O1. A dog?
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❖...¿UN PERRO?...❖
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Nepal es un país considerado por mucho tiempo como un lugar elegido para actividades turísticas, ubicado entre la India y Sur de China, también posee varios tipos de cambios climáticos dependiendo la altura, el sol es más considerado en aparecer, a veces se marcha por días nublados, otros por traer nieve extensa en las montañas. Además, se lo conoce por ser el mejor lugar para hacer trekking, ya sea al punto más alto de la Tierra, el Everest, o bien para vivir una experiencia espiritual y enriquecedora a través de la vida sencilla de sus habitantes.
Esta historia comienza cuando por casualidades de la vida un pequeño cachorro se escapa de un monasterio budista, o más bien sigue su instinto independiente hacia una nueva aventura, la nieve era abundante sea por donde se vea pero este parecía ir saltando por la vida como si no le importara tener tantos copos de nieve en su pelaje rojizo y esponjoso.
Pero si remontamos unas horas o recuerdos de meses atrás, tal vez se comprenda el contexto del porque este cachorro se encontraba dirigiéndose a unos bosques; el monasterio budista contaba con nuevos integrantes en el hogar, sin embargo solo la madre y una de las crías se quedaría para la compañía de los mismos. Pero aquel día en que este cachorro había nacido, uno de los señores budistas supo que no sería un cachorro normal.
Lo notaba en la mirada, en la tristeza y confusión, junto a la viveza de ser comprendida ante la atención del buen señor, Rajiv, un hombre con una gran pureza en cuerpo y en alma, en la edad de los 70' para arriba. El cachorro o más bien, cachorrita parecía explicarle una gran historia entre quejidos que nisiquiera la madre podía calmar, pero en los brazos de Rajiv la situación se calmaba.
Los meses pasaban volando, y esta cachorra tenía un gran corazón, la lealtad y por sobre todo era demasiado independiente, se iba al exterior y volvía al interior del monasterio con grandes animales cazados por ella para su mejor amigo. Sin embargo, tras un día normal, Rajiv había tenido un sueño revelador, dónde el más allá revelaba la trascendencia bajo aquella viveza del cachorro.
Parvati, la cachorra de la raza Do-khyi o Mastín tibetano, pelaje de color zanahoria castaño, era la fiel reencarnación de una mujer que había fallecido en algún momento y lugar totalmente lejano al que se encontraba; su alma pura y cuerpo libre la había llevado a otra nueva aventura, aunque ya para ese entonces comprendía sus acciones principales, los quejidos habían sido por el miedo a no reconocer ni el idioma ni el lugar, sus temblores y desconfianza hacia su propia madre habían nacido de la incertidumbre y tristeza, pero cuando él se había acercado esta no había reaccionado así pero parecía decirle todo y nada a la vez entre pequeños ladridos.
Los demás compañeros le habían dicho que era demasiado ruidosa para estar en ese monasterio, pero éste los ignoró, no eran ellos lo que necesitaban ayuda, era esa pequeña cachorra. Tal vez el espíritu de la mujer poseía un nombre, pero el decidió que era momento de dejarle en claro que era una nueva vida que no tendría que llorar por el pasado, por ende cumplidos los seis meses, la había llevado a la Cumbre de la montaña, viendo como esta estornudaba sin cesar hasta que llegó a acostumbrarse al nivel de oxígeno. Y en ese lugar y momento, la había nombrado Parvati, que en su idioma natal tenía el significado de hija de la montaña.
Había nacido en el monasterio, y a lado del mismo estaba esta montaña. Rajiv había elegido este nombre con gran significado para ella, conllevaba una respuesta simbólica de la energía cósmica, de ser protectora de los nacimientos, de la magia y de los sueños. Porque presentía que muy en el fondo de su ser, le decía que grandes cosas mágicas y sueños le deparaban en su destino a la pequeña.
Al cumplir justamente un año de su nacimiento, los budistas no se quejaban de ella, esta cachorra había aprendido de la paz, de la tranquilidad, había ascendido a una postura de gran majestuosidad, poder y sobre todo gran carisma que alegraba al alma con sólo una mirada.
Sin embargo, todos sabían que muy pronto ese cachorro emprendería vuelo a tierras lejanas, porque su madre ya estaba vieja como para rescatarla de sus problemas con grandes osos, y no, no eran problemas de territorio sino que de alimento.
Pero aquello, era otra historia.
En fin, la cachorra no podía ser considerada aún una adulta por más de tener aquella postura de respeto antiguo, no, porque aún su carácter no estaba definida ni siquiera para decir que ella misma fuera a conocer sus propios límites.
Ella no demoró en perderse en el camino de entre los bosques, despidiéndose de su gran amigo que la había cuidado y ayudado en grandes momentos, deseaba poder volver a verlo en otra vida, pero era tiempo de volver a crecer nuevas aventuras. Tan ensimismada en su euforia de cachorra, que no se dio cuenta de con quien había chocado era un hombre bastante curioso.
Sentía que conocía de algún lado ese rostro, sin embargo, no sabía ni por asomo de donde; tal vez podría ser de su otra vida. Pero en cuanto ambos conectaron miradas supo que su camino al fin estaba elegido.
Edward Cullen, un vampiro que experimentaba su momento nómada y de rebeldía, asesinando a turistas que se perdían en las noches de altas temperaturas, había dejado de pensar en sus remordimientos cuando empezó a escuchar latidos de corazón, pero en cuánto esperó la presencia humana tan solo terminó siendo un tronco más para un cachorro perdido que lo miraba tan profundamente. Tan profundo como si estuviera analizando toda su vida.
Pero lo que más lo dejó en shock fue escuchar:
«Seamos amigos, quiero una aventura a tu lado»
Esos pensamientos lo hicieron temblar al percibir que venían de una mujer, pero al buscar alguna presencia de humanos cerca no encontró nada a la redonda, solo al cachorro que lo miraba, poco después de aspirar profundo supo que no era varón, sino hembra.
Aunque era raro que un cachorro como tal estuviera rondando por esos lugares solo, pero en cuanto quiso marchara sintiendose absurdo al siquiera pensar que había escuchado el pensamiento de un perro doméstico, no pudo porque fue detenido por un mordisco en su pantalón.
«Soy Parvati, y te he elegido para ser mi nuevo amigo. No me abandones solita, que ya me perdí y no se llegar con Rajiv.»
Volvió a escuchar pero el vampiro tuvo que morderse la lengua ante lo que iba a realizar, tal vez no era tan descabellado que pudiera escucharla, después de todo podía escuchar pensamientos de sus enemigos naturales como lo eran los lobos, el cambiaformas o metamorfo. Por lo que, entre confusiones la alzó entre sus brazos, y esta se estremeció al percibir tanto frío.
«Brr... Estás demasiado frío, busquemos una cueva, me preocupa que caiga malito»
—Parvati.
«¿Uhm? »escuchó nuevamente telepáticamente, tras un ladrido bastante poderoso que lo hizo temblar un poco.
—Soy un monstruo. No me enfermaré. —contestó sombrío.
La cachorra de pelaje esponjoso color naranja, nariz y ojos negros lo observó totalmente confundida. Parecía darse cuenta de algo por la temperatura y poco después un clic hizo en su mente, surcando una sola palabra que logró tensar el cuerpo del hombre. «Vampiro»
—¿Cómo? Que eres?
«Un perro, pero en otra vida creo haberte conocido, siento que te conozco, pero solo sé que eres eso, pero... ¿Serías capaz de dañarme también a mi? »
Al preguntar aquello, sus ojitos se habían cristalizado, y por primera vez en años, Edward sintió que su corazón se estrujaba a tal punto de dañar su garganta con dolor, negando rápidamente, mientras emprendía su camino.
—No. Ya no.
«Entonces, elegí bien mi destino. ¡Seremos los mejores amigos!»la escuchó muy feliz, mientras movía su colita«aunque... ¿Cual es su nombre? »
—Soy Edward Cullen.
»»————-
Aquel había sido el inicio de una gran amistad, junto a principios de la época de rebeldía del mismo vampiro, pero con la presencia del mastín tibetano aprendió a entender con el tiempo que matar a humanos por sentirse monstruo, no lo ayudaría en nada.
Por lo que ya era momento de que pronto volviera a casa, para pedir disculpas a su padre y madre. Si que tendría que hacer muchas cosas en su regreso, aunque solo que tal vez, se sorprenderían con la compañía que pronto llegaría con él.
»»————- Saluditos.
Holis, ¿que les pareció el primer capítulo? Nada tan raro, pero si aventurero para comenzar. Muchas gracias por dar una oportunidad a este nuevo proyecto, espero nos la pasemos genial y más ante la lectura de esta aventura de nuestra pequeña Parvati.
Saludito! Y tengan un buen sueño! Nos leemos pronto.
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