"Sangre y fuego, olor a sangre y fuego en todas partes, los gritos eran distantes y a la vez tan cercanos mientras que él sentía como la sangre bajaba por su cabeza. Aquella armadura blanca resistía cada impacto que le daban, pero él no podía continuar más, su cabeza y sus brazos estaban descubiertos. Su respiración era pesada mientras la visión de su ojo derecho se nublaba de rojo a causa de un encuentro muy cercano con un caballero y su espada. Reposaba en un árbol, cansado y sin fuerzas de continuar, mientras que la ciudad ardía en llamas ante su impotente mirada.

Cayó desmayado sin notarlo, siendo despertado por el sonido de algunos gritos de ira en contra de su persona, lo estaban rodeando soldados enemigos, apuntando con sus lanzas, espadas y flechas. Iba a morir si no hacía nada, él no podía morir, no quería morir, no iba a dejarse matar por los defensores de un dictador. Se esforzó por levantarse, recibiendo una flecha en su brazo que lo hizo gruñir e hincarse. Su cuerpo suplicaba por no moverse más, pero él estaba determinado a seguir, determinación peligrosa.

Su mente comenzaba a implorar por sangre, mientras aquella armadura de color blanco se tornaba en el oscuro y absoluto negro, a la par que de alguna forma el metal se movía, cubriendo por completo su cuerpo en una imponente armadura tan negra como la noche misma. Su cuerpo se movía prácticamente solo, no solo levantándose, si no también despedazando todo lo que se le ponía en el camino como si no fueran nada. Era la completa y aterradora oscuridad que consumía toda la vida a su paso, como un tornado de sangre y muerte completamente imparable, incluso olvidó la palabra "cansancio".

En solo cuestión de minutos dejó un camino de cadáveres detrás de él que conducía al palacio de aquel tirano contra el que su rey le había enviado a luchar como comandante del ejercito de Antitaea. Llegó y ni la guardia real pudo hacer nada ante su fuera y dolor de aquel corazón oscurecido, un corazón maldito, ya no era el Caballero Blanco, ahora era una bestia sedienta de la sangre de sus enemigos, despiadado como nunca se le había visto, una representación de la misma muerte, el Caballero Negro.

El rey tirano intentó defenderse por si mismo, pero la hoja de su espada se rompió al simple contacto con su espada. Lo siguiente que sucedió fue la sensación que invadía al gobernante al tener la gran hoja de la espada del Caballero Negro atravesando su estomago y haciéndole vomitar sangre. El recientemente tuerto movió el casco para que el contrario observara el rostro de su asesino mirándole con desprecio.

━ Un rey siempre protege a su pueblo, tú no eres un rey. ━

Pronunció con asco, empujando un poco aquella hoja, causando que el anciano cayera sentado en el trono, agonizando y mirándolo con genuina confusión.

━ ¿Y-Yo? M-Mira a tu alrededor. ━

Respondió a duras penas el de la corona, causando que el comandante se diera cuenta de lo que el ejercito que comandó hizo, de lo que él hizo. El rey rió entre tosidos sangrientos y jadeos que buscaban aire, una risa burlona y sarcástica, pero a la vez triste y melancólica.

━ ¿P-Por qué la sorpresa...? Esto es lo que tú r-rey deseaba. ━

Agregó antes de vomitar borbotones de sangre a sus pies.

━ R-Rendición o guerra, eso fue lo que nos dijo... Parece que el v-verdadero tirano e-es otro. ━

Coba no pudo resistir más y con furia y odio en sus venas, le cortó la cabeza a aquel hombre que le restregaba sus errores en la cara, de todos modos no cambiaría nada, habría muerto desangrado si no hubiera sido por él. Caminó a tropezones, su brazo izquierdo dolía como el infierno y ni siquiera era capaz de ver por un ojo. Escuchó unos leves llantos detrás de unos escombros derrumbados, levantándolos con esfuerzo para encontrar a una señora completamente desnuda sosteniendo a su hijo muerto, un infante que no tendría más de nueve años.

━ N-No más por favor. ━

Suplicó aquella mujer al ver a aquel hombre que había llevado a un ejercito entero contra la ciudad. El caballero expresó tristeza, genuina tristeza en su rostro.

━ Yo solo vengo a ayudarla. ━

Respondió, aunque eso pareció enojar a la madre, expresando una ira que solo una madre podría tener al ver al asesino de su hijo.

━ ¡¿Ayudar?! ¡¿No te parece que has hecho suficiente?! ¡Tú lo mataste! ¡Tus hombres lo mataron justo luego de asesinar a mi marido! ¡Me violaron y los mataron! ━

Gritó sin ninguna compasión, destrozando aún más la poca claridad en el corazón nublado del asesino de su rey. La fémina tan solo tomo la hoja de la espada del contrario, poniéndola sobre su cabeza.

━ ¿Quieres ayudar? ¡Hazlo! ¡Llevame con ellos! Te lo suplico, solo... Solo quiero estar con mi familia. ━

Cada palabra sonaba más rota que la anterior hasta que simplemente se convirtió en un desamparado llanto en busca de consuelo. Coba lo consideró, definitivamente lo consideró, pero no pudo, ya había demasiada sangre inocente cubriendo su espada y armadura, era un egoísta por no poder reunir a aquella mujer con su familia. Tan solo siguió caminando, arrastrando su espada en el suelo hasta caer de rodillas a las afueras de la ciudad. La armadura volvió a la normalidad, pero... No recobró el color blanco que le había dado el nombre por el que lo conocían. Su brazo izquierdo estaba inservible, la piel de este se había desprendido y pegado a la armadura, el rojo vivo se extendía de la punta de sus dedos hasta por debajo de su codo, lo entendió, su armadura no estaba encantada, estaba maldita, se la habían dado exactamente para que esta misma lo matase.

━ Wow, jefe, eso no se ve muy bien. ━

Comentó uno de los caballeros a su mando, seguido de otros, todos parecían gustosos con la destrucción que habían causado... Asqueroso. Sin palabra alguna, la armadura volvió a cubrir todo su cuerpo y asesinó a cada uno de esos soldados que alguna vez consideró como familia. Aún no había terminado; robó un caballo y se dirigió a su reino. Lo dejaron pasar, ya sea porque era el caballero insignia del reino o porque a cualquiera le aterraría verlo en aquel estado. Aunque los guardias reales de la entrada no quisieron dejarlo pasar, Coba no escatimó en deshacerse de ellos, nada lo detendría para al menos hacer un poco de justicia, aún si no podía limpiar sus pecados, lo que haría sería una forma de evitar que Eura se sometiera ante el control de aquel anciano manipulador que lo engañó. Abrió la habitación real y se encontró al rey semidesnudo con dos mujeres mucho más jóvenes que él.

━ ¡Miren quién está aquí! ¡Nuestro héroe! El Caballero Blanco, aunque ahora luce un look muy contradictorio. ━

Exclamó el gobernador de Antitaea con una sonrisa que se esfumó al notar como el nombrado estaba cubierto de sangre y antes de que pudiera hacer algo, el caballero soltó su espada y lo tomó por el cuello, alzándolo contra una pared.

━ ¡Largo! ━

Ordenó y las chicas solo tomaron sus prendas con miedo y se fueron lo más rápido que pudieron.

━ ¿Q-Qué demonios haces? ¡Traidor! ━

Dijo el anciano que apenas y podía respirar, siendo azotando contra la pared una vez más por el iracundo ex-caballero de Antitaea.

━ Tú eres el traidor aquí, me engañaste solo por tus ambiciones. Eura no se sometió ante tu locura y me utilizaste como tu asesino para masacrar al único que se ponía en tu camino. ━

Los ojos del rey se abrieron al notar como el más joven se había dado cuenta de su artimaña, pero antes de que siquiera pudiera hablar para intentar salvarse, recibió un potente golpe de la mano izquierda del caballero, el cual ignoró el dolor por toda la ira que lo recorría. Aquel golpe fue lo suficientemente fuerte como para quitarle varios dientes al viejo.

━ Me tomaste cuando apenas era un niño, me pusiste una espada en las manos y me hiciste entrenar hasta que mis huesos se rompible una y otra vez. Hiciste que una bruja maldijera esta armadura y la espada, me obligaste a usarlas y me convertiste en un símbolo para que gritara tu nombre en todas las batallas, esperando que algún día la maldición me matara por miedo a que te reemplazara en el trono. ━

El terror en los ojos del mayor no era comparable a nada, era como si el mismo demonio le estuviera hablando, repasando cada uno de sus pecados mientras lo asfixiaba hasta la muerte. Lágrimas de genuino miedo salieron de sus ojos antes de que su cuello crujiera en un sonoro "crack" y su cuerpo cayera muerto en el suelo de su habitación.

Coba se fue, se retiró, lejos, muy lejos del reino, dentro del bosque, no podía ser el Caballero Blanco después de lo que hizo y no iba a vivir toda una vida siendo el Caballero Negro, ya no quería luchar, no quería estar en otra batalla nunca más y, por supuesto, no iba a cargar con más muertes de inocentes en su espalda."

╔White Knight,,Black Knight,,The Nameless Nobody╝

✪__➼Nombre: Coba Berrycloth.

✪__➼Apodos: Antiguamente nombrado como el "Caballero Blanco" un símbolo de justicia e ideales fuertes, todos los niños jugaban a ser él y soñaban el ser como él... Pero al final de la gran guerra de Antitaea y Eura se le dejó de ver así, convirtiéndose en una especie de demonio sangriento que todos los pueblerinos temían, cambiando su nombre a el "Caballero Negro", aunque no ha vuelto a aparecer desde entonces, pero siempre están los rumores que hablan de un supuesto Caballero Negro en los bosques o que sale durante las noches, simples leyendas y mitos urbanos que siguen pintándolo como un monstruo.

✪__➼Edad: 28 Años.

✪__➼Fecha de Nacimiento: 13 de Agosto.

✪__➼Especie: Humano.

✪__➼Nacionalidad: Nació y vivió en Antitaea hasta hace solo cuatro años, justo al final de la guerra de Eura y Antitaea, mudándose a las afueras de un pequeño pueblo de Arcis y viviendo en su cabaña como un ermitaño desde entonces.

✪__➼Personalidad e Historia: Hijo de el mejor herrero de Antitaea, ha aprendido desde pequeño a vivir en el bosque, en una cabaña, cazar y cultivar su comida, además de dar largas caminatas para comerciar en el pueblo y, por supuesto, fabricar él mismo lo que necesitaba. Su madre simplemente murió debido a una enfermedad cuando él tenía 10 años y su padre lo crió solo con carácter, causando que el niño desarrollara su propia actitud dura con el tiempo. Siempre fue un niño fuerte, del tipo que se subía a los arboles para ver si podía saltar al más cercano, todo un problemático en casa y en el pueblo, pero de alguna manera todos lo querían de cierta manera, tal vez por su determinación y orgullo que causaba que hiciera cualquier divertida ocurrencia o simplemente porque era amable y siempre daba su ayuda a quien lo necesitaba, definitivamente Coba no era el niño más organizado u obediente, pero sí que era el más hiperactivo, alegre e inteligente a su manera. Desde pequeño conoce muy bien la herrería, solía pasarse horas mirando como su padre hacía espadas, escudos y armaduras, soñando con algún día poder ser uno de esos admirables caballeros que iban a la batalla y al que todas las ciudades y pueblos aplaudían cuando regresaban, tanto era así, que solía escaparse con su propia espada de madera, entrenando con la esperanza de algún día demostrar su valía como guerrero de Antitaea.

Al crecer no dejó de practicar ni un día con su espada de madera, era bien sabido que el azabache quería ser caballero, pero lo que lo puso en el mapa fue en un pequeño torneo local en conmemoración por la visita del rey. Demostró una gran técnica y manejo de la espada, lo cual lo puso en la cima casi de inmediato, además de atraer la atención del rey. De ahí solo fue cuestión de tiempo para que el rey convenciera a su padre de entregárselo con la promesa de una mejor vida, el viejo entendiendo que era lo mejor para su hijo, hizo lo que el rey quería. En ese punto la vida del niño solo constó de duro entrenamiento, sus manos terminaban sangrando casi siempre y en más de una ocasión se rompió los huesos por lo intenso que entrenaba sin ningún descanso. A los veinte años fue cuando finalmente le dejaron participar en una batalla en nombre de Antitaea, utilizando una armadura blanca y una espada que él mismo hizo, su desempeño casi impecable lo ascendió de caballero y de caballero a general, poco a poco ganando influencia y antes de que lo notara, se hablaba de un caballero en especial que era capaz de derribar grupos enteros de hombres fuertemente entrenados, el "Caballero Blanco" como fue apodado. El pueblo lo admiraba, los soldados sean del bando que sean lo respetaban y el enemigo temía ante su fuerte grito de batalla, pero la corona... El rey temía, su paranoia lo consumía como el fuego a todo un bosque, por lo que un día simplemente tomó la espada y armadura de Coba, fue con una bruja a las afueras del pueblo con la que había hecho tratos para que todos sus enemigos murieran y esta la ayudó a maldecir aquellos objetos, estos matarían poco a poco a Coba mientras más los usase, ya que el rey tampoco podía permitirse perder un guerrero tan fiero como lo era el Caballero Blanco. La única figura paterna que Berrycloth tenía o creía tener era el rey, desarrollando una gran confianza en este que terminó llegando a ser tan ciega que años posteriores lo quebraría por completo y le haría abandonar su cargo después de haberse bañado en sangre casi por completo.

Al final de la guerra de Eura y Antitaea las cosa se desviaron bastante, descubrió que el hombre en el que confió de manera tan ciega en realidad era un monstruo sediento de poder que planeaba matarlo lentamente. Su alma se oscureció así como su armadura y la esperanzadora leyenda del Caballero Blanco se tornó en el aterrador mito del Caballero Negro. Su imagen se tornó en un mito, pintándolo como el Caballero Negro, mensajero de la muerte y jinete de la guerra misma. Un monstruo sin compasión que disfruta de escuchar crujir los huesos de sus enemigos y bañarse en la sangre de estos sin importar cuanta destrucción y desgracia traiga con su gran espada capaz de cortar lo que sea y su indestructible armadura que se camufla con las sombras. En un punto se hizo tan popular que en los pueblos pequeños se convirtió en un relato para asustar a las personas. Y así como su figura como caballero era utilizada para asustar, él empezó una nueva vida como Coba Berrycloth, un simple y ermitaño herrero que perdió su brazo y su ojo por unos bandidos, viviendo en el bosque a pocos minutos de un pequeño pueblo. De esa forma su antes pura y blanca alma se oscureció de una manera que hasta el día de hoy no se ha aclarado. Es un hombre amargado y malhumorado que rara vez sale del bosque y simplemente es para comprar víveres, embriagarse o encontrar con quien acostarse por una simple noche. Sí que se ha ganado una reputación de un hombre amenazante aunque jamas ha llegado a pelear con alguien, prefiere mantenerse al margen de la violencia aunque no duda en usarla, pero su apariencia completamente intimidante suele ser suficiente para apartar de su camino a cualquier que le busque problemas. Todo el mundo cree que Coba Berrycloth es un simple herrero que se gana el dinero trabajando para la gente del pueblo que lo necesite, mientras que el Caballero Blanco fue un gran caballero pero fue asesinado por el Caballero Negro en la guerra de Eura y Antitaea, nadie siquiera se le ha cruzado por la mente que Coba es esas dos figuras de ideales tan opuestos y, la verdad, prefiere que se quede así para siempre, significa una vida tranquila para él lejos de guerras y de los problemas que pasen en las grandes ciudades. Una cabaña en la cual descansar, una cama en la cual dormir, el suficiente dinero para comprarse sus vivieres y un trabajo bastante honesto y humilde, no puede pedir más que eso para una persona que se ha manchado de tanta sangre como él.

✪__➼Gustos: El olor a tierra mojada, los días nublados con una brisa suavemente fría y los paisajes naturales le transmiten cierta paz tranquilizadora, justamente la clase de paz que necesita y quiere mantener. Gusta de bebidas tanto ligeras como el té, sobretodo del verde con un ligero toque de miel como de las fuertes como el vodka o un gran tarro de cerveza, justo el tipo de bebida que se suele servir en sus muchas visitas al bar del pueblo. Es una persona solitaria, por lo mismo disfruta de sus momento así, en donde está completamente solo, tranquilo, pensando en si mismo y sin ninguna preocupación de cualquier cosa ajena a él. Gusta de su empleo, principalmente porque es la excusa perfecta para quedarse días enteros en su cabaña sin ver la luz del sol o el rostro de alguna persona que no sea él, junto con que es la única manera en la que se permite volver a usar un arma, simplemente para probarla sin empuñarla en nombre de alguien o contra alguien. Los Lugares cálidos son sus favoritos; Antitaea siempre fue bastante cálido y exactamente por eso siente cierta nostalgia a su antiguo hogar cada vez que está en ese tipo de climas.

✪__➼Disgustos: Detesta los lugares muy transitados pues lo agobian terriblemente, incluso si hacen mucho ruido pueden causarle dolores de cabeza terribles, lo cual solo empeoraría su cara de poco amigos. Los olores muy fuertes no son para nada sus favoritos, sobretodo los de perfumes muy fuertes y nada atrayentes, irónicamente, estuvo rodeado de ese tipo de perfumes durante su tiempo en la misma nobleza, rodeado de mujeres aristócratas con una fuerte obsesión por llamar la atención. Los sabores dulces no son para nada sus favoritos, no los odia, pero siempre va a preferir algo menos empalagoso si existe esa opción.

✪__➼Sexualidad: Homosexual [Activo]

✪__➼Trabajo: Un simple herrero huraño que vive en lo más profundo del bosque completamente solo.

✪__➼Familia:

»Solo vivió su edad temprana con su madre, Samantha Berrycloth y su padre, Maxis Berrycloth. Un viejo matrimonio que de alguna manera lograron concebir un hijo; eran simples pueblerinos que vivían de manera sencilla pero feliz y el trabajo de Maxis como herrero era más que suficiente como para darles todo lo que necesitaban.

»Cualquier otro lazo sanguíneo simplemente le es desconocido o indiferente.

✪__➼Relaciones: Su madre fue la mujer que Coba más ha amado. Siempre lo cuidó y protegió, hasta durante sus últimos días de vida se aseguró de transmitirle un mensaje positivo a Coba, asegurándole que algún día llegaría a la grandeza como una persona admirable... Hasta el día de hoy piensa en lo decepcionada que ella estaría de él.

»Su padre siempre fue frío, especialmente después de la muerte de Samantha, pero era bien sabido que efectivamente se preocupaba por su hijo, quizás no pudo brindarle el apoyo que todo niño que perdió a su madre necesitaba, pero intentó darle lo mejor y por esa misma razón aceptó entregarlo a la corona creyendo que aquello sería mejor para el joven Berrycloth. Años posteriores murió de vejez, dejando a Coba completamente solo.

»Reservado para Fenrir [ EstellaMaddox ]

✪__➼Extras:

»Después de la batalla contra Eura, se fugó en el bosque, donde vivió un tiempo. Finalmente tuvo que arrancarse su propio brazo podrido por la falta de piel, haciéndose un torniquete improvisado y mutilándose con la espada. Posteriormente esa extremidad fue encontrada y tomada como lo único que quedó del Caballero Blanco después de combatir contra el Caballero Negro.

»En cuanto se pudo mudar a un pueblo donde comenzar una nueva vida, construyó su cabaña, se hizo un taller y finalmente una prótesis metálica que se maneja con hilos y los músculos de su codo, básicamente solo puede ponerla en posiciones ya predeterminadas, pero al menos le sirve bastante.

»Se prohibió a si mismo volver a quitar una vida sin importar la situación.

»La magia de su armadura y espada solo funcionan si estas mismas están juntas así como solo Coba puede usarlas.

»Tanto su armadura como su espada son indestructibles, pero eso no es lo único. La hoja de su espada puede arder al rojo vivo, cortando de manera más eficaz, sin mencionar que literalmente solo puede ser empuñada por él, mientras que si alguien más se pone su armadura, esta misma aplastará hasta la muerte a quién sea que haya intentado usarla.

»Antes su armadura solía ser blanca, pero desde lo ocurrido hace cuatro años, esta se ha quedado completamente negra y no ha vuelto a cambiar.

»Además de su brazo, perdió la vista de su ojo derecho, junto con que por alguna razón un mechón de su cabello se volvió blanco.

»Guardó su espada y armadura en su sótano, completamente sellado y escondido. No tiene la más mínima intención de sacarlas otra vez y mucho menos el usarlas algún día.

✪__➼Fetiches: Bastante fan de la clastomanía, la simple idea de volverse lo suficientemente salvaje como para desgarrar las ropas de su amante ocasional le pone bastante duro, aunque al día siguiente deba disculparse y ayudarle con ese problema para que se puedan marchar de su cabaña. Verdaderamente le encanta observar como su pareja usa lencería de cualquier tipo para él, simplemente tentador y hermoso a la vez, pero definitivamente lo que más le pone en este aspecto, es la hierofilia. El hacerlo en lugares públicos le provoca totalmente.

✪__➼Casta en caso de Omegaverse: Alfa.

✪__➼Tema: Sam Tinnesz - Far From Home.