O7. Want to be

__________________

QUIERO SER
_________________


Desde aquella decaída Edward se había marchado con Parvati en brazos, negándose a dejarla sola en estas circunstancias tan difíciles que ambos estaban pasando, ya no quería volver a sentir ese miedo de tenerla y perderla para siempre. El llevarla al veterinario con toda la velocidad que podían fingir ante los humanos con la angustia matándolo por ver a su compañera estar en la cuerda floja, a tal grado que en cuanto Carlisle quiso entregarla al doctor sus instintos actuaron de manera protectora pero al ver que el estado de su mejor amiga empeoraba con el ardor en su garganta entregó a su pequeña Parvati a aquella fría camilla, viéndola como partían, enfermeras hablaban con preocupación con el doctor que temía perder el pulso del perro por lo que lo último que vio fue como intentaron administrarle aire tras desparecer por la sala de urgencias.

Su ser se derrumbó al verla alejarse de su ser, de entre sus manos, seguía atento para saber si escuchaba aunque sea sus pensamientos o las palabras del doctor pero los sonidos de otros animales le nublaban su misión.

—Carlisle... no la quiero perder. —susurró  con desesperación  derrumbándose al suelo.

—Lo sé, Edward... ninguno de nosotros quiere... —le respondió  comprensivo dejando un apretón de apoyo en el hombro. Suspira, sentándose a la espera con su hijo —Tan solo queda esperar.

Edward lo miró  con los ojos cristalizados y angustiados. Se quería convencer que ella saldría de esto pero lo escuchó, lo sintió...su corazón había dejado de latir en ese desmayo. Cerró sus ojos y ocultó su angustia convirtiéndose en un ovillo, desamparado a la espera de noticias.

Su compañera, su otra mitad, podría estar entre la vida y la muerte, no estaba preparado para perder a su mejor amiga, a su otra mitad, a su pequeña Parvati. Las emociones y pensamientos de todos lo estaban abrumando, todos de desconocidos pero ninguno de lo esperaba encontrar.

No recordaba el tiempo que debió  pasar pero todo parecía ir lento y su ansiedad por Parvati crecía tanto que cuando percibió  una calma embriagarlo gruñó y levantó tenso su cabeza encontrándose con un preocupado Jasper que era el causante de su repentina calma, sin embargo, Alice no podía mirarlo y al leer sus pensamientos tan sólo se sintió más perdido que un niño sin su madre. El vacío de perder a su compañera y el temor terminaron abrumando tanto al único empático quien cayó al suelo de rodillas ante esa angustiante emoción.

—¡Jazz! —gritó ahogada Alice al verlo caer. Muy preocupada.

La mirada de esa sentimiento había hecho caer a jasper en la misma sensación triste, intentaba transmitir calma pero era demasiado. Era como si le fueran a arrebatar a su Alice.

—Edward...hijo, por favor, Parvati no se rendirá —suplicó preocupado Carlisle, intentando mantenerse calmado.

Pero notando como su familia se desmorona era bastante preocupante. Pero lo que si se necesitó fue el milagro que llegó, porque Edward miró hacia la puerta de donde salía su bola de pelos terracota con un respirador y escuchaba algo distinto en su corazón,  un chasquido que le seguía a sus latidos. Sin embargo al verla respirar, en el pareció nacer el alivio e intentó  llegar a ella pero dijeron que ella estaría en observación.

Aquel día supieron después de horas, que el doctor había aplicado una cirugía de emergencia al principio Carlisle casi lo demanda por no haber consultado pero ante la decisión de estar perdiendo al animal supo que había sido lo mejor, aunque el estado de Parvati tuvo la necesidad de ponerle un marca pasos al corazón. Debido a que este era el causante de sus problemas cardíacos.

Esa había sido la respuesta más rápida que Edward logró  leer, 《estuvo muerta por segundos pero luchó por volver, fue un milagro.》desde ese día no podía hacerse una idea de como seria sus días sin ella. Estaba agradecido que hubieran podido salvarla, su compañera ni en sus últimos momentos lo abandonaría.

Días después Parvati había despertado y tan solo había dicho unas sutiles y directas hacia el vampiro:

Quiero estar cuando la vida se te complique. Cuando todo salga mal. Quiero seguir estando cuando los sueños que persigues se te quieran escapar... no te quiero dejar... te amo... y no hay nada que pueda hacerme cambiar de opinión.  Así que saca esa cara de culo y sácame de este lugar

Esas palabras habian logrando emocionar a tal grado que su cuerpo y todo ser, la abrazó con delicadeza, jurando cuidarla y amarla mejor. Su compañera dio todo por él, y el intentaría de todo por estar con ella.

Sin embargo, contra todo pronóstico cuando volvieron a casa ella lo encaró diciéndole que no podía huir del destino, ella era su segundo oportunidad, y debía ir a clases. Aunque las cosas del destino habían hecho sumiso a Edward en cuanto a los deseos de su mascota y mejor amiga, de enfrentar el destino y conocer a Isabella Swan, pero todo había salido mal, había dicho que la mataría como el monstruo que era él. Pero en ningún momento ella se apartó ante su miedo, su temor de decepcionarla a ella y su familia.

Parvati mientras se recuperaba de la debilidad y el adaptarse a su marca paso del corazón,  tan solo se quedaba dormida en el regazo de su dueño y compañero. Escuchándolo, observando, acompañandolo en las buenas y malas, mientras el seguía comentando todo lo que ya sabía de Isabella Swan.

Entre unos de sus propios pensamientos Edward había sacado una idea a diluir, por por el momento se tomaría su tiempo para aceptar su destino. Irían a visitar al Clan Denali, y allí tendrían una conversación harta. Una vez propuesta a la familia, Rosalie se sentía dolida pero sabía que Parvati podría hacerlo cambiar pero sabía que inclusive ella estaba siendo egoísta, porque sabían que Parvati no estaría con ellos más de dos años. El marca pasos tan sólo era como alargue de vida.

Edward sufría en silencio. Quería hacer feliz a su compañera. Haciendo todo lo que sus sueños fuera a decirle y pedírselos a él.

[...]

En el día que habían llegado al hogar del Clan Denali todos habían estado dejando su espacio. De vez en cuando le hacían bromas a Edward y ponían moñitos en el pelaje de Parvati,  diciendo que la presentarían con un apuesto perro logrando que Edward se la llevará lejos de esas mujeres locas, ocasionando risas en Kate y Tanya; felicidad en su pequeña Parvati lo cual también lo avergonzaban. Era obvio que Edward sería celoso. Ninguno sabia como seguía cuerdo con esta situación, no habían observado o visto ninguna situación parecida a esta.

Osea en que mundo pasaba que un vampiro encontrase su compañera en un perro. Se sabía a ciencia cierta que el perro era el mejor amigo del hombre pero... su compañera de toda la vida en un perro, en una mascota sonaba bizarro pero cuando se supo la realidad tras la extraña pareja. Parvati había sido en su vida pasada una mujer amada y querida solo que por casualidades del destino, ya que había fallecido en un accidente y despertado en una nueva vida, como perro. Una reencarnación en un animal. El alma de la difunta Maruna Alfriver, en cuerpo y en otra vida que constaban que si Edward la encontraba hubieran encaminado como debió ser su vida desde un principio. Sin embargo, su fallecimiento había cambiado y modificado la versión de amor destinado a uno demasiado raro. Aunque, Edward la amara con todo, tuviera deseos carnales y todo lo relacionado a ella lo afectaron, nunca había tenido algo zoo físico solo se trataban como amo y mascota. Un amor puro y fiel, que si ella no hubiera muerto, siendo aun humana tal vez por el camino hubieran sido la pareja inmortal ideal.

Al menos esa era el ideal y pensamiento de ambas Clanes con respeto a los hechos y verdades que estos compartían con ellos. Pero lo que no sabían era de lo que ellos hicieron aquellos días en los que se apartaban de todos y perdían entre la nieve de Canadá.

[...]

Ambos se encontraba recostados en un árbol,  Edward sentado en la nieve mientras que en su regazo Parvati se refugiaba el corazón de la superficie muy helada, aunque jugando con sus patitas y cola con la nieve que levantaba arrojando a Edward a la cara. Divirtiéndose con lo poco que tenían y mucho que sentían.

Sé que quieres saber de mi pasado. Quieres saberlo todo

Edward se había quedado sin palabras, sorprendido al escuchar su pensamiento, mientras la notaba bostezar con aquella lengua saliendo de su hocico perruno, sin embargo, traga saliva y sigue acariciando el suave pelaje naranja de aquel mastin tibetano parecido a un gran y majestuoso León. O bien, un peluche enorme de felpa.

—Sabes todo de mi. Pero sigo sintiendo que sé poco de ti. Ya no quiero perderme nada de ti.

También se que tienes miedo. Pero es bueno tener miedo. También lo tengo, lo tuve y sentí.》nuevamente dijo Parvati.

Enmudecido Edward no supo que contestarle, la verdad abundaba en todo lo que ella pudiera decirle de nada le servía seguir negando.

Te diré  mi verdad y tu destino lo cumplirás. ¿sabes porqué?

— ¿Porqué?

Por que si yo no estuviera hoy aquí,  tu destino sería igual. Siempre terminarás con Isabella Swan así fue escrita tu vida. Edward Cullen. Tal vez pudiera ser reescrito mil veces, cambiando tu amor por otra mejor, tu pasado por otro mejor o bien, personas intentando hacer que Isabella fuera menos torpe e impulsiva de lo que pudiera presentarse en lo que yo se de tu destino. Muchas personas en mi otra vida la han odiado por como es, o porque simplemente no le ha caído bien ni la personaje ni la actriz, o cualquier razón que pudiera ser justificada por el insconciente mismo de esa persona. Pero tu historia fue escrita a imagen y semejanza de ti, ella esta hecha para ti y tu para ella. por algo existes Edward Cullen. Y aunque muchos deseen cambiar tu vida no podrán porque ya está escrito. Pueden seguir atrasando la. Cambiándole pero siempre seguirás siendo tu y ella para ti. Con todos sus defectos porque nadie es perfecto. Ningún ser, persona o personaje es perfecto》emitió Parvati entre otro bostezo adormilado.

—Pero eso no tiene sentido. ¿Como podrías saber de mi? A tal grado de lo que me cuentas.

Porque del mundo que fui humana. Que viví  como humana. Tu eras un actor. Tu vida salió de un libro. Y de ese libro varias películas. Porque en mi vida tu eras un personaje de una historia ficticia como el de orgullo y prejuicio. Una historia que siempre nombran y yo nunca la he leído. Tienen mi respeto todos lo que lo hayan leído pero no me nace ni curiosidad por leerlo.》bufa por la nariz de su hocico la mastin tibetano. Una acción parecida parecida a un suspiro. Logrando acomodarse de una mejor posición para verlo.

Edward tenía la cara de estupefacción incrédula al estar viéndola.  Sin embargo, solo por momentos logró ver en la mente de Parvati una especie de escena donde estaban ellos dos: Isabella y él, bailando en una fiesta.

Donde la humana se veía hermosa, el contento como si los dos encajaran en esa escena. Tomando por reflejo el rostro peludo del mastin tibetano entre sus manos acercando sus frentes para juntarlas.

—Aunque me muestres el futuro, no dejaré de amarte Parvati. Eres mi compañera.

Lo mismo te digo, cabeza de chorlito, te amo y te amaré por siempre. Desde que te he conocido todo lo que quiero ser he sido. Y ahora... se que mí tiempo no será eterno. Pero quiero que veas la posibilidad de seguir adelante aunque ya no me tengas para siempre. Soy mortal...soy una mascota y soy tu compañera, no viviré por más aunque quiero ser todo para ti, pero el destino demanda por ti

Las palabras de Parvati dejaban en puño los sentimientos de vampiro hacia su compañera. La sentía dolida, triste, pero también notaba el amor puro y fiel con el que desde el principio la miró. Ese rostro del cual sin saber se había enamorado desde adentro el principio. Tal vez Parvati no era una mujer como tal, pero si seguía siendo la alma de la mujer que siempre estuvo destinado a estar con él.

—Entonces... ahora que me dijiste eso. ¿dejarás de escapar para decirme tu verdad?

El gruñido de frustración al ser descubierto no tardó en aparecer. Logrando una sonrisa en los labios del vampiro cobrizo. Dejando un beso en la frente de la canina.

No te soporto

—Si claro, como se nota. Mi pequeña Parvati.

Sin dudarlo, como venganza la cachorra lamió todo su rostro en diversión logrando enseguida que el asco al sentir su saliva en sus labios se plasmará en el rostro de Edward.

—Ugh. Si serás babosa.

Por ti siempre, compañero mío. Y yo siempre seré tuya, por si lo dudabas

Edward no consigue estar enojado o asqueado mucho tiempo con ella, por lo que se limpia con la manga de su ropa el rostro y suspira.

—Empieza, ya no caeré.

El gemido de frustración de cachorro emergió pero luego el bufido también apareció cuando se resignó la mastin tibetano al verlo con su mirada divertida y su rostro pasivo.

Bueno. Uhmmm... a ver si recuerdo. Dame un tiempo

—Tienes hasta el atardecer. Sabiendo que recién es de noche. Es mucho tiempo. Aprovecha.

Uy. Pero que generoso usted》se burló la canina.

Tanto que... —Edward se acerca cerca de una oreja naranja terracota y le susurra— ... por ello me amas. —al sentirla estremecerse se abstuvo a tragar saliva. Estaba orgulloso de las reacciones sencillas y fieles que ocasionaba en ella, pronunció  unas últimas palabras después de besar su frente— Así que... relájate y recuerda.

El tiempo transcurrió como debió ser, natural, tranquilo hasta por un minuto creyó que Parvati se había quedado dormida por la tranquila postura que tenía sin embargo solo se abstuvo de pensar para sí mismo para no presionarla en su momento pensativo filosófica. Porque si, Parvati tenía su momento para ello y este era uno. Donde se quedaba callada y su cabeza tenía tantas cosas que ni siquiera el podía desenrollar los nudos en los que pensaba su vocecita pensativa. Aunque mientras ella pensaba, el también lo hacía por su parte. Recordaba como había sido acompañado en todo momento con la silenciosa pero caótica presencia de su compañera en su momento de caza de pumas. Como ella parecía hablar con ellos y empezar una lucha que terminaba con él devorando la sangre de todo animal que quisiera dañar al León de color naranja.

Los pensamientos pasaron a la humana castaña, quien era suma Tua Cantante. La sangre le cantaba, todo lo que no podía escuchar lo tenía frustrado.  No podía leer la mente de mente de su Tua cantante. Y no podía evitar que la atracción que esa humana generaba, así como la curiosidad, intriga y necesidad de conocerla. Sin embargo, era peligroso. Debía tener cuidado con todo.

Tal vez seguiría pensando en más cosas de tensión si no fuera porque sintió algo chocar contra su piel dura y fría, encontrándose con que Parvati le mordía el dedo entre otros lengüetazos babosos de su lengua perruna.

Hasta que reaccionas》bufa escuchándose el estómago de la misma gruñir como León enjaulado.

Por lo que una risa se le escapa de los labios, ayudándola a levantarse en el suelo firme de la nieve. Ella le agradece con un ladrido y agradecimiento mental. Hasta perderse entre el bosque, descubriendo como su corazón marcaba paso pero también el hambre tras un conejo de monte.

Sin embargo, al verla caer sin ningún propósito sobre el  conejo por un tropiezo tonto de su correteo perruno, que desafortunadamente terminó falleciendo más rápido aplastado y asfixiado. Mientras que la cachorra con toda la vergüenza del mundo había saltado todo lo rápido que podía de encima para luego cubrirse los ojos con sus patas avergonzada.

Oh dios míos, no quería matarlo así, pensarán que no tengo corazón. Maldita sea patas sosas y maldita piedra》chilló entre lloriqueos de cachorro tal cual fuese de una arrepentida mascota que fuera una situación normal y cotidiana de haber mordido cosas que al amo lo decepcionaría.

Simplemente eso fue lo que pudo más con Edward que cualquier otro pensamiento. La carcajada y risa por lo sucedido era sin duda algo que nunca olvidaría aun mas el numero de ternura y vergüenza ajena de la que sufría ahora tontamente su compañera.

—Parvati solo tu has de tener vergüenza al matar a tu comida.

Es que...mis patas fueron torpes, yo no quiseee》gimió como cachorro.

Logrando atizar el corazón del vampiro con emociones puras y dulces, sin duda estar con su mastin tibetano hecha para él y viceversa pues era unas comedia romántica su vida desde que la había conocido.

[...]

Ya en la cumbre del atardecer. Edward había logrado quitar a su compañera de ese cuadro vergonzoso ya se encontraban ambos llenos en hambre y listos para la verdad.

Mi nombre era Maruna Alfriver, había nacido con siete meses y medio de gestación un día antes del 12 de diciembre, había nacido sin formarme bien y tuve problemas al respirar. Mis tíos eran médicos por negligencia no pensaron en meterme en una incubadora. Cuestión que generó controversias en mi vida familiar, tanto en el núcleo como externa. Sin embargo, mis padres siempre desearon que siguiera adelante a pesar de todo; tuve hermanos, una hermana mayor y uno del medio, la primera me detestaba y el medio me adoraba. Eramos una familia normal y distinta de lo común, tuve mi primer beso a los 19 años, mi primera vez a los 21. Tuve un montón de veces el corazón roto, me enamoraba a distancia; esos primeros pasos de años significativos los viví de cerca, solo que en mi país todos los chicos me abandonaban por ser sosa, de pensamientos antiguos y personalidad respetuosa, comprensiva y tímida, creía que la primera vez era importante perder con el que sentías cariño y pues...lo perdí con un pato.》avergonzada ni siquiera lo miró.

Edward estaba totalmente sorprendido por todo lo que le decía y dolía saber que todo ya había tenido sin él. Sin embargo, no lo compartió debido a la confusión del nombramiento del animal. ¿Un pato?

—A ver. No entendí. ¿Cómo que con un pato?

No es de animal. No soy zoofilica. Es mas estoy en contra de esas cosas. Solo que tenía a un amigo que se le apodaba así, ya durante esos años en los que se decide que carrera seguir en la vida conocí a una amiga y ella era la mejor amiga del pato. Que sin duda este estaba enamorado de ella, no se en que momento nació la química con el chico pato que literal no tenía otra expresión que un pato. Y pues, una cosa llevó a la otra, en un año y medio nos conocimos sexualmente y al final decidimos tener sexo. Y no, no era "hacer el amor" ninguno demostraba ese amor puro por el otro solo era carnal》Parvati ya para este entonces sólo tenía oculta su cabeza acalorada de vergüenza contra el frío cuerpo del vampiro.

—P-pero... —tartamudea avergonzado también Edward al ver aquella escena. Asqueado y enojado por lo que había recordado su compañera de aquel tiempo. — no debiste haberlo hecho. Tan solo si me esperabas..

Edward estaba enfadado y si tenía la oportunidad de ver al tipo ese, lo mataba. Tuvo oportunidad y terminó siendo una vergüenza para la necesidad de deseo de su compañera. Odiaba que otros la hubieran tocado pero que hubieran desperdiciado la oportunidad por ser unos egoístas por su propio deseo, deseos incompetentes en saciarla.  Porque si, Parvati había dejado de hablar por la molestia en el pecho, su frustración sexual había sido vista por su compañero. Justo lo que no quería ver ni recordar.

—Parvati...

Mmm.》

—Sígueme contando o desearé encontrar y matar al que te traumó de tal manera. —gruñó Edward logrando enfriar la mente de Parvati.

Que sintió hincharse su corazón en amor al escucharlo territorial.

Después de eso, pues siempre permanecí sola. Después de aquella frustración conocí a otro chico termina igual de...ya sabes...frustrada y perdí interés en encontrar a alguien que me amara. Por lo que seguí adelante, conseguí graduarme en la carrera de Diseño gráfico. Tuve lo mejor de todo lo que se pudo, y cuando menos lo esperé. Un día al cruzar la calle en dirección a la casa de mi hermana mayor, de visita para mis pequeños sobrinos pues... Un sonido muy alto y la oscuridad me hizo perderme de todo, no sentía mi cuerpo, no me podía mover por mucho tiempo e inclusive pensé que me quedé pérdida en la nada o en coma, pero de la nada una luz brillante se presentó y aparecí con Rajiv. Al principio ya sabes el temor de estar pérdida era grande, lloraba , hablaba pero nadie me entendía y durante los meses comprendí que ya no era humana cuando los que siempre me acompañaban en el llanto eran unos cachorros y en el reflejo yo fuera uno. Una gran señora perruna lamiendome  a cada rato o regañando me con la mirada y pues...después de alguna forma Rajiv supo de mi vida pasada, afirme por mi habilidad creativa de asentir como un si afirmativo y pues...me dejó libre y te conocí

Edward estaba estático. Petrificado. Ante todo lo que le había contado, su expresión y sentimiento eran una montaña rusa de nudos diversos. Pero sobre todo de comprensión. Ella había vivido todo lo que tenía que vivir, verla triste y sola no le había hecho gracia pero si no fuera por el imbécil que terminó con su vida, tal vez ella no estaría aquí con él.  Y aunque deseaba no ser egoísta como todos lo fueron con ella. Estaba feliz de tenerla a su lado.

Por lo que había decidido ser lo que ella deseaba, seguir cumpliendo sus sueños y si era posible hacerla feliz después de su marcha. Aunque le fuera la vida en ello.

Edward y Parvati sabían que su destino juntos ya estaba terminando su tiempo, pero lo aprovecharian mientras durase. Porque si ella sabía de él solo por libros quiere decir que en algún momento ella le tuvo cariño hacia él.  Al menos eso quería creer al haber llegado a un mundo paralelo al suyo al morir.







《..................》
Hey! Como están? Que les pareció el capítulo? Se lo imaginaban así?

En los próximos capítulos se viene el suspenso. Espero nos leamos pronto

¡saludos!

Publicada:7 de febrero de 2021
Corregida recientemente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top