Narra Laura

Me sentía feliz de que Ross por fin entendiera mis sentimientos, ya que de verdad estaba confundida. Ni siquiera sabía que era lo que sentía cuando escuchaba la palabra "Amiga". Por eso decidí hacer una cita con el psicólogo. No le diré a Ross, ya que no quiero que lo sepa, así que me iré rápido.  

Camine con rapidez a la ducha y me bañe. Luego me puse rápidamente unas leggins negras que Iván desde el ombligo, unos converse completamente blancos y una blusa de tirantes color Aqua, que llegaba justo hasta la cintura. Tome mi  bolso y baje corriendo, ya que era a esta horas que Ross se levantaba, las mayorías de veces.

Vi a Carol barriendo y dcidi avisarle que saldría un miento.

—Voy a salir un momento ¿Podrías acusárselo a Ross?—dijo trotando en un solo lugar, lista para correr hacia afuera.

—Si, lo que digas—me restó importancia y continuó con lo suyo.

Rode los ojos y opte por dejarle un mensaje luego. Pare un taxi y le di la dirección de la clínica. Llegue a la clínica y aligere mi caminar. Entre a la recepción y pregunte a la secretaria:

—Disculpe ¿Donde se encuentra la Doctora Sosa?

—Piso 3, segundo consultorio a la derecha.

Le agradecí y me dirigí hacia el ascensor, ya saben, lo que la vagancia hace. Por fin, llegue al piso y toque la puerta y escuche el pase. Entre y me pareció un lugar muy acogedor, como si estuvieras en casa.

—Hola, soy Laura Marano y vengo por mi consulta.

—Hola Laura, yo soy la Doctora Sosa, toma asiento por favor y cuéntame sobre tu problema—sonrió con paciencia.

Sonreí agradecida y me senté.

—Me he estando sintiendo muy deprimida al escuchar la palabra amiga, salir de la boca de mi mejor amigo.

Y ahí le conté todo lo ocurrido. Desde mi blusa manchada de helado hasta ahora.

—Que historia más bonita, como si estuviera escrita por alguien—sonrió divertida la Doctora—Pero ¿Que crees que sea ese sentimiento?—sonrió de lado.

—Pues..amistad, cariño, afecto, gratitud—empecé a decirle todos los adjetivos bonitos que encontré.

—Tal vez, pero hay uno muy importante el cual te estás olvidando—sonrió reprochándome—Amor.

—¿A-Amor?

—Si, al parecer tú estás enamorada de Ross, y ni siquiera te has dado cuenta—dijo dejando su carpeta de lado—Tus ojos brillan cuando hablas sobre el, tú rostro se ilumina, Laura.

—¿Q-Que dices pero si yo..?- —ella me miró con una mirada de ya acéptalo.

Solté un suspiro cansado, de rendición.

—Tal vez tengas razón—sonreí para mi ya que había encontrado la razón de mis sentimientos.

Yo amo a Ross. Que lindo suena cuando todo está claro. Aunque tengo a Courtney y a Carol por otra parte, que me darían un tablazo si se enteraban de mis sentimientos por Ross.

—Muchas gracias Doctora..—le agradecí sonriente y feliz.

—Llámame María, María Sosa—sonrió y yo estreche mi mano hacia ella.

—¿Que es eso?—sonrió apartando mi mano y abrazándome.

Sonreí feliz de que tenía una nueva amiga, tal vez más grande que yo, pero eso no importa. Ya que con 32 años de veía realmente joven.

Me despedí y tome si tarjeta por si acaso. Me dirigí a casa y entre silenciosamente. Se escucharon unos pasos apresurados en mi dirección.

—¿¡Donde estabas!? ¡Me tenias preocupado!—exclamó Ross abalanzándose sobre mi en un abrazo.

Yo me sonroje, ahora que se mis sentimientos no puedo intentar esquivarlos.

—Ah..Eh..Estaba en el mercado—sonreí nerviosamente.

—¿Que hacías ahí tan temprano?

—Comprando frutas..—dije insegura.

—¿Donde están las frutas?—dijo, creo que está empezando a sospechar.

—Eh..¡Me las comí en el camino!—exclamé ya que había encontrado una respuesta coherente.

—Laura dime dónde estabas, por favor—suplicó, el corazón se me derritió.

—Estaba en la clínica—respondí.

—¡¿Te ha pasado algo?!—exclamó preocupado chequeando todos los lados de mi cuerpo.

—Solo me dolía..el corazón—dije sonreí con los labios.

—¿El..El corazón?—preguntó confundido—¿Algún síntoma de enfermedad?

—No, solo me latía muy fuerte—dije todo esto con un doble sentido.

—Deberías descansar, tal vez simplemente se te subió la presión.

—Está bien, iré a ver una película a mi habitación—sonreí comprensiva, es que por fin sabía lo que me hacía verdaderamente feliz.

—Okey, iré a acompañarte en un momento, solo déjame desatrancar a Carol—Ross rodó los ojos. 

—¿Como que desatrancarla..?

—Pues, mejor te cuento todo.

Flashback de Ross.

Me desperté sonriente, ni siquiera sabía por qué. Salí de mi habitación, pero  me extraño no ver a Laura reprochándome por yo sin camiseta. Así que baje a ver si la encontraba desayunando, pero sólo encontré a Carol poniéndose labial.

—¿Has visto a Laura?—me rasque la parte de atrás de mi cabeza.

—Ah..Dijo que iba a nosedonde..—le importo un pepino y siguió maquillándose—Además Rossy querido, es momento de que tú y yo..

Carol puso sus manos en mi pecho y susurro en mi oído:

—Lo hagamos..

La tome de la mano lo más rápido que pude y la encerré en el armario de limpieza. Si iba a estar con esta maniática solo, prefiero morir.

Fin del Flashback.

—Veo que viviste un calvario sin mi..—río Laura cortamente.

—Ni te imaginas..—dijo desatrancando a Carol del armario.

Estaba dormida en el suelo, así que dejamos la puerta abierta y fuimos a ver una película a mi habitación. Ya saben, Netflix and Chill. Pero hasta lo más simple, con Ross a mi lado se transforma en lo más maravilloso.