❝Oh, es nuevo, la forma de tu cuerpo./
Oh, it's new, the shape of your body
(Taylor Swift, 2019, 2m58s)

╰──➢⛱️Cruel Summer.

Aurora se encontraba detrás de un árbol, perdida entre sus pensamientos y dolida por hacerle sentir tanto rechazo en dirección a su compañero, se debatía una y mil veces el motivo por el cual no quería que la tocara.

Al principio era porque le recordó a aquel sucio hombre, al tocarla sin permiso y solo por interés propio.

Luego su pánico se fue por las ramas, asi tales como: el asco de ser el segundo plato que prueba, el asco de que esos labios no la hayan esperado y el asco de sencillamente haberlo visto con otra mujer que no fuera ella. Su instinto vampirico la estaba volviendo loca, estaba segura que si no fuera híbrida hubiera estado complicado su capacidad de ingerir alimentos, porque ya de por si, toda esa reflexión le quitaba el apetito sea de sangre o comida humana.

No quería ser débil, ni depender de su compañero ni caer fácilmente a los brazos de Edward, ya bastante había errado esta temporada como para que se le diera en bandeja de oro lo que debió esperar y no encapricharse innecesariamente. Pero no podía cambiar los hechos, debía ser capaz de sobrellevar y seguir adelante.

Pero cada día se sentía mas diferente que el anterior.

¿A qué se refería con eso? Debajo de sus ojos las bolsas oscuras de cansancio le empezaban a dar problemas, aún cuando durmiera cada fin de semana que pudiera, parecía no saciarle simplemente acostarse y dormir. Le hacía falta algo cerca suyo, y no sabía si la cuestionar la razón sería sano, porque las pesadillas no se habían detenido desde que la humana la había confrontado en el supermercado.

El pelo en general de su cabellera ya no lucía vivo, sino que graciento, como si nutrientes le faltarán en el cuerpo, aún sabiendo que se forzaba a sí misma a consumir todo lo que su angelical madre cocinaba, aunque eso quitaba el hecho de sentir acidez en el proceso de digerirla. Aún cuando se lo lavara diariamente, aún así, su aspecto cabelludo no parecía mejorar.

Su peso corporal también iba en decadencia, por lo que para ocultarlo decidió usar ropa holgada. Por más que se comiera una cantidad masiva de comida humana su peso se desinflaba en cuanto subía, era como si resoplar o suspirar le hiciera perder gordura. Aquello sin duda era preocupante, además de que su período menstrual duraba más de lo que debería.

Sus dedos no dejaban de teñirse de oscuro cada vez que Edward se acercaba, era como si ella misma de forma insconciente se protegiera de él, pero sabía que estar mucho tiempo lejos causaría alguna desventaja corrosiva independientemente fuera vampiri o híbrida. Y aquello preocuparía considerablemente a su querido y angelical padre.

«Nunca pensé que encontrar al compañero eterno fuera tan complicado de vivir»pensó mientras miraba sus manos que temblaban.

Aun cuando se hubiera abrigado bastante para salir fuera, su temperatura corporal no mejoraba. Hace dos días atrás comprobó que estando cerca de su compañero su temperatura mejoraba ligeramente aún cuando Edward si fuera más frío corporalmente hablando, era un detalle ironico y fantasioso.

Sus manos cosquilleaban estando cerca de su compañero, como si tuvieran la ilusión de tenerlo y tocarlo a flor de piel, pero así como la falta de tacto hacia él la estaba enloqueciendo también era casi lo mismo por su trauma, que tan rápido como lo tocara lo exterminara. Temía eso.

«Me cuesta bastante confiar en él. No se porqué presiento que si le digo mi última vez viva, termina haciendo una locura y no estoy lista para calmarlo, si nisiquiera me se calmar a mí misma«reflexionó nuevamente.

Resopló con cansancio. Por lo que intentó levantarse pero sus pies temblaron y parecía que iba a darse contra el suelo, pero unas manos detuvieron su futuro dolor.

—Estás muy débil, ¿Me dirás que te sucede? La forma de tu cuerpo tiene algo nuevo o raro...—se explicó negando con demencia el motivo de su llegada precipitada.

—No es nada, solo estoy cansada.

Edward Cullen suspiró cansado, susurró a sus oídos mientras la abrazaba como si lo necesitará más él que ella.

—Desearía tener esa fortaleza de ser independiente y reservado. Muchas decisiones malas las habría esquivado —murmura con pesar hacia sí mismo y admiración hacia ella.

—No siempre fui así. Pero no hablemos de mi, ¿Qué haces por aquí específicamente?—pregunta esquivando la probable abertura de la charla de su pasado.

Edward hace una mueca al no escuchar sus pensamientos y mucho más, sentir literalmente hablando que no tiene la suficiente confianza como para contarle su pasada vida.

—Yo... Eh...estaba de paso.

Titubeó el cobrizo mirando a su pelirroja compañera.

—Bien, entonces sigue por tu camino. —expresa despreocupada intentando no tocarlo por mucho tiempo.

—Tu piel está cambiando, tu fortaleza y fuerza. ¿Qué tienes? Dime, necesito ...—se expresa ansioso pero se queda confundido sin saber que era exactamente lo que necesitaba de ella en ese momento exacto.

—Mi piel esta cambiando, como la de una víbora. Es nuevo, la forma de tu cuerpo y el mío son claramente distintos, es obvio que no estaré igual a como llegué. —se expresó intentando por todos los medios esquivar el tema.

—No es eso de lo que estoy tratando de hablar... Lo que quiero decir es —empieza a decir pero es interrumpido por el sonido de una vibración en el bolsillo de su contraria.

Aurora se escapa de entre su agarre protector y lo mira de reojo.

—No te preocupes, estoy bien. Ahora si me permites, tengo cosas importantes que hacer.

Y sin más, escapó. Edward quedando nuevamente como estupido, no sabía como ganarse si quiera su amistad, y aquello lo estaba volviendo loco.