11. Sacrifice for LOVE
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SACRIFICIO POR AMOR
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Victoria era el oso, pero Parvati ya no era un cachorro y su madre ya no estaba para rescatarla.
Mientras que Isabella seguía el paso del destino, una gran Mastin Tibetano guiaba a Sam Uley y Paul Lahote hacia otro rumbo. Un rumbo que muchos desconocían pero que Parvati sabía el final del camino.
El camino había sido largo, lleno de maravillas, tropiezos, juegos y maratones de altibajos pero sobre todo se había divertido de nuevo a pesar de todo en esta vida. Había conocido a su compañero y al que pudo haber sido su esposo en vez de tantas meteduras de pata en su vida humana pero nunca se arrepentiría de haberlas hecho porque sino... nunca estaría allí.
《Edward quiero ser tantas cosas, para ti...》
Sam Uley, el gran lobo negro estaba listo, el grisáceo también esperaban la señal en medio de aquel final de la línea divisora de ambos territorios. Justo donde Victoria saltaba para escapar de todos y salirse con la suya.
《Quiero ser tu paz tu calma, ser tu alivio...》
El tiempo resultó ante la incertidumbre de resultar o fallar con gran impotencia, sin embargo la gran Mastin tibetano se había parado justo al final de aquel lugar donde todos los Quileute se arrojaban al mar.
《Quiero ser el fuego que te falta si esta triste tu corazón》
Esas cabellera roja no se hizo esperar, corriendo con toda la viveza de emoción por jugar con lo que parecía, importarle al vampiro depresivo y la humana. Quería divertirse estrujando, sus corazones al tenerla entre sus manos y entregar la cabeza. Ese era el plan de James. Matar a la humana lentamente y si eso no funcionaba divertirse con la mascota del vampiro.
Sin duda, creer que la perra se había enojado con su dueña era una fuente verídica, ella había visto cuando esta se había peleado y mordido a la humana en un manojo de enojo. Huyendo de ellos.
Claramente Edward le dio mas importancia a la mascota equivocada, yendo a por la humana y lastimando a la mascota parecida a un León. Patético. Eso era lo que pensaba Victoria ante el vampiro. ¿quien jugaría a tener amor con una mortal que solo servía para dar comida y vida?
《Quiero ser el aire de tus alas si no hay viento a tu favor...》
Sam Uley estaba impresionado al ver como la cachorra había dado con la situación al llevarlos directo a una chupasangres que parecía querer destruirla. Pero sobre su cadáver sería si esa maldita creía que dejarían indefensa a Parvati, no dejaría a Lakota sin madre, no dejaría que su primer mejor amiga apesar de ser parte del enemigo fuera asesinado por algo como eso.
《Quiero ser el aire de tus alas si no hay viento a tu favor...》
Sin embargo, el enojo de Paul se había escapado contra todo pronóstico de sus planes, debido a que el shock de sorpresa había dejado tiempo para que esta llegará y agarra a la mastin tibetana del cuello, mientras divertida le rompía una pata la chupasangres. Corrompiendo en enojo a Paul quien saltó y mordió el hombro de la pelirroja.
El gemido del cachorro agonizando no faltó, sin embargo, la mirada de nunca rendirse flamante estaba en aquellos ojos oscuros como la noche, intentaba dejar en claro que estaba bien pero en cuanto el lobo negro saltó encima de la pelirroja esta mandó al lobo grisáceo a estrellarse contra un árbol lastimando a Paul quien no paraba de gruñir.
《Quiero ser...》
Logrando que el instinto maternal de parvati se encendiera con majestuosidad, gruñendo a la pelirroja imponente cual leona. Que al ver como lastima al lobo negro en la costilla ella se abalanza contra la pelirroja olvidando todo porque ella daría su vida por amor, por libertad, por su familia, y también por sus...AMIGOS.
Su lealtad y protección iba más allá de todo lo que se pudieran imaginar. Ella era un León y en su cabeza la pelirroja era el reno maduro con cuernos.
Sus dientes feroces y la rabia instintiva nació logrando morder la cabeza de la chupasangres, enseguida la abrazó con sus brazos con una sonrisa burlona.
—¿Creíste que una perra como tu podría conmigo? Que ingenuo ser inferior. ¡Muy adorable!
《Quiero ser...》
El chillido de dolor la inundó por completo al escuchar sus huesos crujir bajo los brazos de la pelirroja y no disminuyó ni compasión hubo porque esta fue lanzada contra un árbol.
El gemido de dolor y el olor a sangre fue el final de la cordura de los lobos que sin ninguna gota de compasión apesar de estar malechos por los golpes se lanzaron a la fría Paul agarrando completamente el torso de la pelirroja haciéndola crujir más aún cuando atrapó sus brazos en ello, esta intento escapar pero el miedo que después miró al ver saltar el lobo negro sobre ella directo a su cabeza fue más de lo que alguna vez pudo tener.
Sam Uley había logrado arrancar la cabeza de la pelirroja, importante poco el crujido de vidrios que causó. Haber visto como había tratado a la leona como trapo, todo terminó por romper su fino hilo de tranquilidad hacia la furia.
El instinto del lobo era más fuerte. Igual de leal que la del mastin tibetano.
Ningún perdió tiempo, Paul fue a incendiar a la pelirroja mientras que Sam agarró con cuidado a Parvati quien respiraba muy entrecortada mente, mirándolo con lágrimas y muy para la sorpresa de ambos su colita demostraba su felicidad a pesar de todo, con lentos movimientos.
—Parvati eres una tonta.
《Lo sé... pero no pude evitarlo...daría todo...todo por lo amo...todo mis amigos...todo por amor...》
Sam Uley vio como ya nisiquiera ella misma podía mover su cabeza, la sensación de agarrarla en brazos fue una horrible sensación que nunca en su vida querría volver a sentir, todo su cuerpo dolía, se rompió con los huesos y el aroma a sangre fluir.
—¿Que haremos Sam? Carajo, no debías meterte. Podía cuidarme solo, maldita sea... —Paul al verla así tanto pensaba a sentía el dolor a flor de piel.
Ambos se trasladaron hacia el auto muy apesar de dolor, de todo creían que podían salvarla, creían que el veterinario podría con esto. Creían... en muchas cosas...
[...]
Mientras que las cosas con Parvati empeoraban, por el lado de isabella se cumplían todo lo escrito en aquel libro e historia que todos conocían.
Bella había sido ingenua y caído en la trampa de James quien grabó e hizo sufrir rompiendo la pierna, la sangre y el caos estaba también tomando color en la vida de la humana.
Edward había llegado primero, se culpaba por todo, había sido un idiota con su compañera y si perdía a Bella, sabía que Parvati nunca lo perdonaría. Atacó con todo lo que tenía a James, sintiéndose un inútil cuando en un desliz bella fue mordida.
Aquello le cegó la visión de culpabilidad, el instinto de protección y enojo se salió de sus manos que tanto con ayuda de Jasper y Emmett que llegaron a tiempo, pudieron terminar con James incendiandolo.
Gritos de angustias, de dolor y el miedo lo embriagaron al ver que Bella se convertiría, preguntaba como disco rayado a Carlisle de que podía hacer para evitarlo.
Y fue allí cuando el miedo a matarla lo tocó profundo; Edward había empezado a querer a bella y no la quería perder que con todo su pesar mordió en el mismo lugar para sacar el veneno pero en cuanto lo había logrado.
Y su ser había sentido alivio al no tener a Bella convertida en un monstruo como él, una visión cambio todo alivio a desesperación.
Jasper jadeó con la misma angustia y desperación, de nuevo esa misma sensación de cuando Parvati casi moría. Por lo que su mirada fue directo hacia su esposa que parecía estar en trance con suma dificultad llegó a ella, abrazándola para intentar calmarse y sentirse seguro.
Pero nadie lo estaba en la sala ni siquiera el podía permanecer con calma para Bella y doparla.
—Alice, ¿que viste?
Carlisle al ver la misma expresión de dolor y desesperación al estar perdiendo a Esme en el rostro de su hijo Edward que sin dudarlo desapareció de su vista sin siquiera decirle nada, dejando a Bella y partiendo hacia donde estuviera Parvati.
Alice pareció recobrar sentido del presente y un sollozo de dolor proliferó al reaccionar.
—Parvati...Parvati estaba muriendo, Sam Uley la llevaba desesperado y llorando en dirección a una clínica veterinaria.
Todos quedaron sin aliento ante las palabras dichas, y un ruido de vidrios romperse se escuchó en el ambiente viendo a Rosalie ser la causante que había golpeado lo que quedaba de espejos firmes en aquel lugar de ballet.
—Si ella muere, no voy a quedarme para ver a la asesina en nuestra familia. ¡LES DIJE QUE ESA HUMANA NOS TRAERÍA PROBLEMAS! ¡LES DIJE !
Rosalie estaba una vez más rota tanto que había salido sin importarle nada mas de aquel lugar en busca de la verdad. Emmett la siguió pidiendo disculpas con la mirada, el más que nadie estaba deseando que Parvati volviera con ellos.
Que no se fuera, que no lo abandonara.
[...]
Edward había llegado, no tenía cara para enfrentar a Sam que había encarado y atacado con frustración a ese vampiro que debía cuidarla y no dañarla. No dejarla sola.
—Por tu culpa, todo esto es tu culpa. Y...y...t-tambien mi culpa.
Sam gruñó molesto soltando al vampiro que caía al suelo con la expresión de puro sufrimiento. El moreno lloraba de frustración, lloraba de enojo. Hace más de tres horas que ningún médico decía nada de la situación de la mastin tibetano.
Mientras Edward estaba sintiendo, viendo una y otra vez lo que había sucedido mientras el estaba con Bella salvandola de James. Parvati estaba dando todo por ella también. Había ido directo a la boca de los problemas. Sabían que si no encontraban a Victoria sus problemas seguirían. Él había dicho que la encontraría y acabaría con el problema que por su culpa estaba allí.
Sin embargo, Parvati se había adelantado y cruzado en el camino de sus planes. Por lo que cuando vio salir al doctor y enfermeras a la sala de urgencias intensivas caninos. Supo que su compañera era aquella que tenía muchos tubos conectada a ella y más aún al ver que uno de ellos la ayudaba a respirar pero fueron las palabras que dijo el veterinario lo que nubló sus sentidos; el médico había anunciado las penurias, lo mucho que le costaba respirar a Parvati Cullen.
Que había hecho todo por mantenerla aun, pero que el accidente de auto había roto toda su espina dorsal, su esqueleto y su corazón apenas daba pulso.
La canina estaba sufriendo mucho, y muy a pesar de todo, escuchó las palabras del doctor: "el animal esta sufriendo mucho, en estos casos... como médico animal...aconsejamos la eutanasia...así libramos al animal del sufrimiento"
Esas palabras hicieron caer a Edward en brazos de Emmett que por suerte había llegado, esas palabras lo habían dañado peor que haber pensado que Bella sería un monstruo como él. Ahora pensaba que el doctor era el monstruo.
Carlisle había decidido intervenir hablando con el veterinario, como compañeros de la misma profesión. Pero lo que había escuchado también dolía peor de lo que alguna vez pudo haber sentido. Ahora podía decir que también los vampiros son capaces de sufrir de una manera inigualable por las mascotas tanto como los humanos lo hacían.
Parvati ya era vieja como para hacer estas locuras y salir ilesa, ya no era un cachorro del cual su madre podría salvar del oso.
-------------》¿que pasará?
¿como continuará esta historia?
Edward puso sin siquiera dudar por encima a Bella como era escrito el destino, olvidó por momentos a Parvati y nuevamente estaba con este presentimiento de perder todo.
Pero esta vez parece definitivo.
¿Están listos para el epílogo?
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