(Lunes 12 de marzo del 2018)

Dos personas planeaban su siguiente movimiento.

Él.

Aylin Green.

Ellos dos, a pesar de no estar ligados a un mismo propósito (ya que Aylin solo quería una venganza; él quería usar a los demás para divertirse), meditaban sobre lo siguiente que querían hacer.

En el caso de Aylin Green, quería hacer que Scarlett y Judy, viera a Kate con Darren. No sabía cómo hacer la encuentren con él. ¿Por qué no solo se acerca a las dos y le comenta de lo que ha visto? Porque ellas la odian y no quieren saber de Aylin (ni siquiera le dirigen la mirada). Así que acercarse y decirles:

¡Oigan, perritas! ¿Saben que su linda amiga Kate, está con el estúpido de Madison? ¿No? ¿No lo sabían? Quizá les deba una graaan explicación.

Eso no iba a dar resultado porque no le iban a creer.

Debían ver eso con sus propios ojos. ¿Pero cómo lo lograría? Seguiría pensando el modo de conseguir su objetivo. Porque no iba a dejar escapar una oportunidad como esa.

Por otro lado...

Él ha estado considerando mucho lo que iba a hacer. Era peligroso, difícil e ilegal. Podría irse a directo a una correccional por lo que tenía en mente. Pero prefería jugársela para saber si en el futuro, podría hacerlo repetidas veces. Solo que no sabía si daría resultado.

Espero que sí.

No obstante, él no era más que un idiota, un llorón. Pero a pesar de serlo, se consideraba lo bastante inteligente para actuar. Manipular a los demás como sus propios títeres le era una diversión, la mejor de todas.

Pero el plan que tenía en mente, era muy arriesgado, mucho más que todas las anteriores y esperaba obtener el resultado que tanto esperaba

Y si era necesario ser amenazador, lo sería.

***

Hazel Madison estaba con Brad Moore, alejados de los demás estudiantes en el patio. Se hallaban sentados bajo un árbol. Brad estaba arrimando su espalda en el tronco y Hazel estaba arrimando su espalda al pecho de él. Brad, le rodeaba la cintura con los brazos.

Ambos tenían la mirada hacia la pared del instituto.

—¿Entonces Darren ya tiene celular nuevo...?

—Sí, mi mamá le compró uno la semana anterior—dijo Hazel y suspiró—. Pero me seguirá pidiendo prestado el mío, porque es mejor. El móvil de Darren es tan simple que solo sirve para llamadas y mensajes.

Brad soltó una risita y apegó la frente en la nuca de Hazel.

—¿Es para lo que le alcanzó a ella, verdad?

—Exacto. Darren nos apoyó con dinero pero al tener un departamento que rentar, se ha vuelto difícil tener algo de dinero. Ya que ella le ha pedido el aumento en el trabajo de la clínica en la que está.

—¿Le dio el aumento, verdad? —preguntó Brad, cerrando los ojos.

—Sí. Lo bueno es que nos sobra un poco. Mamá al considerar que debía buscar un modo de contactar con Darren... hizo que le compre un celular.

—Suena muy razonable por parte de mi suegra—dijo Brad.

Hazel soltó una risotada. De vez en cuando se le hacía muy gracioso, que se dirija así a su propia madre. Aunque la verdad ella también decía ese tipo de cosas en cuanto a la señora Moore.

Hazel ladeo el cuello hacia un lado y miró a Brad a los ojos. Se acercó un poco más y cerró sus ojos, mientras lo besaba.

***

Ya eran los últimos minutos para finalizar las clases de Literatura con el maestro O' Connor y James Lancaster había sido el primero en entregar una tarea individual que el maestro impuso a los estudiantes y para los que terminaban rápido, les dejaba el resto de la hora.

Pero James aprovechaba para escribirle algo para Scarlett. Ella estaba en otro asiento y al frente de ella estaba hablando con una amiga que tenía en el salón. James la miraba de soslayo y sonreía, mientras trataba de ingeniar algo que podría llegarle a gustar. James le había confesado que la persona de la cual hablaba en su Cuaderno de Pensamientos se trataba de ella.

Scarlett se había sorprendido y no pudo evitar sonrojarse. A ella le habría gustado leer lo que había escrito, pero aquello ya era imposible.

Mientras escribía para ella, vio que el maestro se había levantado y con las hojas de trabajo, las fue entregando al respectivo alumno. El maestro de literatura entregó el trabajo calificado a James y siguió con los demás.

James había sacado la nota máxima. Y antes de volver a seguir en lo que estaba escribiendo escuchó al maestro O' Connor hablar, por encima de las voces de los demás estudiantes que seguían cuchicheando entre sí.

—No puedo creer que esta sea tu calificación, Madison. ¿Esto de verdad lo has hecho tú?

—Sí, señor—respondió Darren con total pasividad. Él estaba sentado a unos tres pupitres atrás de James.

—Tengo que admitir que sigo sorprendido. Aún recuerdo que tenía que insistirte frente a tu madre para que puedas hacer los trabajaos y tareas—James se volvió por encima del hombro para verlos y el maestro señaló el trabajo de Darren pero no podía verlo a él—. Aquí, veo tu esfuerzo, Madison. Y así lo he visto durante estos días—sonrió—. Solo espero que eso permanezca.

—Gracias. Así será, señor—musitó Darren y luego pareció soltar una risita.

El maestro pasó al frente y anunció que podían irse a casa.

Todos se levantaron y tomaron sus mochilas. James se percató que Darren salió primero.

¿En serio eso ha estado pasando?

James consideró que podía (y debía) ser verdad eso que acababa de oír. Darse cuenta que Madison estaba poniendo más empeño, no lo creía del todo, pero sí era posible.

James tomó su mochila y salió del salón junto a Scarlett.