(Luz tenue y en tonos rosados

que aparece justo antes

de la salida del sol).

El tiempo juntos resulta fugaz y cuando quieren darse cuenta los meses han pasado volando y los viven como años porque las vivencias que han compartido son muy intensas. No dejan de vivir nuevas aventuras, de enseñarse mutuamente a amar, de tener primeras veces para poder disfrutar de segundas y terceras. El pequeño mundo que poseen se torna inmenso cuando se trata de compartirlo.

Pero el príncipe sabe que necesita oír algo más por encima de todo. Seguridad, seguridad de que las cosas nunca van a truncarse y morir. Nunca, a pesar de todo el tiempo que pueda transcurrir.

Una mañana, Louis le promete el universo.

- Necesito algo más que palabras, todo son palabras que el viento puede llevarse – responde, con amargura.

Pero Louis sonríe.

- Yo te haré más feliz que nunca durante todo el tiempo que me dejes.

Y le muestra.

Harry llora, las lágrimas se convierten en diamantes debido a la gran cantidad de felicidad que desborda al soberano del reino de Cristal.