*Fantasía verídica.
Estaba perpleja, aún impresionada de estar idemne, ya que prácticamente se había golpeado la cabeza contra la notebook/Laptop por lo que debería de haber sangre cayendo desde su frente o en su costado, cerca de sus venas...
Edward Duncan Ernest Gould... Frente suyo. Mejor dicho--, su personaje frente suyo...
Aún recordando su lucha contra el cáncer, leucemia y su muerte, sintió una presión en su corazón. Sin embargo, fue remplazada por alegría creciente. Podría abrazarlo ahora mismo, pero solo se vería engorrosa.
Bofetear sus entusiasmos se oía una idea genial. Y hablar también, ya que tanto silencio hacía que sus ‹héroes› la observaran extraño, de nuevo.
"Ah..." Tragó saliva para mojar su garganta. "Sé que es mucho pedir... ¿Pero pueden ayudarme?. Yo les juro que-..." Se cortó así misma para pensar en una excusa. "No sé ni cómo terminé aquí. No sé ni dónde estoy y eso que no he bebido. Por favor, ayudenme." Exclamó cansada y con los ojos vagabundos. Y así parecía, estaba hecha mierd×.
Los orbes de Matt mostraron piedad inmediata. "Oh, eso debe ser horrible. Al menos recuerda su nombre. ¿Tienes algún fragmento de recuerdo de lo que te sucedió?."
Ante la cuestión, abrió lentamente sus labios para hablar.
«¿Lo haces realmente?»
Una voz resonó como si fuera un susurro en su mente. Haciendo que la mujer parpadee vacilante ante las tres miradas y la voz.
«No seas idiota. Solo di 'NO'.»
Su pulso pausó abrupto y su mano se hizo puño. ¿De dònde provenía la voz?.
«Sólo quiero regresar con mi familia...»
Sus pupilas comenzaron a brillar, pero de desesperación. ¿Se estaba volviendo loca?, ¿es una secuela del golpe?, ¿por qué se sentía como una niña perdida de su hogar?.
"¿Esta bien?, ¿le sucede algo?." La voz preocupada de Matt la quitó de sus pensamientos tan molestos. Claramente, los otros y él notaron como sus músculos se tensaban.
"Lo siento, me quedé pensando. Y no... No recuerdo nada." Mintió. En contra de su voluntad. Y los tres no lo captaron.
Edd suspiró y cruzó sus brazos. Este problema era muy complicado y enreversado. Sintió una gran responsabilidad. Ya que no podía dejarla así. Por consiguiente, ahora que saben de su existencia, debe brindar aunque sea una ayuda pequeña.
"¿Le duele algo?. Tal vez podemos ir a una farmacia para comprarle pastillas para el dolor." Era notorio la torpeza en su voz, ¿pero pueden culparlo?.
Aún así, el gesto de su animador favorito fue suficiente para hacerla sonreír un poco y estirar sus brazos y piernas. "Sí... Agradecería mucho su ayuda."
"Sí, sí..." Thomas comenzó a caminar desinteresado, guardando sus manos en su cálido bolsillo. "Vamos, que el tiempo pasa."
¿Ese fue un tono de frustración?. Bien, sin dudas, es desagradable su trato a nuevos.
Los demás no tardaron en copiar la acción de la manera más tranquila posible, aunque la voz desconocida seguía hablando brevemente y de manera racional, era ignorada. Ella quería pensar que tal vez era su conciencia reprochando cada acción suya. Aveces Matt hacía preguntas básicas para conocerla, tal vez pensaba que la vería poco pero aún así quería socializar. Lo mismo que Edd, pero con pequeña participación. Sin embargo, Tom no detallaba nada, y sus gestos eran insondables. Sin pizca de gracia.
Los gajes de Londres era tan diferentes que en América. Las personas tenían mejor programadas sus horarios y sueldos. Por lo que ver a personas cruzar esporádicamente serenos era como ver flores en Primavera.
El acento británico era tan fuerte y encantador, cualquier extranjero podría incluso desarrollar una atracción o incluso fetiche ante lo agradable que era.
Y ahí estaba ella... Su acento no se nivelaba con los de ellos. Se preguntaba primeramente, ¿cómo podía hablar inglés?. Estudió sí, pero por más de que su acento no se camuflaba, ya bastaba para comunicarse.
Sus orbes (c/o) se balanceaban... ¿Desconfiados, aturdidos, atónitos?.
¿Era esto real?.
Miró la espalda ancha de Edd, de nuevo, y luego a Matt y Tom. Acción que era practicado hasta el hartazgo, pero se deleitaba secretamente de la vista. Aun (hasta) siendo caricaturas eran geniales.
De vez en cuando, al compartir miradas con Matt, él sonreía de manera tranquilizante. Una muestra de bienvenida y cálidez hacia la ahira muy perdida extranjera.
En muchas ocasiones, notó a su vez, miradas frívolas de parte de Thomas.
Una mano más grande se posó en sus hombros con frescura, al voltearse, fue recibida por la sonrisa perla de Edd.
"Bien, aquí estamos. Y no te preocupes por las pastillas, Matt y yo juntamos dinero de nuestros bolsillos, equitativamente." Ante esto, Matt sonrió satisfecho por su colaboración, mientras Tom rodaba los ojos.
"Muchas gracias, son muy amables. Prometo devolverles el favor." Exclamó seria, apurando el paso junto a ellos para entrar a la farmacia.
"No hay de qué. Otro día nos vas a pagar." Rió bromista y dirigió su atención al farmaceutico. (T/N) estaba a punto de seguir escuchando, pero su atención fue arrebatada al ver a lo lejos un hombre de cejas gruesas que observaba en las sombras.
Parpadeó lentamente y frunció el ceño disgustada. No permitía que la gente la mirara. No era paranoica. Era verdad.
De repente, los sonidos de su alrededor se tambaleó flaqueante. Su visión se nubló en contra su voluntad, y sintiendo su alma abandonar su cuerpo, cayó inconsciente encima de Matt. Oliendo imaginariamente, el olor de la sangre cayendo de su frente.
...
No podía ver nada, pero sí oír y sentir. Yuxtaponerse a la realidad era vehemente.
Lo que sí confirmaba, era que estaba siendo llevada en una camilla que se movía rápidamente. Si tan sólo pudiera escuchar con claridad, ya que unos fragmentos sonoros la ponía ofuscada.
Unos sollozos lejanos, unas manos enguatadas en su piel, presión en su pecho, sus latidos débiles, el dolor insoportable en su frente, el olor fuerte y posiblemente contaminada de su sangre, la falta de movilización de su cuerpo...
Los segundos o minutos pasaron. Su cerebro estaba tan débil como para calcular cuánto tiempo pasó. Ahora solo escuchaba su corazón agonizar con cansancio.
"¡Hay... 200J disponible, Doc-...!".
"Bien... Despe-... 2... 1..."
Procuro descifrar, mas (pero) una gran descarga eléctrica elevó su cuerpo de la superficie suave. Su suavidad se necesitó apenas su cuerpo reaccionó, segundos más tarde, cayó de nuevo a la suave sábana.
"Nada... De... Nuevo... 3-... ¡1!."
Una carga más potente que la anterior la sacudió, otra vez. Los segundos sin respuesta fueron decepcionantes. Aunque luego de 4 segundos más, su corazón comenzó a latir un poco más normal. Solamente un poco.
La oscuridad se volvió oscura, más y más oscura. Lo último que registró fue un suspiro de alivio y una gasa pasar por su frente.
...
...
Sus parpados se acostumbraron a la nueva oscuridad. Al parecer estaba acostada, y una vez que respiró regularmente, se sentó.
«¿Ya estás mejor?»
Aquella voz de nuevo. Con ojos llenos de ímpetu, volteó a ver unos ojos más brillantes que (c/o). Se veía igual a ella, con la diferencia de una seriedad fogosa. Era como verte en un espejo, el espejo de la razón.
«Soy el lado del razonamiento. Sin mí, eres estúpida.»
"Sin mí, no vives." Exclamó burlona y sin descuido. Se conocía lo necesario para saber de aquel lado que tomó protagonismo vivaz en poco tiempo. "¿Qué se supone que me sucedió?. ¿Voy a morir?, ¿por qué vi a los personajes de Eddsworld?." Esta vez, habló en serio y necesitada de respuestas con veracidad.
La razón giró 'sus ojos'. «Muchas respuestas que te hacen sonar como enferma mental... Tal vez lo estés. Aparte, estoy tan desorientada como tú. No es como si fuera un Dios o algo así.» Respondió seca y un tanto confundida. «Me asusta lo desconocido. No sé qué está sucediendo afuera o adentro.»
Sus últimas palabras, elevó la desconfianza, confunsión, curiosidad y miedo a la original. "Explícate."
«Lo que trato de decir, es; por fuera, no sé qué detectaron los médicos, o qué pasó con Sebastian, nuestro hermano y padres. Y por dentro... Yo... No entiendo qué tiene que ver la caricatura de Edward.»
Si no se conociera, diría que está pensativa, pero su razón está con mucho miedo ahora por lo nuevo.
"...Me siento liviana."
«Claro que te sentirás así. Ten cuidado con lo que deseas.»
Y con eso, una luz cegadora profanó su ser.
...
"Creo que debimos haberla dejado descansar más..." (T/N) pensó que aquel fue Matt.
"Psh, mejor dicho, debimos dejar que se muera sola."
"¡Tom!."
"Vamos, Edd. Ni siquiera recuerda lo que pasó anteriormente, no podemos ayudarla."
"¡Chicos, parece que está despertando!."
Nunca estuvo tan feliz de ver la luz y de respirar el supuesto aire fresco. Se concentró en inhalar profundamente.
"¡(T/N), despertaste!. Menos mal... Comenzamos a cuestionarnos si teníamos que enviarte al hospital." Rió un tanto nervioso. Aunque una vez que la nombrada se sentó lentamente, tocando su frente (comprobando que no había sangre en su frente), él se sentó a su lado. "Logré agarrarte antes de que caigas al suelo. ¿Te sientes bien?."
Sus sentidos tomaban las cartas en cada segundo. "Sí, sí, estoy bien ahora. Gracias, Matt." Suspiró exhausta.
"¿Estás segura?, porque estabas muy pálida cuando te desmayaste." Cortó serio el mayor de todos, cruzando sus brazos. "A todo esto... No nos has dicho tu edad... ¿Eres mayor de edad, (T/N)?."
«26»
"Ah, tengo 26 años. Y tranquilo, todo esta controlado." Habló rápidamente. Agradeciendo en secreto a su ayudante.
"Ah, esta bien..." Sonrió aliviado. "Tienes la misma edad que Tom."
"Caraj×."
"Tom, deja de ser grosero." Suspiró cansado.
"Sí, claro. ¿Quién nos asegura que puede destruir también nuestro hogar?." Exclamó con tanta desfachatez, que la mujer no pudo evitar sentirte ofendida por lo rápido que prejuzga. El de cuencas firmes simplemente siguió refutando a su amigo, a pesar de que el de verde lo frenaba al recordar que tenían visita.
A todo eso, ella observó su alrededor. Estaba en una sala de paredes verdes. Había fotografías de los tres y algunas solamente de Edd. Lo cual, así confirmaba, que todo esto tiene lugar después del The End.
"¿Por qué no dejamos que se quede hasta que recupere sus recuerdos?." Sugirió el narcisista, callando de golpe a Edd y Tom. Y llamando la atención de ella, lo cual lo tomó como señal para levantarse.
"No quiero ser molestia. Además, ya hicieron mucho por mí..."
Edd compartió miradas con Matt. Realmente, no encontraba nada malo o sospechoso en ella, en este corto lapso, claro.
Antes de que Tom opine y lance pestes, Edd asintió. "Puede quedarse en mi departamento, a descansar en el sofá."
«Oh, pero por supuesto.» Dijo la voz dentro de la mente de la mujer. «Parte del sentido común se va a la basura estando en una 'caricatura'.»
(T/N) pensó lo mismo, cuestionando de paso, si la razón era parte de su cordura o cerebro verdaderamente sobreviviente desde su incidente. Empezò a preguntar la validez de este posible sueño tan hermoso y placentero con sus héroes...
"¡Bueno, hasta después Edd, Tom, (T/N)!. Debo volver a mi departamento para bañarme." Con una sonrisa perfecta, se retiró del espacio de Edd.
"Adiós, Matt." Dijeron al unísono, Edd y ella.
Tom, quién estuvo apretando sus puños y hundiendo sus uñas durante el tiempo que no lo dejaron expresarse, solamente miró una última vez a la invitada, gélido. Y se retiró despidiéndose con la cabeza a Edd.
El robusto suspiró ante su aptitud y se volteó a (T/N).
"¿Tienes hambre?."
"Mucho." Respondió ella, exhausta.
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Este fan-fic pertenece a CherryCharix. Así que si encuentran copias, favor avisar. Ya que esta idea se creó en 2016, solo que en ese entonces, no tenía la base sólida.
Todo esto tiene un sentido de realismo y ciencia ficción. Y el único punto de vista, será el 3ro. Si llegan a creer que apenas la conocen, ellos ya piensan que es linda y se enamora de ella, están en el lugar incorrecto. Mi estilo de escritura es maduro en este género. Tal vez deban desarrollarlo.
Se tocará temas fuertes y serios. Verlo bajo tu propia responsabilidad.
Atte; La escritora.
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