007
Capítulo dedicado a todas esas personitas que aman esta historia. 🥰☺️
Los sirvientes de la casa Park a pesar de que habían recibido la orden de retirarse cada quien a sus cuartos, algunos esperaban en el otro pasillo tratando inútilmente de escuchar o ver lo que estaba pasando.
Cuando Jimin había llegado a la cocina a causa del bullicio que se armó, todos sabían que las consecuencias no serían nada agradables para la señoria Ye Ji y el señor Yoongi.
Los minutos pasaban, y Ye Ji aún no salía del despacho de Jimin. Tampoco se podía escuchar muy bien lo que hablaban.
Jimin había decidido que hablaría seriamente con cada uno por separado, pues lo último que quería era "tener que soportar a una mujer y un doncel discutiendo" hasta el punto de llegar a los golpes como dos inmaduros.
Mientras hablaba con Ye Ji, le había ordenado a Yoongi que se fuera a cambiar la ropa, ya que esta estaba mojada. Casi zapateando como niño berrinchudo, Yoongi se había ido a su habitación. Pero ahora ya estaba de regreso, y esperaba fuera del despacho de Jimin.
Su enojo se había reducido un poco, y mientras esperaba, meditaba en lo que había hecho. Aún no podía creer que había cedido a sus impulsos, hasta el punto de llegar a los golpes. Se cacheteaba mentalmente por aquello. Él no era así. Tenía educación y modales. Sus padres estarían decepcionados de él.
Conforme iba cayendo en cuenta de sus malas acciones, también recordó su verdadero objetivo por el cual había ido a la cocina.
"Taehyung"
Ahora se sentía avergonzado al recordar que este lo había tenido que atrapar en sus brazos porque parecía un animal salvaje tratando de atacar a alguien.
- Qué bochorno - susurró Yoongi mordiendo su labio inferior. ¿Qué pensaría Taehyung de él?. Porque aunque Ye Ji ya lo tenía harto, y esta le dio una cachetada primero, nada justificaba su reacción agresiva. ¿En qué se estaba convirtiendo?.
Definitivamente tenía que ser tanto encierro, y el hecho de estar rodeado de tantas víboras.
Yoongi alzó la cabeza mientras golpeaba el suelo con su pantufla. El pasillo estaba aparentemente desolado, pero sabía muy buen que uno que otro sirviente debía estar por ahí tratando de husmear. No los culpaba, él también era muy curioso. Aunque, la única persona que quería que estuviera allí con él, era Tae.
Él sabía que a Tae también le había costado soltarlo, para obedecer la orden de Jimin de irse a su habitación, mientras Jimin lo jalaba del brazo un poco brusco y lo alejaba de él.
Si tan solo no hubiera pasado nada de eso, hubiera podido hablar con Taehyung, y planear su escape. Suspiró estresado.
Esta estaba siendo una larga e intensa noche. El reloj marcaba la una y algo más de la madrugada, y todavía tenía una conversación con Jimin, que de seguro sería un gran sermón donde le recalcaria una vez más que él no era nadie en esa casa.
Cruzándose de brazos y dándole la espalda a la puerta, Yoongi siguió esperando. Hasta que al fin después de unos minutos, Ye Ji abrió la puerta, saliendo del cuarto totalmente seria y con el ceño fruncido.
Se topó con la presencia de Yoongi, pero no dijo nada, solo reviró los ojos y siguió su camino.
Yoongi se dio cuenta que aquella escena en realidad era casi patética, pues ambos parecían dos niños retados por su padre.
Frunciendo el ceño y haciendo casi un puchero, entró al despacho cerrando la puerta.
Mientras caminaba hacia el escritorio, suspiró. Jimin se encontraba sentado detrás de este. Totalmente serio mientras masajeaba uno de sus sien.
Miró a Yoongi sin decirle nada por unos segundos. Este miraba hacia otro lado mientras jugaba con uno de sus dedos. Yoongi estaba comenzando a ponerse nervioso e incómodo por el silencio y la mirada de Jimin.
- Escuché la versión de Ye Ji, así que ahora quiero escuchar la tuya... - habló por fin Jimin. Yoongi volteó su mirada hacia él. - No tendría porque hacerlo, pero esto que ocurrió sobrepasa los límites.
Yoongi apretó su puño. - Ella me golpeó primero. Yo no soy una persona agresiva, eso lo sabes muy bien. Se que nada justifica la violencia, sin embargo ya me tenía harto, así que no le pediré disculpas a ella, solo lo haré con los sirvientes por haber hecho una escena vergonzosa. Solo eso diré. - Yoongi se cruzó de brazos, tratando de no apartar la mirada.
Jimin asintió suspirando y alzando una ceja. La verdad es que él sabía que con Yoongi no tendría que tener una larga charla como pasó con Ye Ji. Yoongi no era como ella, por eso aún estaba impresionado por el actuar impulsivo de este.
Obviamente ella tampoco iba a pedirle disculpas a Yoongi, y Jimin no planeaba exigirle a ninguno de los dos que lo hicieran. Pero a diferencia de ella, Yoongi estaba dispuesto a disculparse con las personas de su casa, a pesar de que no tenía porque hacerlo. No esperaba menos viniendo de Yoongi, él siempre ha sido respetuoso con todos los sirvientes.
- Tal como le dije a Ye Ji, no quiero que esta "escena vergonzosa" como dijiste, se vuelva a repetir. No vivo con adolescentes ni chiquillos inmaduros como para soportar esto. - Yoongi reviró los ojos disimuladamente. - Le ordené a ella que no volviera a alzarte mano.
Yoongi alzó una ceja ante aquello. Estaba a punto de decir algo, pero Jimin siguió hablando.
- Pero, quiero recordarte también, que tu no tienes ningún poder en esta casa a pesar de tener el título de segundo señor. - Jimin se levantó de su silla, rodeando el escritorio, parándose frente a Yoongi a una corta distancia. Este se tensó, pero se negó a retroceder. - creo que lo has olvidado, por todo lo que le dijiste.
Yoongi solo tragó grueso y guardó silencio.
- Esperaba que lo negaras, pero veo que es verdad.
- Si es verdad - habló Yoongi - le dije todo lo que ella de seguro te expuso. No es ninguna mentira, ni ofensa, ni calumnia cuando todo es cierto.
Jimin sonrió de lado. - ¿Todo es cierto? Así que, ¿lo has comprobado por ti mismo para que lo digas con tanta confianza?
- Niegalo en mi cara entonces. - Yoongi sabía que estaba jugando con fuego, pero no podía seguir permitiendo que lo humillaran.
- No te debo ninguna explicación, pero si, lo niego. - se acercó un paso más a Yoongi. - No creí que eras de las personas que se dejan llevar por chismes de la servidumbre.
- Sabes que no son solo chismes. - Yoongi sonrió - Ye Ji me golpeó porque se enojó al escuchar la verdad en su cara. Ella es tu prima política, sin embargo te desea, y al parecer es correspondida.
Jimin tomó del cuello de la camiseta de pijama a Yoongi. Este soltó un quejido, y si, se asustó.
- Deja de asegurar cosas que no son, y más siendo de tal nivel... - Jimin apretó aún más la tela, pegando su cara a la de Yoongi, la cual estaba sonrojada y temblorosa. - ...además, si llegara a ser cierto, lo que tu pienses, no tiene importancia.
- ¿A no? ¿Y por eso es que estás furioso hasta el punto de esta reacción? - Yoongi señaló con su vista la mano de este. Su corazón latía errático pero no le hizo caso. - Entonces nada impide que siga pensando que ustedes tienen una relación, con tal, no importa ¿cierto?
Con cada palabra y gesto que Yoongi hacía, el enojo de Jimin crecía más. Pero él sabía que no era por lo que él pensaba o decía, ya que era cierto que a Jimin le daba igual. No. Él estaba enojado por otra razón. Razón que no podía deducir muy bien cual era.
La imagen del mayordomo Kim sosteniendo a Yoongi de la cintura hace una hora atrás, vino a su mente, hirviendo su sangre por el enojo. Esa no podía ser la razón, ¿o si?. Kim solo estaba apartando a Yoongi para evitar la pelea.
- No te confíes tanto Yoongi, y bajale a tu altanería. - susurró casi encima de sus labios.
El aliento de Jimin chocó con el de Yoongi, ocasionando cierta ansiedad en el menor.
- ¿Altaneria?, Ja! Le dijiste a Ye Ji que no volviera a alzarme la mano, pero sabes muy bien que si ella quiere, puede volver a hacerlo, porque, si tu siendo el dueño de esta casa no me respeta ni un poco, nadie lo va a hacer - al hablar, su aliento volvió a chocar con el de Jimin. Su piel se estaba erizando.
Jimin estaba por decir algo, pero Yoongi no lo dejó. - Cierto, no me debes respeto porque no soy nadie. Así que no me queda otra que recurrir a la "altanería" para no dejarme pisotear por...
Yoongi soltó un quejido cuando Jimin soltó el cuello de su camisa, y lo acorraló contra el escritorio.
- ¡Ya cierra la boca! - dijo casi gruñendo, para después tomar a Yoongi de la nuca, y juntar sus labios en un brusco beso.
Maratón (4/4)
Mis amores, este es el final de la maratón. Espero que les haya gustado este capitulo, porque, uy se viene lo intenso jjjj. 🥰👉👈🤭
Les quiere agradecer por todo el apoyo a esta historia, espero que les siga gustando conforme se desarrolla.
Ya saben, 140 vistas, 35 votos, 25 comentarios: capítulo nuevo.
Además, quiero compartir con ustedes un recuerdo del hermoso día que pasé el sábado, en un evento de BTS que hubo en mi país, donde transmitieron el concierto de Jhope en Lollapalooza y el de Yet to come.
Allí me compré este hermoso póster fan art de mi hermoso Jimin🤭👁👁
Los y las quiere...HOLY HARI 🥰🤭💞😚
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