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Un matrimonio con hijos nunca es fácil.
-Yo.



Chanyeol limpiaba la mesa mientras Baekhyun preparaba la comida. Los días que Chanyeol no iba a trabajar se dedicaban a su hogar y por supuesto a disfrutar de su compañía. Cuando ambos terminaron se dirigieron a su habitación y empezaron a repartirse besos porque claro, ningún momento era malo para hacer el amor. La ropa les empezaba a estorbar y creyeron que sería una intensa sesión, pero un grito los sacó del trance.

—¡Papi! Sehun rompió mi cargador. —Fue Yixing, el mayor de sus tres hijos, quien entró sin ni siquiera tocar la puerta.

—¡Que yo no fui! —Sabían que Sehun no tardaría en aparecer.

—¿Entonces se rompió solo?

Baekhyun y Chanyeol veían la escena como espantados por miedo a que se dieran cuenta de lo que de verdad iba a pasar entre ellos. En estos casos cuando las cosas entre su hijo mayor y menor se ponen a discutir y no saben a quién creerle recurren a la única persona justa y cuerda en esa casa. 

Ambos se miraron y gritaron—: ¡Kyungsoo!

Al poco tiempo el mediano de sus hijos, que extrañamente era el más bajito, apareció por la puerta—: ¿Qué?

—¿Quién rompió el cargador de Yixing?

—Mictlan. —Sí, también tenían un gato.

—Allí tienes tu respuesta —dijo Baekhyun, acto seguido miró a Kyungsoo y le dijo—: ¿Por qué no se lo dijiste a Yixing antes de que discutiera con tu hermanito?

—Me gusta ver el mundo arder. —No era broma, Kyungsoo amaba eso. —Vámonos, tontos. Y ustedes —dijo señalando a sus padres—. Deberían ponerle seguro a la puerta.

Al parecer Kyungsoo sí se había dado cuenta de lo que iba a suceder. 

Sus días no eran normales desde que sus hijos fueron un poco más conscientes e "independientes". Eso tampoco les impidió tener una buena vida de pareja, realmente eran muy divertidos. 

Chanyeol de 38 y Baekhyun de 31 aún mantenían un alma joven, siempre que tenían la oportunidad iban a cenar a uno que otro restaurante y cuando estaban de más ánimo se adentraban a bares y terminaban completamente ebrios. No por eso eran padres irresponsables, de hecho, eran muy buenos padres y eso sorprendía a todos porque Baekhyun era un chico muy frío y peculiar, todo lo contrario a Chanyeol quien era un dulcito con sus hijos.

Después de ser interrumpidos mejor salieron de su habitación y ambos se sentaron a ver la televisión. Chanyeol se paró de repente y miró a su esposo

—Vamos a comer.

—Está bien. En un momento sirvo la comida —contestó el menor del matrimonio.

—No, me refiero a que se pongan guapos y vamos a comer a algún lugar. Les doy media hora.

No era broma el tiempo que Chanyeol le estaba dando a las cuatro personas y eso sería fácil si tan solo hubiera más de un baño en la casa o no pasarán las cosas que Baekhyun sabía que pasarían ahora.

—Papi ¿qué ropa debo usar? —Yixing apareció con tres camisetas diferentes—. No tengo nada que ponerme.

—Xing, tengo que buscar la ropa de Hun. Sabes que es el más desorganizado, por favor arréglalo tú solo.

A Baekhyun casi le da un infarto cuando vio a su hijo mayor sacar toda la ropa del armario donde lo guardaba y la puso en el piso mientras elegía que se pondría, él acababa de doblar esa ropa apenas ayer. Trató de ignorar aquello porque aún tenía que buscar la ropa de su hijo menor, pero estaba colapsando al no encontrarla.

—¡Sehun! ¿Dónde está la ropa que te compré la semana pasada? 

El chiquillo apareció corriendo y nuevamente Baekhyun sintió morirse porque el chiquillo tenía la cara embarrada de chocolate—. Estaba ahí.

—¿Dónde ahí? —Baekhyun alzó la voz y muy tarde reaccionó. Su hijo menor solía ser llorón y no miente cuando dice que su hijo lloraba por todo, justo como ahora—. ¿Por qué lloras? Si no te he regañado.

—Es que me gritaste.

—La ropa de Sehun está en la ropa sucia. —Kyungsoo hizo su aparición mientras peinaba su cabello delicadamente, pero ahí iba el tercer casi infarto de Baekhyun, por dos razones. La primera era que la ropa de Sehun era nueva y no tendría porqué estar en el cesto de ropa sucia y la segunda—: ¿Otra vez ese overol?

—Es mi favorito. —El niño encogió los hombros y terminó de alistarse.

—¿Ya están listos? —Chanyeol apareció por la puerta con unos pants negros, una playera blanca y sus chanclas—. Yo ya lo estoy.

—¿Me estás jodiendo? —preguntó Baekhyun a punto de sentir el verdadero infarto—. No irás así, pondré bastante esfuerzo en mi arreglo. No nos querrán atender si pareces un pordiosero. 

—Oye, mi cartera tiene dinero.

—¡No tengo nada que ponerme! —Yixing se tiró en la cama dramáticamente y Baekhyun quería darse un tiro, no era broma.

Porque no los aborté, pensó.

—Bebé —Chanyeol se acercó a él cuando vio que empezaba a perder la paciencia—. No te preocupes, ve a bañarte y a ponerte guapo. Yo les ayudo.

Le tomó la palabra porque no había nada que Baekhyun disfrutará más que un perfecto baño, amaba tomar el tiempo de buscar su ropa y sobre todo, de maquillarse con toda la calma del mundo. A contrario de lo que creían, Baekhyun no tardaba haciendo eso, tal vez era una manía que aprendió al ser padre de tres hijos, bueno, de cuatro si contábamos a su esposo. 

Mientras estaba mirándose al espejo notó sus ojeras y la panza que sobresalía un poco del nuevo pantalón que portaba. Se sentía algo desanimado de lo diferente que lucía. En su tocador se encontraba una foto del día en el que se casó y sintió ganas de llorar, se notaba tan delgado y joven, no quedaba rasgo de aquel chico. Las lágrimas amenazaban en salir, pero se puso la camisa que eligió y siguió mirándose, de verdad estaba tan inconforme consigo mismo. Cuando estaba a punto de volverse a cambiar sus cuatro tormentos entraron por el cuarto y dijeron al unísono.

—¡WOW! —Baekhyun giró a verlos.

—Luces increíble, papi —soltó un Sehun con los ojos llorosos.

—Te dije que esa ropa se te vería increíble, pero como siempre nunca me crees, cada día te ves más guapo. —Yixing alzó el pulgar hacia su papi, mientras dejaba ver ese precioso hoyuelo que adornaba su cara.

Kyungsoo, al contrario de sus hermanos, se acercó a él y le dio un beso en la mejilla. No era de muchas palabras, pero sus acciones y las pocas sonrisas que regalaban eran sinceras y adorables.

—Tengo suerte de estar casado con el hombre más guapo del mundo, te amo. —Chanyeol se acercó y le dio un estruendoso beso en la frente.

—¿A dónde iremos a comer? —preguntó Baekhyun. Lamentablemente hizo la pregunta frente a sus hijos que pronto empezaron el drama nuevamente.

—¡Quiero comida china!

—¡Yo quiero tacos!

—Son idiotas, yo quiero pizza.

Bueno, igual los amaba mucho.

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