11
—Señor, yo... ¿Por qué hizo eso antes?
—¿Qué? —Sabiendo sobre lo que estaba preguntando, Taehyung fingió demencia y tomó un vaso con hielo para llenarlo de cerveza.
—El doctor Jeon. No contestó su llamada a propósito.
—Es que... Solo, no sé. A veces quiero comer solo.
—Ah, entonces yo fuí utilizado.
—Jajaja, no hables así. Me haces ver como un chico malo. —Taehyung se encogió de hombros ante la expresión exageradamente sombría de Hoseok. Después de todo, él estaba en lo correcto, fue una víctima de las circunstancias. Fue un escudo que utilizó porque le era difícil ver la cara de Jungkook durante tanto tiempo.
Hoseok chasqueó la lengua, le dio un gran bocado a los camarones fritos que estaban en su plato, y continuó hablando como si realmente hubiera perdonado a Taehyung por lo que acababa de hacer y mientras hablaban el uno con el otro, descubrió que en realidad Hoseok era mucho más agradable de lo que había pensado que era. Era alguien popular, moderadamente torpe y distante, pero encantadoramente sociable.
—Corren rumores en el hospital de que el doctor es un tipo bastante... Cabrón.
—Posiblemente.
Hoseok, dejó de usar los palillos, miró a Taehyung y cambió de tema.
—¿Ustedes dos pelearon?
—¿Jeon Jungkook y yo?
—Ajá.
—No, no... Es incómodo, creo.
Para ser precisos, la verdad era que evitaba a Jungkook, porque se estaba sintiendo completamente agobiado en su presencia. Pero igual no dio ninguna explicación específica a la pregunta de Hoseok.
El joven asintió, aunque obviamente estaba sorprendido. —Entonces sí pelearon.
—Bueno ¿La gente puede vivir sin pelear?
—Es que no puedo imaginar que el doctor Jeon... No sé, levante la voz, insulte o haga algo así.
—Ah, no, no. Cuando ese bastardo se enoja, simplemente cierra la boca. Yo soy el unico que discute, luego me acerco y le hablo y... Todo termina.
—Vaya.
—Ha sido así desde la infancia...
Otros maldecían, otros golpeaban... Y Jungkook, bueno él miraba a Taehyung en silencio con los brazos cruzados, esperando que se calmara. Era así desde niño.
Entonces, Taehyung, que no podía soportar el silencio y justo como si nada hubiera pasado para empezar, comenzaba a hablar y a bromear como siempre y después de eso, todo estaba arreglado. Ahora que lo pensaba, realmente no podía enojarse, ni estar separado de él durante mucho tiempo. Incluso si no hablaban durante medio día o una semana completa, su corazón se ahogaba y suspiraba profundamente.
Siempre había muchos amigos alrededor de él, era ruidoso y animado y era muy fácil que estuviera sin Jungkook. La cosa era que no podía soportarlo por mucho, y es que, la única persona con la que podía hablar y pasar el rato, siempre fue él.
—Al principio, cuando los vi a los dos, pensé que eran como los personajes principales de un drama.
—¿Por guapos?
Taehyung, que tenía una expresión seria en su rostro, pestañeó un montón de veces, luego levantó la barbilla hacia Hoseok y sonrió cuando lo vio abrir mucho los ojos y hacer justo la misma expresión que él. Después de un breve estallido de risa y un par de bromas sin sentido, el tema de repente cambió a la vida hospitalaria de Jung y mientras escuchaba las dificultades y preocupaciones que debía enfrentar un nuevo enfermero, de repente pensó una vez más en Jungkook.
¿Ya había comido?
Aunque trajo a Hoseok aquí para evitarlo, todavía había una sensación de inquietud en su interior, con todo lo que tenía que ver con él. Debido a su personalidad, no podría haber comido con otras personas y era completamente evidente que, o iba a comer solo, o se iba a saltar la comida por completo. Ya iban a dar las 9 en punto, pero Taehyung estaba convencido de que él todavía estaba en el hospital.
Al ver a Hoseok empacando sus pertenencias después de terminar de comer, le mostró una sonrisa de verdad maravillosa.
—Enfermero Jung, entre primero y tenga una bonita noche.
—... ¡Sí! ¡Tenga una bonita noche también!
Frente al Hospital Universitario Deokwon y después de tres o cuatro vasos de cerveza, Taehyung dio un paso hacia adelante y miró para adentro a través de la pequeña ventana adjunta a la puerta de la sala de vigilancia. Dos residentes estaban comiendo fideos, una enfermera estaba dormitando y la mujer de administración estaba separando sus palillos para comenzar a comer una barra de sushi, encontró a Jungkook sentado al final, con los brazos cruzados frente a la pantalla llena de letras negras y gráficos, lo miró en silencio por un momento que pareció una eternidad. Su cara se veía pálida y cansada. También había un montón de residentes allí pero, Taehyung, que estaba avergonzado de entrar solo para darle la comida que había comprado para él, buscó en su bolsillo su teléfono celular para poder marcarle. Sonrió y justo antes de presionar el botón de llamada, lo miró nuevamente. Juntó sus espesas cejas, como si fuera parte de una película de dibujos animados, y telepáticamente envió un mensaje hacia la parte posterior de la cabeza de Jungkook.
—Mira atrás. Mira aquí.
Entonces, él realmente se volvió y miró hacia la puerta donde estaba parado Taehyung. Sus ojos se encontraron a través de la estrecha ventana y luego, como si nada hubiera pasado, frunció el ceño y levantó una bolsa de papel que tenía en la mano. Eran bolas de arroz, bolas de queso, pan caliente y ensalada del restaurante donde comió con Hoseok. Sabía que no le gusta mucho la comida japonés, pero como ya era bastante tarde, no tenía otra opción.
Jungkook se levantó de su asiento y salió lentamente de la sala de vigilancia. No había ninguna expresión en su rostro mientras caminaba, pero podía ver una suave sonrisa reflejada en sus ojos.
—¿Comiste?
—… Sí
—De todos modos, toma.
Los dos se sentaron en un banco en el pasillo, en la esquina más alejada del departamento de cirugía. La luz de la máquina expendedora en el medio era el único brillo que les daba en la cabeza.
—¿Cenaste algo?
—Sí. ¡Wow! Me compraste arroz.
—¿Entonces comiste solo, mentiroso? —Jungkook miró alternativamente la composición de la cena que había empacado y la cara de Taehyung.
—¿Por qué me miras así?
—No lo sé...
—... A ver, ven aquí... —Taehyung frunció el ceño ante la mirada tan penetrante de Jungkook.
—Tienes... Esa mirada extraña que dice que me acusas de algo. Sabes que no salgo con gente del hospital ¿No?
—... Creo.
Taehyung sacó un pañuelo azul de su bolsillo y comenzó a limpiar el rostro de Jungkook. En realidad lo limpió muy meticulosamente, como si no pudiera permitir ni la más mínima huella de suciedad en él y luego, como era la comida que compró para él, el hombre se lo metió en la boca incluso aunque hizo una mueca.
—¿Por qué todo se ve tan desordenado por aquí? —Preguntó Taehyung, señalando con la barbilla los escritorios que habían esparcido por el pasillo.
—Dijeron que construirían una sala de médicos de tiempo completo.
—¿Desde cuándo nuestro hospital necesita una sala de tiempo completo? ¿Quieren un campo de esclavos o algo así?
—Tú le dijiste a tu padre que el hospital necesitaba nuevas cosas. Es muy amoroso y consentidor.
Ante las palabras de Jungkook, estalló en carcajadas. En realidad, no podía decir que estuviera del todo equivocado, siempre había escasez de mano de obra en la sucursal y la mayoría de las personas que salían de la oficina principal con regularidad tenían que regresar de inmediato por lo que el bienestar de los médicos era un desastre. Por ejemplo, Jungkook parecia estar atrapado completamente aquí desde hace muchísimo tiempo.
—Aunque tal vez sirva para que duermas.
—Puede ser. Dicen que también van a cambiar el uniforme.
—¿Qué? ¿Cómo?
—Con batas cortas.
Las batas cortas eran usadas solo por los doctores debido a la política del hospital. Sin embargo, en estos días los enfermeros también preferían batas cortas para prevenir infecciones. Supuso que algo era algo.
—Listo. —Jungkook levantó la mano que sostenía la bolsa y la apuntó hacia Taehyung.
—¿Qué haces? ¿Estás insinuando que ya no quieres?
—Solo quería que lo sujetaras un momento.
—Super creíble. —Mientras hablaba, Taehyung le apartó el cabello que se le había presionado contra las sienes. Pero entonces, a Jungkook se le ocurrió la maravillosa idea de cerrar los ojos ante el toque de Taehyung, se estaba sintiendo muy consentido por él y estaba encantado.
—...No, no cierres los ojos, es extraño.
—¿Por qué?
—Yo no... ¡No cierres los ojos y ya! —El rostro de Taehyung se puso rojo.
Las sombras de las largas pestañas proyectadas sobre el rostro de Jungkook, con los párpados ligeramente abajo, le recordaban delirios del pasado que había olvidado por algún tiempo, todavía sonrojado, gritó y se levantó de su asiento.
—Si no quieres comer, solo entra y trabaja con moderación.
—No hay moderación cuando se trata de ver pacientes.
—Entonces solo... No te mates. Nos vemos más tarde
—Adiós. —Jungkook se sentó en el banco y miró a Taehyung mientras se alejaba. Sin embargo, después de unos pocos pasos, él retrocedió lentamente y agitó la mano.
—Oh, recibí una llamada del agente de bienes raíces. Tenemos que decidir ya.
—De acuerdo. Ten cuidado.
—Igual tú. —Se miraron y agitaron ligeramente las manos una vez más.
Después de que se fue, Jungkook se tragó toda la comida aunque no le gustó, su estómago estaba lleno y su corazón feliz de que Taehyung lo cuidara.
Días después, Taehyung, visitó el hospital privado del Norte, estaba sentado en el vestíbulo sin hacer nada interesante y por supuesto que había una buena razón por la que había llegado hasta este lugar tan distante, donde la mayoría de los pacientes eran hombres de mediana edad o jubilados. Es decir, era completamente obvio que no podía ir a un hospital conocido o sus compañeros conocerían todos los hechos alrededor de su consulta sin importar a qué departamento acudiera o que registro de confidencialidad llenara.
Básicamente, podía decir que a la gente del hospital le gustaba mucho el chisme. Entonces, si hacía una cita en el Hospital Universitario Deokwon, sus compañeros preguntarían y luego Jungkook, vendría para verificar su enfermedad en persona. Así que, aunque estaba extremadamente cansado, condujo el automóvil de su mejor amigo hasta allí y esperó "pacientemente".
Tenía una expresión increíblemente seria, como si hubiera contraído una enfermedad grave, se frotó la cara con las palmas de las manos y luego comenzó a quejarse de su vida. Ya había pasado por todo tipo de procedimientos, incluidos análisis de sangre y de orina pero, incluso así, la voz del médico todavía parecia resonar constantemente en su cabeza, era más como... Tener a una persona riéndose a carcajadas en su oído, seguía sin poder creer que el médico no encontrara otro diagnóstico que darle.
Las palabras de Jungkook de que iba a ser castigado por vivir como un prostituto fueron increíblemente correctas.
"Enlace mental."
Fue la respuesta que le dio como diagnóstico, el médico, entonces le hizo una pregunta: —¿Qué chingado es enlace mental? —Es decir, fue una combinación de palabras que le hizo preguntarse si realmente lo había escuchado con sus propios oídos o si había algún problema en el proceso de transmisión hasta su cerebro. Ante las siguientes palabras del médico, no pudo evitar echarse a reír, seguía siendo más fácil para él negarse a la realidad.
—A veces, este es un síntoma experimentado por alguien que tiene una pareja con la que siente que no puede o no debe estar. Es una respuesta del subconsciente. Algo como, un deseo de tu alma.
Se sentía como si fuera una especie de enfermedad mental.
—Pareces amar mucho a tu pareja.
Después de tener sexo con Jungkook, el olor de los otros hombres se volvió repugnante para él. ¿Fue gracias a ese sexo estando borracho que ni siquiera podía recordar? A partir de ese momento, no logró sentir lujuria por nadie más y por la mañana, cuando abría los ojos, la ilusión de hacer todo tipo de cosas con Jungkook era lo primero que inundaba su mente. Según el médico, le gustaba tanto que le dejó una marca en su subconsciente.
Era una completa tontería...
Una estupidez...
¡Dios! Si no hacía algo, si no se concentraba en cualquier otra cosa, iba a cometer un crimen y no sabía si podía correr hacia Jungkook mientras estaba de servicio y decirle que se lo cogiera para ver si realmente se enlazó psicológicamente con él.
Salió del hospital con los ojos desenfocados, no podía decidir a dónde ir y se quedó allí, con su teléfono celular y la llave del auto de su mejor amigo en la mano. Tenía sudor frío recorriendo su cuerpo y un montón de escalofríos descontrolados.
Y entonces, hizo lo más sensato que se le ocurrió hacer.
Corrió como un loco.
Las gotas de sudor ya no eran tan pequeñas como al inicio y ahora corrían por todo su cuerpo y cabello hasta empaparlo. Era imposible encontrar un sitio para ir o algo por hacer, así que en realidad, el lugar al que se encaminó a continuación fue un gimnasio donde en realidad, no había nada extraño con verlo sudar como un demente. Pero de todos modos, fue ridículo verlo sudando al máximo en un gimnasio que nunca había utilizado correctamente gracias al hecho de que había cortado su membresía por las malditas horas extras que tenía que trabajar.
Estrictamente hablando, estaba escapando de la realidad.
¡Otra vez!
—Ah, ah, carajo. He estado descuidando mi cuerpo por un tiempo. —Dijo, sosteniéndose de la pared como si estuviera a punto de desmayarse. No era alguien que se ejercitara y ahora había corrido hasta que sus pulmones y pantorrillas parecieron a punto de explotar y justo antes de que su energía se agotara por completo, se sujetó el pecho y se sentó en el banco.
El sudor goteaba por su cabello mojado hasta caer contra el suelo y podía sentir incluso la sal en sus labios. Y es que... Simplemente no estaba seguro de cómo entender y resolver el diagnóstico que había recibido.
—¿Amo a Jeon Jungkook?
Las palabras amor y Jungkook no parecían algo que pudiera combinarse. Por supuesto, había momentos en los que sintió algo muy fuerte por él pero, después de crecer, su interés en él naturalmente se desvaneció.
Las emociones que experimentó de niño ya se habían esfumado como agua entre sus dedos así que, incapaz de aceptar fácilmente lo que le estaba sucediendo, mantuvo la cabeza baja y siguió repitiendo los mismos pensamientos una y otra vez hasta que se sintió mareado.
Recordaba las mismas palabras una y otra vez, como si estuviera perdido en un laberinto con una salida desconocida y siguiera deambulando en una esquina. Su teléfono celular había comenzado a vibrar con fuerza y, en lugar de contestar la llamada, solo lo miró fijamente como si con esto pudiera lograr que se detuviera.
Aparentemente, el nombre que se le mostraba en la pantalla era el de Jeon Jungkook.
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Sin que él lo supiera, estaba enamorado de su mejor amigo. ¡No tenía sentido que ni siquiera lo supiera! No era un niñito que no sabía nada del mundo, así que... ¿Qué estaba pasando con él?
—¿Desde cuando?
La vista de la ciudad afuera de la ventana ya estaba teñida de rojo. Mirando el sol que pasaba, comenzó a reflexionar sobre cuándo había caído en este camino tan infinitamente errático.
Un enlace mental...
No pudo haber sido algo tan simple si esa noche terminó siendo el detonante. Si fue suficiente para enlazarse con él, significaba que lo amaba desde hace mucho tiempo. ¿Pero desde cuándo?¿Fue el año en que ingresó al hospital? ¿O fue desde la universidad y en el momento en que se reunió con él de nuevo? Aunque fue completamente diferente a cuando estaban en la secundaria en el sentido en que las clases que llevaban eran claramente distintas y que no había necesidad de estar juntos todo el bendito tiempo, la verdad era que pasaban la noche juntos en la biblioteca durante cada período de exámenes, cocinaban y comían fideos en la habitación de uno o del otro mientras estudiaban.
En ese momento, siempre llevaba a alguien a su lado, pero todavía tenía bien presente a Jungkook. ¿Por qué se alejó de él entonces?
Con ese pensamiento que apareció en su cabeza, se golpeó la mejilla con el puño.
Decir que se había enamorado de Jungkook, era lo mismo que pensar que ya lo tenía en su corazón como su compañero de vida y en palabras más simples, significaba que no solo era su primer amor sino también el verdadero.
Taehyung miró por la ventana, se secó el sudor que le corría por el rostro y como si su piel hubiera sido teñida por el sol, descubrió que su cara y sus orejas estaban al rojo vivo. Su cuerpo estaba tan caliente que incluso sus hombros se pusieron del mismo color, sus manos temblaban y en su mente estaba ese deseo constante de esconderse en una ratonera.
Después de que Jungkook se fuera, inmediatamente perdió interés en ir a la escuela de medicina y se puso tan triste que comenzó a llevar a cada desconocido que se cruzaba con él a la cama como un perro en celo. Porque le gustaba Jungkook, pero no podía transmitir unos sentimientos que ni siquiera quería reconocer.
A nadie en el gimnasio le importaba que él estuviera allí actuando como un tonto, pero él se sentía avergonzado, justo como un niño desnudo parado en medio de todos. Como un perdedor a quien acababan de rechazar.
Estaba perplejo porque no sabía cómo aceptar esto o cómo lidiar con el sentimiento que estaba creciendo en su pecho. Quería evitar el hecho de reconocer que estaba enamorado de su mejor amigo, por lo que lo etiquetó como eso, un simple "amigo" y luego lo ignoró y lo sacó de la lista de sus pretendientes.
No quería decirlo en voz alta, ni utilizar palabras reales porque, a comparación de como se mostraba en el mundo, tenía una autoestima muy, muy baja.
El teléfono, que se había detenido por un momento, volvió a vibrar.
Siete llamadas perdidas.
La fuente de este problema y la persona que más quería evitar lo llamaba una y otra vez.
Taehyung miró el nombre que apareció en su teléfono y pensó en el futuro ¿Debería hablar con él o debería simplemente alejarse? Pero tan pronto como su cerebro comenzó a pensar normalmente, se le ocurrió que pronto iban a encontrarse en un lugar en el que en definitiva iba a sentirse incómodo.
¡Habían planeado vivir juntos, por el amor de Dios!
En primer lugar, tenía que cancelarlo. ¿Qué pasaría con él si tuviera que estar con Jungkook no solo en el trabajo, sino también en casa, donde se mostraría más indefenso con él? Iba a perder su hogar, a su mejor amigo, iba a perder a su compañero de trabajo e incluso a su familia.
Su rostro rojo se volvió oscuro en un instante, entonces levantó el teléfono. Fue justo a tiempo porque recordó que hoy se vencía el contrato.
Después de pasar por el hospital, tenía una cita con el agente de bienes raíces, pero estaba tan perdido que se le olvidó. No en vano, el protagonista principal de 4 de cada 7 llamadas perdidas que flotaban en la pantalla del celular era el agente de bienes raíces que estaba desesperado por estar allí esperando por él. También había tres mensajes de texto del propietario pidiéndoles que tomaran una decisión rápida.
—¡Tengo que cancelar la casa!
Pero justo cuando intentó volver a llamar al agente, una llamada de Jungkook lo irrumpió.
—[¡Taehyung!]
Accidentalmente contestó su llamada telefónica debido al movimiento urgente de su mano y golpeó su frente al darse cuenta de la pendejada que acababa de hacer. La voz de Jungkook, un poco más alta de lo habitual, se podía escuchar por teléfono.
—Oye, solo... Solo quería decirte que...
—[Si es por la casa, ya lo solucioné.]
—¿Qué?
—[Se suponía que debíamos tomar una decisión para hoy.]
—¿Y cómo lo solucionaste? ¿Qué hiciste?
Después de las siguientes palabras de Jungkook, Taehyung pateó el banco y se levantó en un gran impulso. Su fuerte voz llamó la atención de los miembros del gimnasio, pero no tenía intención de prestar atención a su mirada. Fue un error entregarle la información de contacto de Jungkook al agente, fue un error incluirlo tanto.
—[Tomé un descanso para almorzar y fui allí. Ya firmé el contrato.]
—¡¡Jeon Jungkook!! ¡¿Por qué hiciste eso sin decirme?!
Para sus oídos, la voz apagada de Jungkook era clara y muy tranquila, pero la voz de Taehyung, que gritaba en el teléfono celular, era cada vez más y más fuerte.
—[Porque es en lo que habíamos quedado.]
—¡No, deberíamos haberlo discutido juntos!
—[Ya acordamos vivir juntos, y dijiste que te gustaba la casa ¿Cuál es el problema?]
—¡No! Deberías haberme dicho una vez más antes de firmar el puto contrato.
—[Fuiste tú quien hizo una cita hoy para arreglar lo del contrato. ¿Dónde estabas? ¿Por qué solo me echas la culpa cuando en realidad todo lo arreglaste tú?]
...
El hecho de que no había nada de malo con el punto de Jungkook hizo que mantuviera la boca cerrada. Seguía escuchando del agente que el arrendador estaba impaciente y estaba claro que era su culpa por estar deslumbrado por el diagnóstico del maldito "enlace mental." La única culpa de Jungkook fue terminar la situación en nombre de él, a quien nadie pudo contactar.
—De todos modos, no puedo vivir contigo.
—[... ¿POR QUÉ?]
—Trata de encontrar un sustituto. Alguno de tus compañeros de trabajo...
—[¿Por qué? Dime solo... ¿Por qué no puedes vivir conmigo?]
—Porque...
Sosteniendo el teléfono, la cabeza de Taehyung se quedó en blanco.
“Porque me gustas muchísimo y estoy tan enamorado de ti que me enlacé contigo en mi imaginación. Así que si vivo contigo, entraré en tu habitación todas las noches y pondré cualquier excusa para que hagamos el amor y eso terminará en un terrible caos al que no quiero enfrentarme porque soy una gallina” fue lo que pensó pero no lo dijo.
—Porque... Estoy saliendo con alguien.
—[... ESO NO IMPORTA.]
Confundido, tartamudeó:
—Esa persona no quiere que viva con otro hombre, porque voy a casarme con él.
[...]
Taehyung agarró su pecho con su corazón palpitante y trató de calmarse. A medida que el silencio de Jungkook se hacía más largo, apretó con fuerza el teléfono celular hasta el punto en que sus dedos se pusieron blancos e incluso terminó por escupir un montón de maldiciones internas.
"¡Maldita sea!"
¡La única excusa que se le ocurrió fue esa! Y mientras continuaba ese silencio, que pareció volverse más y más aterrador, se puso tan ansioso que hasta se mordió los dedos.
Le preocupaba cómo Jungkook aceptaría sus ridículas excusas y también lo que diría a continuación. Pero después de suspirar, escuchó su voz, que era un poco más baja de lo habitual y de alguna manera... Un tanto cortada... como si estuviera tratando de no llorar... Taehyung se sintió miserable.
—[Lo siento... Haz lo que quieras entonces.]
Jungkook estaba equivocado. Taehyung era quien otra vez tenía que disculparse por herir sus sentimientos una vez más.
Taehyung colgó y se fue a casa. No limpió durante algunos días porque solo se había acostado por un rato y luego se fue a trabajar otra vez así que, obviamente pensó que podía aprovechar esta oportunidad para hacerlo.
Aunque no quería ir a casa.
En otras circunstancias, habría ido a bares y clubes para aliviar esta sensación de incomodidad, y si eso no funcionaba, habría contactado a un desconocido que pudiera llevarse a la cama para tener sexo. Pero eso solo dejaba más claro lo mucho que le gustaba Jungkook y era un asco que justo cuando estaba viviendo en medio del ruido, con la cabeza tan retorcida, ni siquiera pudiera llamar a su mejor amigo para pedir algún consejo.
Porque después de conocer y aceptar sus sentimientos por él, sus pensamientos finalmente se aclararon. Le gustaba desde el principio así que, intentando no perderlo, se aseguró de quedarse muy cerca de él. La relación personal que tenían era estrecha por lo que creó una atmósfera en la que no tuvo más remedio que decirles a las personas que lo rodeaban: "Ese hombre es increíblemente estricto", aunque en realidad el único problema que tuviera fuera su expresión demasiado seria y es que, al aislarlo de los demás, él tenía ese sentimiento impresionante de: "Soy el único para él" "Soy el único que lo conoce." "Soy el único que lo aguanta." Y sin embargo, nunca pudo decírselo de su propia boca.
Los pasos temblorosos de Taehyung se detuvieron entonces frente a la puerta principal de su casa.
¿Qué iba a hacer ahora? Lo amaba, lo amaba intensamente ya no tenía caso negarlo.
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