*La escasa lógica en caricaturas.
Recordando las alturas canon y para evitar el berrinche de enfermos por la perfección, les refresco; Edd es el más alto, Matt le sigue, luego está Tord y finalmente Tom.
Otro punto. Los personajes pueden tener presentaciones variadas. Y NO es por cuestión de favoritismo. Simplemente, lo amerita o intenta ser ameno.
Finalmente, el comienzo lo estuve haciendo en Enero, pero (LÁSTIMOSAMENTE GRACIAS A LA VIDA HERMOSÍSIMA) tuve problemas con el léxico de enunciados, vacilaba el cómo podía hacer para inspirarme. Aparte, ese mismo mes comenzaron mis estudios. Que HDP es la vida, ¿no?.
Cualquier consulta o corrección, pueden contactar conmigo en privado o en mi perfil=comentarios. Gracias.
P.D.: Tengan un maldito diccionario con ustedes que habrá palabras raras.
----------&-----------
"Lo siento... Sólo me queda tocino, no he hecho las compras aún."
Con vergüenza y seriedad, Edd rascó su nuca. Había pasado simplemente dos días después de aquello que los marcó. Por supuesto, decidió acomodar todo lo que esté a su alcance para poder movilizarse como debe. Junto con Tom, logró hacer habitable el lugar.
Volviendo a la actualidad, sacó las tiras de tocino y las puso a cocinar.
«Seguro que tuvo pereza para comprar...»
"Ah, no importa..." Joder, sí importa, ya moría de hambre. "De todas formas, ¿es... Normal que tu amigo de abrigo azul sea desconfiado?." Utilizó el tono más suave que pudo, después de todo, no puede ser muy intrépida con alguien que le da comida y techo. Todo esto mientras observaba la cocción del tocino.
«Sólo por si acaso...»
"Bueno..." Comenzó vacilante. "Antes era serio con los nuevos y todo eso, pero... Hace unos dos días atrás perdimos a nuestro amigo, o mejor dicho, quien creíamos... Que..."
De repente se detuvo, una nostalgia influyó en su voz. Mas antes de que ella pueda detectar el resto de emociones, volvió a hablar con otro tono. Como si no lo mencionara...
"Pero tranquila, cuando lo conozcas mejor, verás que será más simpático contigo." Sonríe suave, moviendo su alta figura hacia la sartén. En un movimiento ágil, coloca el delicioso tocino en un plato. El traslado del mismo hizo que expulse un tentador aroma capaz de despertar a una gata oculta todo este tiempo bajo el sofá.
(T/N) dio un 'Gracias' firme y rápido, tomando su porción con ansiedad. Ni siquiera agarró el cuchillo y tenedor y unas patitas se posaron en sus piernas. Con cierta paranoia bajó la mirada, ganando una burla de parte de su consciencia al detectar que simplemente era Ringo.
"Ow, lo que nunca pude comprar por mi cuenta..." Matando su atención hacia el alimento, sostuvo a la mansa gata enseguida. Sus patas pequeños aterrizaron en su aterciopelada remera. Este acto era terapeutico de alguna manera, lo cual, calló toda perturbación entre sus articulaciones.
"¿Uh?." Al oír el simpático pero de doble filo comentario, Edd rió ante la escena. "Veo que conociste a Ringo. Le agradas al parecer."
Ringo rápidamente comenzó a olfatear su ropa. Asegurando y analizando a la nueva. Por supuesto que, tenía un aura fuera de este mundo, por lo que la gata envió una larga mirada.
«No hagas tanto contacto con la gata.»
Respirando hondo, volteó y sació su necesidad. Sabía que debía de actuar como alguien 'no sospechoso' pero; ¿cómo hacerlo si tienes sensaciones?.
Quién sabe. En este mismo instante, los doctores prodrían checar su inconsciente cuerpo.
Ya que... Esto no puede ser real.
Estamos hablando de una serie animada que hace tiempo dio un 'End'. ¿Acaso su lado 'desesperado por más de aquel arte' salía a flote y le hacía pasar por esta... Experiencia?.
«Te dije que no te quedaras altas horas de la noche mirando a tus nenes raros...»
'Nadie, absolutamente nadie, te preguntó'. Pensó en sus adentros.
"¿Hola, Tom?. ¿Qué pasa?."
La repentina oración de Edd dejó descolocada a la invitada. Dirigió rápidamente sus ojos al alto, tomando cuenta de que Edd estaba con el celular ahora.
A juzgar por la rapidez del habla del emisor, sonaba como si diciera: alejate de ella y ven donde yo te vea.
Su boca se arruga de disgusto por la alta desconfianza que tenía el bajista. No podía culparlo debido a los hechos recientes a la cual no estaba presente. Pero Edd era un adulto, no un niño.
"Sí, sigue conmigo y--... Arg, vamos, Tom, ya hablamos de esto." Intenta bajar la voz al notar la mirada de búho de (T/N). "Tom, no seas grosero. No podemos hacer eso.. ¿Sabes algo?, al diablo. Lo haré a mi manera." Antes de oír una contradicción de la otra línea, Edd cortó con notable cansancio y frustración.
Y un suspiro salió de sus labios.
"Adivino: ¿debo irme?."
"¡No!, bueno... En realidad vas a estar un rato con Matt porque debo arreglar algo con Tom... Pero cuando termine, volveré por ti--"
"Siento que busca alejarte de mí..."
"Sé que tienes la sensación de que Tom te odia, ¡pero reitero que todo saldrá bien!. Espero." Sin perder tiempo, toma el plato ya vacío y lo deja a un costado para lavarlo después.
«Típico de solteros.»
"Bieeen... De todas formas, ya veré para buscarme un departamento para no molestar más." No dio tiempo de contestar al contrario, y tampoco quería hacerlo (es evidente que habrá más fundamentaciones para que se quede). Dando un 'gracias' tranquilo a Edd y al verificar que no había nada más que hacer salió afuera para darle espacio. En frente de la puerta y ya en el pasillo siendo específicos.
Ya podía predecir el rostro de desagrado de Tom. Y el de sorpresa de Matt.
Pasaron los minutos y Edd salió de su departamento (sea lo que haya hecho) con una media sonrisa.
"Entonces; iré con Tom para ver unos asuntos relacionados con el contrato de nuestros departamentos mientras tú te quedas con Matt. Estoy seguro que la pasarás bien con él." La sonrisa que tenía adornó en su rostro con más serenidad. "Él tiene mi número en caso que quieras hablarme. Pero seguro estarán absortos jugando."
"Suena bien para mí. Creo ya saber dónde estaba Matt..." Observa en blanco la alfombra (de púrpura claro) que decía 'Welcome❤' solitariamente frente a la puerta mansa. Estaba a sólo una puerta adelante (que sospechaba que pertenecía a Sr. Gruñón), por lo que cualquier estúpido puede encontrar a Matt.
"Bien, te dejo, ¡recuerda divertirte!. Ah y Matt ya sabe que te quedarás, hasta luego." Con tranquilidad el castaño se dirigió a la puerta monótona, ni si quiera le dio dos golpes y la puerta se abrió de golpe. (T/N) no pudo ver a Tom, pero sí sus cuencas frías y pesadas como hierro. Edd aún con una sonrisa entró, pero jamás vio la pequeña competencia de miradas del británico y la extranjera.
Tom estaba en su acmé de desconfianza, donde la trauma pone en ostracismo al individuo. Evidenciando así su pelea interna.
No había nada del cuál culpar al británico, solamente al orate (sin falta de juicio) de Tord.
«Ganar la confianza de este hombre será muy difícil... Debemos tener paciencia.»
'Como si fuera paciente...' Pensó amargadamente la protagonista.
Una vez que estuvo sola en aquel insólito pasillo, golpeó tres veces la puerta con una expresión estoica. No pasó ni 5 segundos y la puerta se abrió mostrando al peli-rrojo barbián. Tan jovial en sus auras.
"¡(T/N), viniste!. Bienvenida a mi hermoso hogar~." Se hizo de un lado para que pueda pasar, no había humildad de entrada, pero había mucho púrpura, espejos, fotografías suyas y... Un estanque. "Ojalá disfrutes de tu visita. Aunque puede que tarde un poco... Tom parecía querer alejar a Edd de no sé qué... Él parece que se olvidó de mí, ¡pero ahora podemos conocernos más!."
Ni siquiera le dio tiempo de responder, sino que la rodeó con un brazo y la llevó más profundo de su departamento. A pesar de que, los aspectos que había citado antes seguían decorando en muchas partes del pasillo; la sala de estar estaba un poco más despejada, aunque muy difícil de creer, había hasta un sofá cómodo y un sillón.
Por supuesto que había un televisor, una mesita de café (al parecer, sacado de un mercado de pulgas), un estánte con algunos juguetes y otros cachivaches. No había mucho que resaltar... Excepto el 'Pequeño Tom' (siempre recordando gracias a los capítulos vistos en su notebook) zombificado y sentado cerca del televisor.
«Qué puto miedo.» Expresó su conciencia.
"Lindo juguete. ¿Tiene nombre?."
La pregunta generó una sonrisa en el pecoso y hermoso hombre.
"¡Sí!, se llama 'Pequeño Tom'. Lo obtuve en una feria donde había zombies, es muy bonito, ¿verdad?."
"Sólo en la mañana, amigo." Bromeó sin esfuerzos.
"Jaja, muy buena esa. Pero hey, ya te acostumbrarás." Esta vez con tranquilidad contestó y dejó que su visita tome asiento. "En fin, Tom me explicó específicamente que te quite información... Eh, no parecen soportarse, ¿acaso hiciste algo o ya se vieron antes?." Irónicamente, Matt estaba algo serio y dudoso. Pero originalmente, era así desde los inicios de la serie.
"La verdad, no entiendo qué hice mal. Hasta donde sé, no tuve ningún contacto con él..."
«Pero sí conocías su personaje y sus movimientos, idiota.»
Ignorando aquello, continuó. "Tengo la sensación de que algo sucedió en sus vidas que causó un impacto fuerte. Si me equivoco, debes corregirme."
Matt abrió más sus ojos, con una pizca atónita. "De hecho, sí... Fue un suceso con un ex-amigo. Ahora que lo pienso mejor, Tom estuvo muy a la defensiva estos últimos días. Aunque no lo culpo." Al final su voz hizo un decrescendo. Si bien parecía saber la situación actual emocional, había encontrado las palabras correctas para expresarlo.
Señal para la extranjera para cambiar de tema.
Luego de esto, Tord ganó un vituperio. Claro que se dejó llevar por su ambición, pero; eso no significa que hay que mirarlo con buenos ojos. La vida no es fácil ni para él y otras personas, punto.
"Seguro que superarán de alguna forma. Juntos. Pero qué tal si..." dirigió su vista hacia una botella vacía, evidenciando que Tom llegó a estar aquí, "¿si jugamos a verdad o reto?. Sé que es cliché pero me parece bien comienzo para conocernos." De nuevo, ella sonrío tranquilamente.
De alguna forma, calmó la tormenta de pensamientos de Matt. "¡Claro!, ¿por qué no?. Hace tiempo que no juego Verdad o Reto."
(T/N) colocó la botella en el centro, por lo que ambos se sentaron alrededor del frasco.
Las preguntas de la mujer eran sencillas y cuidadosas, ya que no quería incomodar con lo personal a su nuevo amigo. De manera que, Matt contestaba pacífico y otras veces con entusiasmo y viceversa. Lo bueno es que el ambiente se volvió más ameno y cómodo. Matt había dejado de lado la petición de Tom para dar toda su atención en su invitada.
Las horas pasaban y sus risas seguían inundando la sala 'ostentosa'.
"¿Y qué hay de los perros, te gustan los perros?." Preguntó (T/N), ya sabía la respuesta, pero quería oírlo de los labios de uno de sus 'ídolos'.
"¡¿Perros?!, ¡no, jamás!. Literalmente, soy alérgico a los perros. Es horrible, siempre arruina mis manos o rostro. Una pesadilla, no se lo deseo a nadie." Algo serio respondió, aunque una leve sonrisa se dibujaba en sus labios. No podía tomar en serio la situación. "¿Y qué hay de ti?, ¿tienes algo al cual rechazas?."
"Hum... Quizás lo haga, como por ejemplo: la desigualdad de oportunidades." Pausó serena. "Ahora, rechazo... ¡Esas cortinas!." Señaló aquellas telas verdes que no combinaban para nada con el ambiente púrpura. Sin embargo, justifica un poco porque aquellos colores llevaba el dueño de casa. Refutando de nuevo, estéticamente no queda bien. Eso demuestra la incoherencia de vida de Matt, imposible de culparlo.
Matt jadeó dramático. "No... ¡Puedo creerlo!. Yo mismo lo compré, ¡yo!. ¿Cómo no te gustan si tengo buenos gustos?."
"Bien, te explico. Hay colores ya sean fríos y cálidos que al juntarlos quedan bien. Otros casos, cuando juntas colores de la misma paleta o categoría. Pero en este caso, no importa en dónde los ubiques, seguirán siendo un choque intenso que no dan equilibrio."
«Matt ni siquiera tiene el equilibrio de su vida...»
"Bueno... Tal vez tengas razón, tal vez." El de ojos color cielos quedó en silencio por varios segundos, hasta que volvió a abrir la boca. "Eres mujer, amiga, de seguro entiendes más de colores que yo."
«Somos sus amigas, ¡yey!... Mejor, vamos a pintarnos las uñas.»
Maldito sarcasmo suyo.
"¿(T/N)?."
"¿Eh?, ah sí. Aunque los hombres también pueden agudizar su ojo para decorar. Siento no contestar rápido, me perdí en mis pensamientos." Sonrió nerviosa, con una clara vergüenza.
"¡En ese caso, no importa!. A mis amigos les suele suceder lo mismo." Procuró aligerar la situación, aunque para ella, eso se oyó triste... "Hey, ¿y si vamos a un Resto-Bar?. Ya es algo tarde y no tengo mucha comida almacenada." Rió apenado pero con buenas vibras.
Una sención inefable la impulsó a contestar veloz. "Me encantaría."
«Maldita necesitada, deja de prestar tu cuer--»
'Ya cállate si no vas aportar algo importante.' Declaró enojada en su interior.
"¡Genial, ahora va--!"
"¡Espera, hay un problema!. Je, yo... No tengo dinero." Una sonrisa temblorosa vaciló por tanta vergüenza acumulada. "Lo sé, soy una tonta--"
"Oh vamos, sé que hace unas horas te asustaste por estar en un lugar nuevo, tal vez tengas amnesia ahora, de mayor o menor grado y te habrán robado mientras estabas desmayada. Pero puedo pagar por ti."
El narcisista iba agregar más cosas, mas la ya nombrada se adelantó.
"Eligiré algo simple, dentro del presupuesto, aunque no me agrada mucho la idea, debo aceptar tu buen acto si no quiero morirme de hambre." Atropelló dejando salir un suspiro al último. "Te lo compensaré en un futuro. ¿Vamos?."
"Je, claro. Aunque no te preocupes mucho, se supone que un hombre debe invitar a una dama." Exclamó esta vez más simpático y abriendo la puerta para arrancar hacia su meta.
"Jaja, no soy una dama. Pero lo aceptaré." Riendo lo siguió, incluso más vivaz que antes.
⏩⏩🕗⏩⏩
"Aquí... Hay mucha gente." Murmuró nerviosa por dentro. Su estoico rostro tal vez no expresaba mucho, mas sus ojos la delataban.
Había británicos reunidos. Unos disfrutaban de una buena copa de vino, otros comían de su platillo, otros retiraban sus pedidos y así la lista seguía. Tanta gente de alguna forma levantaban los pelitos de sus brazos. Como un gato asustado.
Era una gran obra ver a los ingleses, tan felices y charlando sobre sus vida con sus amigos o familiares.
Sabiendo que al otro lado del mundo había gente muriendo de hambre...
"¿Y qué vas a pedir, (T/N)?."
Sus ojos lograron conectar con los orbes zafiros de Matthew. Y la calma, abrazó su corazón.
"Pues... Quiero una hamburguesa de (sabor específico) con una lata de (pepsi, coca cola, etc)."
Era evidente que su apetito hablaba por ella.
Él simplemente río. Ya tenía entendido que no era una dama.
"Bueno, espera aquí. Iré a la caja, cuida la mesa." Entre risas y un acento británico que embelezaba su alrededor, fue a la caja sin borrar su sonrisa.
Al volver su amiga (al cual ella llamaba: Soledad), cerró sus ojos para ser recibida por la oscuridad.
No podía creer aún en dónde estaba o qué sucedía.
¿Su mente solitaria, cansada y golpeada por el crudo mundo; construyó este sueño y/o paraíso a modo de consuelo?.
Porque era la respuesta lógica y quizás predecible que se le ocurría.
A pesar de que, tal vez sea una construcción u obra de su mente, sólo quería disfrutarlo y 'vivir' de él.
Un rayo de luz.
Sus pensamientos se cortaron brutalmente cuando sintió un empuje en su silla.
"Ah... Perdón."
Una voz sin vida, insondable, ronca, con un 'perdón' seco y... Con un acento tan dolorosamente familiar.
Ella en silencio abrió los ojos y observó al nuevo. Era un hombre juzgando por su voz. No podía ver su rostro, sólo un ojo de color grisáceo.
Familiar.
Tenía una sudadera negra, la capucha ocultaba su rostro, lo más resaltante fue la peculiaridad de cómo se escapaban sus mechones marrón caramelo y... Sus cuernos.
«Las víboras saben cómo entrar en territorios dónde no son queridas.»
"No importa. Ten cuidado la próxima." Su voz firme indicó que no le agradó que la apartara de sus pensamientos.
Mas el encapuchado guardó sus manos en el bolsillo de su abrigo, y con una última mirada se alejó. Sin alzar la mirada para no ser descubierto. Parecía que venía de forma casual en busca de comida.
(T/N) pudo ver algo de carne expuesta al otro lado de su mejilla y oler su olor a cigarridos, es más, había un paquete de ellos en el bolsillo de sus jeans grises. Rodeados de un aura nostálgico e indescifrable.
El noruego.
"¡Hey, (T/N)!. Siento tardar, había mucha gente. Pero el lado bueno es que traje nuestros pedidos."
Su amigo había vuelto con una bandeja de comidas; lo que ella pidió y unos tacos con una lata de refresco para Matt.
Al escuchar su nombre, dibujó una sonrisa para centrar su atención en lo que importaba.
"Muchas gracias, Matt. Eres un gran amigo."
De nuevo, un jadeo salió de él. Tan glorioso. "¡Qué linda, de nada, (T/N)!."
Apenas él tomó asiento, empezaron a comer sus deliciosos pedidos.
Matt no tardó en hablar, hablar y hablar. Le gustaba la sensación de ser escuchado atentamente por la contraria. Para la extranjera, no era problema (ya que no hablaba mucho de ella misma), así aprendía más de él y lo analizaba.
Mas en la cúspide de su conciencia seguía aquel ojo gris. Ya no pudo saber nada más sobre él, porque ya no estaba en el restaurante-bar.
La pregunta era: ¿tenía otras intenciones?.
Y la otra pregunta era... Cuándo podrá hacer frente al Testigo de Jehová para despejar las falsas acusaciones prematuras que habrá aparecido en su mente.
▶▶▶▶▶➰▶▶▶▶▶
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top