10
Taehyung vació el vodka un vaso tras otro. Luego, el cantinero, que vio la manera en que las copas se estaban alineando tan constantemente solo para vaciarse al instante, suspiró y lo llenó ahora con whisky de malta.
Había llegado al club que frecuentaba para intentar calmar su humor irregular y rebelde, pero el ambiente de allí también pareció ser un completo desastre. Nadie bailaba porque había una mala selección de música y todos habían decidido sentarse como si fueran un café del vecindario y al contrario de lo que le preocupaba en la entrada del club, eso de comenzar a vomitar, estaba tan enojado que no le importó en absoluto, entró y pidió el alcohol más fuerte que tuvieran.
Sin que pudiera hacer algo para evitarlo, un hombre se sentó justo a su lado, por lo que bebió alcohol una vez más para intentar calmar su estómago hinchado y su estado de ánimo un tanto inquieto.
Pero aunque bebiera y bebiera, nunca se emborrachó. A diferencia de su mal humor, su condición era buena y no estaba cansado porque había dormido estupendamente bien la noche anterior, así que no estaba predispuesto a que se le subiera.
Pensó que estaría bien si seguía así, pero pronto se sintió incómodo de nuevo. Al igual que antes de que Jungkook se fuera de la escuela, estaba tan molesto por cada pequeña cosa que pasaba con su vida que sintió que iba a llegar un momento en que cometiera una locura. Todavía recordaba que en primer año, en la preparatoria, cuando de repente Jungkook no fue a la escuela durante unos días, este apareció con sus padres, empacó y desapareció otra vez sin decir una sola palabra. Pero el día antes de que hiciera eso, tuvo una discusión muy grande con él y como en ese momento fue sarcástico con Jungkook, quien estaba lleno de lágrimas en los ojos, y le dijo: —¿Qué tiene que ver mi vida contigo? ¿¡Qué tienes que ver conmigo!? —¿Pero fue la herida que le ocasionó, tan grande? Porque Jungkook se evaporó frente a él ese día y luego vio que no iba a la escuela por un tiempo y pensó que era porque estaba muy, muy enojado con él.
Visitó su casa varias veces después de eso e incluso el día que se marchó, lo miró fijamente y se quedó helado cuando Jungkook le dio la espalda sin decir una sola oración. Ahora, se sentía justo igual que entonces. Estaba enfadado pero, si cometía un error otra vez... Se preguntaba si Jungkook desaparecería de nuevo como en ese entonces.
Estaba fingiendo ser una persona animada y brillante, pero no quedaba nadie alrededor suyo excepto Jungkook y después de mucho tiempo, mientras se sentaba solo en el bar y bebía sin decir una palabra, un rostro familiar se acercó a él.
—¡Taehyung!
Estaba un poco lejos, era un hombre de físico robusto y cabello corto, lo encontró y se acercó a él para iniciar la misma conversación de siempre. No le gustaba su cara ni su cuerpo, pero era una pareja sexual con la que se había quedado durante mucho tiempo ya que combinaban increíblemente bien en la cama.
—¿Por qué estás solo?
Contrariamente a su decepción, lo saludó con una sonrisa hermosa. Puso un vaso lleno de whisky frente a él, sonrió y le ofreció un cigarrillo. Él estaba en lo correcto, Taehyung nunca estuvo solo en este club. Siempre luchaba por tener a alguien en su cama, y la verdad era que había muchos que estaban desesperados por alcanzar un poco de su hermoso rostro y su perfecto cuerpo, incluso aunque sabían que no tendrían una gran oportunidad con él después. Era muy raro que bebiera y ya y aunque había pasado mucho tiempo desde que cortaron el contacto, el hombre lo trató con la misma naturalidad de siempre. Como si lo hubiera visto la semana pasada.
—No me has contactado últimamente, así que pensé que tenías un nuevo chico.
—Estaba ocupado.
—Incluso si estás ocupado, ¿El sexo no es importante?
—Sí, tienes razón.
Taehyung sonrió mientras bebía de su vaso ante la mirada tan descarada del hombre hacia sus piernas. Sí, definitivamente prefería tener algo simple como esto. Si deseaba tener sexo, simplemente tenía sexo y ya. Porque, después de todo, lo que era complicado le daba dolor de cabeza.
—Ha pasado un tiempo, ¿Quieres salir a jugar conmigo? —El hombre Tenía tatuajes y un físico musculoso, pero cuando se inclinó cerca de Taehyung, le susurró al oído de una manera realmente necesitada y tierna y mientras encogía la barbilla sin responder y simplemente observaba lo que estaba haciendo, hasta que, poco después, colocó abiertamente su mano sobre el muslo de Taehyung e incluso lo acarició suavemente en dirección al espacio en el que estaba su pene. Taehyung abrió deliberadamente los ojos y, por un momento pequeño, miró a Jungkook en lugar de a él. No había un solo rincón que se asemejara a la atmósfera de su mejor amigo, pero el cuerpo y la altura de los hombros y el pecho se parecían bastante a la suya.
Vació el último trago que quedaba y lo siguió desde la barra, entró en un hotel cerca del club, se quitó la camiseta y la tiró en el suelo.
—¿Te gustaría lavarte primero? ¿Nos bañamos juntos? —Estaba acostumbrado a pasar la noche con Taehyung y sabía muy bien qué hacer y lo que más le gustaba, él se fue al baño sin responder.
Después de un rato, cuando comenzó a ducharse, el hombre entró desnudo en la cabina de ducha donde él estaba. El cuartito era demasiado pequeño para que dos hombres se ducharan juntos así que agarró el hombro del hombre que lo sostenía por detrás y lo empujó con fuerza contra la pared del baño. Los ojos de Taehyung captaron la nueva atmósfera mientras su acompañante exhalaba y se contraía enormemente por la emoción. El olor del hombre, no era tan repugnante como para que le dieran náuseas, pero fue suficiente para trastornar el estómago de Taehyung, que había estado muy sensible de por si, torció el rostro, tratando de calmar el rugido de su panza, y puso sus labios sobre el hombro jadeante de su nuevo amante.
El hombre agarró la mano de Taehyung y lo arrastró sobre su pecho pero, a pesar de su comportamiento obsceno y descarado, no lo encontró nada atractivo. Si fuera normal, como en otros días, ya lo habría tomado de la cadera y comenzado a embestirlo como un animal desesperado por comida. Pero ahora, aunque la caricia de piel contra piel, continuó... No estaba sintiendo absolutamente nada y a diferencia del sonido de la respiración de su oponente, que se hacía más y más alta, la respiración de Taehyung era tranquila y hasta un tanto aburrida.
Jadeando a la espera de la próxima jugada brusca, el hombre le agarró del hombro y, como no hizo nada, estiró la mano y palmeó sus abdominales con las puntas de los dedos. Una hábil mano se deslizó hacia abajo, pero después de varios intentos, el pene de Taehyung no había respondido ni de chiste y el hombre se había puesto furioso.
—¿Todo está bien?
—No, no puedo. Vamos a parar. —Taehyung lo empujó y se deslizó fuera de la cabina de ducha, se secó el agua que le caía por la cara con la palma de la mano y se cepilló el pelo mojado hacía atrás.
—Taehyung... ¿Te enamoraste de alguien?
—¿Yo? No. No seas ridículo.
—Entonces, ¿Te volviste un monje tibetano que prefiere practicar el celibato para intentar volver a ser casto o algo así?
—... TAL VEZ
Enojado por el hecho de que lo habían cortado, el hombre actuó bruscamente como si estuviera a punto de maldecir a Taehyung en cualquier momento. Sonrió, negando con la cabeza, pensando que nada de esto tenía sentido, y dejó escapar una risa estridente.
—Es una locura, si estás enamorado ¿Por qué vienes al club en primer lugar?
—No es nada de eso. ¿Podrías... Irte?
—Pues que mala suerte. Porque tu pene era lo único por lo que los demás íbamos contigo, para lo único que servías era para follar y ahora ni eso.
—¿Qué...?
Originalmente, tenía una muy buena personalidad con sus ligues, y por eso mismo era un hombre que no se enojaba con tanta frecuencia. Pero ante el repentino cambio de actitud de su acompañante, solo frunció el ceño. Que vergüenza que tratara de encontrar a Jungkook en alguien tan corriente como él.
—Sí, como lo escuchaste ¿De qué sirves si ni siquiera puedes follar? Sabía que eras una basura, pero... Bueno, ¿Sabes qué? Ya no es mi problema.
—¿Puedes callarte y largarte?
—¿Por qué te sientes mal solo porque te estoy diciendo que eres una basura? Todo el mundo, todo el club, sabe que es verdad. Solo te seguimos por tu cara bonita. La verdad es que no hay ni una sola persona en el universo que aguante a un egocéntrico y castrante como tú.
...
—Y ya que estás enamorado, asume la responsabilidad de tus sentimientos y ve solo con esa persona. ¡Estúpido! No le des ilusiones a la gente que tiene prisa, maldito pito fácil. —El hombre limpió su cuerpo mojado con una toalla y escupió un montón de palabrotas más. Pero a diferencia de su cuerpo, que mostraba signos de excitación mientras se limpiaba, el de Taehyung aún no respondía en absoluto. Cuando el hombre deslizó una toalla por el suelo y cerró de golpe la puerta del baño, apoyó la espalda contra la pared y respiró hondo: ¿Dijo que se enamoró? Era absurdo y... Completamente imposible ¿Cómo demonios iba a hacer algo como enamorarse de Jungkook? ¡No! Era solo que... No era un buen día.
Pero ya llevaba bastantes malos días encima.
Se derrumbó en la cama en cuanto el hombre salió. Ya era la segunda noche que se quedaba solo en un cuarto de hotel desde la vez en que estuvo con su mejor amigo ¿Y si realmente estaba tratando de convertirse en un monje tibetano virgen y puro así como dijo? ¿Podía hacer los votos sin darse cuenta? arrugó la frente de nuevo.
—En serio, ¿Debería ir al hospital?
Es decir, nunca había imaginado que tendría tal problema en el futuro, así que estaba un poco confundido sobre lo que tenía que hacer a continuación.
—¿ A Urología? ¿Al departamento de Psiquiatría? ¿Un endocrinólogo? No. No puede ser. —Con una expresión seria en su rostro, desató el listón y comenzó a abrirse la bata, comprobaba la forma del objeto entre sus piernas y no dejaba de repetir la palabra "no" como si en realidad este fuera su nuevo mantra.
—No, no... —Se recordó a si mismo, soñando con tener sexo con Jungkook en el cumpleaños de su padre y fantaseando con él en el medio de una cena familiar.
En ese momento, definitivamente hubo una reacción que no se ajustaba a lo que estaba pasando afuera y la situación incluso lo avergonzó muchísimo. Antes de ir a trabajar por la mañana, incluso cuando se despertaba, estaba orgulloso de la buena salud que tenía su verga. Pero ahora, su rostro gradualmente se puso pálido.
Después de sentarse en la cama y pensar por un rato sobre lo que tenía que hacer, llegó a una conclusión y decidió probar la teoría a través de un experimento sencillo. Fue algo que tenía como base aplicar las condiciones en donde su pene funcionaba normalmente y la misma variante, en las dos situaciones anteriores, fue que había pensado en Jungkook todo ese tiempo.
Sacudió la cabeza enérgicamente y volvió a mirar entre sus piernas. Masturbarse en un hotel era de perdedores. Más aún cuando el salón estaba lleno de hombres y mujeres hermosos que podía llevarse para follar. Sobre todo, la masturbación no era más placentera que el sexo y utilizar su mano era el doble de laborioso que solo meterse en un culo.
Después de pensar por un momento, deslizó cuidadosamente su mano entre sus piernas. Tenía un abdomen inferior liso y genitales sin un solo cabello. Era vergonzoso estar masajeando su pene en una habitación vacía así que sus cejas comenzaron a arrugarse de una manera bastante exagerada e incapaz de concentrarse por la incomodidad, comenzó a imaginar a alguien observándolo. Unos ojos profundos y brillantes como las estrellas...
—Uhm... —Continuó con su imaginación mientras sentía que el pene en su mano se estaba poniendo duro. El hombre en su cabeza, tenía el cuello de la camisa abotonado hasta arriba, notó que había tragado saliva como si estuviera nervioso y entonces, se aflojó un poco la tela justo en la parte de la clavícula. Era como si esa prenda acabara de ser planchada en la mañana.
Un pequeño movimiento de su manzana de Adán hizo ver sus músculos increíblemente tensos...
El hombre tragó saliva otra vez y se desabotonó más rápido que al inicio, luego se abrió la camisa lo suficiente como para revelar una piel maravillosamente blanca en el interior así que, sin darse cuenta, respiró bastante hondo. El pene se le levantó debajo de las manos como para probarle que definitivamente no sufría de disfunción eréctil.
—Ah, ah...
Enterró lentamente la cabeza en la almohada y apoyó la espalda por completo en el colchón. La cintura la tenía ligeramente curvada y los abdominales se le habían tensado lo suficiente como para inflarse repetidamente con la inhalación y luego disminuir con la exhalación siguiente y a medida que el movimiento de la mano que le agarraba el pene se volvía más y más áspero, entonces comenzaba a mover la cintura por el placer y el calor que emanaban de su espalda baja. Además, la tensión provocada por el deseo había hecho que su vientre se pusiera cóncavo y se contrajera de acuerdo con los movimientos de sus dedos.
Abrió los labios y cerró los ojos.
A medida que caía la oscuridad, la imagen de Jeon Jungkook, representada en su mente, se estaba volviendo definitivamente más clara. Esos dedos largos y ásperos que tenía le tocaron suavemente las rodillas, saboreó lo bien que se sentía al ser tocado por Jungkook, quien estaba actuando obscenamente en sus delirios y hacía latir su corazón con cada uno de sus pequeños toques. Eran unos dedos fríos que acariciaron entre sus muslos deliciosamente y cuando Jungkook abrió la boca, se vislumbró una lengua roja brillante que le dio una fuerte sensación de sed.
—Ah, ah... —Taehyung imaginó esa lengua roja lamiendo la suya.
Después, Jungkook presionó su cara contra su ingle para lamerle el pene así que, ese bonito rostro blanco se estrelló contra los pilares de la carne que se le había endurecido como un garrote. Podía ver la punta gruesa y curvada del glande golpeando su nariz y su mejilla y luego, la manera en que lo lamía como si fuera una criatura viviente con voluntad propia en lugar de un producto de su imaginación. Imaginó que un líquido transparente salpicaba sus labios así que, al instante siguiente, su respiración se volvió cada vez más difícil de sobrellevar.
El movimiento de su inhalación estaba tan apretado que la mano que sostenía su pene pareció llenarse de la misma fuerza. Se había sentido escéptico sobre masturbarse mientras pensaba en Jungkook hace un momento, pero ante la imagen de su amigo, lascivo y perfecto, dando vueltas en su cabeza para comérselo completo, jadeó y sacudió la espalda como una bestia en celo.
De repente, el sonido de los gemidos de Taehyung llenó la habitación mientras sacudía sus genitales con las piernas bien abiertas.
—Ah, espera... ¡Ah...!
En la ilusión, Jungkook había presionado suavemente la punta del orificio de su glande con la palma de la mano, sacó la lengua y lamió cada parte de la superficie del pene protuberante de Taehyung.
Cada vez que la lengua caliente, que se había endurecido, tocaba el pilar de su carne, los músculos de los muslos de Taehyung se contraían y relajaban repetidamente, una y otra vez, hasta que se sintió bastante complicado de sobrellevar. Jungkook sonrió, luego se inclinó y tragó los genitales de Taehyung hasta que realmente pudo sentir el calor de su garganta.
—Ah, ah, por Dios... ¡Um! Un poco más... Un poco más profundo.
Taehyung le dio fuerza a sus piernas. Su espalda, que estaba repleta de músculos duros, se levantó en el aire y sus caderas se contrajeron debido a ese impresionante placer, comenzó a gritar como si realmente hubiera puesto su pene en la boca de Jungkook. ¡De verdad estaba sintiendo que su corazón iba a explotar justo allí! Sus manos, que siempre estaban secas y ásperas, estaban pegajosas y calientes por el sudor y sus fluidos corporales y luego, frunció el ceño ante el sonido de fricción que escuchaba cada vez que sacudía la espalda. En realidad, quería escuchar la voz de Jungkook.
¡Maldita sea!
Quería ver la cara de Jungkook con su semen en su boca, anhelaba ver su rostro sucio, con un líquido blanco opaco en su lengua, respirando hondo y preguntando si le gustaba. Quería agarrar un puñado de su fino cabello negro y hacer que gritara su nombre una y otra vez hasta volverlo ronco. Quería pedirle que lo besara.
—Ah, ah, Jungkookie... ¡Jungkook! —Como si hubiera llegado al clímax, gritó su nombre con una sensación de placer que se volvió lo suficientemente fuerte como para decidir que no podía soportarlo más. E igual a si el nombre de su amigo fuera un afrodisíaco, lo gritó una y otra vez mientras sacudía sus genitales en el aire. Se retorció en la cama como un animal que solo sabía mover la cintura, babeó y se quejó de una manera tan caliente, que fue difícil llamarlo simplemente lujuria.
—¡Ah! ¡Ah, ah, ah! ¡Jeon...! Jungkook... Ah, ah, ah... ¡Jungkookie!
Taehyung, que no dejaba de gritar el nombre de su mejor amigo desesperadamente, agarró su verga que tenía la punta al rojo vivo. Luchó con todas sus fuerzas ante el gran placer que cubría su cuerpo y se movió como le vino en gana hasta hacer que la cama se volviera un completo desastre. Llegó hasta el punto en que las puntas de los dedos de sus pies, que habían estado apretando fuerte, se pusieron completamente blancos y temblorosos. Pero tan pronto como pronunció el nombre de Jungkook, sintió que los gruesos pilares de su carne le latían y luego, simplemente gruñó y comenzó a derramar un montón de semen en todas direcciones.
Fue igual a si los deseos que había soportado estallaran todos a la vez. Además, el semen que salió de su pene manchó su cuerpo moderadamente bronceado, salpicó sus abdominales que se retorcían después de la eyaculación, y cayó cerca de los pezones que se erguían de excitación, e incluso en su firme mandíbula inferior, que estaba angulada.
—Ah, ah, ah ¡Dios! Ah, umm... —abrió los ojos fuertemente cerrados y revisó lo que había pasado. Su pene estaba repleto de tantos fluidos corporales que estaba hasta burbujeando. Fue una masturbación que comenzó torpemente y que resolvió todos los deseos que había acumulado hasta el momento. Fue tan refrescante como el agua fría que bebía después de correr en un día caluroso, relajó sus manos mientras miraba su verga y observaba también el líquido que se seguía derramando sobre el colchón. Además, los dedos que agarraban su pene estaban embarrados con semen, y los que sujetaban la almohada mientras soportaba el placer, hormigueaban con muchísima fuerza.
Taehyung continuó exhalando rápidamente, sintiendo la manera en que el corazón le latía y viendo la forma en que sus palmas estaban completamente desordenadas y temblorosas. Y mientras se miraba las palmas, manchadas de todo su deseo sexual, le invadió una tardía sensación de pura vergüenza, la vívida imagen de Jungkook no se encontraba por ninguna parte y en su lugar, solo estaba él y un techo desconocido.
—Maldita sea...
¡Dios, ¿Qué acababa de hacer?!
El rostro de Taehyung se puso rojo brillante. Básicamente corrió al hombre de la habitación del hotel, se acostó en la cama con el cuerpo desnudo y llamó a su mejor amigo en su mente hasta que eyaculó. Era una situación que solo podía definirse como una locura, pero que ignoró porque su cerebro rebosaba de satisfacción por la excesiva secreción de oxitocina y endorfinas.
Vergüenza y culpa, humillación y satisfacción, todo mezclado era lo que sentía.
Apoyó los brazos y las piernas abiertas sobre la cama y terminó por acostarse boca arriba.
—...Tengo que... Ir al hospital...
No podía explicar nada de esto. No hubo reacción alguna con el desconocido, pero sintió un gran placer que nunca había experimentado en su vida al pensar en Jungkook y la manera en la que le hacía el amor y ya que había sido el momento de placer más satisfactorio en su vida, entonces definitivamente era un problema.
Suspiró. Todavía había un regusto persistente de eyaculación que provocaba que sus muslos y la parte inferior de su abdomen estuvieran bien apretados. Se sintió como si fuera un esclavo de su propio deseo sexual. Un esclavo de los sentimientos que iban en una sola y constante dirección.
—Urología… Departamento de Psiquiatría... ¿Dónde tengo que ir? —Se dio la vuelta lentamente y murmuró esto para si mismo. Pero mientras se acomodaba, los temblores en todo su cuerpo parecieron disminuir lentamente hasta tranquilizarse. Al menos con esto había comprobado que podía tener una erección y eyacular normalmente, por lo que no parecía que tuviera que ir al departamento de urología y sacar cita.
—¿Debería ir a psiquiatría primero?
Pero como un hombre que había gastado todas sus fuerzas físicas en masturbarse, comenzó a sentirse tan somnoliento que opinó que sería mejor no pensar en nada más. Al menos por ahora.
Cuando cerró los ojos, se quedó dormido y sintió que incluso podría despertarse hasta la mañana siguiente. Al contrario de su mente perturbada, su cuerpo estaba tan relajado, tan en paz, que aunque se esforzó por abrir los ojos resultó ser una completa perdida de tiempo. Por supuesto que tenía miedo de que Jungkook volviera a aparecer en su sueño pero, aunque trató de ahuyentarlo, no podía mover uno solo de sus dedos.
Cuando estaba a punto de irse a dormir, los pensamientos, que se precipitaron como una ola durante la marea alta, lo llenaron como si lo quisieran arrastrar todavía más adentro. No, más bien era como si su mente estuviera tratando de burlarse de cada decisión tomada por él a lo largo de su vida y a medida que avanzaba la noche, su mente se fue volviendo tan y tan borrosa que simplemente suspiró y se mordió la boca. Tal vez esto era porque era un humano nocturno en esencia, pero no podía conciliar el sueño fácilmente y en su lugar, solo terminó dando vueltas y vueltas varias veces sobre la cama y cuando la somnolencia finalmente apareció, notó que en realidad la sensación que lo acompañaba era muy mala.
Aunque tener sus piernas desnudas, entrelazadas en el edredón, le ocasionaba un extraño sentimiento de estabilidad, al mismo tiempo hizo que se sintiera increíblemente solo y tenía que decir que fue peor cuando se giró y miró por la ventana. Mientras observaba el cielo nocturno, oscuro y sin estrellas, las luces de la ciudad comenzaron a colgar del borde de todos los edificios de un modo precioso. Y aunque no podía ver la bulliciosa y glamurosa vista de la ciudad porque estaba acostado, al menos se dio cuenta de cuán apasionadamente brillaba todo incluso desde su posición.
—De verdad parece un poco solitario...
Era un sentimiento ambiguo. Después de todo, "Soledad" era una palabra inapropiada para él, que pasaba todo el día ocupado deambulando por el quirófano y riéndose a carcajadas con sus compañeros en un bar. Nunca había estado en silencio durante tanto tiempo así que, cuando finalmente escupió la palabra soledad, se sintió como si solo hubiera sido arrojado a un lado. Cuando llegó el silencio, la penumbra también se metió en su cabeza, se rió a carcajadas porque era una forma de ver las cosas demasiado emotiva para un tipo que se acababa de masturbar mientras imaginaba a su mejor amigo chupándole la verga.
Enterró la cara en la almohada.
—¿Por qué me pasa esto a mi? —La voz de Taehyung sonó amortiguada porque su boca estaba presionada completamente contra la almohada. Luego gritó, dio vueltas y vueltas dos o tres veces más y al final, se llevó ambas manos a la cara como si se diera por vencido. Con los párpados cada vez más pesados, siguió contemplando durante mucho tiempo unos tres departamentos a los que ir: urología, medicina hormonal y psiquiatría. Al final, se quedó completamente dormido al pensar que tendría que reservar tiempo para ver a un médico que lo sacara de dudas.
Mientras escribía el registro de la cirugía con Jung Hoseok, Taehyung concluyó que su mente se estaba volviendo muchísimo más descarada de lo que lo estaba la primera vez. Durante la semana pasada, se masturbó todas las noches, recordando la cara de Jungkook y sus labios suavemente posados entre los suyos. Sus manos, su voz...
Entonces, casualmente, al día siguiente almorzó junto a él y fueron a ver unas tres casas más ¡Hasta se juntaron en el quirófano! Pero eso no significaba que no se pusiera terriblemente nervioso cada vez que lo miraba.
—... Ok. Debo poner distancia entre los dos. Esto no está funcionando.
—¿Sunbaenim?
—... Estoy hablando conmigo mismo.
—Ya veo. Hablas mucho contigo mismo estos días.
—¡Porque me estoy volviendo loco!
—...Lo siento mucho. Trataré de mejorar. —Hoseok, que no pareció entender bien, se disculpó lo mejor que pudo e incluso dijo que —por favor confiara en él de ahora en adelante. —Después de todo, cada persona en el hospital sabía que sus acciones eran mucho más lentas que las del resto del personal de quirófano. Era el típico estudiante que era lento para actuar y que tenía que preguntar cada dos por tres sobre sus siguientes movimientos. La semana pasada, por ejemplo, cuando el programa de cirugías estaba apretado, su comportamiento lento provocó regaños de otros doctores y, por supuesto, cada movimiento de su inexperiencia tuvo que ser atendido todo el tiempo por Taehyung y sus superiores. Y por si eso fuera poco, tuvo que proporcionarle educación suplementaria durante algún tiempo extra.
Entonces, la cabeza de Hoseok se inclinó hasta el suelo. Aunque en realidad se estaba quejando por la situación en la que se encontraba con su mejor amigo, también era cierto que lo estaba pasando mal por su culpa, por lo que no corrigió su malentendido.
—Más te vale.
Taehyung respiró hondo y lo miró, parecía completamente exhausto después de la última operación. Las horas regulares de trabajo habían pasado hacía mucho tiempo y, debido a que tuvieron que hacer cuenta del inventario, el reloj ya marcaba más de las 6.
—Sunbaenim, ¿Tiene hambre?
—Mucha. Ya casi es hora de cenar.
—Si está bien, ¿Le gustaría ir a comer conmigo?
Taehyung reflexionó un momento sobre la sugerencia de Hoseok. Era el momento en que Jungkook iba a ponerse en contacto con él para ir a comer los dos juntos así que, asintió de buena gana ante la sugerencia del nuevo enfermero. En estos días, estaba pasando demasiado tiempo con Jungkook así que, intentando controlar lo que estaba empezando a sentir por él, trató de mantener la mayor distancia posible el uno del otro.
Al principio siempre estaban juntos: —Vamos a almorzar, vamos a un café. —Pero ahora, no importaba cuán desvergonzado fuera su comportamiento habitual, era difícil enfrentar a Jungkook después de pasar una noche calurosa con él en su mente. Y es que todas las expresiones faciales lascivas que había imaginado la noche anterior y la noche anterior y la pasada a esa, hicieron un lío tan grande en su cabeza que no había forma de que pudiera estar bien con él a su lado.
Necesitaba... Necesitaba tiempo.
Sin embargo, tan pronto como aceptó la propuesta de Hoseok, sonó su teléfono con una tonada un tanto clásica. Eran tres caracteres que escribían el nombre [Jeon Jung-KooK] (porque sí, era del todo normal que todo en su vida girará en torno a Jungkook y eso para nada significaba que estuviera enamorado de él).
—Ustedes dos deben ser muy cercanos.
—¿... Se nota?
Jung Hoseok, quien revisó el nombre en las notificaciones, preguntó esto con una sonrisa de verdad gigantesca. Sin embargo, contrario a lo que pensó que iba a hacer, Taehyung lo miró y luego presionó el botón rojo para rechazar la llamada.
—Es porque... Bueno, el doctor Jeon siempre lo espera para comer o siempre le avisa que llegara tarde si realmente va a llegar tarde.
—Mi relación con él es estrecha. Nos conocemos desde que éramos muy pequeños.
—El doctor Jeon, cuando está frente a mí... La verdad es que me siento muy asustado. Tiene esa imagen que grita que no puede tolerar ningún tipo de error.
—Es verdad. Su apodo es Robodoc después de todo.
El recién llegado, se echó a reír y aplaudió como si fuera la primera vez que escuchaba el famoso apodo de Jeon Jungkook. Taehyung sonrió.
—Bueno, quiero comer en un restaurante elegante hoy así que ¿Qué dices?
—¡Claro!
Los dos, que cambiaron su ropa de "hospital" a ropa de "civil", salieron por la puerta principal y comenzaron a contemplar un menú de comida apropiado que pudieran acompañar con una cerveza bien fría. Los dos, que no sabían si querían comida exótica o comida coreana picante, atravesaron un largo pasillo y la sala de operaciones. Pero cuando se abrió la puerta automática, con las letras rojas electrónicas, los dos se enfrentaron a un Jungkook enojado.
—Taehyung...
—¡Ah! —Jung Hoseok gritó ante la repentina aparición de Jungkook, quien pareció estar esperando por él frente a la sala de operaciones desde hace un buen tiempo. La punta de sus cejas siempre rectas se le habían levantado y por supuesto que tenía una expresión de mal humor en todo su rostro. Además, la imagen de él gritando el nombre de Taehyung y dando click en el teléfono celular que estaba en su mano, pareció tan incómoda que se estremeció igual a si fuera gelatina. Sin embargo, Taehyung respondió con una expresión muy descarada.
—Uy ¿Llamaste? No lo sabía porque estaba ocupado.
Jungkook lo miró a la cara. Para otras personas podía parecer tan inexpresivo como de costumbre pero, a los ojos de Taehyung, lo que quería decirle apareció dibujado por todas direcciones. Aparentemente no le creía eso de que no escuchó su llamada así que, sin darse cuenta, pronto sintió como si hubiera cometido un gran error. Por su parte, Hoseok, que lo había visto rechazar deliberadamente la llamada, cuando estaban hablando sobre un lugar para comer, dio un paso atrás para no meterse en su pelea. Pero Taehyung lo agarró del brazo y lo condujo hacia adelante.
Cuando las mejillas de Hoseok se pusieron un poco rojas, la mirada de Jungkook se volvió hacia la mano de Taehyung.
—Ah... Yo... Doctor ¿Le gusta el sashimi?
—¿Perdón?
—Hay un restaurante japonés de lujo en la calle principal ¿Le gusta...?
—Sé de que restaurante hablas, gracias. No me gusta el sashimi.
—... Lo siento. Pues, resulta que vamos a ir allí ¿No es cierto? A comer, los dos.
Cuando Hoseok asintió, Taehyung naturalmente dio un paso para adelante y se dio la vuelta. Jungkook lo sujetó de la muñeca antes de que avanzara más.
—Taehyung...
—Hablemos más tarde ¿De acuerdo? Tengo una cita y no quiero verme mal. Seguro lo entiendes porque ya tuviste una, la otra vez ¿No?
Cuando Jungkook lo llamó por segunda vez, Taehyung agitó la mano como si estuviera bromeando con él, pero nunca lo miró a la cara de nuevo. Luego, puso su mano sobre el hombro de Hoseok y salió del hospital tan tranquilamente como si no hubiera pasado nada. Pero incluso después de que desapareciera, Jungkook se quedó allí durante mucho tiempo y miró ferozmente el lugar donde los dos se habían marchado.
En términos de estar ocupado, Jungkook estaba vuelto loco. Tenía que hacer una cirugía, escribir una disertación, ayudar a un doctor con su investigación y recibir avisos de emergencia de los residentes. De vez en cuando venían pacientes críticos, entonces tenía que cooperar y también era su deber atender pacientes ambulatorios. Le llevaba mucho esfuerzo salir del quirófano y comer con Taehyung así que, si alguien en el hospital supiera lo que hacía por estar con él, habrían dicho que parecía muy entregado y hasta un tanto enamorado de su amigo. Pero por supuesto, él no lo estaba, así que nada de esto importaba.
Jungkook desvió la mirada del pasillo vacío y miró su teléfono celular.
—¡Hola! ¿Ya comiste?
—Sí.
En ese momento, la puerta de la sala de operaciones, donde tenía su espalda, se abrió para darle paso a un residente de rostro bastante familiar. Pero a la pregunta del doctor, que estaba tratando de ser amable, expresó su negativa con un viento frío que soplaba directo en su voz.
Se le habían quitado las ganas de comer.
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