❝Dijo: "Estoy bien", pero no era cierto./
Said, "I'm fine, " but it wasn't true
(Taylor Swift, 2019, 2m58s)

╰──➢⛱️Cruel Summer.

Edward esperaba con creces que llegara las fechas de noche buena o navidad, debido a la carta que había dejado para sus hermanos y padres, la suya aún no la podía encontrar aquello lo entristecía. Estar tan cegado con la perdida de su compañía, lo dejaba ciego a encontrar la carta dirigida a él, por ende, todos los días se perdía entre melodías, sus pensamientos ante su piano, sabía que preocupaba a sus padres pero debía aprender a sobrellevar su depresión.

Sin embargo, en cuánto estaba ejecutando las dulces notas de Claro de Luna, una nota falló al último momento, llevando su atención justo en ese punto dentro del piano. Encontrándose con la dichosa carta, el aroma que percibía de este lo hizo suspirar de alivio, al igual que sus ojos recobraron el brillo de esperanza y una suave sonrisa de victoria surcó sus labios totalmente encantado.

«He sido tan tonto como para pensar que lo hubieras dejado en un lugar como este. Sí sabes lo que amo, yo sé que me amas pero no lo que amas hacer.»pensó con cierta nostalgia.

Tomó entre sus dedos, con suma delicadeza para no romper ningún hilo de su piano al sacar la carta, no era ningún secreto que la hoja era capaz de cortar cualquier cosa si se la ignoraba.

Aspiró ese aroma tan delicioso.

Cerezas, eucalipto y aveces hasta algas quemadas, suponía que lo último se debía a su don.

Levantó la pestaña de la carta, sacando el papel doblado y resguardado dentro. Encontrandose con una delicada caligrafía, por primera vez podía ser testigo de la letra escrita por su amada compañera eterna.

Edward se quedó estático tras leer aquella carta, levantó la mirada y se encontró con la mirada preocupada de sus padres para luego volver a mirar atentamente la misma, incrédulo y preocupado, se palpó el lugar de su corazón muerto con la carta empuñada en medio de aquella acción, sollozó totalmente arrepentido. Él nunca había sentido malestar ni inconvenientes al consumir la sangre al cazar, nunca había sentido debilidad ni mucho menos había sentido dolor físico teniendo cerca.

—¿Qué sucede hijo? —preguntó Esme.

—Yo... Encontré su carta pero...—no sabía bien como decirlo sin que la carga de consciencia lo enmudeciera.

—¿Pero qué has encontrado, hijo?—preguntó esta vez Carlisle.

—Pero... La cruda verdad escrito aquí, me ha generado dudas que capaz no quiero aceptar que ya sé sus respuestas.—expone con una mueca, tras el ardor en su garganta ante la desgracia.

—Cuéntanos, por favor...—suplica preocupada Esme.

—¿El lazo de compañero puede generar la incapacidad de alimentarnos, Carlisle?—preguntó Edward.

—Nunca lo he sentido como tal, pero sí, puede causarlo. Por eso se recomienda que los compañeros una vez que se encuentran, no se separen por mucho tiempo, porque la distancia los debilita.—respondió entendiendo al instante por donde iba conectado su preocupación, absteniendose a preguntar por respeto al dolor.

—Estamos muertos, el dolor físico y emocional...¿Se evidencia fisicamente solo estando distanciados pero...? Ella es híbrida, es en parte humana, ella ha encubierto su malestar de todos, ella...nos mintió con estar bien, no estaba pudiendo alimentarse por culpa de mi rechazo, papá... Soy el peor compañero que le ha tocado tener —gimió angustiado tras un sollozo.— Yo no lo sentía por ser vampiro completo, pero ella es mitad humana, yo... el dolor la estaba matando y lastimando... Yo no sentía nada y ella si... ¿Cómo me puede seguir queriendo si le he causado desgracias? ¿Cómo puede estar siquiera viva y verse como si no estuviera débil?

—El amor que te tiene es incondicional. Debes corresponderle con lo que tu corazón dicte, no por lo que mente desee remediar. —solloza Esme al saber la verdad, ella pensaba que todo estaba bien, su hija siempre comía sus comidas. «¿Cómo no lo noté antes?»pensó con tristeza.

—Espero que pronto la veamos, esto que dices es completamente comprensible que suceda pero no entiendo como logró esconderlo de mi, soy su médico, todos sus ciclos y salud se mostraban sanos, amenos que...—empezó a pensar en las innumerables ocasiones que la revisó, donde en todas usaba ropa holgada, al igual que sus uñas estaban entintadas en negras— Su don, su don y la inestabilidad de este, la ayudó a que ignorase su anemia. ¿Cómo no me di cuenta antes?

Resopló Carlisle, indignado como médico y padre.

—Es astuta, y reservada. Eso es lo único que he notado en todo aquel tiempo que estuvo con nosotros conviviendo. —murmura Edward con pesadez.

—Pero... Si has reaccionado de esa forma es porque tienes una misión o.. comparten una misión en común, ¿verdad?—pregunta esperanzada Esme.

—Si... Pero debo ir a verificar algunas cosas, no tengo más tiempo que perder. He avanzado un poco en estos meses, pero ahora debo hacer algo último para estar preparado para cuando llegue la navidad —expresa Edward cerrando la tapa de las teclas del piano, para luego marcharse por la puerta como si su vida dependiera de ello, como si la emoción de saber que hacer lo moviera.

Y así era. Edward ya sabía como cerrar, seguir adelante mediante la carta, solo que para ello debía verse mejor.

Debía prepararse física y mentalmente para el regreso de su compañera.

Y para ello, debía organizar las miles de ideas y planes para enamorar a su compañera desde este comienzo hasta el fin de esta larga esperaba tortuosa.