Nicol estaba de pie fiebre al espejo, tenía puesto el traje de su difunta madre Jessica pero lo quedaba un poco grande, pues su madre era alta con grandes senos y gran trasero, Nicol aún no se desarrollaba tanto. Se volteaba y miraba por encima de su hombro, volteaba hacia el otro lado y otra vez miraba por encima del hombro, luego abrió la ventana, retrocedió un poco hacia ka puerta y puso la mano derecha abierta por detrás para luego, en un rápido movimiento, estirar el brazo hacia la ventana en un intento de disparar un rayo venenoso pero nada salía, luego intentó con la otra mano y el resultado fue el mismo. La puerta se abrió y ahí estaba Teresa vestida con un pantalón de mezclilla, una camisa roja de manga corta cuyos botones la mantenían cerrada desde la mitad del pecho hasta el ombligo, su  pelo castaño adornado con algunas canas estaba recogido en una cola de caballo y unos mechones colgaban en los costados. Teresa miraba con ternura como su sobrina, a la que amaba como su hija, vestía el traje original de Jessica e intentaba disparar el rayo. Nicol salta al techo al escuchar los pequeños golpes en la puerta

— ¡¿Tía Tess?! Pudiste tocar antes de abrir, ¿sabes?

— Creí que estabas dormida. Como creí haberte dicho que tu mamá se deshizo de sus poderes para que nacieras sana. Por eso solo tienes los poderes de tu papá

Nicol se colgó de los dedos de la mano izquierda y se dejó caer, luego se quitó la máscara

— Lo sé, tía Tess, solo quería seguir intentando

— Pensaste que tal vez heredaste algo de su ADN mutado, ¿no?

Nicol asintió. Desde que era niña había escuchado historias de como sus padres, el sorprendente Spider Man y la inigualable Spider Woman, habían salvado al mundo en muchas ocasiones, había escuchado historias sobre cómo se enfrentaron a terroristas, viajeros del tiempo, alienígenas, hechiceros, mutantes, incluso demonios; siempre se preguntaba como pudieron perder si habían ganado tantas veces. Nunca olvidaría la última vez que vio a su madre arrodillada y sujetándolo de los hombros diciéndole:

— Escucha, tu tía Tess y tu tío Jason te cuidarán de ahora en adelante, ¿vale? Yo debo ayudar a tu padre y cuando vuelva te haré un enorme pastel de chocolate como a ti te gusta — lo había dicho como si hubiera estado segura de que así sería, le dio un fuerte y amoroso abrazo seguido de un beso en la cabeza — Te amo, Nicol

En ese entonces Nicol no tenía más de ocho años, abrazaba su oso de peluche, Jessica la alzó y se la dio a Teresa, le dio otro beso, se puso la máscara y se fue. Esa fue la última vez que la vio

— Nico, cámbiate y ven a desayunar antes de que se enfríe — le pidió Teresa

Terry se asomaba por la ventana, la preocupación mezclada con miedo lo carcomían porque ya no había rastro del Lagarto, retrocedió unos pasos y al voltear vio a Teresa bajar las escaleras, ella le hizo una seña con el dedo para que la siguiera, luego le habló sobre el mensaje de Bruce Wayne, que no tenía sentido que les dijera que viajaran al 20 de agosto si todo se fue al demonio el 12 de setiembre, ya que al analizar el video una y otra vez durante la noche notó que Bruce nunca les diría que les avisara con tan poco tiempo de antelación

— Estaban rodeados — argumentaba Teresa — Grabó el mensaje sabiendo que los vampiros escucharía y le avisarían a Drácula

— ¿Entonces es una trampa o algo por el estilo?

— Al contrario, él dejó el mensaje como código binario para que solo ciertas personas pudieran descodificarlo, lo que significa...

— Que lo hizo adrede con la intención de que la persona que lo viera volviera al pasado mucho antes de la fecha que mencionó

— Exacto. Si Drácula sabe de esto, puede que tenga en sus filas a alguien con el poder de viajar en el tiempo para interceptarnos el 20 de agosto del 2031

— ¿Cómo quien?

Teresa lo piensa un momento, y se le viene un nombre a la mente, uno de alguien más insoportable que el mismo Deadpool y que puede viajar en el tiempo

— ¿Por qué él? — se preguntó en voz baja — El único que se me ocurre es Booster Gold. Sé que él estuvo con Batman cuando grabó el mensaje, luego lo dimos por muerto

— ¿Y es peligroso?

— ¿Sabes como eran los ingluencers? Era así de idiota y si lo mordieron seguramente hizo de todo para destacar entre los vampiros — se lleva la mano al puente de la nariz — Si los influencers eran unos imbéciles, Booster Gold nos condenó a todos

Justo cuando le iba a preguntar por la persona que le dio la carta, Nicol aparece solo sacar una botella de jugo de frutas de tres litros y  bebersela, Teresa se la quita y le pregunta que cuantas veces le dijo que no bebiera de la botella

— Tengo hambre, ¿ok?

Cuando se dispusieron a desayunar, eran ya las ocho y media, el sol apenas iluminaba las ciudades y su calor apenas se sentía. Un hombre estaba sentado en la barra de un bar cuya única persona en ese lugar era él, se había llevado una botella de Whisky a la boca mientras la puerta se abría a sus espaldas, dando paso a un hombre alto, de pelo rubio y largo y llevaba puesta una chaqueta de cuero con una cadena puesta en diagonal (desde el hombro izquierdo hasta la cintura). El primer varón puso la botella en la barra, soltó un pesado suspiro mientras el rubio se sentaba a su lado

— Tiempo sin verte, Logan. ¿Cuánto? ¿Doce años?

— Diez. ¿Pero quien los cuenta?

Logan le pasa la botella deslizándola en la barra, el rubio la atrapa y da un largo trago hasta dejarla vacía

— Cierto

— ¿Cómo te ha ido?

— Eliminé a una gran cantidad de vampiros, en Smallville estuvieron usando la granja de los Kent para retener a los que siguen siendo humanos y los usan como ganado. Oliver estaba ahí

— ¿Estaba?

— Sigue vivo y ha sido bueno tener un vampiro de nuestro lado, además de Blade, claro. ¿Te acuerdas del hijo de Batman?

— No me jodas, Blaze

— No te jodo, pero si quieres que lo haga te diré que Drácula usa la Torre Wayne como uno de sus centros de operaciones

— ¿Y por qué no lo has mandado al infierno si eres inmune al vampirismo?

— ¿Crees que no lo he intentado? Ese hijo de puta experimentó en sí mismo con ADN kryptoniano, justo después de matar al imbécil de Red Skull

— ¡Maldita sea! — gruñó golpeando la barra

— ¿Dónde está Kitty? Creí que siempre estaba contigo

— La mordieron, Blaze. Ella iba a enviarme al pasado y la mordieron. Aún podemos arreglarlo. ¿Recuerdas la máquina del tiempo?

— ¿La que se dañó durante la pelea?

— Envié a un niño que robó el traje de Wayne a buscar a Teresa. Ella es la única que puede reparar la máquina. Está oculta en Texas con la hija de las arañas

— ¿Y si algo le pasa?

— Si algo le pasa, recemos porque la niña haya heredado la inteligencia de su padre

Para pasar el rato y no pensar en las penurias empezaron a hablar del pasado, de las pendejadas que hicieron, de sus logros y fracasos, de sus viajes, de viejos amores, como si fueran un par de amigos desde la primaria que no se han visto desde que se graduaron de la universidad, ese par de amigos que le dejó de importar lo que les pase a los demás desde hace tiempo; luego vino el tema de los hijos e inconscientemente Logan sacó las garras, pues tanto Daken como Laura fueron torturados y asesinados lentamente por el simple hecho de no poder ser infectados

— Logan — llamó Johnny con voz serena y expresión triste, pues comprendía a la perfección

Logan guardó lentamente las garras y relajó las manos, tenía los ojos llorosos, pues el simple hecho de escuchar el nombre de sus hijos o ver cualquier cosa que se los recordara era como si lo apuñalaran una y otra vez. Lo único que pudo rescatar eran las garras de adamantium de Laura. Johnny duda si decirle pero lo hace, del bolsillo interno de su chaqueta saca una vieja foto, le dice que hace tres años fue a la mansión de los X-Men en busca de comida y medicina para los sobrevivientes y encontró la foto. Logan, al recibirla, no puede evitar que un par de lágrimas caigan en ella, pues era la foto de Laura y Gabby junto a un carcayú, del cual proviene el nombre Wolverine

— Gracias

Conforme fueron pasando las horas, Teresa, Terry y Nicol subieron todo lo que necesitarían al spidermovil, pues si volaban llamarían la atención. Nicol se subió al asiento del copiloto y Terry se sentó atrás; y cuando finalmente se fueron eran observados por la misma criatura que se mantuvo oculta la noche anterior

— Nicol, ¿puedo preguntarte algo? — preguntó Terry

— Sí, supongo que sí

— ¿Por qué empacaste el traje de tu madre si no te queda y no sirve de nada? Digo, es solo un traje normal

— Sé que es un traje normal, pero me gusta tenerlo cerca porque así siento que mamá está conmigo

Teresa estaba conmovida por la respuesta de su hijo, le tocó el alma, por decirlo de algún modo

— Ella siempre está cuidándote, Nico, y tu papá también — aseguró Teresa

— 《Te amo, Nicol》— recordó Nicol las palabras de su madre, la última vez que la vio

Recordaba con cariño su séptimo cumpleaños, los héroes aún luchaban contra los vampiros pero no fue hasta que llegaron a pequeña cabaña en el Bosque de Sherwood, en Inglaterra. En ese entonces Jason Todd estaba recorriendo la cabaña, vigilando cada diez minutos diferentes puntos de la misma mientras esperaban a Spider Man y Spider Woman. Eran las cuatro y media de la tarde, Teresa estaba en la sala con sus hijos y sobrinos y revisando desde la computadora los sensores de movimiento que habían instalado en diferentes partes del bosque. Escucharon la puerta la puerta abrirse de golpe, se asustaron creyendo que eran los vampiros pero solo eran Spider Man y Spider Woman, esta última con una caja grande de color blanco. La pusieron en la mesa redonda de la cocina, los niños corrieron para ver y cuando ella quitó la tapa, vieron que era un pastel que decía Feliz Cumpleaños, Nicol, pero por como estaba escrito y decorado supieron de inmediato que no fue hecho por un profesional. Tanto Teresa como sus hijos miraron a Spider Woman

— ¿Qué? — preguntó la ex metahumana

— Que feo te quedó, tía Jessica — le dijo Abby entre risas, quien tenía trece años en ese entonces

— Nunca había decorado un pastel, ¿vale?

El pastel estaba cubierto de un glaseado color rosa, en los costados habían pequeñas telarañas de glaseado negro, la orilla decorada con un intento de flores de glaseado rojo y la frase escrita con glaseado negro. Si un pastelero viera el pastel se habría reído de Jessica, posiblemente le hubiera dicho que es la decoración más desastrosa que ha visto en si vida y que una anciana ciega lo haría mejor. Además de Abby, Jason dijo 《¡pero que horror!》y lo único que consiguió fue un manazo en la parte trasera de la cabeza por parte de Teresa. Cuando iba a protestar prefirió quedarse callado al ver la mirada fulminante de su esposa

— Lo siento, amor, la próxima vez lo haré mejor — le aseguró Spider Woman a su hija mientras se quitaba la máscara

— ¡Este me encanta! — exclamó sonriendo de oreja a oreja

Una vez el pastel fuera de la caja y con las siete velas puestas y encendidas, procedieron a cantar la antigua canción de cumpleaños. Nicol estaba impaciente por apagar las velas y comer pastel, también había helado y algunas gaseosas que sus padres encontraron en la ciudad. A pesar de que los héroes perdieron dos años atrás, para Nicol fue el mejor día de su vida y más porque tanto sus padres como sus tíos hicieron lo posible para celebrar su cumpleaños. Luego llegaron los regalos, entre ellos algo de ropa y juguetes, Abby le había regalado un barco de papel impermeabilizado con cera para que no se hundiera

— Ten cuidado con eso, Nicol. No querrás que el agua se lo lleve a la alcantarilla y se lo quede un payaso dienton — bromeó Jason

— ¿Cuál payaso?

— Tu tío solo está bromeando. No le hagas caso — le dijo Peter dándole un codazo a Jason en las costillas con un poco más de fuerza de la necesaria

Los meses siguientes fueron buenos, una tarde estaba jugando a la pelota con sus primos, Gerry estaba sentado en el regazo de Teresa, Nicol pateó con tanta fuerza la pelota que le sacó el aire a Abby al darle de lleno en el estómago, ella cayó al suelo, la voz no le salía y sus ojos estaban vidriosos y sollozaba; Teresa corrió a auxiliar a su hija, no era normal que una niña de siete años tenga tanta fuerza, luego miró a Nicol sabiendo que le había sucedido: sus poderes se estaban manifestando. Nicol corrió hacia un lugar incierto. Peter y Jason habían ido a patrullar para asegurarse de que no hubieran vampiros cerca, ocultos más allá de del rango de los sensores de movimiento y Spider Woman había regresado a la ciudad en busca de provisiones

— ¡Nicol, espera! — gritó Teresa pero Nicol ya estaba lejos y no podía dejar solos a los niños

Nicol se tropieza con una raíz, lloró, se quedó sentada en el suelo abrazando sus piernas y recostada en el árbol. Escuchó a su tía gritar su nombre varias veces pero no dijo nada, no quería hacerla enojar más y la expresión en su cara no la hizo sentir mejor. Teresa siguió buscando, tenía a Gerry en sus brazos y este, al verla, señaló a su hermana y le dijo a su tía que ahí estaba. Teresa corrió hacia ella, se agachó y la regañó por haber huido, Nicol le había dicho que se había asustado por como la vio y que no era su intención lastimar a Abby

— Está bien — le dijo Teresa — No fue tu culpa, no sabíamos que tenías poderes

— ¿Estoy en problemas?

— No, claro que no, pero le diré a tus padres para que te enseñen a usar tus poderes, ¿ok?

El Bosque de Sherwood es conocido mundialmente porque se encuentra cerca del pueblo de Edwinstowe, en Nottinghamshire, Inglaterra, y que históricamente se asocia con la leyenda de Robin Hood. Spider Woman caminó por las calles de Edwinstowe, el pueblo estaba desierto y sus habitantes fueron convertidos en vampiros, se habían ido del pueblo para servir a su amo y señor: el Conde Drácula. Con los lentes de su máscara, Spider Woman había escaneado todo el pueblo conforme avanzaba, lo hacía cada vez que iba por provisiones y por fortuna los vampiros no atacaban a los animales. Spider Woman salta hacia la pared de una casa, se adhiere al lado de una ventana para abrirla y entrar al cuarto que perteneció a un adolescente; bajó a la cocina y revisó la alacena y la nevera, había comida enlatada como frutas, verduras, un tarro de helado que aún no había caducado, paquetes de galletas, había encontrado mucha comida, hizo un saco de telaraña y ahí hecho la comida, luego buscó algún botiquín de primeros auxilios pero no había ninguno, encontró algunas medicinas pero estaban caducadas

— Demasiado bueno para ser verdad — se dijo para sí misma con algo de decepción

Fue a la casa de al lado y la revisó de cabo a rabo, no había tanta comida como le gustaría pero al menos encontró medicinas que aún servían, luego revisó las otras casas, tuvo que hacer otros dos sacos para llevarse las provisiones. Se sentó en una cama, se quitó la máscara y reflexionó sobre el asunto, fue una agente de Hydra pero logró redimirse, lo que empezó como una "misión" para ver si Spider Man debía ser miembro de los Nuevos Vengadores terminó dándole un esposo y dos hijos, perdió sus poderes y nunca los recuperó, dependía de un traje que imitaba sus poderes para poder pelear contra los vampiros, se vio obligada a huir del país con su familia para mantenerlos a salvo, y al final del día terminaba tan agotada que lo único que quería era dormir; ¿acaso todo eso valía la pena? Completamente. Al final del día le importaba un carajo lo que le pasara al mundo, lo único que le importaba era mantener a su familia a salvo. El Bosque de Sherwood había resultado ser el lugar perfecto para tener una vida tranquila y criar a sus hijos sin que hayan vampiros rondando por ahí, claro que siempre patrullaban para asegurarse

Vio una foto colgada en la pared en la que estaban una pareja de ancianos, tres hombres adultos con sus respectivas parejas y varios niños, luego vio otra en la que estaban celebrando el año nuevo, una pequeña sonrisa se dibujó en sus cara al recordar la fiesta que se llevó a cabo en la mansión de los Vengadores, tanto la Liga de la Justicia, los X-Men, los 4 Fantásticos y muchos otros héroes habían asistido, pues esa vez, en el otoño del 2027, habían vencido una vez más a Thanos y escondido las gemas del infinito (Dr Strange, Dr Fate y John Constantine se encargaron de eso) y aunque la guerra había durado varios días, salieron victoriosos y eso era motivo más que suficiente para celebrar. Spider Woman se retiró del lugar y regresó a su hogar, donde se llevó la enorme sorpresa y el susto de que su hija tenía poderes y que pudo haber matado a Abby. A Nicol la encontró en su cuarto, acostada en la cama en posición fetal, ella se sentó en la orilla y puso la mano en hombro

— Tu tía me contó lo que pasó. No fue tu culpa

— Ella y papá dicen lo mismo, pero el tío Jason estaba enojado — le dijo entre sollozos

— ¿Jason te dijo algo?

— No, pero se veía enojado

— Nicol, nos asustamos por Abby y también por ti. Allá afuera hay monstruos que quieren hacer daño a personas como nosotros

— Pero yo no quiero hacer daño a nadie — le dijo encogiendose más

Jessica (sin la máscara) se recostó en el respaldar de la cama, tomó a Nicol y la abrazó como si fuera aún fuera una bebé, para hacerla sentir mejor, le acarició la cabeza y en voz baja le cantó aquella canción mexicana que tanto le gustaba, una que dice: 《Salías de un templo un día, Llorona, cuando al pasar yo te vi. Salías de un templo un día, Llorona, cuando al pasar yo te vi . Hermoso huipil llevabas, Llorona, que la virgen te creí 》. Siguió cantando hasta que Nicol finalmente se tranquilizó y se quedó dormida, se levantó con cuidado y la acostó en la cama, luego salió del cuarto tratando de no hacer ruido, bajó las escaleras y vio a Peter sentado en el sillón, pensativo. Jessica se acercó y se sentó a su lado

— ¿Hablaste con Nicol? — preguntó Peter

— Sí. Nuestra pequeña arañita se quedó dormida

— Le cantaste La Llorona, ¿cierto? Esa canción la pone a dormir cuando la cantas tú

— Eso es porque las mujeres tenemos una melodiosa voz que supera a la de los hombres

— Tenemos que enseñarle a controlar sus poderes

— Lo sé. Lo haremos cuando las cosas se hayan calmado

— Tenemos que hacerlo cuando despierte, poco a poco

— Pete...

— Jess, pudo matar a Abby. Todavía está llorando por el pelotazo que le dio

— No fue su culpa, Pete. Ella también está asustada. Por ahora que Abby no haga movimientos bruscos y mañana en la mañana jugaremos con ella, ¿ok? Jugaremos a la pelota y así le enseñaremos a controlar su fuerza

— Sí, tienes razón

— Dime una cosa, Jason le dijo algo a Nicol, ¿verdad?

— La iba a regañar pero lo detuve

— Lo sabía

— No lo vayas a matar, ¿vale? Lo bueno es que no pasó a peor. Nicol le pidió perdón a Abby

— La pobre está aterrada. Ni siquiera pudo verme a los ojos

— Tengo una idea. Hoy me toca cocinar, así que le haré unos tacos al pastor. Después de todo son sus favoritos

— Eres muy buen padre, ¿lo sabías?

Ambos se dieron un tierno beso en los labios. Cuando llegó la hora de cenar, Gerry jugaba con Max Allan, quien era su primo, el hijo menor de Teresa y el primogénito de Jason, era solo un año mayor que Gerry, tenía el pelo castaño y ojos azules, y al igual que sus primos era muy alegre. Gerry usaba una cobija roja como capa y Max hizo lo propio con una cobija negra. Abby estaba dibujando en la mesa de la cocina mientras Peter cocinaba, Jason estaba sentado en el pórtico con su esposa, y Jessica se había dado una buena ducha, luego tomó una toalla para secarse y salió tapándose los pechos

Nicol acababa de despertar, salió de su cuarto y percibió el delicioso aroma de la carne, su mano izquierda se adhirió a la pared y no la pudo despegar

— ¡Mamá! — gritó

Jessica, que se estaba terminando de vestir, dejó su camisa en la cama y fue a ver que pasaba, luego le pidió que calmara y procedió a explicarle como funciona la habilidad de adherirse, la tomó de la mano y fueron a la cocina. La alegría se vio reflejada en la cara de la pequeña metahumana al ver los tacos al pastor, y más cuando su padre le dijo que los hizo especialmente para ella. Nicol saltó hacia él y le dio un fuerte abrazo que fue correspondido

Nicol estaba tan sumergida en su mente que no se dio cuenta de que ya era hora de almorzar, Terry sacó una bolsa de galletas y le ofreció algunas, habían llegado hace rato a California y el sentido arácnido de la fémina vibró

— Algo nos está siguiendo — advirtió ella

— ¿Quién? — preguntó Teresa

— No lo sé, pero no es nada bueno

Terry se asomo por la ventana, se había puesto la máscara para detectar de mejor manera lo que sea que haya activado el sentido arácnido, pero no vio nada, el sentí arácnido volvió a vibrar pero esta vez con mayor intensidad, Nicol tomó el volante y con brusquedad giró a la derecha; justo donde habían estado aterrizó el Lagarto

Teresa pisa el acelerador hasta el fondo mientras corría en cuatro patas, no les quitaba los ojos de encima ni por un instante, ella trataba de mantener la calma, Terry también pero Nicol había palidecido y se preguntaba como diablos hizo su padre para vencerlo cuando era más joven que ella la primera vez que pelearon