2. Siempre
Chuuya caminaba por las calles de Yokohama aquella tarde, no era extraño para él, pues normalmente se encargaba de cosas en el extranjero, paso por algunos trenes hasta llegar al centro comercial, su vestimenta casual dejaba mucho que decir de su personalidad, aunque su sombrero y gargantilla se mantenían intactos, su ropa había cambiado por unos jeans rotos y ajustados, unas botas negras y una camisa holgada color melón.
Entre su caminar pudo divisar una tienda de farmacéuticos, una sonrisa ligera salió por pensar en el castaño cuando vio las vendas – ese idiota me hizo no poder matarlo – suspiro el pelinaranja mientras siguió sus pasos – y pensar que solo se dejó capturar por ese tal Atsushi – menciono molesto – realmente ha cambiado.
Dejo sus pensamientos de lado para sentarse en el comedor, había pedido una simple hamburguesa y quizá esa fue su peor decisión - ¿Chuuya? – escucho aquella voz y subio su vista
- Bastardo – le llamo
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Dazai sentándose en la mesa del más bajo
- ¿acaso alguien te invito?
- Todo está lleno – dijo Dazai bebiendo su café – solo vengo de paso, vi una oferta de vendas en un comercial
- Que fastidio – menciono Chuuya
- ¿sigues molesto por no poder matarme?
- ... - el silencio prosiguió
Dazai sonrió al ver la comida de Chuuya y obviamente se aprovechó - ¿Qué paso con la dieta y el ejercicio?
- Puedo comer lo que quiera cuando quiera imbécil
- Bien pero
- Aaam disculpen – hablo una chica rubia con una pelinegra a su lado – estábamos viendo que están solos y bueno... - la chica se sonrojo
- ¿podemos comer con ustedes? – pregunto la pelinegra.
Dazai las miro unos instantes y Chuuya lo notó, eran el tipo del castaño. Metió lo que le quedaba de la hamburguesa a su boca, haciendo a Dazai mirarlo, sacudió sus manos y tomo su basura mientras tragaba la hamburguesa – quédense – dijo Chuuya mientras se levantaba
Dejo al castaño con ambas chicas mientras caminaba de nuevo en el centro comercial ¿Qué acababa de hacer? Por un momento recordó sus momentos pasados donde Dazai siempre coqueteaba con las chicas pero siempre terminaba yendo con él ¿acaso... buscaba una esperanza del pasado? – Chuuya – escucho su voz y el pelinaranja se quedó paralizado un momento, tenía miedo de voltear, trago saliva y así fue como lo encontró a sus espaldas – rayos, caminas muy rápido, me costó alcanzarte
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Chuuya
- ¿lo has olvidado? – menciono Dazai – yo siempre termino yendo tras de ti – menciono
...
La ropa estaba saliendo fácilmente, recordaban perfectamente sus cuerpos aun con el paso del tiempo, todo era igual entre ellos, bueno, casi – tu cabello – menciono Dazai – quiero cortarlo de nuevo
- Lo cortas y te mato – menciono Chuuya burlón – te dije que lo dejaría crecer
Ambos chicos habían vuelto a reír mientras usaban aquella cama de hotel, cuando Dazai se detuvo para buscar entre su ropa y miro al pelinaranja preocupado - ¿ahora qué?
- Debo salir
- ¿Qué? ¿Por qué? – pregunto el pelinaranja
- No traigo condones conmigo – menciono el castaño y el pelinaranja lo tomo del cuello
- ¿y eso cuando nos ha detenido? – menciono para besar al castaño
- Cierto – menciono Dazai
El castaño profundizo aquel beso mientras dejaba su saliva que uniera sus cuerpos, expandía al pelinaranja con gran habilidad y comenzó a reír por viejos recuerdos - ¿ahora que bastardo?
- ¿recuerdas que nunca lograbas expandirte bien tú mismo? – dijo burlón
- Cállate bastardo idiota – dijo Chuuya poniéndole le pie en la cara a Dazai y sonrió – pero amas mis mamadas
- Completamente – sonrió Dazai tomando el pie de Chuuya, para pasar su lengua entre los dedos del pie del más bajo y con ello darle un éxtasis único – y tu mi lengua – menciono viendo la cara de Chuuya completamente roja
- T-te od-odio – menciono Chuuya sonrojado
Con esas palabras que ambos conocían muy bien continuaron, Dazai conocía bien los puntos de Chuuya, su oreja, su cuello, sus pezones y sobre todo, su pelvis, tocar su pelvis ligeramente era lo que más animaba al más bajo
Llevo sus manos hasta las caderas de Chuuya para moverlo con más fuerza, Chuuya como siempre tan ágil había dejado sus piernas encima de Dazai expandiendo el radio de ambos, el pelinaranja logró terminar una vez más.
Con la noche avanzando, sus fluidos moviéndose, sus manos jalándose, moviéndose, abrazándose, fue una noche única para ambos, una noche de reencuentro. Sus palabras no salieron, sus miradas lo dijeron todo, a partir de esa noche, sus encuentros habían vuelto. Ocultos por la oscuridad y diferentes moteles de paso así fue como los días se hicieron semanas y las semanas meses, no siempre era una noche entera de sexo, a veces ya solamente disfrutaban de la compañía, los años había recaído en ambos, no eran simples adolescentes
- Chuuya, pedí pizza – menciono Dazai colgando el teléfono
- Bien, ven acá, hay una película buena
- ¿Cómo se llama?
- 27 vestidos – dijo sonriente – vamos a verla
- Bien, bien – dijo Dazai sentándose al lado del pelinaranja
¿Desde cuándo se habían vuelto así de cercanos? ¿Desde cuándo no necesitaban de sexo para estar juntos? Probablemente ninguno lo diría.
La noche había llegado con Chuuya sentado en la cama y Dazai pasando acetona por las uñas del pelinaranja – entonces Elise-chan solo las pinto - contaba Chuuya a Dazai
- Es difícil de quitar – dijo pasando aquel algodón por las uñas del más bajo – pero te queda el color – admitió
- Supongo que si – dijo el pelinaranja sonriente - a ti te quedaría
- Naah, me vendría mejor un azul – sonrió Dazai - ¿quieres intentarlo? – pregunto
- ¿deberíamos? – cuestiono Chuuya
- ¿y por qué no? – continuo Dazai
- Tienes razón – sonrió Chuuya
Así fue como ambos chicos terminaron con sus uñas decoradas por ellos mismos, risas y chistes se escuchaban en la habitación de hotel, cuando escucharon la puerta - ¿pizza? – pregunto Chuuya
- ¿pero cómo supiste? – dijo Dazai burlón
- No sé, quizá – mencionaba Chuuya poniendo una pose de Dazai – porque hoy tengo un lado detectivesco – menciono haciendo reír a Dazai
Pago la pizza y dejo la caja encima de la cama y Chuuya no pudo evitar tapar su boca - ¿d-de que la pediste? – pregunto asqueado
- ¿eh? Es tu favorita – menciono Dazai – con extra queso
- Aagj – se quejó – huele horrible, quiero vomitar
- Está bien, me la comeré yo – dijo Dazai alejando la pizza - ¿quieres que salga a conseguir algo más? – pregunto
- Cangrejo – menciono Chuuya
- Chuuya, odias el cangrejo – menciono Dazai
- Lo sé, pero siempre te veo comerlo, quizá por eso tengo el antojo de probarlo
- Vale – suspiro Dazai tomando su abrigo – tardaré un rato
- Lo sé
Dazai había salido de la habitación de hotel cuando justo en ese momento Chuuya recibió un mensaje, chasqueo su boca, sabía que significaba, le dolía dejar al castaño, espera... ¿le dolía dejar al castaño? Su rostro realmente no podía creer las cosas que pasaban por su cabeza, miro la pizza y el asco había vuelto a su estómago – le dejaré un mensaje – dijo escribiendo en su celular para el castaño. Salió de la habitación, llevaría su misión rápidamente y volvería con Dazai, era un plan perfecto, no contaba con que Kouyou era parte de su misión. Aquella noche no pudo volver pero la pelirroja tenía algo más que decir con el chico – Chuuya, cariño, últimamente te vez intranquilo en las misiones – menciono la hermosa mujer
- Lo siento Ane-san – menciono Chuuya – no sé dónde está mi cabeza últimamente
- Probablemente envuelta en vendas – menciono la mujer para tomar algo de te
- ¿lo sabes?
- Claro que lo sé cariño, te conozco
- Lo lamento Ane-san
- Y bien – dijo dejando la taza de té en la mesa - ¿Cuántos meses tienes? – pregunto
- ¿de qué hablas Ane-san? – pregunto el chico sin entender
- Oh my... - dijo posando su mano (o más bien su larga manga) sobre sus labios de manera sorpresiva - ¿no te has dado cuenta?
- ¿de qué Ane-san?
- Mi querido y pequeño Chuuya... no has cambiado – suspiro la mujer – cariño, se te nota en la piel, tu rostro, tu manera de moverte... Chuuya, cariño, esperas un bebe
La sorpresa abordo el rostro de Chuuya como si se tratará de una pintura, allí se quedó sin duda alguna, bajo su mirada a su persona, miro su estómago y volvió a sonreír a la hermosa mujer – Ane-san esa es buena broma – dijo nervioso
- No lo es cariño – suspiro la mujer - ¿acaso vez que me ría? – menciono la mujer
- Esto... no es posible – dijo Chuuya sosteniendo su cabeza
- Es posible si no usaron protección – menciono la mujer mientras tomaba de nuevo té – vamos a hacerte un chequeo si quieres que estemos seguros
- S-si
Aunque para la mayor no necesitaba tanta explicación, Chuuya había escuchado cada indicación del doctor, Chuuya tenía 12 semanas por lo que le dieron la opción de tenerlo o abordarlo, su decisión dependía de 2 semanas más. El pelinaranja estaba más que concurrido por las emociones, aunque no decía nada, Kouyou lo sabía, la mujer suspiro mientras sostenía su teléfono – Hitsu-san, ¿Cómo ha estado? – Pregunto sin interés la mujer – lo siento, la verdad si necesito de usted – dijo al teléfono mientras miraba a Chuuya - ¿aun habla con Dazai?
...
Chuuya se encontraba en la habitación de hotel, sabía que debía hacer, no podía tener aun bebe, solo debía tener un poco de paz, solo eso y ya, un poco de paz lo tranquilizaría, debía verse natural, debía verlo a él primero antes que nada, escucho la puerta abrirse y sus ojos se cristalizaron al ver al castaño entrar – Chuuya, por poco no me dejan pasar
- ¿ah sí? – pregunto bromista
- Si, dijeron que habías dicho que un castaño parecía momia, así que termine quitándome el saco y todo para que vieran mis vendas, que chistoso eres – dijo bromista el castaño
- N-no puedo evitar bromear sobre tu persona – respondió nervioso y suspiro – ven aquí, necesito algo de sexo
- ¿Por qué? – pregunto Dazai – creí que la mafia ahora solo estaba recuperando personal
- S-si es que... pe-perdí muchos subordinados
- No eres de retener los sentimientos después de tanto – menciono Dazai de nuevo
- Es que e-el jefe casi muere
- No le aprecias tanto así
- Y Akutagawa me deja todo el trabajo por ese estúpido trato
- Bueno por eso quizá si estés algo estresado – menciono Dazai – aun no creo que Atsushi-kun le haya hecho prometer eso
- Atsushi... - menciono Chuuya – es la segunda vez que lo mencionas
- Atsushi-kun es un buen chico – sonrió Dazai
- Y... es la primera vez que sonríes por alguien – menciono Chuuya
- Yo sonrió muchas veces – dijo Dazai – sonreía siempre con tus bromas – menciono sentándose a su lado – con tu compañía, con la de OdaSaku, con la de Atsushi-kun, incluso Kunikida-kun, es divertido molestarlo, Yosano-sensei, Rampo-san toda la agencia en si – sonrió Dazai
- Si, sonríes para muchos – menciono Chuuya sin mirarlo
- Pero más sonrió hoy porque me dijeron algo increíble
- ¿así? ¿sobre Atsushi? – pregunto
- No, sobre nosotros – dijo haciendo al más bajo mirarlo fijo y Dazai sonreía – y nuestro bebe
- ¿co-cómo? – pregunto Chuuya
- Hirotsu me llamo – menciono Dazai
Chuuya se había levantado y dado pie a salir de la habitación, aunque Dazai le detuvo justo antes - ¿Por qué te vas? Creí que celebraríamos, creí que por eso me llamaste – menciono Dazai
- ¿celebrar? – pregunto confundido Chuuya – no, yo... quería sexo para relajarme – menciono bajando la cabeza – tengo cita en el hospital para abortar
- ¿Qué? ¿Por qué?
- ¿cómo que "por qué"? Dazai, tu y yo... - suspiro el pelinaranja – no hay un tu y yo
- ¿así lo ves? – pregunto Dazai
- Así es como es
- Bien, ¿entonces como me vez? – pregunto Dazai, claro que no dejo a Chuuya responder – fui quien te rescato, fui tu compañero por muchos años, aprendí cada uno de tus movimientos, fui quien te acompaño a tus clases de karate, fui quien tuvo sexo contigo año tras años, quien conoce mejor tus gestos, tus estados, tus movimientos, todo tú, fui y soy el único que sabe todo de ti...
- Eso... Eso ¿Qué importa ahora? – pregunto el más bajo – eres... un Agente ahora y yo sigo en la Mafia
- Y eso ¿Qué importa ahora? – pregunto Dazai abrazando a Chuuya – hace años era un joven que no entendía nada, era demasiado orgulloso – dijo para reír ligeramente – sigo siendo orgulloso... pero se bien – dijo tomando la mano de Chuuya – que lo último que quiero hoy en día es volver a perderte
- Da-Dazai.... Eso es... ¿verdad?
- Si, ¿Por qué te hubiera buscado en el comedor del centro comercial?
- ¿de qué hablas?
- Te vi de lejos – menciono el castaño – y cuando las chicas llegaron solo pensé en seguirte – dijo tomando la barbilla del más bajo – tu eres importante... no – dijo Dazai y sonrió – tú y él bebe son lo más importante – corrigió
- Entonces... ¿siempre juntos? – pregunto Chuuya sonrojado
- Tu pregunta me pone en duda – menciono Dazai y beso la frente de Chuuya – siempre juntos
Después de ello, Chuuya no asistió a su cita, ya no usaban más hoteles, consiguieron un departamento lo suficientemente grande para un bebe, Dazai y Chuuya volvían a cocinar juntos, sus sonrisas eran compartidas y un día a día que continuaba – Ko-chan, mira que has hecho todo un batidero – regañaba Chuuya quien cargaba al bebe
- La cocina es un desastre – menciono Dazai viendo papilla por todas partes - ¿Por qué lo dejaste solo?
- No quería que escuchará como hablo con los subordinados – se quejó Chuuya - ¿Cómo iba a saber que usaría su cuchara para hacer papilla la cocina? – dijo y miro a su bebe – Ko-chan, has hecho que tengamos más trabajo ¿sabes qué significa eso? – pregunto el pelinaranja haciendo que él bebe se quedará quieto – sí, cosquillitas – dijo el mafioso comenzando a hacerle cosquillas a su bebe
Aquel bebe reía fuerte y alto, ponía sus manos en las manos de ambos padres para detenerlos pero ambos tomaban su venganza por su trabajo extra – está bien – dijo Dazai tomando al bebe – bañaré a Ko-chan
- Oh, claro, déjenme a mí el trabajo duro
- Chuuuuuuuuuya – canto – tu eres el único que alcanza las paredes
- Claro, ahora sí puedo alcanzar cualquier cosa – se quejó el pelinaranja – yo limpiaré, limpia bien a Ko-chan y no olvides lavar entre sus dedos está vez
- Lo sé, lo sé – sonrió Dazai llevándose al bebe
Dazai bañaba a su bebe dentro de una pequeña tina, él bebe sonreía al ver a su padre, sus ojos castaños sobre salían de su cabello anaranjado el cual Dazai se encargaba de enjabonar bien. Chuuya no tardo en entrar al baño y abrazar al castaño por detrás - ¿Qué hacen mis bebes? – pregunto Chuuya mirándolos a ambos
- Oye soy el adulto – se quejó Dazai
- No, - sonrió Chuuya – eres peor que Ko-chan
- Eso es injusto Chuuya – se quejó Dazai
El baño termino, y tras un arrullo por parte de Chuuya mientras ambos cantaban al son de la luz de la luna, Ko se quedó dormido en su cuna, y ambos adultos se habían ido a su habilidad podían ver perfecto la luz de la luna entrar a su habitación también – han cambiado muchas cosas – decía Chuuya
- Ha cambiado todo – dijo Dazai abrazando a Chuuya – excepto lo que siento por ti
- ¿Así? ¿desde pequeños? – pregunto Chuuya
- Mmm... - suspiro Dazai derrotado – te amo desde el primer momento que vi tus ojos azules
- ¿seguro de lo que sientes?
- Si no, que me parta el rayo – dijo Dazai
- No puedes – dijo Chuuya tomando las mejillas de Dazai – solo tenerte cerca, siento que volvemos a empezar... - sonrió – Te amo Osamu
- Te amo Chuuya
- ¿siempre juntos? - pregunto Chuuya
- Siempre juntos - afirmo y sonrió - y Ko-chan también - agrego haciendo reír a Chuuya
Ambos chicos se besaron una vez más, sus días pacíficos eran eternos, su felicidad era la encarnación misma de un día al ver el sol salir y su vida... Simplemente era perfecta
Fin.
Espero les halla gustado :3 a mi me gusto la parte de Ko-chan... Acabo de sentirme Dora la exploradora lol (chiste para mi misma)
¡Gracias por leer!
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