un lugar en el que había entrado apenas hace unas horas así que, tan pronto como pensó en eso, en que estaban juntos otra vez y tan rápidamente, una sensación de eyaculación repentina le hizo levantar la cabeza en un momento. Si Jungkook no le hubiera soltado el pene para poder acomodarse, entonces estaba cien por ciento seguro de que habría vomitado un puñado de semen en su palma y aprovechando la manera en la que se había doblado encima de él, los dedos de Taehyung se deslizaron a través de su agujero hasta llegarle un poquito más allá de la mitad del ano.

Cuando dobló los dedos y empujó el interior, Jungkook se aplastó contra su mano y lo miró igual a si quisiera que se detuviera un momento para dejarlo acostumbrarse a como se sentía esto. Sin embargo Taehyung agarró con fuerza sus nalgas, que estaban todavía encima de sus piernas, e insertó los dedos tan profundamente que fue como si empezaran a derretirse con rapidez gracias a la temperatura corporal de su mejor amigo y entre sus paredes internas, no tardó mucho en presionar un pequeño montículo de carne que provocó que Jungkook saltara en su lugar igual a si hubiera recibido una descarga de electricidad. Su cara estaba roja, su ceño fruncido y sus labios, ligeramente abiertos, comenzaron a parecer tan dulces y desesperados que lo contagió.

—Ah, Taehyung. ¡Ah! Dios mío. Umm...

Jungkook no solo era débil al placer, sino que incluso era increíblemente sensible en algunas partes.

Le pareció honestamente encantador que se enrojeciera desde la nuca hasta los hombros y también encantador que comenzara a hablar sin darse cuenta de que lo estaba haciendo. Taehyung cerró la boca con fuerza antes de que empezara a hacer exactamente lo mismo y metió dos dedos más hasta ocasionar que la brecha entre los dos se abriera otro poco. Después de todo, Jungkook todavía no podía acostumbrarse a la sensación de algo largo y frío entrando hasta el fondo, empujando y tanteando su carne a un ritmo desigual y aunque ni siquiera se había tocado el pene, ya estaba tan erecto que sobresalía de los pantalones de su pijama.

Cada vez que los dedos de Taehyung se movían hacia adentro, se bamboleaba de un lado para otro y dejaba que la punta de su pene se frotara contra los abdominales de Jungkook y como la ropa interior presionaba sus genitales hasta un punto en que estaba haciéndolo más doloroso que placentero, Jungkook se levantó un poquito y se bajó los bóxers y los pantalones con una sola mano.

De esta manera, su verga, que se había hinchado y abultado como si estuviese a unos pasos antes de la eyaculación, golpeó los abdominales de Taehyung hasta que un líquido blanco y espeso, que había comenzado a fluir de la punta de su glande, manchó la carne inferior de su estómago completamente. Además, las gotas de semen, que se habían formado en la punta, estaban fluyendo sobre sus abdominales en pequeñas curvitas perfectas.

—Ah, ah, ah ¡Ay!

Su espalda se sacudió salvajemente. Con cada movimiento, el pene endurecido se frotaba contra el cuerpo de Taehyung y esto dificultaba que Jungkook pudiera seguir aguantando otro minuto más.

—Ah, ah, ah, voy a... Maldita sea, voy a correrme...

—¿Ya?

—Sí... Ah, sí. Voy a... ¿¡Qué estás haciendo, imbecil!? ¿Por qué te estás separando? ¡Deja de perder el tiempo y apúrate, maldita sea! No tengo tiempo para que te portes bien ahora.

Aunque aparentemente estaban teniendo una breve pelea, Jungkook, que estaba terriblemente caliente, apretó los dientes, se estiró hacia atrás y agarró la punta de los genitales de Taehyung hasta que quedaron entre sus nalgas, tomo su trasero entre las manos y lo separó para que su agujero quedara completamente expuesto para él.

Los hombros de Jungkook temblaron ante la sensación de frío pero, tan pronto como la punta de el pene de su mejor amigo se acomodó y comenzó a presionarle directo en la entrada, el calor comenzó a llegar desde tantas direcciones posibles que fue imposible pasarlo por alto.

Los pliegues fuertemente entrelazados de su culo se abrieron de par en par, y un lugar que estaba casi palpitando, se tragó la punta gruesa de su glande hasta el fondo.

Jungkook cerró los ojos por un momento y soportó el ligero dolor y la sensación de un cuerpo extraño dentro de él. Entonces Taehyung, que se dio cuenta de que estaba temblando, agarró su mano con la suya y sostuvo sus hombros utilizando los otros dedos. La forma de su pene se estaba sintiendo a la perfección con cada maldito movimiento así que, cuando se insertó más allá de solo el glande y llegó a hundirse hasta la parte más gruesa del tronco, Jungkook sintió tanta pesadez que tuvo que volver a presionarle la muñeca para intentar darle una pequeña sensación de que él estaba cuidando de él.

—Ah, ah, ah... ¡Ummm!

Jungkook, quien finalmente se tragó la cosa de Taehyung hasta el final, se inclinó hacia atrás y se sentó completamente sobre su cuerpo. La base del pene largo y grueso y las nalgas de Jungkook estaban en estrecho contacto así que inclinó la espalda otro poquito y exhaló con muchísima más fuerza que al inicio.

Fue lo mismo con Taehyung, quien la estaba pasando difícil. La pared interna de Jungkook lo estaba agarrando con tanta fuerza que pensó estar a punto de derretirse y luego, la acción inconsciente de apretar y aflojar el extremo de su agujero aumentó la emoción de Taehyung hasta las alturas.

Como un caballo al galope, Taehyung apenas soportaba las enormes ganas que tenía de derribar a Jungkook y empujarlo como loco para abajo y Jungkook, que había contenido la respiración durante un buen rato, simplemente se tocó el vientre con la palma de la mano.

—Ah, siento que estoy a punto de explotar. Ya no... Ya no puedo...

Ante las palabras de Jungkook, Taehyung comenzó a moverse hasta levantarse un poco de la cama. Taehyung había estado sentado, ligeramente relajado sobre él, de repente tuvo que inclinarse justo como lo quería y de tal forma que su pene penetró aún más profundo dentro de su cuerpo y cuando su centro de gravedad se vio perturbado y su espalda estaba a punto de caer completamente hacia atrás, Jungkook envolvió sus brazos alrededor del hombro de Taehyung, quien definitivamente no se iba a perder del momento.

Taehyung enterró su rostro en el pecho de Jungkook y agarró su pelvis con ambas manos para que no se le fuera a apartar. El delgado cuerpo del hombre encajaba perfectamente en las palmas de Taehyung así que, mientras Jungkook, que perdió el equilibrio, había decidido mantenerse erguido todo este tiempo, Taehyung decidió que estaba bien morder ese pezón que casi había comenzado a tocarle la mejilla.

—¡Ah!

En un instante, Jungkook gimió y sacudió su cuerpo con más fuerza que la primera vez, sus genitales se pusieron de pie en el aire y comenzaron a arrojar un líquido blanco que goteaba en dirección al colchón. Por supuesto, la oleada de eyaculación trajo más fuerza al agujero de Jungkook así que irremediablemente terminó por apretarlo con mucha fuerza, casi como si estuviera a punto de cortarlo.

—Ummm... ¡Um!

Antes de que Jungkook pudiera escapar del resplandor de la situación, Taehyung se llevó el pequeño bultito de su pecho a la boca justo como si fuera un bebé chupando la leche de su madre. Sus pezones, en ese amplio y perfecto pecho, eran infinitamente suaves y lujuriosos así que mientras Taehyung continuaba mamando, esta parte solo consiguió ponerse muchísimo más dura de lo que esperó la primera vez y aunque había decidido utilizar solo la lengua, luego sacó los dientes y mordió suavemente sus pezones levantados hasta que el agujero de Jungkook se contrajo y se tensó repetidamente.

Cuando Taehyung levantó la pelvis de Jungkook con ambas manos, las nalgas del hombre, que habían sido ligeramente alzadas también, emitieron un sonido chirriante segundo antes de hacer que se sentara de nuevo sobre su enorme verga. Fue un pequeño movimiento en realidad, pero el peso de los músculos de Jungkook había conseguido hacer que apretara el pene de Taehyung profundamente dentro de él hasta que el semen, que vomitó sin darse cuenta, comenzó a quedarse bien adentro de él sin encontrar una ruta de escape.

—Ah, ah, ah, ah...

El cuerpo de Jungkook, que había estado aguantando todo este tiempo, finalmente colapsó entre los brazos de Taehyung y con las manos alrededor de sus hombros, se enterró tanto en su pecho que empezó a parecer como si más bien se estuviera sofocando por él.

Taehyung continuó sosteniendo su pelvis, levantándola y bajándola una y otra vez hasta que las nalgas de Jungkook se volvieron un desastre.

Se escuchaba el sonido de la respiración áspera, el chirrido húmedo, el sonido de la carne pegada una a la otra, las respiraciones calientes tocándose el cuerpo y el sudor corriendo por las curvas de sus caderas. Jungkook apretó los dientes porque no estaba familiarizado con la voz que estaba saliendo de su boca pero, al final, eso tampoco duró mucho tiempo y el sonido finalmente se filtró hasta perderse en las paredes.

Taehyung continuó agarrando su pelvis y levantando su cintura así que, cada vez que sentía la manera tan desesperada en que el cuerpo de Jungkook se estremecía sobre él, el pene, que estaba bien adentro, hacía un chasquido poderoso y apuñalaba repetidamente hasta llegar a sus testículos. La relación sexual entre los dos fue más apasionada y feroz de lo que pensaron que sería.

—Ah, ah, ah, ah, ah...

—Ah, ah, ah... Um...

El aliento de los dos, abrazándose y jadeando, era increíblemente dulce.

Taehyung apoyó las manos en la espalda de Jungkook y le dio la vuelta. Jungkook, quien ahora estaba acostado en la cama, se separó del cuerpo de su acompañante por un segundo y luchó por encontrar un lugar que se sintiera cómodo para poder quedarse justo allí.

Taehyung sostuvo sus piernas para que pudiera abrazarlas contra su pecho y luego, incluso se permitió besar las puntas de sus pies uno por uno y de un modo un tanto detenido.

—Saca tu trasero para mí. —Al escuchar la voz de Taehyung, que pareció haberse quedado sin aliento, lo miró con los ojos tan desenfocados como estaban los suyos, extendió la mano hacía él y le secó el sudor con el dorso de los dedos. Luego levantó las piernas.

—Que el enfermero Kim me inyecte... Es un placer. No sabía que era tan bueno en eso...

Ante las palabras de Jungkook, Taehyung se rió hasta que emitió un sonido bastante encantador como para ser suyo. Luego le acarició las rodillas y finalmente le levantó la cadera otro poquito.

—Ah... Date prisa. Date prisa... —Ante las palabras de Jungkook, se inclinó, le abrió las piernas y le mordió el pecho otra vez.

Jungkook frunció el ceño ante el agudo dolor, pero en lugar de apartarlo, abrazó su espalda, le pidió que no se fuera de su lado y cada vez que levantaba la espalda, los músculos blancos de la cadera de Taehyung se contraían y relajaban tan repetidamente que llegó un punto en que quiso levantar un poco la cabeza para mirar lo que estaba pasando entre sus cuerpos.

Su semen estaba bien pegado al vientre de Taehyung así que, cada vez que empujaba su cintura, el líquido goteaba de la punta de su pene hasta hacer un sonido como de jabón contra el agua. Era tan bueno y tan obsceno, que estaba haciendo que su mente se volviera irremediablemente loca. Si tuviera que elegir el sexo más satisfactorio y cautivador que había tenido últimamente, en definitiva sería ahora.

—¡Ah! ¡Ah! Kim Taehyung...

Cuando una repentina sensación de eyaculación recorrió completamente su cuerpo, Jungkook abrazó a Taehyung con más fuerza y gritó su nombre. Su cuerpo no podía dejar de temblar.

—Ah, Jungkookie...

Así como Jungkook había sentido muchísimo placer, Taehyung estaba experimentando el doble.

El pene erecto de Jungkook, que estaba aplastado debajo de él, se balanceaba cada vez que levantaba la espalda y comenzaba a gotear algo muy parecido al agua, su pared interior estaba resbaladiza por el semen que Taehyung derramó sobre él y precisamente por eso, todos los movimientos emitían un desagradable sonido chirriante cada vez que se juntaban y se separaban de nuevo.

—Ah, ah, ah, se... Se siente bien. Se siente muy bien. Umm...

—Ah, ah, ¿Qué se siente bien, Jungkook-ah?

—¡Ah! Ah, cuando te mueves... Cuando te mueves dentro de mi. Ah, ah, ah..."

No habían utilizado condón, pero las dos relaciones anteriores fueron iguales.

Taehyung abrazó a Jungkook y sacudió su cintura como una bestia sin autocontrol. Su corazón latía tan rápido que sintió que su cuerpo y su cerebro se estaban derritiendo e incluso se preguntó si estaba en un mundo diferente o si tal vez era un sueño que se iría cuando abriera los ojos, lo abrazó aún más fuerte que al inicio y lo besó en el hombro hasta hacer un sonido chispeante con sus labios.

En repetidas ocasiones, mordió tan fuerte como para dejar rastros que eran lo suficientemente oscuros como para verse como moretones exagerados y pensó, que era lo que necesitaba para ver que todo esto había sido real cuando llegara la mañana.

Jungkook, jadeo llegando a su límite.

El placer excesivo había hecho que su mente comenzara a divagar y entonces, en un momento dado, comenzó a gemir como un completo demente. Sus muslos estaban temblorosos y sin fuerza así que se abrieron de par en par para que Taehyung hiciera lo que quisiera hacer con él.

—¡Ay! ¡Ummm! ¡Ah! Voy a... Voy a correrme otra vez...

—Jungkook-ah... Ah, ah...

—¡Ah! Taehyung... Ah.

El sonido de sus nombres y de su pelvis chocando contra su trasero reverberó en toda la habitación. La respiración áspera y los movimientos apasionados se repetían una y otra vez, y los dos hombres se estaban abrazando como si fueran a desmoronarse de no hacerlo así y cada vez que Taehyung le daba una palmada en el trasero, Jungkook, que era empujado hacia atrás, quedaba bloqueado por la cabecera de la cama de tal manera que le pareció imposible moverse o expresarse tanto como le hubiera gustado. De verdad estaba a punto de perder la cabeza así que incluso la saliva fluyó de su boca abierta hasta hacer un pequeño caminito por su barbilla.

El movimiento de los dos corriendo hacia el clímax, fue feroz. Cuando Taehyung golpeó las nalgas de Jungkook una vez más, el cuerpo del hombre se puso rígido y su cintura se torció completamente para adelante. Sus muslos abiertos de par en par se convulsionaron, los dedos de sus pies se retrajeron involuntariamente y luego se abrieron como en un bonito abanico. El semen se derramó del pene de Jungkook en un segundo y salpicó la cara de Taehyung por completo y tan pronto como el glande salió de su entrada, Taehyung también alcanzó su punto máximo y el semen comenzó a fluir por el ano hinchado que todavía estaba completamente abierto y adolorido.

El espeso semen corrió de entre sus nalgas y cayó sobre la sábana, pronto todo fue un desastre de sudor y saliva que se vio un poco asqueroso. Sin embargo, ambos querían disfrutar el resplandor del clímax al final del placer desbordante en lugar de mover uno solo de sus dedos para corregir tanto desorden. Taehyung respiró hondo y se acostó sobre el cuerpo de Jungkook.

—Ah, ah, ah...

El cabello de Taehyung estaba desordenado sobre el pecho de Jungkook, quien pareció no dejar de temblar ni una maldita vez. Además, su aliento, que tocaba su pecho, era tan cálido y perfecto que le hizo sentir como si su corazón comenzara a latir ahora con mucha más fuerza que antes.

Jungkook se tapó la boca con la palma de la mano porque pensó que iba a estallar en carcajadas. ¿Era esto algo tan bueno o algo malo? De repente se convirtió en la pareja sexual de su mejor amigo en un momento en que ambos estaban vulnerables. Pero aunque esta situación era completamente absurda, por otro lado, una sensación de satisfacción avasalladora recorrió todo su cuerpo hasta que la risa finalmente se le escapó sin que pudiera hacer algo para detenerlo y cuando el resplandor del clímax desapareció de su cuerpo cansado, se apoderó de él una somnolencia repentina que le hizo cerrar los ojos igual a si estuviera muy satisfecho con lo que logró.

Jungkook tocó el cabello del hombre, que todavía yacía sobre su pecho, y le acarició la cabeza un par de veces antes de detener la mano en su cuello al darse cuenta de que Taehyung había comenzado a suspirar como si se hubiese quedado dormido a su lado.

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