Capítulo 2
Los dos un poco mojados, Joey miró mi cabello y vestido, y yo miré su rostro y cabello.
_ ¡Cielos! Qué locura de lluvia. Se empapó tu vestido – traté de estrujarlo un poco y luego me estrujé el cabello.
_ Si. Se suponía que no iba a llover hasta la semana entrante
_ Los meteorólogos nunca aciertan en el tiempo – le sonreí y miré el periódico
_ ¿Se mojó el periódico?
_ No, por suerte
_ Oh, menos mal
_ Tendremos que esperar un rato, a ver si deja de llover
_ Oh. Espero que sí... Tendré que sacarme este vestido – me miró intenso.
_ ¿Y te lo vas a sacar ahora? – le sonreí con pudor.
_ ¿Por qué? ¿Quieres sacármelo tú? – me miró más intenso.
_ Ven aquí
Me susurró y me tomó en sus brazos. Me abrazó fuerte y yo derretida por él, comenzamos a besarnos y Joey bajó lentamente el cierre de mi dulce vestido.
Besándonos sin parar, me fascinaba acariciar su espalda, y pectorales. Me volvían loca y Joey perdido en mí, miró con deseos y fervor todo mi cuerpo desnudo y besó mi cuello.
Bajó suyo, lo abrasé fuerte y Joey sin dejar de acaríciame y besarme, comenzó a embestirme lleno de deseos, cariño y protección. Solo anhelaba sentirse dentro de mí.
Yo solté un dulce gemido y él me miró acechante, con sus ojos fijos en mí y en mi cuerpo.
Gemimos y nos sonreímos con ardor y yo me subí sobre él y comencé a montarlo. Joey me miró fascinado y suspiró de placer y deseos.
Nos besamos sin parar, él me abrazó y yo sin alejarme de sus ricos labios y besos, escuchamos la lluvia tras aquella cabaña y seguimos haciendo el amor.
A punto de acabar, volvimos a gemir y transpirados, yo me caí agotada a su pecho y Joey exhausto, me sonrió con ternura y me abrazó.
Yo respiré agitada sobre él y Joey acarició mi mejilla.
_ ¿Estás bien? – le sonreí.
_... Si, solo agotada. Creo que esta vez estuvimos muy intensos
_ Jejeje, sí, pero estuvo muy rico – solté una carcajada y él me sonrió.
_ ¿Te acuerdas que nuestra primera vez fue aquí en esta cabaña? – suspiró y me miró con destellos.
_ Así es. Estabas tan hermosa, como lo estás ahora – lo miré perdidamente y él acarició otra vez mi mejilla.
_ Mi Joey
_ Eres increíble. Me tienes como un loco – le sonreí con pudor y luego me recargué en su pecho, el que me encantaba. Él me sonrió y besó mi cabeza.
_ Te amo
_ Y yo te amo a ti.
Vistiéndonos, había dejado de llover y los dos más que plenos y contentos, salimos de aquella cabaña.
Joey perdido en mí, tomó mi mano y volvimos otra vez al parque.
De pronto vi un bonito arcoíris en el cielo.
_ ¡Mira amor! ¡Un arcoíris! – él lo miró y se sorprendió.
_ ¡Si, es cierto!
Corrimos a un lugar para verlo de más cerca...
Lo miramos con asombro y Joey encantado con el arcoíris, me abrazó.
Sus colores me llamaron mucho la atención y feliz de estar en los brazos de él, los miré fascinada, y sentí sus suaves manos rodear a mi cintura.
_ Es realmente hermoso – me dijo y yo le sonreí.
_ Si, y lo es más porque lo estoy viendo contigo – me miró perdidamente.
_ Oh, niña mía
_ Te amo
_ Y yo a ti
Me dijo y nos abrazamos fuerte. Miramos así abrazados aquel mágico y bonito arcoíris, nuestro arcoíris.
Sentados en un asiento de madera, frente a toda una arboleda, Joey abrió el periódico y yo me le senté en sus piernas. Él me sonrió, se colocó sus gafas para leer y los dos comenzamos a leerlo.
Sentíamos el silencio y la enorme tranquilidad, que emanaban las hojas de los árboles y los dos contentos, nos sonreímos y luego seguimos leyendo la sección de transportes.
Lo miré y él leyendo la siguiente sección, que era de finanzas, lo encontré tan guapo con esas gafas de lectura, que sonreí, y Joey me miró. También sonrió.
_ ¿Qué pasa amor?
_ Nada, solo te estaba mirando. Te ves muy guapo también con esos lentes. Te vienen
_ Jejeje, eres tan tierna amor
_ Jejeje
Seguimos leyendo aquella sección y los dos leímos y leímos con gusto el periódico. Era un placer que a los dos nos encantaba hacer juntos y más cuando estábamos en aquel parque.
Pasamos a la sección de espectáculos y los dos concentrados, de pronto, llegó un grupo de jóvenes, con un par de adultos a jugar a la pelota.
Nosotros los miramos y ellos jugando, Joey los miró atentos.
Yo sonreí.
La pelota llegó a donde nosotros y uno de los adultos fue a buscarla y nos vio a ambos. Miró a Joey y sonrió al saber de quién se trataba.
_ Hola ¿Cómo les va? – nos preguntó muy cortes
_ Bien, aquí estamos paseando. Gracias ¿Y ustedes? Vemos que tienen un gran equipo para jugar – él tipo le sonrió.
_ ¿Y no te equivocas? ¿Quieres venir a jugar una partida a nuestro equipo? – Joey me miró y yo le sonreí.
_ Ve, anda. Yo te haré barras desde aquí – él me sonrió de oreja a oreja.
_ Eres la mejor. Te amo
Me dio un beso en la mejilla y feliz corrió junto a aquel sujeto y se puso a jugar con los demás.
Me subí al respaldo del asiento y lo vi jugar en aquel equipo. Mi corazón vibró de alegría al verlo correr y jugar feliz y le hice barras sin parar.
Él volteó a mirarme y sonrió con dicha; yo perdida en él, le sonreí y lo saludé con las dos manos levantadas. Él me guiñó el ojo.
Corrió con la pelota y yo animándolo, los del otro equipo iban tras de él y Joey sin soltar nunca la pelota, sus camaradas lo siguieron y todos jugaban en compañerismo y entusiasmo.
A Joey le encantaba jugar a la pelota y más que feliz de jugar con aquel equipo, yo lo vi correr y hacer maniobras con la pelota y sonreí con anhelos y admiración.
Era increíble, era el hombre con el que yo me había casado y él que cada día me hacía muy feliz.
Joey metió un gol y todos corrieron a abrazarlo y yo grité su nombre con amor.
Él me miró y yo saltando en el asiento, me sonrió y yo lo miré perdidamente enamorada.
_ ¡Te amo!
Me gritó y yo más que feliz por él, levanté los brazos y seguí diciendo su nombre con amor y Joey me miró pleno. Se sintió el hombre más feliz y realizado de todos.
El estadio estaba lleno y yo en primera fila, frente al escenario y frente a su micrófono blanco, junto a todos, recordé nuestro último paseo al parque y me llené de anhelos y de alegría.
Todos gritamos con euforia, las luces se apagaron sobre el escenario y mi corazón se regocijó de amor al verlo frente a mí. Joey con su apariencia de todo un rock star, comenzó a cantar y todos estallamos con fanatismo. Él me vio entre todo su público y sonrió con destellos y halago. Ahí mi corazón más vibró por él, por su amor.
<< Joey, amado mío >>
<< Mi amado esposo >>
Me sentí una vez más, la mujer más dichosa por estar viéndolo a él, a mi esposo cantar sobre aquel escenario y él más que feliz, volvió a sonreírme y yo le dije con los labios que lo amaba.
Eran, los cinco increíbles y Joey tenía una poderosa y mágica voz, la que me hacía alucinar y amarlo perdidamente.
Las luces volvieron a apagarse y todos expectantes, Joey comenzó a tocar una suave melodía de guitarra. Él me miró a mí fijamente y comenzó a tocar la balada "New love in town".
Aquella balada que a mí me fascinaba; la amaba y todo el público ovacionándola, Joey, con su micrófono blanco, se acercó a mí, entre toda la gente. Yo perdida en él, Joey me la cantó y dedicó solo a mí.
Todos nos aplaudieron; los dos nos miramos perdidamente, y yo sin dejar de sonreírle, Joey me cantó con toda su pasión y amor. El público lo aplaudió a él y a toda su increíble banda.
FIN.
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